- ̗̀ะ໒❫⋮ 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐀𝐍𝐓𝐇𝐈𝐍𝐄:
⿻۬︿┊Sacrificio de paz
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El frío era completamente arrasador y la lluvia no dejaba de golpear sus cuerpos. Ambos llevaban sombreros viejos de paja para tratar de que la lluvia no les impidiera ver hacía donde iban y seguir avanzando.

Habían estado viajando por más de tres días hacía otro reino para que alguien pudiera brindarles una nueva oportunidad de vida o empezar de cero. Fueron en la carreta de un dulce anciano y también les tocó caminar la mayor parte del tiempo, desgastando sus últimas fuerzas. Soportaron demasiado el hambre y aguantaron la falta de sueño para llegar lo más pronto posible a su destino.

Unos minutos y llegarían, pero no sería lo último por hacer, todavía les tocaba mucho más por delante.

─Nos falta poco, Kookie ─expresó Hoseok con una gran sonrisa ─, debemos aguantar.

─Me duelen mis pies, hyung ─se quejó con los ojos llenos de lágrimas ─, tengo miedo.

Ambos niños estaban descalzos y sus pies estaban heridos, sus zapatos viejos con la lluvia y el lodo se habían roto, el camino lleno de piedras ya los tenía bastante lastimados a los dos, pero Hoseok soportaba todo el ardor por su hermanito y ocultaba perfectamente lo mal que se sentía en esos momentos.

El niño más alto se detuvo y se agachó para poder estar a una altura adecuada para el pequeño más joven.

─Te cargaré solamente sí sostienes mi sombrero, ¿Lo harías? ─preguntó con seriedad y Jungkook asintió ─, entonces sube, te llevaré en mi espalda, Kookie.

No tenía tantas fuerzas, de hecho, estaba bastante débil, pero haría un gran esfuerzo para que pudieran llegar y alguien tuviera compasión de ellos. Se podía ver las luces del reino a unos cuántos metros de distancia, solamente bastaba cruzar el puente y llegarían la entrada principal que permanecía abierta para todo público.

─Hobi hyung, ¿No estás cansado también?

─Nop ─mentía ─, un caballero no debe soportar hasta donde su cuerpo y alma puedan aguantar, esto no es nada para mí.

─ ¡Eres genial, hyung!

Siguieron su camino, un poco más lento, pero continuaron. Las piernas de Hoseok no podían y su cuerpo deseaba reposar un rato, pero no podían darse el lujo de detenerse cuando la lluvia estaba encima de ellos.

Una vez que llegaron a su destino, empezaron a "trabajar" y caminaron entre las calles, dando lo mejor de sí y soportando lo mal que se sentían. A pesar de la lluvia y el frío de la temporada, la gente seguía estando bastante animada, seguramente podrían tener suerte está vez.

No fue así.

Creyeron que todo sería diferente por esa ocasión, pero no fue así, en cambio, se volvió decepcionante, nadie tenía piedad. Hoseok y Jungkook estuvieron un poco más de una hora pidiendo por ayuda, recibiendo insultos y desprecios por parte de todos los ciudadanos.

Nadie quería ayudar a dos huérfanos sucios que se convertirían en dos ratas callejeras y causarían molestias en el futuro en el reino.

El hambre, cansancio y el sueño estaba pudiendo en su contra, ls debilidad aumentaba y nadie sentía misericordia por ellos. Cansados de sus nulos resultados, entraron a una vieja taberna, en busca de que pedir algunas monedas y poder pagar aunque sea un pan tieso. No pedían mucho, al menos poder pasar esa noche con algo en el estómago y poder encontrar un pequeño espacio donde poder descansar.

─Señor, ¿Podría ayudarnos?

Con la misma pregunta se acercaron a quienes estaban bebiendo y comiendo delicioso en frente de sus narices, pero la mayoría solamente los ignoraban, otros los insultaban y algunos se burlaban de ellos por su situación.

