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Aplaudieron por la presencia de Arthur Weasley quien estaba herido pero con ánimos de seguir viviendo, sin duda agradecieron a Harry por la gran ayuda que les dio avisando sobre esa visión, ellos mismos creían que si eso no hubiese ocurrido tal vez la historia sería otra.

— Por Harry — Dijeron elevando sus copas en dirección al muchacho quien sonrió.

Samantha vio con una sonrisa como sus dos amigos no podían evitar ocultar que se gustaban, George parecía tocar el cielo cuando estaba junto a Gryffin, y la chica a pesar que era ruda ese sentimiento de cursi salía por causa del pelirrojo. La chica no dudo en verlos con cierta burla provocando que él se sonrojara y que ella rodara los ojos evitando sonreír de ciertos nervios.

La cena de navidad fue tranquila y agradable, Sirius también compartió con ellos trayendo alegría en los presentes al saber que era su primera Navidad junto a su familia después de años de amargura. Para evitar tocar el tema de la escuela y arruinar ese banquete prefirieron hablar sobre el futuro de los próximos graduados, los gemelos estaban algo entusiasmados en ver que su pequeño negocio estaba tomando frutos.

— Tendremos que ahorrar para encontrar un lugar y...— Samantha los interrumpió.

— Entonces vayan encontrando uno porque los galones ya lo tienen — Dijo la pelinegra dejando confusos a los dos hermanos —. Quiero darles mi parte del torneo.

— Que? Estás demente? — Preguntaron al mismo tiempo.

— Para nada — Menciono con tranquilidad —. Soy su amiga y es importante para ustedes, quiero ayudarlos además esos galeones están guardados.

Los gemelos se vieron con alegría y no dudaron en abrazar a la chica quien sintió una sensación muy agradable al haber tomado esa decisión, la felicidad que expresaban los pelirrojos la llenaba más que esos galeones que fueron ganados en ese torneo el cuál jamás quería saber de el.
Cuando acabaron de cenar Samantha le menciono a Sirius donde estaban sus maletas para que pronto las llevará a la nueva casa. Luego regreso a la habitación que compartía con Hermione, tomo esa oportunidad de estar sola en escribir una carta que pronto sería enviada en dirección a Alfie.

– Alfie Roosevelt;

Para ser sincera no se como comenzar esta carta pero la curiosidad, al saber de su existencia, me ha estado matando por dentro
Mi nombre es Samantha, Samantha Butler, y si soy hija de Cassandra, tu hermana
Lo poco que oí de tí me hizo pensar que ya no estabas en contacto con nosotros o siquiera vivo, pero tal vez ya te has enterado del fallecimiento de Julia y por esa razón encontré las cartas que le enviabas preguntando por mí y expresando tus ansias en verme en algún momento, quiero conocerte y quitarme toda duda que ha surgido últimamente...
También quiero saber quiénes son Stephen y Liam ¿Acaso son los mellizos que “murieron” en el parto?
Espero que respondas a mi carta.

Atentamente, Samantha Butler.

Leyó aquella carta una y otra vez estando segura si sería la correcta, por si acaso escribió otra pero ninguna la convencía tanto como la primera por esa razón decidió guardarla y a penas estar en Hogwarts la enviaría a su tío. Estaba nerviosa pero tenía las esperanzas que le respondería ya que había demostrado su interés por conocerla lo cual sería extraño que no lo hiciera, aún así mato esas sensaciones pensando que luego sería el momento para crear esos pensamientos o nervios esperando respuestas.

[...]

Definitivamente era una niña enamorada, leía una y otra vez los “te amo” de Oliver, por más que sonara cursi la hacía sonreír incluso sonrojarse. Agradecía que el tiempo estaba corriendo rápido y que pronto esa nueva vida junto a Wood comenzaría, le hacía mucha ilusión y rezaba para que nadie estropeara ese momento.
Mientras se dirigía hacia la torre de Gryffindor cruzo caminos con Umbridge, la mujer mantenía esa sonrisa en su rostro que repugnaba a la chica y al topar miradas por más tranquilas que fueran estas dos muy en el fondo se lanzaba filosas dagas hacia la otra.

— Cara de sapo — Susurro Samantha entre dientes.

Creía que su camino estaba libre pero no fue así, en una de las esquinas se encontro con los primos de Gryffin. Pero agradecía que estaba Serpent y Michael también, de igual manera no dudaron en molestarla lo cual se estaba volviendo una costumbre para ellos molestar a Samantha y aún más cuando está no permanecia callada, sino lo hizo con Marcus Flint menos con esos dos niños que creían ser superiores a ella.

— Le dijimos a Gryffin que pase navidad con nosotros — Dijo Cygnus en voz alta para que ella escuchara.

— Pero prefirió pasarla con la familia Weasley, y claro con sus tontos amigos — Dijo Hydrus refiriéndose más a ella.

La pelinegra soltó un leve suspiro mientras rodaba los ojos pero sonrió con cierto placer al ver a Gryffin y tomar esa oportunidad para responder.

— Que bien la pasamos en navidad, hiciste bien en no ir con tus dos primos, digo te liberaste del aburrimiento en persona — La pelirroja la vio confusa pero al oír a su gemelo y a su primo Michael reír entendió que eso iba dirigido para Hydrus y Cygnus en vez de a ella.

Las dos chicas continuaron con su camino, Samantha estaba lista en dejar ir esa carta. Gryffin la leyó para obtener una aprobación lo cual sucedió.

— Si no responde, hablaré con papá y...— La otra chica la interrumpió.

— Se que me matara por no decirle esto pero quiero esperar un poco antes de mencionarle que tengo un tío con vida, y posiblemente dos hermanos, y que mi tío fue Mortifago hace un tiempo atrás — Dijo Samantha algo nerviosa.

— Mis padres también lo fueron, pero dejaron de serlo cuando nacimos mi hermano y yo — Dijo la pelirroja con normalidad —. Así que será fácil encontrarlo por si no responde.

La chica asintió pero prefirió esperar alguna respuesta de su tío antes de pedir ayuda a Thomas, que sin duda expresaría su molestia por no decirle nada al respecto.