𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟑


Salió lo más rápido que pudo, cuando nadie de la habitación la pudo ver empezó a correr, su corazón no latía así desde... NUNCA, ni siquiera con Bruno, doblo en una esquina y se chocó con alguien, chocando sus cabezas los dos se cayeron de trasero.

─Aj, fíjate por donde caminas.

─No te metas en mi camino.

Draco y Ana se miraban fijamente desafiándose con las miradas, hasta que Draco no pudo más y se levantó del piso, se sacudió el polvo de la túnica, quiso ayudar a la rubia, pero esta se paró por su cuenta.

─No sabía que eras una Potter, entiendo que te avergüence tu apellido y que no me lo hayas querido decir ese di-

─Cierra el hocico. ─estaba echando por la borda todo el plan que tenía para joderle la vida al Malfoy, es que simplemente no lo soportaba y él solo la despreciaba por ser una Potter.

─Oye yo no soy un perro.

Alzo su varita. ─ ¿Quieres que te convierta en uno?─Draco lo miro asustado y poco a poco fue bajando la varita de Ana.

─Ok, no interesa que seas una Potter, no eres igual a tu asqueroso hermano. ─Ana rodo los ojos y antes de que Draco pudiera decir una palabra más alzo su varita de nuevo.

Palalingua. ─lo hechizó, Draco se espantó cuando su lengua se pegó a su paladar─. Relájate, te va durar solo unos minutos, espero que la lección de no insultar a mi familia te quede toda tu vida.

Empezó a caminar lentamente, no sabía hacia dónde, pero solo caminaba, el tema de su corazón latiendo ya se había solucionado, Diggory le había apretado muy fuerte en el abrazo y por eso su corazón empezó a ir muy rápido para que la sangre le llegue a su cuerpo.

─Ana te estaba bu-

─Hermione... ─la interrumpí y me gane su atención─ ¿Cómo te diste cuenta que te gusta Ron?

─ ¿Q-Qué?

─Que, ¿Cómo te diste cuent-

─Shhh ─me tapo la boca con la mano─ si te escuche, vamos al cuarto.

Me agarro del brazo y me empezó a llevar hacia donde quedaba el cuarto, pero yo la detuve y la empecé a llevar hacia la biblioteca quería agarrar algunos libros, cuando llegamos salude a Irma.

─¿Cuántos libros hoy, pequeña?

─¿Cuántos puedo? ─me dedico una sonrisa referente a que me dejaba agarrar varios libros, pero no los que todavía no tenía permitidos, ni se le permitían a ningún alumno.

Ella me conoce desde muy niña, la primera vez que entré aquí me leí un libro entero en un día, ella fascinada me agarro cariño, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer.

─¿Ya conocías a Irma?

─Hay muchas cosas que no conoces de mi Hermione, y creo que ya te estás dando cuenta de eso, pero por ahora solo quiero que me respondas a la pregunta que te hice, mientras encuentro mis libros.

Ella se quedó en shock en un momento, hasta que la llame para que reaccionara, ni bien lo hizo yo empecé a caminar buscando los libros de la clase de hoy y también quería revisar el libro sobre los torneos anteriores.

─Está bien... ¿Cómo es que te diste cuenta?

─ ¿Instinto? Responde, ¿Cómo te diste cuenta que te gustaba? ─saco un libro, leyó la portada, "Hechizos Sanadores", definitivamente necesitaba leer ese libro.

─Ni yo sé cómo es que me gusta Ronald Weasley ─el nombre lo susurro acercándose─, simplemente es lindo y me hace reír, tampoco es que me haya enamorado su inteligencia pero... tiene algo que lo hace único.

─Eso no fue lo que pregunte.

─Ah, sí, lo siento, me deje llevar. ─agarre el libro del torneo─ Yo también quería leer ese libro.

La miré, su mirada estaba en el piso queriendo ocultar el tono carmín de sus mejillas, seguí caminando.

─Sabes que no está mal que él guste, no controlas lo que sientes, culpa a tu corazón. ─dije señalando el centro de su pecho─ Con respecto a lo del libro, lo voy a leer yo primero y después te lo paso. Chau.

