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La libertad cada vez era más reducida, incluso algunos evitaban salir de sus salas solo para lo esencial no querían obtener los especiales castigos que Umbridge otorgaba a los “ rebeldes ”.
— Y que pasará cuando los descubran? — Pregunto Lee al escuchar el plan que tenían los gemelos.
— Eso es lo divertido, nos verán como héroes — Dijo Fred tomando algunos petardos.
— Yo tengo el momento perfecto para que puedan llevar acabo su plan — Dijo la pelinegra por primera vez aportando a la travesura.
— Donde está Sam, y que hiciste con ella? — Pregunto Angelina haciendo reír a la chica.
Los gemelos aceptaron con mucho gusto aquella ayuda que les trajo aún más adrenalina. Samantha sabía que en un par de horas habría un examen para los de quinto a las cuatro de la tarde donde estaría Umbridge vigilando a cada alumno en el gran salón.
— Es perfecto — Dijeron los gemelos al obtener esa nueva información.
Tal vez se llevarían un inmenso regaño, incluso expulsión pero el año estaba por acabar y querían dejar una marca antes de irse de esa escuela. Los gemelos junto a Samantha fueron por los petardos que utilizarían para asustar a su nueva directora.
— Ese será increíble sin duda — Aquel petardo que sostenía en su mano se transformaría en un dragón.
Ya estaba todo listo solo debían esperar el tiempo adecuado para realizar esa travesura. Cuando vieron a Umbridge fingieron estar leyendo en el pasillo mientras que esperaba a los alumnos de quinto que ingresarán al gran salón para el dichoso exámen.
Samantha al ver que todos estaban adentro comenzó a organizar los estruendo mientras que los gemelos subían a sus escobas.
— Listos chicos? — Pregunto la pelinegra.
— Listos — Dijeron al mismo tiempo haciendo sonreír a la leona.
Samantha encendió los petardos que se escucharian en el pasillo avisando lo que se acercaría muy pronto, sonrió con amplitud al ver cómo los demás alumnos salían a ver lo que sucedía y más aún cuando los gemelos ingresaron al gran salón destruyendo con cualquier tranquilidad que estaba teniendo la mujer con ese exámen.
Las explosiones, gritos y risas se oyeron en todo el lugar aún más cuando Umbridge escapaba de aquel dragón que la seguía. Pero la chica dejo de sonreír cuando vio a Mcgonagall creyendo que está la regañaria.
— Creo que se han pasado de límite — Dijo la mujer —. Pero no negaré que se lo merece.
Ambas sonrieron como los alumnos salían de los salones para celebrar con los gemelos, la pelinegra intento hacerlo pero de pronto escucho aquella lengua que tanto detestaba logrando destabilizarla.
— Sam, que ocurre? Sam — Dijo Minerva preocupada por la chica.
— Algo malo está por pasar — Dijo Samantha cerrando sus ojos por unos segundos para lograr evitar entrar en esa crisis.
Mcgonagall decidió llevarla a su oficina donde hablaría con Rosier a pesar que esté estaba de viaje.
— No es necesario Minnie, Thomas tiene muchas cosas importantes que hacer además Gryffin es su hija y de ella debería recibir notificaciones no mías.
— Lo sé pero te aprecia y me ha pedido que cualquier inconveniente que haya contigo o alguno de los chicos que lo notifique — Dijo Mcgonagall escribiendo aquel pergamino mientras que Samantha se recuperaba.
Antes que pudiese enviarlo Snape ingreso llamando la atención de las dos mujeres.
— Es sobre Black.
— Que le sucedió a Sirius? — Samantha comenzó a preocuparse.
Harry lo había visto ser torturado en el departamento de misterios, Minerva no dudo en avisar a Dumbledore sobre lo ocurrido. Samantha sin dudar salió de allí ignorando los llamados de la profesora, debía encontrar a Potter lo antes posible pero logro ver a Ron, Luna, Gryffin, Serpent, Neville y Ginny correr fuera del castillo, fue detrás de ellos encontrandose con los otros dos chicos que faltaban.
— Están bien? — Pregunto la chica a todos quienes asintieron.
— Tengo que ir a Londres — Dijo Harry a Samantha.
— Iré contigo — Dijo al saber su motivo.
A pesar que esté no quería involucrar a sus amigos los otros ya tenían una decisión tomada y Harry no podría cambiarlo por esa razón accedió que fuesen con él.
— Como iremos a Londres?
— Es obvio, volando — Dijo Luna sonriendo.
Se vieron entre sí pero no había tiempo de renplantearse esa idea por esa razón fueron con Luna al bosque prohibido en busca de las criaturas, llamadas Thestral que llevarían a los chicos hasta el ministerio.
La pelinegra recordó a Buckbeak, era la misma sensación de libertad y adrenalina que había sentido con esa criatura y se permitió disfrutar de ese pequeño momento.
— Siganme! — Aviso Harry al ver que habían llegado.
Dejaron a las criaturas cerca para regresar a ellas cuando tuviesen que escapar.
Al estar adentro siguieron a Potter quien conocía aquel lugar y reconoció la entrada, debieron encender sus varitas al ver que el lugar estaba oscuro y silencioso. El muchacho comenzó avanzar en busca de Sirius seguido de sus amigos pero quedó sorprendido al no verlo allí.
— Mira Harry, está tiene tu nombre — Dijo Neville al ver una esfera con el nombre de Harry Potter.
Este algo dudoso tomo aquella esfera oyendo el mensaje que traía consigo, Samantha comprendió que hablaba de Harry y el señor tenebroso ante la conexión que habían creado.
— Harry — Dijo Hermione al notar la presencia de alguien más en aquel lugar.
Los chicos se juntaron para defenderse entre todos, era un mortifago nada más y nada menos que Lucius Malfoy.
— Donde está Sirius?
— Ya deberías saber la diferencia entre un sueño y la realidad — Dijo el hombre —. Solo viste lo que el señor tenebroso quería que vieras. Ahora dame la profecía.
Samantha se puso frente a Harry provocando la risa burlesca de aquel hombre y no solo se escuchó la de él sino también la de Bellatrix Lestrange.
— Bellatrix Lestrange — Dijo Neville con molestia.
— Neville Longbottom! Cómo están tus padres?
Bellatrix no había sido la única sino otros mortifago se hicieron presentes tratando de atrapar a los chicos, pero ninguno tenía la intención de rendirse con facilidad por esa razón ante la orden de Harry comenzaron atacar y defenderse mientras corrían hacia la salida.
— Siempre he creído que es un desperdició de poderes — Dijo Lucius a Samantha.
— Avada Kedavra!
No supo como pero Lucius logró hacerse a un lado antes que esa maldición llegara a él, también quedó perplejo en ver como la chica tenía tan incorporado aquel maleficio.
— Por aquí!
Debieron correr cuando todos los pilares con esas esferas comenzaron a caer, siguieron a Harry quien al abrir la puerta salto al igual que los otros pero lograron flotar antes de impactar fuertemente contra el suelo.
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