𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄
Jaeyoon: 22 años
El joven omega de cabellos castaños volvía a su casa después de un largo día en el trabajo. Luego de cerrar la puerta de su hogar, ladridos se hicieron escuchar desde lejos hasta que una cachorra de pelaje cremoso llegaba hasta el australiano para recibirlo alegremente, poniéndose de dos patitas para que Jake le prestara atención y le diera el amor que no le dió desde que se había ido.
El muchacho sin dudarlo se agachó hasta quedar a la altura de la can para llenarla de mimos y abrazos.
---¡Layla hola princesita! ¿Me extrañaste? ¿Si? ¿Sabes quién más te extraño? ¡Exacto, yo! ¡A que si! ¿Quién es la mejor del mundo? Exacto, tú~ tú~ tú~~
Estaba tan sumergido en su pequeña burbuja que nisiquiera se percató un par de ojos que le miraban divertido.
El alfa tuvo que carraspear para que el chico levantara la mirada.
Y Jake se sonrojo al percatarse que había sido observado.
---Sabes, a veces pienso que adoras más a Layla que a mi--- se quejó Ni-ki mientras se cruzaba de brazos, un pequeño puchero apareciendo en sus labios lo hacían ver realmente tierno.
Nishimura Riki era un alfa de veintiséis años. Había conocido a Jaeyoon años atrás cuando el omega recién había llegado a Australia, en ese entonces era su vecino y su padre era amable con Felix y el pequeño Jake, en menos de una semana ambas familias ya eran buenos amigos y vecinos.
Jake se había llevado muy bien con el japonés, así que se juntaban frecuentemente para pasar el rato. Internamente le agradecía al chico por tenerle tanta paciencia cuando se ponía a llorar por cierto alfa que había dejado atrás en su vida y que probablemente no siga en este mundo.
Porque si, Jaeyoon dejó de sentir a Sunghoon por completo. Lo que significaba algo que el omega no se atrevía a mencionar.
Le había costado años superar ese capítulo en su vida, incluso estuvo un buen tiempo internado en el hospital, yendo de doctor en doctor. Felix había querido volver a Corea para buscar a sunghoon, pero había tenido tantos gastos con el hospital que provocó un percance económico para la familia del omega. Hubo una ocasión, cuando Jake tenía 20 años sufrió un post infarto que atentó horriblemente contra su lobo, como consecuencia, el pobre lobito del chico se ha encontrado dormido hasta la fecha.
Aquello dejó inconsciente a Jake por semanas, su salud empeoró en demasía debido a su lazo roto según la opinión de los médicos encargados del caso de Jaeyoon. Era sorprendente que el chico siguiera con vida a pesar de no tener un alfa y un lazo.
Pero con ayuda profesional, descubrieron un famoso tratamiento que consistía en unir a Shim con un alfa sin destinado.
Actualmente Jaeyoon habria logrado salir adelante y ahora estaba vinculado con Nishimura, el alfa se había ofrecido a ayudar a su mejor amigo con su tratamiento cuando Jaeyoon se encontraba en la peor de las condiciones, ya que si el chico no encontraba un alfa al cual vincularse, era probable que moriría a los pocos días.
A Ni-ki le importaba bastante Jaeyoon como para dejarlo morir.
Jamás se había cruzado a alguien que lo hiciera sentir la conexión de un lazo, por lo que fácilmente dedujo que jamás tuvo uno.
---Layla es Layla, es imposible no amarla--- Jake se levantó del suelo luego de acariciar la cabecita de su mascota. Luego se acercó a su alfa para dejar un casto beso en sus labios.
El pasar de los años hizo que los sentimientos de ambas personas florecieran. Actualmente Jaeyoon y Riki se encontraban comprometidos, su boda estaba planeada para finales de año.
Gracias a su alfa, Jaeyoon podía sentirse especial nuevamente. Él creía que Ni-ki era esa persona que siempre necesitó en su vida.
Además, Ni-ki le había salvado la vida. Jake estaba infinitamente agradecido con él.
El alfa envolvió sus brazos alrededor de la fina cintura del omega para atraerlo más y de paso, robarle otro beso.
---Estás muy cariñoso hoy--- comentó el australiano.
---¿Acaso no puedo darte amor extra?--- puchereó el japonés.
---Algo tienes por decirme, nuestro lazo me lo dice--- señaló.
El mayor rió ante aquella respuesta, debía buscar la forma para que el lazo que compartía con el omega dejara de delatarlo cuando tenía algo importante que decirle.
