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Mis ojos lloraban casi como si tuviese el lagrimal destruido. Tenía grandes ojeras, días sin descanso, lo había perdido. Las ganas de infrigirme daño de nuevo seguían ahí con cada pensamiento además de la tanta soledad. Había dejado de pasar tiempo con mis amigos, casi como si lo único que me apegase a ellos fuese mi novio.

La única en mi vida en estos momentos era Katie, al parecer había cambiado un poco.  Ambas habíamos quedado para una despedida de soltera que ella organizaba por un trabajo de su madre. Ni siquiera tenía fuerza ninguna de levantarme, tuvo que venir ella para ayudarme como si fuese un despojo humano.

Katie me tomó con ambas manos para levantarme por los hombros, ella me acompaño hasta el baño, esperandome fuera. Salí sintiendo mis rodillas doloridas como si estuviesen destrozadas de estar tanto tiempo sin movimiento. Katie me prestó algo de su ropa ayudandome con cuidado.

- Te ayudaré con algo de maquillaje, corazón. - Ella susurro en un tono suave que antes era imposible de escuchar.

- Si. -

Me senté dejando que me arreglase como ella quisiese. Al mirarme en el espejo no parecía la misma de hace unos meses. Mis ojos llenos de ojeras y rojizos, ahora eran cubiertos por un delineado delicado; Mis labios totalmente secos ahora se veían más humedecidos por un gloss; El conjunto cubría cada parte débil de mi, con un vestido negro junto a un par de tacones.

Una vez terminado el proceso, ambas nos entrelazamos los brazos y fuimos en bus a la despedida. Katie debía hacer algunas cosas por ser su trabajo, debía dejarme sola un momento.

- Voy a arreglar algunas cosas, tranquila quédate cerca, ¿Si? -

- Está bien. -

Le di un leve abrazo y ella se fue con la futura novia. Me acerque a la barra, no podía beber nada ya que había vuelto a tomar mis pastillas. Mi estómago rugia pero a la vez no aceptaba ningún rastro de comida. Cuándo me moví un poco logre ver a Effy sentada en el regazo de Freddie, ambos se veían muy felices hasta que me vieron a mí.

Por educación me acerque a saludarlos aunque agachaba un poco mi mirada con vergüenza, llevaba tiempo sin verlos y se me hacía raro hablar con ellos.

- Annie, ¿Qué haces aquí? Pensamos que estabas deprimida y no querías salir. - Freddy sonrió un poco.

- Te ves bien. - Effy continuó.

- Gracias... Estoy aquí con Katie. -

- ¿Katie? ¿Sois amigas? - Freddie estaba muy confuso, ellas solían llevarse mal.

- Eso creo. - Comenté con un tono bajo.

Katie apareció a mi lado buscandome pero fruncio el ceño al ver a ambos tan juntos, ella seguía algo dolida por la relación de ellos.

- ¿Que hacéis aquí? -

- De fiesta... ¿Y tu? - Effy la miró de arriba a abajo.

- Estoy trabajando. -

La futura novia apareció derrepente para discutir con Katie, la discusión fue subiendo de tonos hasta pelear. Me quedé sorprendida sin saber que hacer, acercandome para separarlas.

- ¡Soy la jodida Katie Fitch! ¿Quién mierda eres tú? - Ella gritó con agresividad.

Un guardia nos tomó a ambas del brazo haciéndonos daño por apretar tan fuerte. La madre de la novia empezó a insultar a la familia Fitch antes de expulsarnos a la calle.

Ambas caminamos temblando sin saber que hacer, nos sentamos cerca del lago mirando a la nada, pude ver los ojos tristes de la pelirroja llenos de rímel corrido.

- ¿Por qué todo nos sale mal? - Ella susurro abrazándose a sus piernas.

- No lo sé... - La abrace un poco por los hombros sin saber que hacer.

Effy apareció a nuestro lado en silencio, sentándose y sacando un cigarrillo empezando a fumar. Ella acercó el cigarrillo ofreciendolo

- No fumo. -

- ¿A que le tienes miedo? -

- Uh, cáncer. - Katie dijo como si fuese algo obvió.

En silencio tomé una calada pero después Katie tomó el cigarro.

- Que le den. - La pelirroja empezó a fumar pero al ser inexperta se atraganto con el humo.

- Despacio. - Acaricie su hombro con calidez.

Effy le empezó a explicar cómo fumar por fin aprendiendo. Katie exhalo el humo observando dudosa a la castaña.

- ¿Por qué eres buena conmigo? -

- La vida es muy corta.

- Eres un maldito cliché. -

Nos quedamos en silencio mirando a la nada.

- ¿Como se siente? - Nos miro a ambas.

- ¿El que? - Medio hable en tono bajo.

- El amor. - Katie se sintió algo apagada.