─Pero todavía no te respo-

─Olvídalo. No sé ni siquiera por que pregunte.

Dicho eso salió de la biblioteca, despidiéndose de Irma con la mano, sin mirar atrás.

─Ni siquiera registró los libros que se está llevando. ─dijo Hermione viendo como la rubia se alejaba lentamente, debía investigar.

Hace ya un rato estaba sentada al frente de Dumbledore frente a frente, lo único que los interponía era su escritorio, Dumbledore iba dejar que ella empiece hablar.

─Sabes que lo que hiciste es como traicionarme, ¿verdad?

─Pequ-

─No he terminado. Sé que ya tomaste la decisión y no hay vuelta atrás, lo que me queda hacer es ayudar a que mi hermano no salga lastimado, pero esto no se los voy a perdonar en un buen tiempo.

─¿Como lo vas ayudar si-

─Me las arreglo yo. ─Se paró, agarro sus libros, justo toco la campana que indica que si no llega en 5 minutos Snape la iba matar.

Cuando ya no estuvo a la vista de Dumbledore Ana empezó a correr, necesitaba ir por su libro de Pociones y ahora le que quedaban 4 minutos.

Al pasar por la puerta de un salón casi se choca con un alumno de Ravenclaw, volteo para ver quién era y al ver a Luna la saludo mientras seguía corriendo sin percatarse que otro alumno entraba en su salón de clases, chocando y dándose un cabezazo contra un tipo de metal.

─¡Fíjate por donde vas!

Se levantó adolorida por el dolor de cabeza, toco la parte donde le ardía y al ver su dedo con sangre alzo la mirada decidida a matar a la persona que se cruzó en su camino y todavía le grito, cuando vio quien era se paró agarro su camisa e hizo que se parara y lo empujo contra la pared.

─Estas muerto, Mochollan.─iba agarrar mi varita.

─¡Ana! ─Por las puras me separaron de él porque mi varita no estaba, después recordé, mire a la persona que me había separado y me puse blanca, sin embargo mis expresiones no decían nada, lo agarre de la muñeca.

─Te salvaste de esta mocho. ─logre decir mientras lo señalaba advirtiéndole con la mirada que no se volviera a acercar a mí.

Empecé a caminar jalando a Cedric, en unos momentos empezaría la clase y ella seguía aquí y sin su varita, avanzaba ignorando la risa del amigo de Diggory.

─Acaso quieres que les cuente a todos tu noche de pa-

Sin querer escuchar algo más agarre la varita de Diggory que lo tenía sostenido en la mano, cuando se percató que se la quite era demasiado tarde, ya había lanzado el hechizo, ahora su amigo no podía hablar, pero esta vez no hablaría en un buen tiempo, creo que ya todos sabían cuál era el hechizo que más usaba.

La "victima" empezó a hacer señales a Diggory para que este haga algo, lo único que hizo fue mirarme sorprendido y cuando voltee a verlo reacciono quitándome su varita, para después mirar a Macmillan que seguía reclamando con señas.

─Esta vez si te pasaste Macmillan. ─agarro mi mano y empezamos a correr.

Cuando el volteo en una esquina que no era yendo a su casa Ana lo jalo para que se detuviera, este volteo con su cara molesta.

─¡¿Que?! ─Ana se quedó atónita cuando Diggory le grito, suspiro lento y pesadamente, miro su reloj, ocho en punto su clase de pociones con Snape ya había empezado.

─Necesito mi maldita varita y está en tu cuarto. Créeme que solo necesito la bendita clave para pasar a tu casa y sacar mi varita porque si n-

─¡Está bien! Ya entendí. ─rodee los ojos.

Agarro su mano y volvieron a seguir el camino de antes, pero esta vez corriendo más rápido, a unos cuantos metros de llegar a la casa Cedric paro.

─¿Qué pasa? Apúrate.

─Quédate aquí. ─dijo agarrándola de los hombros.

─¿Es enserio Diggory? ─el asintió y se fue corriendo.

