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Lee y Samantha leían un libro de encantamientos asignado por el profesor Flitwick para la siguiente clase pero en ese momento de concentración la muchacha sintió un pequeño piqueteo en su nuca.

— Estás bien? — Pregunto Lee levantando su vista y viendo a su amiga.

— Sí, solo sentí un pequeño piqueteo nada importante — Dijo llevando su mano al área afectada sintiendo algo mojado allí.

Al ver sus dedos noto una mancha de sangre dejándola confusa pero volvió a tocar su nuca con su otra mano y parecía que nunca había sangrado, al regresar su vista a sus dedos la sangre ya no estaba.

— Que extraño — Dijo el moreno viendo hacia la entrada.

La pelinegra no respondió simplemente se mantuvo viendo sus dedos que estaban limpios pero reaccionó cuando Lee cerró el libro y se levantó, pudieron notar que sus tres amigos no estaban practicando Quidditch como dirían que lo harían por esa razón fueron con ellos.
Los gemelos y Angelina hablaron sobre lo ocurrido con el equipo de Slytherin y su nuevo buscador, Draco Malfoy.

— Tuvo la osadía de llamar sangre sucia a Hermione — Dijo la morena con molestia.

Los otros dos chicos abrieron sus ojos de la sorpresa, Samantha no pudo evitar sentir pena por la niña y molestia por el otro niño. Sabía que esa familia tenía un gran odio hacia los “no puros” al igual que la mayoría de las serpientes como su fundador Salazar Slytherin quien anhelaba destruir a todo aquel quien no fuese puro, por esa razón prometió cumplir con eso creando una cámara en Hogwarts dónde oculto grandes secretos en ella incluso muchos creen que habita un monstruo allí pero jamás, ni siquiera Dumbledore logro hallar tal cámara.
La leona conocía la historia gracias a Mcgonagall quien se lo menciono cuando era una niña, la profesora sintió la necesidad de hacerlo y más aún cuando podría haber quedado en Slytherin ante su estatus de sangre ya que sus abuelos maternos fueron miembros de esa casa y la pelinegra tenía la posibilidad de permanecer allí.

— Y adivinen — Dijo Fred viendo a George luego a los otros dos.

— Lucas estaba allí — Dijo George.

— Así es, es un cazador — Menciono Angelina viendo a Samantha quien solo frunció un poco el ceño —. Pero tranquila, Oliver ni siquiera sabe que te estuvo hablando está mañana.

— Y porque habría problema? Digo se que es raro pero Oliver y yo solo somos amigos — Respondió la chica encogiéndose de hombros.

— Se que estaría celoso, verdad chicos? — Los tres asintieron.

Samantha simplemente no respondió solo regreso a la biblioteca para seguir estudiando otro poco y que la próxima clase fuese pan comido para ella.

Luego de un largo tiempo en la biblioteca se dirigió a su habitación antes de ir a cenar, debía llevar unos libros para su clase de mañana. Cuando estaba guardando los libros una pequeña ráfaga causo que sus ojos se cerrarán de golpe y tuviese una visión, en esa imagen vio una serpiente gigante lista para atacar. Abrió inmediatamente sus ojos y alejo su cuerpo provocando que sus pies se tropezaran entre ellos y cayera.

— Sam vamos...Sam! Estás bien? — Pregunto Angelina entrando a la habitación.

— Sí, solo tropecé — Dijo nerviosa levantándose del suelo con ayuda de su amiga.

Tuvo la suerte que Angelina creyera su excusa, estaba algo preocupada pero quería mantener la calma y convencerse que todo estaría bien lo malo ya había pasado y este sería un año mejor.
Las dos amigas fueron a cenar al gran salón, Samantha a pesar que era algo complicado en no pensar en esa serpiente quiso distraerse hablando con su grupo.

— Que hará que cosa? — Pregunto Lee riendo por los nuevos rumores.

Los gemelos habían oído hablar a Lockhart con algunos profesores sobre “San Valentín” el famoso mago quería decorar el castillo para la ocasión y claro demostrar cuantas cartas obtendría por todas sus fanáticas, y al parecer tenía la autorización de Albus.

— Ese hombre tiene ideas descabelladas — Dijo Samantha rodando sus ojos —. Estoy segura que se las ingeniera para hacer algo extravagante en Navidad y ser el centro de atención.

Los chicos rieron al estar de acuerdo con su amiga, el hombre tenía un gran ego y no dudaban que sería el centro de atención en todo el castillo.
Samantha tuvo la oportunidad de hablar con Hermione sobre lo ocurrido con Draco.

— Su padre ha llenado su cabeza con ideas erróneas — Dijo Samantha —. A mí me quiere en Slytherin pero simplemente ignoro su petición o lo que tienen para decirme, Herms eres más inteligente que ellos por esa razón no dejes que sus palabras te hieran no te rebajes a su nivel.

— Lo sé Sam, pero aún así me sentí humillada cuando lo dijo enfrente de todos — Dijo la niña causando que la chica hiciera una mueca entristecida —. Podré superarlo.

— Se que sí — Ambas sonrieron.

Hermione agradeció las palabras de aliento de su amiga y por haberla oído luego se marchó con Ron en busca de Harry quien estaría cumpliendo su castigo con el profesor Lockhart.
Cuando la cena acabo todas las casas en forma ordenada siguiendo a sus prefectos regresaron a sus salas.

— Sam — La chica al voltear se encontró con Oliver —. Pensé que nos sentariamos juntos.

— Lo siento en verdad, es que deseaba hablar con Hermione — Dijo la pelinegra —. Oí lo que ocurrió está tarde y bueno ella es mi amiga.

Una parte era cierto pero también ocultaba algo, esta vez tomo asiento dándole la espalda a la casa de las serpientes no quería toparse con la mirada de Lucas y mucho menos a Draco, no estaba del todo tranquila y de buen humor como para soportarlos por esa razón decidió tomar un lugar diferente.

— Fue muy cobarde de su parte ya que Hermione dijo toda la verdad y bueno Malfoy no pudo soportarlo — Dijo Oliver a lo que ella asintió.

En el camino la leona comenzó a sentir escalofríos lo cual la dejo extrañada, esa sensación fue un claro aviso de lo que se avecinaba. Todos los alumnos se detuvieron a observar lo que estaba ocurriendo, Samantha se acercó un poco más para leer lo que estaba escrito en una pared y como la gata de Filch estaba petrificada.
El conserje no dudo en inculpar a Harry por la señora Norris ya que él y los otros dos niños estaban en la escena del crímen.

— Se que lo hiciste y te mataré, te mataré — Dijo Filch.

Samantha estuvo apunto de ir a defender al niño pero a demás que apareció Dumbledore junto con los demás profesores, Oliver logro tomar su mano antes que la chica hiciera algo tonto.

— Todos los alumnos regresen a sus camas — Dijo el director —. Excepto ustedes tres.

El trío debió quedarse, la pelinegra observo a Mcgonagall quien asintió para que hiciera caso.

— Debemos irnos Sam — Dijo Oliver aún tomando su mano.

No estaba del todo tranquila pero sabía que Harry al igual que Ron o Hermione serían incapaces de realizar algo así, en ellos no existía tal maldad.