---Tu ganas... Si, hay algo que decirte--- admitió derrotado el alfa, se alejó solamente un poco para poder observar el curioso rostro de su prometido.
---¿Y qué es?--- sin que Jake lo notara, ladeó su rostro y sus ojos se iluminaron de pura curiosidad, parecía un lindo cachorrito.
---¿Recuerdas que desde hace tiempo querías comenzar a trabajar?--- preguntó el alfa, Jake asintió. Luego de que el omega se graduara en fotografía, no había logrado obtener un buen trabajo debido a que dónde vivían, no habían tantos empleos ---Bueno, te conseguí una entrevista de trabajo para un puesto de fotógrafo en una editorial.
---¿L-Lo dices enserio?--- preguntó Jake incrédulo, ante la afirmativa que le dió el alfa no pudo evitar llenarle la cara de besos debido a la emoción ---¡Gracias, gracias, gracias!
Sip, Ni-ki era el mejor.
---Pero, hay otra cosa...--- mencionó el chico, Jake puso atención de nuevo y le dió una mirada pidiéndole que continuara ---Bueno, lo que pasa es que la entrevista no es aquí, en este país...
---Oh, wow... ¿Entonces dónde es?
---Seúl, Corea del Sur.
El omega abrió los ojos cual platos, no se esperaba que fuera en el lugar donde alguna vez vivió.
Riki, quien tenía conocimiento de su pasado, notó mediante el vinculo que compartían la incomodidad que su pareja sentía.
---Perdón yo, pensé que no te molestaría--- se disculpó el mayor.
Jaeyoon reaccionó.
---Oh... No, no, nada de eso. Sólo que no me lo esperaba--- aclaró el chico ---Déjame pensarlo y te diré mañana, ¿Si?
Ni-ki asintió y soltó a Jake para que pudiera ir y terminar de guardar sus cosas.
La tarde transcurrió como cualquier otra: trabajando.
La pareja de falsos destinados se dedicaban a la fotografía, mientras que Jake era quien capturaba las fotos, Ni-ki era el encargado de darle edición.
Eran un buen equipo.
Rápidamente la noche cayó.
Jaeyoon no pudo pegar ojo en lo que llevaba de la noche. Decidió entonces sentarse en el borde de la cama que compartía con su prometido, mirando el reloj de la mesita de noche.
4:07 a.m.
Suspiró y decidió salir de la habitación para dirigirse a la alcoba de su casa.
Si bien, habían encontrado un buen empleo, el pasado de Jaeyoon en ese lugar no había sido el mejor de todos y aún le costaba lidiar con eso.
Su lazo roto.
No sabía si Sunghoon aún seguía vivo. No sabía si ya había conseguido a algún omega para él o si aquel chico aún le guardaría algo de cariño.
---Te fuiste del país en el peor momento de su vida, Jaeyoon, seguro si te odia--- se auto-reprochó a sí mismo.
Por más que el omega dijera que ya había pasado la página y que no tenía ojos para alguien que no sea Ni-ki, la verdad era que una parte de él, aún era ese Jaeyoon de once años que se sentía feliz cuando estaba con Sunghoon.
Sunghoon fué vital para él.
De no haber sido por él, Jake no sería la persona que era hoy en día.
Si Sunghoon no se le hubiera acercado, tal vez su perspectiva de los alfas sería la misma de antes.
Tal vez lo extrañaba un poquitito. Muy poquito.
---Ah, ¿Qué debería hacer, Layla?--- preguntó Jaeyoon a su cachorra cuando esta se le acercó.
Layla recostó su cabecita en una de las piernas del omega para darle consuelo.
---¿Crees que si vamos, me lo toparia de nuevo?
La cachorra no hacía más que mirarlo.
---Tienes razón, no creo que eso suceda, yo fuí quien rompió nuestro destino juntos... Además, no existen muchas probabilidades de encontrarmelo de nuevo, Seúl es muy grande--- se dijo a sí mismo en un intento de convencerse.
Layla esta vez alzó una de sus patitas y la puso sobre la mano de Jake, dándole a entender que ella estaba apoyándolo.
--Gracias princesa, eres una buena consejera.
Unos días después, Jaeyoon se encontraba volando en avión, directo al lugar que tantos recuerdos le traían.
_________
AHORA SI SE VIENE LO BUENOOOOO
con jakey cerramos la segunda etapa de la historia *emoción*
¿qué les pareció el capítulo?
tengan lindo díaaa, recuerden cuidarse bien y tomar agüita.
nos leemos luego~
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