Ana espero en una esquina hasta que escucho la voz de Moody viniendo en su dirección. Antes de que el profesor la pueda ver se encamino a la sala común de Hufflepuff, pero justo antes de llegar Cedric salió chocando con la chica, esta lo agarro y lo jalo unos metros al costado hasta que Moody se fuera, el chico iba hablar, pero ella le tapó la boca y le hizo seña para que se dé cuenta de la situación.

Se supone que ella y Diggory debían estar tomando clases, pero ninguno de los dos estaba donde deberían estar, tenían un porque, pero los dos sabían que no querían dar explicación y tampoco querían mentir, le saco la mano y los dos se quedaron mirando como Moody se iba.

─Ya s- ─Ana volvió a taparle la boca pero en el intento tropezó tocando un barril.

Moody empezó a protestar diciendo que salgan, pero Cedric tenía la mirada puesta para arriba, sabía lo que iba pasar y cuando vio que se empezaba abril el barril, agarro a la rubia y la abrazo para que el vinagre le cayera solo a él. Eso era lo que pasaba si tocabas la puerta incorrecta hacia la sala común de Hufflepuff.

La Gryffindor al sentir el vinagre se acurruco más en el pecho de Cedric, cuando dejo de caer Moody estaba cerca, Ana reacciono rápido y tapo la cabeza del tejón con la capucha del uniforme y lo mismo con ella, agarro a Diggory de la mano y empezaron a correr.

¡Desmaius! ─la rubia volteo y sin poder evitarlo el hechizo le cayó haciendo que la botara a unos metros del chico, adolorida por la caída apuntó a Moody con su varita que había agarrado antes de que él la hechizara.

¡Expelliarmus! ─se paro y agarro la mano del castaño que estaba atónito por lo que acababa de pasar, corrieron y voltearon en la primera esquina que encontraron, ni bien Ana vio la ventana que estaba a unos metros no dudo en aproximarse─. ¡Accio Firebolt!

(Expelliarmus: Este encantamiento permite quitar de las manos los objetos que sostenga su víctima.)

Moody se empezaba acercar, mientras que Ana se paraba en el filo de la ventana y ayudaba a Cedric a subir, cuando el profesor llego a la esquina Ana no lo dudo dos veces.

─¿Listo? ─lo miro a los ojos preocupada, pero se tranquilizó viendo su sonrisa.

─Contigo, siempre. ─no lo dudo, pero cuando vio que estaban como a dos pisos del suelo se asustó.

Sin embargo, Ana tomo su mano y le dio seguridad, sabía que esta no era una propuesta de suicidio, pero igual cerro los ojos por el miedo que le causaba llegar al piso, entonces sintió un jalón y cuando abrió los ojos para ver que había sucedido vio a Ana agarrando una escoba con la mano que tenía desocupada.

─Sube, ¡rápido! ─este asintió y con la ayuda de Ana logro alcanzar la escoba, para después ayudarla a subir, ni bien estuvo arriba tomo el mando de la escoba y se adentró al bosque esquivando complicadamente los árboles.

Al llegar a una altura considerable del piso, Ana salto y se empezó a quitar el abrigo y la bufanda empapadas de vinagre, Cedric bajo tranquilamente de la escoba viendo a la rubia sin entender que era lo que hacía, cuando Ana se dio cuenta que él se le quedo mirando y no hacía nada lo miro frunciendo el ceño y empezó a hablar rápidamente.

─¿Qué haces? ¡Sácate la ropa, rápido!

─¿Qué?

─Que t- ─Ana entendió que no podría saber lo que ella estaba pensando y no le dio tiempo a avergonzarse─ Quítate la ropa que está llena de vinagre, no tenemos mucho tiempo hasta que Moody le diga a los profeso-

Se quedó pensando, aquello que había pasado lo causo únicamente ella, Diggory no tendría que haber estado ahí, tenía que tomar toda la responsabilidad del caso si la llegaban a descubrir, ahora solo tenía que dejar al tejón en el momento exacto y nadie se daría cuenta.

─Tu eres la prioridad.

─¿Qué? ─espeto sin entender, enserio tenía que decirle que no tenía poderes telepáticos para saber qué era lo que pensaba y planeaba Ana en su cabeza.

