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Su descanso era totalmente agradable pero siempre había algo que lo arruinaría, esta vez era oír esas voces que claramente hablaban la lengua Parsel provocando que Samantha despertara con esa sensación de rechazo, molestia con ansias de soltar toda esa ira. No le dio tiempo a levantarse cuando Mcgonagall la estaba buscando bastante preocupada.
Harry la necesitaba en esos momentos, había tenido una visión sobre el señor Weasley siendo atacado por Nagini y sin tener piedad de él.

— Todo estará bien, Harry — La pelinegra tomo su mano haciéndole saber que estaría ahí para él.

Mientras mencionaba lo ocurrido en esa visión Samantha trataba de tranquilizarlo pero el echo que Dumbledore lo estaba ignorando provocaba la frustración en Harry, cuando recibieron noticias sobre Arthur y que sobreviviría a pesar de las heridas el muchacho no logro contenerse.

— Escucheme! — Grito dejando a los presentes sorprendidos —. Que me está pasando?

Albus no tuvo tiempo a responder ya que Severus se hizo presente y a pedido del director se llevó a Harry. Luego envío a los Weasley a preparar sus cosas para regresar con su padre y madre, Samantha se detuvo esperando una explicación por parte de Dumbledore.

— Creo que más que nadie sabe el peligro que está viviendo Harry, la mente del señor tenebroso y la de Harry pueden estar conectadas — Dijo Albus —. Y queremos prevenir antes que el lo sepa y lleve a la locura al señor Potter. Samantha debes estar preparada, por qué no solo intentará jugar con su mente sino con la tuya tambien, serás la única quién podrá controlar a Harry pero debes ser fuerte porque puede que salgas perjudicada en eso.

La pelinegra se mantuvo observando un punto fijo mientras asimilaba esa información y luego asintió, estaría dispuesta a enfrentar lo que sea para proteger a Harry.

[...]

Antes de Navidad, Samantha decidió cumplir con su palabra en regresar a casa para buscar sus cosas. Kingsley y Tonks fueron con ella para su seguridad quedándose fuera de la casa, la chica al entrar no pudo retener sus lágrimas al ver nuevamente esas imágenes desgarradoras como su tía moría.

— Quieres que vaya contigo? — Pregunto Tonks al verla llorar.

Ella negó y subió las escaleras sintiendo aquel lugar frío como nunca había sucedido y vacío, fue por sus pertenencias que serían llevadas por Sirius cuando regresara aquel refugio que poseía la orden. Por último ingreso a la habitación de Julia buscando algunos papeles o algo que en algún momento ella necesitaría.

— Como te extraño — Dijo recostandose unos segundos en esa cama y viendo una fotografía de la rubia sonriendo.

Tomo la foto y decidió conservarla pero al tomar aquel marco noto que detrás contenía una caja, al principio pensó que serían accesorios pero este traía cartas.

— Alfie Roosevelt — Susurro sorprendida.

Era el apellido de su madre lo cual dejo muy intrigada a la chica. Abrió todas notando que eran de su tío, al parecer seguía con vida y en contacto con Julia, el hombre preguntaba por el bienestar de ambas pero sobre todo de la chica expresando sus ansias de volver a verla algún día.

— Stephen y Liam? — Se pregunto al leer esos nombres.

Llevo una mano a su boca cuando el rompe cabezas que había comenzado en ese momento fue resuelto al llevar su memoria hacia su niñez.
Los aurores comenzaron a llamarla, Samantha guardo esas cartas para leerlas con más calma y pensar si le escribiría a su tío o no.

Al llegar aquel departamento dejo sus pertenencias en una de las habitaciones y se encerró al leer con tranquilidad esas cartas de su tío Alfie.
Por lo que había oído el era un mortifago, bueno ex-mortifago o eso es lo que dejaba ver en esas cartas dónde al parecer más de una vez las había ayudado sin que ella lo supiera. Luego volvió a tomar una de las últimas cartas dónde mencionaba esos dos nombres diciendo que se encontraban bien y ansiosos por recibir otra de las cartas que Julia enviaba.

— Sam? — Gryffin había llegado a pasar navidad con los Weasley y sus otros tres amigos, sobre todo después de lo que ocurrió con el padre de la familia.

La pelinegra dejo las cartas en la cama y le abrió a Gryffin dejando que ingresé rápido.

— Escuché que fuiste por tus pertenencias a tu casa, y quería saber cómo estás.... Sam?

Veía una y otra vez las cartas con cierta seguridad a sus sospechas, luego vio a su amiga quien estaba confusa y decidió contarle que ocurría.

— Fui por mis últimas cosas, pero decidí ir a la habitación de Julia dónde encontré varias cartas — Dijo la pelinegra —. Y al parecer se había estado escribiendo con mi tío, el cual pensaba que estaba lejos de nosotros o tal vez muerto pero no.

Gryffin se sorprendió un poco al saber que tenía un familiar con vida. La chica le menciono otra cosa que nadie lo sabía, hasta ahora.

— Mi madre estaba embarazada de mellizos cuando yo tenía cuatro años pero murieron en el parto — Dijo Samantha viendo una vez más las cartas —. Pero estas cartas dicen lo contrario, creo que mis hermanos están con vida y con mi tío.

La pelirroja tomo las cartas leyendo cada una de ellas y las sospechas que su amiga tenía parecían indicar que todo era cierto.

— Y que harás?

— Voy hablar con él — Dijo Samantha —. Se que responderá y me dirá la verdad.

Parecía que todas sus emociones querían salir en ese momento y eran acompañadas por la curiosidad, se preguntaba si en verdad eran los mellizos y por qué razón nunca supo que estaban con vida hasta ahora. Por un momento pensó que Julia se había marchado con muchos secretos pero que poco a poco comenzaban a revelarse dejando la confusión en la muchacha e intriga de saber más sobre ello. Samantha tenía la decisión tomada, hablar con Alfie pero debía pensar con determinación lo que preguntaría.

— Por favor manten esto en secreto — Dijo Samantha —. No quiero que nadie lo sepa hasta estar seguras.

La pelirroja le prometió no hablar nada al respecto, sería una tumba.