Cuando abro mis ojos, puedo verte a mi lado finalmente 

Eres tu, querido ser

Quien tanto añoraba yo tu presencia tan ansiada

Ahora que estas encima mío y que con tu brillo albino

vuelves mi visión tan ciega

Puedo sentir tus manos rondar por mi pecho 

Tus alas blancas envolviéndome en tu suave caricia

Que ni en las biblias describían tu apariencia

Tan aterradora, tan encantadora

Tu semblante lleno de una gran cantidad de ojos 

observando fijamente mi alma

Con tu armadura dorada que resplandece y combina a la perfección con tu figura

"Humano querido, no temas, pues yo no estoy aquí para hacerte ningún daño; sino he venido a salvarte de tu miseria y llevarte al mundo donde podrás descansar plácidamente y vivir en paz profunda."