Estuvieron a punto de irse, hasta que notaron que no se acercaron al otro extremo, en una esquina, cerca de la ventana y contemplando la lluvia nocturna caer, se encontraba una mujer con capa negra que cubría gran parte de su rostro y vestuario.

Era su última oportunidad, sí no comían algo, seguramente caerían desmayados, así que Hoseok y Jungkook se acercaron para poder verla mejor y hablar con ella. Una vez cerca, fue que pudieron observarla mejor y se asombraron por su apariencia: Su piel era pálida, tenía un lunar cerca de su ojo, su cabello era rubio y corto, y sí bien su belleza se veía algo opacada por el parche negro que cubría su ojo, la dama no dejaba de ser hermosa ante los dos niños.

─Disculpe, señora.

Aunque fuera hermosa, su aroma era del tipo dominante, no lograban saber en qué jerarquía estaba, por ende le tenían más miedo.

─Vaya, vaya, ¿Qué hacen unos niños de su edad en un lugar para adultos? ─alzó una ceja al mirar la apariencia desaliñada de los infantes que se tomaban de las manos ─. A esta hora deberían estar durmiendo en casa, chiquillos.

─No tenemos hogar, señora ─explicó Hoseok, tratando de no tener miedo ante la presencia imponente de la mujer ─, ¿P-Podría ayudarnos?

De todas las respuestas posibles que Hoseok y Jungkook esperaron recibir, un buen trato no estaba entre sus opciones, mucho menos una gran sonrisa.

─Claro, tomen asiento y cenen conmigo ─señaló el espacio libre que tenía frente a ella ─, ¿Qué ha pasado con sus padres?

─Ellos fallecieron.

─Mierda, no debí preguntar eso.

Un pequeño se hizo presente en la mesa y la mujer tuvo que llamar la atención de uno de los meseros para que le pasará el menú y los niños pudieran pedir algo de comer, pagando desde ese momento para que no pensarán que era una broma. Con anterioridad había comprado algo para beber, más no podía darle alcohol a unos niños tan pequeños.

─Mi nombre es Eunbi ─se presentó de repente la mujer con una gran sonrisa adornando sus labios carmín ─, Kwon Eunbi, ¿Cómo se llaman ustedes, niños? ─preguntó bastante curiosa.

Los dos niños miraron a la mujer con impresión, era la primera vez que alguien era tan amable con ellos y no les decía cosas feas, es más, que pagaba tal cantidad con tal de que comieran algo.

─Soy Hoseok ─se presentó el niño más alto y luego señaló a su pequeño hermano que no dejaba de agarrar su brazo como escudo ─, y esté es mi hermanito menor, Jungkook.

─Un gusto entonces, Hoseok y Jungkook.

El tiempo en la taberna pasó demasiado rápido, pero de forma entretenida porque la mujer lo hacía así y al ser bastante parlanchina, hacía que el ambiente fuera agradable. Según ella, eran una gran maga que trabajó por años en el palacio del rey de ese lugar, pero que se había retirado porque deseaba tomar un descanso y seguir su propio camino luego de que sintiera que era lo mejor.

─ ¿Ven mi parche? ─Eunbi señaló su ojo y los niños asintieron con intriga, sin dejar de comer lo más que podían de la comida recién servida ─. Me lo hizo un dragón con una de sus garras cuando intenté domarlo. Esa bestia me dio muchos problemas en su momento.

A pesar de que a un principio, la apariencia de reina de hielo de Eunbi asustó demasiado a Hoseok y Jungkook, "La gran hechicera", como se describió a sí misma Kwon, era bastante graciosa y alegre, tenía una manera única de contar sus experiencias porque hacía muchos ademanes con sus manos.

─ ¿Y no le duele, noona? ─se atrevió a preguntar Jungkook bastante asustado.

