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Sentir como si las cuencas de mis ojos fuesen arrancadas con agujas era el peor sentimiento. Sentir los hilos deshilacharse lentamente hasta perder la cordura era todavía peor.

Mis ojos ardían por el ácido que los quemaba lentamente, el dolor de todo lo ocurrido. Desencadenando la sustancia alrededor como si de la soledad se tratase.

Termine despertandome lentamente viendo a Cook tumbado conmigo, lo que me hizo sentirme mejor y darle un pequeño abrazo por la cintura. Él parecía profundamente dormido como si hubiese tomado pastillas para el sueño o algo parecido.

El accidente había sido hace unos días atrás, pero eso no impidió a Cook despegarse de mi, al contrario no se separaba de mí excepto cuándo tenía algo importante que hacer, lo que en su idioma era las fiestas de lo cual se estaba alejando lentamente por lo ocurrido con aquella chica.

Finalmente me levante para darme un baño rápido en el que termine llorando un poco. Desde la vuelta de Effy no la había visto, realmente no quería a nadie cerca solo a Cook, el me daba paz aunque fuese un desastre. Al volver a la habitación, pude ver que ya se había despertado.

- Princesa... - Dijo entre un bostezo y estiramiento de brazos.

- No tengo los sentimientos ni la fuerza suficiente para ir a clase hoy... - Suspire confesando, sentandome a su lado en la cama. El asintió para empezar a encender un cigarrillo.

- Esta bien, tampoco iré. - El ojiazul confeso mientras expulsaba el humo por sus labios, fusionandose con la poca luz solar que entraba en la habitación.

- Deberías ir... Sé que no te gusta pero quiero que tengas un futuro. - Confese preocupada por su futuro, robándole el cigarrillo y dándole una calada pequeña.

- Estoy seguro de que en el futuro sere como mi padre, princesa. - Él soltó junto a un suspiro.

- No asumas algo que no sabes, eres mejor que él. - Bese su mejilla.

Nos quedamos toda la mañana acurrucados y en silencio, viendo algunas cosas en la televisión aunque él prefiriese vivir las experiencias de forma extrema y no era de relajarse de esa forma.

Un teléfono interrumpió nuestra falsa paz momentanea. Resultó ser el mio así que conteste.

- ¿Sabias todo y no me dijiste nada? - Respondió la voz molesta, era Emily.

- ¿Em? ¿A que te refieres? - Estaba muy confusa, apretando mis dedos en mi entrecejo sobre sacando ese pequeño trozo de piel.

- Lo de esa chica, Sofía. - Emily estaba muy molesta.

- ¿Naomi te a contado todo? - Seguía confusa porque ella parecía gritar con su voz casi quebrandose por otra razón.

- ¿Por qué no me dijiste... Que Naomi se lio con ella? - La voz de Emily se quebró completamente.

- ¿De que estas hablando? Dios... Em...- Suspire pensando en las palabras de Emily, dudaba que Cook supiese algo.

- Dime la verdad... ¿Sabias eso o solo el resto de la historia? -

- Joder, solo el resto... Cook me lo contó, pero no sabía el tema de la infidelidad y dudo que él lo supiese. -

- ¿Podemos vernos? - La voz rota de Emily retumbó en mis oídos.

- Si... - Respondí sintiendo como ella colgaba por teléfono.

- ¿Qué ocurre? - El ojiazul acarició mi cintura, girándose después para apagar la colilla en un cenicero.

- Naoms... Le puso los cuernos a Emily, debo ir a verla... - Suspire levantándome lentamente, las palabras de mi boca dejaron perplejo a éste sin decir una sola palabra, solo se quedó pensativo.

- Todo está jodido. - Cook dijo divertido con una sonrisa falsa, el se estaba ocultando sobre todo con el tema del suicidio.

- ¿Estas bien? - Le acaricie el rostro con la mayor delicadeza del mundo.

- ¿Quieres que vaya contigo? - Soltó este derrepente.

- No... Esta bién... - Termine levantándome para poder ver a Emily, poniéndome lo primero que encontré en mi armario.

Antes de irme le di un beso cálido a mi novio, dejando a este en mi cama pensativo y yo ni siquiera quería dejarlo de esa forma, quería llevarlo conmigo pero termine saliendo por la puerta.

Al llegar a casa de Emily, fui recibida por su madre con la cuál había intercambiado algunas palabras. Ella me dijo que la pelirroja estaba arriba encerrada, así que subi las escaleras con velocidad.

- Em, soy yo, Annie. - Dije contra la puerta escuchando su voz.

