𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑


─Mmh ─estaba desconcertado.

Lo último que recordó fue que quería hablar con Cayetana y cuando le iba a pasar la voz ella le choco, después no recuerda nada más.

─Por fin despertaste. ─miro a la persona que le hablo, era una enfermera, la identifico por la ropa─. Tu novia es muy terca, varias veces le dijimos que se recueste en la camilla, pero ella se quedó ahí, toda incomoda.

─ ¿Mi novia? ─la miro extrañado, para después dirigir su mirada a donde la enfermera veía, ¿Cayetana?

─Si, dijo que no se iría hasta que despertaras. ─dicho eso la empezó a mover despacio hasta que ella se paró muy rápido─. Disculpe señorita, su pareja ya despertó y nosotras ya tenemos que cerrar la enfermería, ya se hizo de noche.

─ ¿Mi pareja? Yo no tengo pareja. ─dijo con el ceño fruncido mientras estiraba sus extremidades.

─Usted dijo que el muchacho era su novio. ─se me revolvió el estómago, ¿ella dijo eso?

─ ¿Él? ─dijo indiferente─ Jamás.

Dicho eso empezó a caminar en dirección a la salida, quise detenerla y me pare rápido, al no sentir mis piernas pensé que me caería, pero de la nada Cayetana ya estaba al frente mío abrazándome para que no me cayera de frente. 

─Te voy a matar Diggory, lo digo enserio.

─¿Qué me paso? ─dije mientras ella me ayudaba a sentarme en la camilla.

Al escuchar mis palabras quito la mirada de la mía y se puso a pensar.

─Lo hablamos después Diggory ─susurro─, ahora no seas tan bruto en pararte muy rápido, deja que la sangre llegue a tu cerebro. ¿O es que no tienes? ─me agarro de los hombros.

─Disculpen, pero enserio tenemos que cerrar. Por cierto joven, debe tener cuidado con ese pie ─señalo el pie derecho─, esta con una férula así que cuídela y tome reposo.

─Ya me canse. ─quería molestarla.

─ ¿Ah sí? Qué bueno.

Estaba apoyado en Cayetana, ya que "me sentía un poco mareado" yo le rodeaba los hombros con el brazo, estábamos yendo a mi carpa para encontramos con mi papá.

─Oye, tú me hechizaste, así que es tu culpa que este así─ volteo a mirarme, sabía que estaba sorprendida aunque su cara no lo demostrara─, me acorde hace como diez minutos, lo último que escuche fue tu voz lanzándome un hechizo.

─Párate. ─obedecí aunque me maree un poco, no era del todo mentira lo que dije, no sé cómo su hechizo me noqueo tanto y me llego a esguinzar un pie.

─No puedo ma- ─me interrumpí al verla en mi delante agachada─ Era bro-

─Sin juegos Diggory. ─agarro mis brazos, los paso por su cuello, agarro mis rodillas y me cargo en su espalda─. No le digas a tu papá que fui yo, lo último que quiero es que el señor Diggory sepa que hechice a su hermoso hijo y diga algo en Hogwarts.

─ ¿Vas a entrar a Hogwarts? ¿En qué casa vas a estar? ¿Si te acuerdas cuando me dijiste que ibas estar en Hufflepuff?, sabias que yo so-

─Cierra la boca, Diggory. No creas que porque te estoy ayudando somos amigos, solo lo hago para enmendar el error de haberte lanzado un hechizo, aunque ahora estoy dudando si fue un error o no.

─ ¿Por qué estas así?

─No seas cínico, ahora cierra la boca, es la última vez que lo diré.

─Es que no lo entiendo, ¿Qué te hice?

De pronto sentí como me soltaba de su agarre y me iba deslizando, mis pies chocaron contra el piso, como paso tan rápido caí al suelo de trasero. La miré confundido.

─Mi trabajo aquí termino, tu carpa está a unos metros de acá, si te vas arrastrando puede que llegues antes que tú querid-

Cayetana se calló cuando se empezaron a escuchar gritos, aparte del de la gente celebrando por el campeonato de Quidditch. Ahora que lo pensaba no sabía quién había ganado el partido, menos sabía qué hora era.

Cayetana empezó a correr, yo me traté de parar, pero no pude, la pierna que estaba lastimada me lo impidió.

─ ¡Cayetana!

Cuando me escucho paro en seco, volteo y se encamino rápido hacia mí, al llegar saco su varita y me la apunto en el cuello, me alejé por inercia y la mire a los ojos, por una parte, sabía que no me haría nada, pero por su mirada sabía que está enojada... muy enojada conmigo.

─Mi nombre es Ana, que te quede bien grabado, Diggory.

Bajo la varita, se la guardo en la cintura, agarro mis brazos y se las paso por el cuello para que otra vez me cargara, ni bien lo hizo empezó a correr todo lo que sus piernas se lo permitían a la vez que veía para todos lados como buscando algo, sabia buscaba a su hermano.

Por alguna razón conocía a esta chica tanto como la palma de mi mano.

❄︎❄︎❄︎

𝟑

Octubre, 1983

Minerva llevaba en brazos a la pequeña, ya había pasado una semana desde que estaba aquí, era de noche y la pequeña tenía que dormir, nadie se podía enterar que la pequeña estaba en Hogwarts, por eso solo pasaba por los pasillos en la madrugada y muy noche, en este caso era muy noche y como nunca tenía los ojos bien abiertos.

─ Ya deberías tener sueño, es tarde, son las 11:20 pm ─dijo mirando su reloj─ ya deberíamos estar en la cama.

Dumbledore le pidió que la pequeña durmiera en el mismo cuarto que Minerva y ella más que feliz por estar más al lado de la rubia.

─Tan tarde y paseando por los pasillos, profesora McGonagall. ─poso la mirada en Cayetana, Minerva se había sorprendido y sabía que Dumbledore la regañaría. ─ ¿Y esta niña?

─Ella es-

Minerva no pudo terminar porque la pequeña había agarrado la grande nariz de Snape, y empezaba a llevarla de un lado a otro mientras se reía, Minerva se paralizo por ver reír a Cayetana que no hizo nada por quitar su mano de la nariz de Snape.

Snape tampoco no hacía nada solo se dejaba llevar de la nariz mientras escuchaba su risa, esa riza le parecía familiar y por eso no hizo nada hasta que se dio cuenta y llamo a Minerva, está alarmada quito la mano de la niña mientras Snape se incorporaba.

─Lo siento, es que ella no suele reír ─entonces se dio cuenta que Snape ni siquiera se había presentado ante la niña─. ¿le dijiste tu nombre?

─¿Disculpa? ─dijo Snape con una ceja alzada─ No.

─Preséntate. ─Snape sin más remedio empezó a hablar.

─Yo soy el profesor Snape de la cla- ─Snape no pudo continuar por las palabras de la niña.

─Snapee. ─la niña había dicho su nombre, pero no de la forma correcta, al final decía la "e" y así no se pronunciaba el nombre.

─ Es Snape no Snapee, niña tonta.

Le dio una última mirada y se fijó en sus ojos, verdes.

─Sus ojos.

─Verdes claros, como los de Lily, su madre.

Snape miro a Minerva sorprendido, Cayetana Potter estaba ante sus ojos, la niña que sobrevivió, la hija de Lily...y de James. A los segundos paso el trance, la niña seguía sonriéndole, con su manito alzada tratando de alcanzar la nariz de Snape. Solo dijo unas buenas noches y se fue, esperaba no volverla a ver.

Que equivocado estaba.

─No me digas que serás Slytherin, por favor.

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