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Liam abrazaba a Samantha sintiendo aquel calor maternal que en muchos años deseaba sentir, Stephen veía las fotografías de sus padres antes que estos murieran. A pesar que eran mellizos poseían un temperamento distinto, el mayor que era Stephen por unos minutos, tenía un tipo de rudeza que su hermano no. Él en muchas ocasiones era como en consentido de Alfie al ver que trataba de imitarlo o que actuaba sin importar que saliera herido.
En cambio Liam era calmado y muy tímido, evitaba expresarse frente a los demás y siempre estaba en busca de aquella protección maternal que finalmente encontró en su hermana mayor por eso creía que sería difícil volver a separarse de ella.
— Nuestro tío les hablo porque los oculto en estos años? — Pregunto la rubia llamando la atención de sus hermanos.
— Muchas veces le preguntamos, pero nos decía que era para el bien nuestro y tuyo — Dijo Stephen encogiéndose de hombros.
— Y lo era — Dijo Alfie ingresando a la habitación sin tocar ni nada —. Tal vez me aleje de su madre por un tiempo pero intente remediar las cosas cuando te tuvo Sam, trate de ayudarlos pero era arriesgado aún que había solo una cosa y le prometí cumplirla, criarlos. Ella al darlos a luz me pidió que los llevará lejos para su protección porque había tenido una clara visión de lo que ocurriría y Julia no podría con los tres por esa razón hice el esfuerzo y los aleje por completo, pero no podía dejar a mi sobrina sola por eso hablaba con tu tía todo el tiempo para saber de tí y si estabas bien.
— Lo entiendo y creo que ha sido lo mejor — Dijo la chica acariciando el rostro de su hermano Liam —. Ahora no puedo imaginarme una vida sin ustedes y no quiero que estén en peligro.
— Pero ahora estamos contigo — Dijo Liam aferrandose a su hermana —. No te dejaremos.
— Además tío Alfie nos entreno — Dijo Stephen tal vez no había sido muy demostrativo como su mellizo pero no tenía las intenciones de alejarse otra vez de su hermana —. Y nuestros padres hubiesen deseado esto, que estemos juntos enfrentando las tormentas.
— Las tormentas — Samantha sonrió de lado —. Estoy en una ahora mismo, pero me da esperanzas que no son eternas y que tengo apoyo para salir de ellas.
— Estoy seguro que saldremos de esto juntos, a demás tenemos a un buen Banshee aquí — Dijo Alfie refiriéndose a Liam quien bajo un poco la mirada —. Me siento orgulloso de tí y tú deberías sentir lo mismo, se que tarde o temprano lograras controlar tu poder.
— Banshee? Creí que solo eran mujeres — Expreso Samantha —. Tal parece que nuestro bisabuelo pensó en todo. Por cierto Gryffin lo es, tal vez ella puede ayudarte.
— En serio? No le molestara? No creo que quiera... — Samantha la interrumpió.
— Tranquilo se que sí — Confirmo la chica.
En ese momento Alfie le menciono que había llegado a un acuerdo con Thomas respecto a Samantha. Ella debía decidir si quedarse en la mansión o irse con sus hermanos y tío, claro siempre y cuando viniera a visitarlo y escribiera siempre para mantenerlo al tanto.
La rubia le dijo que estaría bien pero que quería permanecer en la mansión hasta que Gryffin regresara a Hogwarts otra vez, quería pasar tiempo con su amiga después de todo.
La pelirroja había quedado fascinada al escuchar que Liam poseía el mismo poder que ella al ser un Banshee, lo cual era extraño por ser un hombre pero aún así no dudo en enseñarle lo que sabía trayendo al muchachito cierto alivio y entusiasmo.
Cuando pudieron estar solas Gryffin tuvo la brillante idea de realizar un especie de juramento que las uniría por siempre y que de esa forma jamás se sentirían solas.
— Este juramento parabatai nadie podrá romperlo — Dijo Gryffin tomando su varita para conjurarlo —. No me ruegues que te deje o que regrese cuando te estoy siguiendo. Porque a dónde tu vayas, yo iré, y dónde tu vivas yo viviré. Tu gente será mi gente, y tu Dios será mi Dios, donde tu mueras yo moriré y allí seré enterrada; El Ángel me haga esto y mucho más si nada más que la muerte nos separe a tí y a mí.
Aquel juramento no solo las envolvió a las dos sino a Salem y a Raksha también. Luego Samantha debió repetir esas mismas palabras para completarlo, dejando ver a un felino idéntico a Salem que representaba a su amiga, y en Gryffin uno igual a Raksha. Pero estas marcas poseían diferentes significados que ayudaría a las dos amigas a comunicarse o saber si se necesitaban entre otras cosas que eran útiles en el momento de no estar juntas.
— Te quiero Gryff — Dijo Samantha abrazando a su amiga quien correspondió aquel abrazo.
Eran dos almas rotas que fueron bendecidas al unirse, y aquel vacío que sentían ya estaba completo porque ambas se entendían y se apoyaban en ese difícil camino que tuvieron que enfrentar.
[...]
No era de su agrado pero aún así acepto que él y los mellizos se quedarán en la mansión para cumplir con el deseo de las dos chicas que querían estar juntas todas las vacaciones de invierno. Aún así pensó que luego de esa celebración algo tensa vendría la tranquilidad pero era lo contrario, pronto se celebraría una boda, Damon y su amada Grace se casarían finalmente a pesar que intentaron ocultar su romance al ella ser una Muggle y vivir bajo esos estereotipos de la sangre pura.
— Puedo quedarme en la habitación hasta que termine — Dijo Alfie siendo obligado por su sobrina a asistir a esa celebración.
— Es una celebración en la casa que nos estamos quedando debemos asistir — Dijo Samantha con una corta sonrisa —. No será tan malo.
Ellos dos junto a los dos chicos salieron al jardín viendo a los pocos presentes que estaban allí. Pero había una mujer que Samantha no había visto.
— Sam! — Dijo Gryffin tomando su brazo para acercarla a la mujer —. Ella es mi tía, es la menor, Ada.
La mujer sonrió extendiendo su mano lo cual la rubia acepto para presentarse pero en un momento su tío se acercó presentándose por si solo a la mujer con cierto tono que dejó sonriendo con diversión a Gryffin y a Samantha.
— Alfie, Alfie Roosevelt — Dijo con cierta seducción en su voz.
— Ada Rosier — Dijo de igual manera viendo con una ceja elevada al hombre.
Alfie sonrió con amplitud al ver que no era una mujer tímida pero sostenía aquella elegancia que cautivaba al hombre.
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