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Fue obligada a comer por Molly y Hermione quienes trataban de animarla pero simplemente nadie podía, incluso los gemelos que la conocían bastante bien. Solo permaneció sentada en una esquina escuchando en silencio a Sirius y las noticias que tenía respecto al señor tenebroso y al ejército que estaba reclutando para atacar, la pelinegra pudo observar como la señora Weasley se comenzaba a preocupar ante lo que estaba revelando el hombre.

— Ya basta! Es solo un niño — La mujer haría lo posible para proteger a los chicos de cualquier cosa y no estaba para nada de acuerdo con dejar que Harry se sumará a la orden.

El muchacho acepto llevándose una sonrisa de aprobación por parte de su padrino pero la mujer aún creía que era una idea descabellada y no les permitió continuar hablando de ese tema, y aún con Samantha presente, la joven sabía que Voldemort no descansaría hasta destruirla a ella y a Harry pero tampoco se sentía en condiciones de acotar a la conversación por esa razón al probar algunos bocados de su comida se retiró de la mesa para volver a la habitación que compartía con las dos chicas.

— Hablé con Sirius, dijo que volverás a Hogwarts — Dijo Harry ingresando a la habitación.

— Así es, es lo que Julia y mis padres hubiesen deseado, que no me rindiera y continuará con mi vida — Dijo la muchacha recostandose en la cama —. Y se que también volverás por esa razón también debo hacerlo... Lo que está sucediendo son avisos que algo peor se está acercando.

Potter no respondió solo abrazo a la chica procesando sus palabras que eran muy ciertas, las cosas estaban cambiando y ambos creían que iba a ser peor en un futuro, por más que no estaban felices por ello debían prepararse por lo que estaba por venir.

Al día siguiente Harry debió prepararse para la audiencia en el ministerio dónde se sabría si el muchacho tendría cargos o no con respecto a realizar el encantamiento patronus frente a un muggle.

— No creo que estés en condiciones de ir — Dijo Harry viendo que Samantha también iría.

— Además que quiero cuidarte, debo dar mi testimonio sobre el ataque y si me quito todo de encima será mucho mejor — Dijo la pelinegra con una pequeña sonrisa mientras se acomodaba su vestido.

Arthur Weasley los llevaría hasta el ministerio para que cada uno realizará los trámites que debía hacer.
Harry se divertía un poco al ver como Samantha y el señor Weasley admiraban la ciudad y las cosas muggle.

— Cuidado — Dijo Potter tomando el brazo de la chica quien estuvo apunto de tropezar en el último escalón de las escaleras eléctricas de una estación.

Aún así continuaron admirando los “ingeniosos” artefactos que los Muggle habían creado.

Al llegar al ministerio debieron apresurarse ya que la audiencia había cambiado su hora adelantando unos cinco minutos antes, uno de los aurores, Kingsley Shacklebolt les anuncio la noticia y también acompaño a la chica a otra sala donde debía relatar lo vivido para el ministro. La pelinegra no dudo en agradecerle al saber que él había estado allí en el momento que la sacaron de esa casa.

— Solo debes decir lo que recuerdas — Dijo el hombre a lo que ella asintió.

A pesar que recordar todo y mencionando los detalles creaba un nudo en su garganta hizo todo el esfuerzo del mundo para dejar su testimonio completo y así no saber más de ello.

— Crees que Igor Karkaroff quiso vengarse por participar en el torneo?

— Sí, pero escuche que estaba bajo una de las maldiciones y él fue un mortifago lo que creo que fue manipulado por Lord...— La mujer quien estaba escuchando el testimonio la interrumpió.

— Recuerde que está bajo juramento señorita Butler — Dijo la mujer —. Él no ha regresado.

— Digo la verdad, y si regreso, en el torneo esa copa estaba hechizada dónde nos llevo a un cementerio...— Los murmullos comenzaron hacerse presentes.

Algunos no creían en ella otros se negaba hacerlo de tan solo pensar que el ser oscuro había regresado por esa razón mantuvieron el acuerdo de quedarse con las palabras de los aurores y el inicio de la chica quien menciono el momento cuando Igor atacó a su tía luego la dejaron ir.















[...]












Obtuvieron noticias buenas y otras no tanto, Harry no tendría cargos y podría regresar a Hogwarts, y Samantha no había dejado muy contento al ministro y más por su testimonio dónde aseguraba que Lord Voldemort había regresado, tal como lo había dicho Potter el hombre se rehusaba a creer en ello a pesar que un alma inocente se cruzó en su camino y que el mismo Dumbledore intento convencerlo.

— Supongo que las cosas mejorarán, no? — Pregunto Ron viendo a sus dos amigos.

— No lo creo — Admitió la pelinegra.

— No? — Volvió a preguntar.

— No — Dijeron los gemelos dejando al pelirrojo bastante pensativo por ello.

Faltaban horas para regresar a Hogwarts por esa razón todos comenzaron a organizar sus cosas para llevar al castillo. Molly fue tan dulce que no solo procuro que sus hijos llevarán lo necesario sino que los otros tres chicos también deseando que este año escolar al menos fuese divertido para ellos.

— Llevas abrigos, querida? — Pregunto a la pelinegra.

La chica le enseño los abrigos que llevaba y entre ellos estaba oculta una fotografía de Julia la cual tenía la necesidad de llevarla consigo aquel año escolar.

— Molly, s-se que sonara extraño...pero — Dijo Samantha pensando bien lo que diría y algo nerviosa por ello —. Pero suelo escribir a mi tía cada vez que puedo y...— Su voz temblaba —. Y me preguntaba si tú.

— Recibiré esas cartas con alegría y responderé a ellas a pesar que no sea lo mismo pero lo haré — Sonrió la mujer con cierta pena y ternura.

Samantha limpio una lágrima rebelde y le agradeció por estar dispuesta a recibir las cartas que solía enviar a su tía cada vez que podía mientras estaba en el castillo lejos de ella. Realmente estaba agradecida con esa mujer por darle ese calor maternal que más que nunca necesitaba.

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