Ana se acercó a él y le empezó a quitar la túnica mojada de vinagre, él había recibido todo el vinagre y estaba mucho más empapado. Por más que Cedric quiso que no le cayera ni una sola gota a la rubia, más de un chorro logro alcanzarla haciendo que su cabello también oliera fuertemente a vinagre como él.

Cedric alzo los brazos para que Ana lograra su objetivo de sacarle el pullover, al lograrlo tiro la prenda en el pasto y empezó a sacar la corbata y sus manos se detuvieron en el primer botón de su camisa. Cedric en todo momento la estuvo mirando dejándose llevar por ella, se veía que estaba muy apurada, aun así, tenía un rostro muy calmado que le transmitía tranquilidad. Cuando se detuvo sonrió de lado, agarro sus manos suaves que estaban sobre su camisa y cuando iba hablar Ana lo interrumpió.

─A unos cuantos metros hay un rio, lávate ahí y... yo ya vengo. ─se iba ir, pero Cedric la detuvo rápidamente.

─¿A dónde vas?

─A ver cómo te saco del problema en el que te metí. ─mire fijamente sus ojos.

Tenía que irme lo más rápido posible, pero esos ojos, los ojos con los que me miraba... Cedric alzo la mano lentamente hacia su mejilla y la acaricio, sentía su calor, sentía su calidez que la alejaba del frio viento que recorría su cuerpo. Cedric se empezó a acercar a ella que aún tenía sus manos puestas en su pecho, Ana no se resistió ya que seguía admirando los lindos ojos grisáceos de él y cada vez que estaba más cerca sentía menos frio.

Estaban a pocos centímetros cuando escucharon un ruido en un arbusto, Cedric se puso delante de Ana tratando de salvarla de lo terrorífico que podrían enfrentar al estar en el bosque. El castaño soltó todo el aire que tenía retenido al darse cuenta de la pequeña cosa blanca peluda que estaba saltando de un lado a otro.

Cedric volteo para ver a Ana y ella al darse cuenta de su cercanía agarro su nariz y la hizo para atrás─ Apúrate Diggory, haz lo que te dije.

Cedric rio bajito echando la cabeza para atrás, Ana se montó en la escoba, ella sabía cómo iba sacar a Diggory de esta, aunque todavía tenía que ordenar sus ideas y el tiempo en la que los pondría.

─Tú y yo tenemos un pequeño problema conejito. ─dijo Cedric frustrado acariciando al pequeño animal.



❄︎❄︎❄︎
𝟏𝟑

Junio, 1991

Cuando Snape salió en busca de Ana, ella ya estaba en un barco en busca de otro colegio de magia, sabía que nada ni nadie superaría a Hogwarts y las personas que son parte de ellas, pero ya no quería estar ahí y buscaría como ingresar al Instituto Durmstrang en Noruega de cualquier manera.

Todo el viaje se mantuvo parada junto a su maleta al final del barco viendo como los muggles estaban entusiasmados hablando un idioma que suponía era noruego.

Hola empuño su varita en su bolsillo y volteo a ver al chico, ¿Vas a Durmstrang?

Lo mire de arriba para abajo, él era moreno y con unos rulos perfectamente ondulados, sus ojos marrones casi negros me hacía verlos fijamente y buscar su pupila que no logre encontrar.

Si. volví mi vista al océano.

En septiembre seré nuevo alumno, estoy yendo para conocer el castillo y sus alrededores, también conoceré a Igor Karkarov, que lamentablemente es familiar mío. ─rio.

Volví mi mirada y lo vi de nuevo, tenía buenas vestimentas y a simple vista no parecía familiar de un ex Mortífago. No pude evitar ver que detrás de él a unos buenos metros de nosotros había una pareja que hablaban entre risas, la mujer era blanca con rulos y el hombre era moreno también con rulos, supuse que eran sus padres porque su papá era muy parecido a él. Lo miré de nuevo y me sorprendí al tenerlo tan cerca, retrocedí.

Soy Ana.

Quité mi mirada, pero de inmediato la volví al sentir sus labios sobre mi mejilla.

Soy Bruno, un gusto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top