- Entra. -

Una vez dentro me acerque a paso rápido sin decir nada más rodeando mis brazos alrededor de su cuerpo frágil y tumbandome con ella. Emily temblaba empezando a llorar como si se rompiese lentamente.

Todo parecía desmoronarse en la vida de todos como si de una maldición se tratase. Las palabras de Cook se repitieron en mi mente "Todo está jodido".
Emily estaba callada completamente únicamente las lágrimas conformaban sus labios. Era egoísta de mi parte pero pensaba en que ambas eran mis amigas y tampoco sabría como lidiar con ellas ahora.

- ¿Por qué lo ha hecho? - Emily preguntó aguantandose las lágrimas con profundidad.

- No lo sé. - Era la verdad, no sabía nada y la última vez que vi a Naomi fue en mi desmayó.

- Ella me quiere... Yo lo sé, debo ir a verla... - Emily seco sus lágrimas con las mangas de su sudadera.

- Deberiais descansar un poco de la relación, ahora está algo dañada. - Intente ser muy delicada, pero otra vez, volvían a ser ambas mis amigas.

Mientras abrazaba a Emily oí pasos muy fuertes subir las escaleras, entrando de golpe en la habitación, los pasos provenían de Katie.

- Joder, avisame si estás haciendo algo gay. - Ella dijo con una pequeña cara de asco al vernos tan cerca.

- ¡Vete a la mierda! - Los sentimientos de Emily pasaron de la traición a la ira en menos de unos segundos, lanzandole una almohada a Katie y echandola.

- Ven aquí. - Dije volviendo a atraer a Emily a mis brazos con cariño.

Pasamos toda la tarde así hasta que Emily decidió ir a hablar con Naomi. Por mi parte fui a una fiesta con Cook, no me hacía ninguna gracia que él se emborrachase hasta vomitar sangre por todo lo que ocurría, por eso iria a cuidarlo.

Pase primero por mi casa completamente vacía sin ninguna luz, algo que me aterraba al oír un reloj siendo el único sonido existente. Me puse un vestido normal y unos botines, no tenía la más mínima gana de arreglarme.

Terminé tomando el último autobús para poder llegar a la fiesta sin tener que caminar tanto. Al entrar en la fiesta me encontré a Cook riéndose mientras bebía como me imaginaba y jugando con un globo.

- ¡Princesa! - Grito levantando los brazos al verme. Me acerque a él rodeando mis brazos alrededor de su cintura, besandole en los labios.

- ¿Quieres bailar? - Pregunté intentando que dejase el alcohol un poco.

- Claro. - Cook sonrió dándome una vuelta y llevandome con él hacia la zona dónde todos parecían estar bailando.

Comenzamos a bailar muy pegados pero a la vez con energía disfrutando esa música que podría dejarnos sordos. A la vez miraba a mi alrededor viendo a nuestros amigos, cada uno en un grupo separado. Thomas y JJ observaban a Panda que bailaba descontrolada en una esquina con alguien más al que no reconocía su rostro, Effy con Freddie besándose y finalmente Emily con Naomi intentando reconciliarse.

Al estar bailando, un chico alto choco contra Cook, el ojiazul al estar tan sensible por todo a su alrededor término peleando.

- ¿No ves por dónde vas, gilipollas? - Empujando al chico.

- No te había visto, perdón. - El chico intento irse pero el ojiazul no lo dejó.

- Cook, para... - Suspire al ver cómo él chico quería irse.

Cook empezó a pegarle una paliza al desconocido tirandolo al suelo, él se desquitaba por todo lo que sentía ante lo ocurrido. JJ intento separarlos pero recibió un cabezazo del ojiazul, ninguno sabíamos que hacer.

De un momento a otro la policía apareció, levantando a Cook de sobre el chico, el ojiazul escupió al mencionado. Estaba tan en shock por lo que pasaba sobre todo cuándo esposaron a éste, no podía ser, no podía ir a la cárcel.

- No... No... Cook... - Seguí al policía que lo arrestaba aguantandome las lágrimas. -

- Princesa, volveré, te quiero. - El confeso con una expresión caida.

Al ver cómo se lo llevaban comencé a llorar teniendo un ataque de ansiedad, casi al borde del desmayó notando los mareos rodear mi mente, no podía perder a Cook.

JJ me tomó entre sus brazos al ver que me caía, las sirenas sonaban alejándose de todo, llevándose a la persona a la que consideraba mi primer amor. Sin saber cuándo sería la última vez que lo vería, pensando en que le harían a éste y sus cargos.

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