- Grandioso pero doloroso. - Respondí rápido como si lo tuviese en la punta de la lengua.

- Encantador. - Effy sonrió de forma cerrada.

- Suena convincente. - Katie se burló un poco por las palabras usadas.

- Está bien. -

- Nada es perfecto para siempre. - Dije aguantando las lágrimas, Katie me tomó la mano con cariño.

- Yo... Ya no sé quién soy, quería el novio perfecto, la boda perfecta, todo perfecto. -

- ¿Que cambió? - Con esas palabras algo se rompió en el corazón de Katie.

Al saber toda la situación aprete más su mano sin querer.

- Yo. - Ella se limpio una lágrima sobresaliente con la otra mano.

Effy también lo noto aunque no entendiese profundamente la situación, el no poder tener hijos estaba destruyendo a Katie. La hacia sentir menos querida que antes, como si fuese un mounstruo que nadie amaría.

- Pensé que eras la jodida Katie Fitch. - La castaña intento encender la situación.

Las tres sonreímos un poco.

El cigarrillo se convirtió en ceniza vacía, el lugar se quedó vacío cuándo finalmente nos quedamos cada una sola en su propia casa.

Para mi suerte Cassie había venido de visita sorpresa, ella me abrazó como un angelito recién caído a la tierra. Nunca había necesitado a nadie a mi lado tanto, a parte de a Cook.

Caí dormida finalmente después de tantas noches en vela, Cassie me protegía susurrandome cosas bonitas.

- Eres la mejor hermana del mundo. - Susurre medio dormida.

- Wow. - Cassie susurro con aquella sonrisa tan dulce que ahora sólo mostraba a personas en específico.

La noche fue más pacífica, a pesar de haber soñado con Cook, ambos estábamos en una barandilla cerca de la playa, el me abrazaba y me decía que todo estaba bien.

Pero los sueños son sueños y era imposible que eso pudiese ocurrir.

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La mañana siguiente Cassie me obligó a comer ella temía que me enfermase, además ahora Cassie tenía una vida más sana con respecto a ese tema. Mientras comía algo me llegó un mensaje de Katie, me sentí muy mal derrepente, Katie y su familia no tenían casa.

- Debo irme, Cass. -

- Pero no te has terminado el desayuno.- Esta se levantó viendo como corría escaleras arriba.

Una vez en mi habitación me puse lo primero que encontré, tomando dinero para el autobús. Minutos después llegue a casa de Emily dónde se supone que estarían. Naomi se sorprendió al verme.

- An, iba a avisarte que está tarde teníamos una barbacoa con todos. ¿Qué haces aquí? -

- Katie me avisó de que estaba aquí, se quedaron sin hogar...- Dije con tristeza.

- No te preocupes, van a vivir aquí, todo está bien. - Naomi sonrió un poco dejándome pasar.

Katie al verme corrió a abrazarme, ella se veía agotada. Solo estaban ella y su hermano pequeño, Emily estaba fuera preparando todo para la fiesta.

- Gracias por venir. - Susurro en mi oído.

- Deberías dormir un poco, te ves cansada, después hablamos. - Bese su cabeza de forma cálida y Naomi me ayudó a llevarla.

Me quedé después tomando un café con Naomi cuándo regresó, el ambiente era extraño y tenso. Emily entró para recoger más cosas, al verme allí sonrió un poco.

- Hola, Annie. -

- Hola, ¿Qué tal todo? -

- Bien. - Ella parecía estar ocultando algo y volvió a salir fuera.

Al momento empezó a llegar gente entre ellos JJ.

- ¡Annie! - Su sonrisa adorable de siempre se ensanchó en su rostro.

- ¡JJ! - Sonreí un poco dejando que el me abrazase, ambos nos quedamos ahí abrazados sin importarnos nada, había pasado un tiempo.

Thomas entró por la puerta y sonrió muy feliz acercándose a abrazarme.

- ¿Ya estás mejor? -

- Aquí estoy. - Claramente no me sentía mejor pero los había extrañado y me hacían sentirme distraida.

El tiempo pasó entre preparaciones, una vez todo listo fui a buscar a Katie pero ya estaba despierta.

- Ven, vamos a divertirnos un poco. - Katie asintió siguiendome hasta el jardín.

Effy estaba abrazando a Freddie que preparaba la comida, Thomas y JJ preparando la piscina hinchable junto al hermano de las gemelas, Emily estaba bailando y Naomi fumando.

Nos sentamos junto a Naomi en silencio, Effy nos siguió después.

- ¿No es todo genial? - Naomi dijo con sarcasmo.

Emily se acercó tambaleándose con una sonrisa y un cigarrillo entre sus dedos.

- ¿Quién tiene más pastillas? ¿Effy? -

- ¿No crees que ya han sido suficientes?- Katie estaba preocupada.

- ¿Naomi, querida? ¿Tienes más de tus mierdas especiales? -

- No tengo, Em. - Naomi fruncio el ceño, la relación de ellas era tensa, tanto que solo la quería para eso en estos momentos.

- ¿Dónde esta tu novio cuándo se lo necesita? - Emily bromeó refiriéndose a Cook. Puse una cara de asco mirando hacia otro lado.

- No deberías decir esas cosas. - Katie me defendió al notar mis facciones.

- Que alguien consiga más pastillas. - Emily se fue molesta hacia un grupo de personas que ninguno conocía.

- Otro día divertido con la señora y la señora Campbell. - Naomi se fue hacía Emily.

- ¡Vamos! ¿Que mierda os pasa a todos? ¡Sois un coñazo! - Emily grito subiendo el volúmen y empezando a comportarse de una forma que nunca habíamos visto.

- Señoritas, ¿Os apetece una hamburguesa? - Thomas nos sugirió con una sonrisa.

- No, pero gracias. - Sonreí un poco, en ese momento las personas más felices en ese ambiente horrible solo eran JJ y Thomas.

Effy se terminó alejando también y Thomas posó la hamburguesa para sentarse con nosotras.

- ¿Queréis que les diga a todos que se vayan? -

- Gracias, Thomas. - Contesto Katie, ella se veía muy afectada con todo. - Aún así esta todo cagado de todos modos. -

Emily empezó a besarse con otra chica sin importarle Naomi. Todos nos quedamos sorprendidos.

- ¡Emily! ¿Qué mierda haces? - Naomi gritó con tristeza.

La pelirroja con una expresión llena de rabia corrió hacia ella, empujandola con ella a la piscina. Está empezó a reírse como una desquiciada.

- Naomi, ¿Te estoy haciendo sentir mojada? - Emily bromeó.

Su madre había estado viendo todo desde lejos, ninguno la habíamos visto llegar, ella se acercó decepcionada.

- ¡Jodete! - Naomi se alejó de su novia.

- ¡Jodete tú también! - Emily la empujó sin importarle la presencia de su madre.

- Ems, para. - Katie se cruzó los brazos.

- No te metas en esto. -

- ¿Te quieres acostar con ella? - Naomi gritó refiriéndose a la chica de antes.

- Tal vez lo haga, ¿Qué te importa? -

- ¡Es suficiente! - La señora Fitch gritó. - ¿De qué se trata todo esto? -

La pareja se miro llorando, esperando que una confesase todo.

- Me follé a la chica que se suicidó. - Naomi empezó a llorar. - Me follé a Sophia y le vendí las drogas, ahora Emily me castiga por eso. -

- Sabía que la cagarias. -

El padre de las gemelas apareció con una sonrisa más brillante que el sol.

- Buenas noticias, he conseguido una caravana. -

- ¿Por qué no simplemente os largais? Miraos, Pretendiendo que somos una familia feliz. - Emily reventó sin soportar más lo que se llevaba guardando tanto tiempo.

- No me hables así. - La señora Fitch empezó a llorar y se fue.

- Muy dramática, ¿Te recuerda a alguien? - Se burló de Katie y está la abofeteó.

- ¡Para! - Emily chillo cubriéndose en llanto.

Cada persona con el apellido Fitch se fue de aquella casa. Ninguno supo que hacer, nos quedamos congelados esperando que todo se arreglase.

El mal clima de siempre colapso sobre todos volviéndose todo más frío de lo que ya estaba.

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Los días habían pasado, Katie me había escrito con que lo habían arreglado todo, volvían a ser una familia pero esta vez estructurada por primera vez.

En mi caso había ido al lugar más cerrado del mundo pero que había la persona que más me hacia feliz. Al verle el empezó a llorar abrazandome fuertemente.

- Te extrañe tanto, princesa. - Cook me dijo con nostalgia, como si no me hubiese visto en cientos de años.

Lo abrace todavía más fuerte dejando de aguantar mis lágrimas.

- Yo a ti también, todo a ido mal sin ti...¿Como va todo? -

- Bien, no te preocupes. - Cook parecía no querer hablar de ello.

Le di las cosas que le había traído, llenandole de besos por las mejillas y ninguno dejaba de llorar.

- Te amo... -

- Y yo a ti... Vendré a verte más a menudo. Todos te extrañan y tu hermano también. - Le había mentido en cierta parte para que no se sintiera peor.

El asintió sonriendo un poco, nos quedamos dándonos besos y abrazos. Nos sentíamos tan feliz en aquel sitio tan horrible, solo nos necesitábamos el uno al otro. Cook haría cualquier cosa por irse de allí, yo lo sabía. Lo amaba, cada vez que el me daba un beso sentía mariposas en mi estómago, me hacía sentir tan cálida. Haría cualquier cosa también por él.

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