Era el más joven en la mesa entre los tres, pero no por ser el más chico, no quiere decir que no conociera el dolor. A veces, cuando se raspaba su rodilla, le ardía mucho, incluso ahora sus pies estaban peor que esas ocasiones anteriores, no se imaginaba cuánto debía doler una herida tan grande como esa.

─Claro que me dolió mucho, perdí el ojo ─les reveló con algo de gracia, sin dejar de perder su sonrisa ─, domar un dragón por mi propia cuenta no fue fácil, pero pude hacerlo sin ayuda de nadie, ¡Puedes lograr todo lo que te propongas! Los sueños pueden hacerse realidad sí luchas por ellos.

─ ¡Eres asombrosa, señorita! ─dijeron los niños al mismo tiempo y con los ojos brillantes.

─ ¡Ay que lindos son!

La media noche se hizo presente, entre risas, anécdotas y experiencias de vida desviaban una despedida, pero atrasar lo inevitable sería más doloroso, ya era momento de irse y tomar caminos diferentes. Así que una vez que la maga pagó lo último, salieron de la taberna y se detuvieron afuera para mirar el cielo nocturno.

Bastante hermoso y nostálgico de cierta forma; un consuelo para los ricos, un sufrimiento para los pobres que vivían en las calles, así se manejaba esto, no tenía piedad por los débiles.

Eunbi observó de reojo a los dos infantes y suspiró con tristeza. Ambos niños se veían tan inocentes e indefensos en ese mundo tan jodido y enfermo que podría acabar con ellos, arrastrándolos a la perversión y destrucción. Gente como ellos, incluso como ella, no tenían lugar y siempre serían despreciados por los de altas jerarquías. Algunos con gusto los aplastarían y otros tratarían de sustraer sus conocimientos y talentos para su propio beneficio y ambición.

La vida era bastante cruel con quienes son diferentes.

─Niños, quiero que me respondan con sinceridad ─habló con seriedad ─, ¿No tienen a dónde ir?

Los dos niños observaron a la maga y negaron, sintiendo el miedo del enorme monstruo que se veía ese lugar. Tenían miedo. Puede que con suerte encontrarán algún lugar donde dormir, pero no era seguro, tampoco les garantizaba que pudieran sobrevivir y esa fuera su primera y última comida en sus estómagos.

─Recién llegamos aquí, pero no tenemos dónde ir ─confesó Hoseok con vergüenza ─, pensamos dormir debajo del puente o un callejón.

Con ese frío, que era mayor a otros reinos seguramente podrían morir esa misma noche, sería bastante lamentable que siendo tan jóvenes, su vida se les fuera acortada de esa forma.

─Quiero hacerles una propuesta.

Si bien cuidar de niños era una gran responsabilidad y trabajo, no le importaba ayudar a quienes lo merecían. Era ahora o nunca, necesitaba discípulos para trasmitir todos sus conocimientos en caso de que algo le pasará a futuro y su vida se viera interrumpida. Todo lo que sabía era peligroso, pero no quería morir sin haber dejado un legado.

Por esa ocasión ocurrió un milagro, luego de años de dormir en la calle y comer de la basura, Hoseok y Jungkook pudieron sentir el calor de estar bajo techo y comer buena comida por una larga temporada al lado de Kwon Eunbi, quien fue como una madre para los dos.

[...]

Ser la pareja de un rey inminente era una responsabilidad grande, más para alguien sin experiencia. Mucho peso caía demasiado sobre sus hombros, adaptarse y acostumbrarse a la idea no era fácil de digerir, pero al menos TaeHyung lo estaba intentando con todas sus fuerzas para no salir corriendo en el primer día.

Todavía le hacía falta un gran recorrido, sería lamentable salir corriendo al primer paso.

Entrar a la boca del lobo fue su peor decisión, pero sobrevivir era su meta y la venganza hacía el rey del imperio oscuro seguía siendo su objetivo principal. Tenía de su lado a Jimin, no ahora, pero saldrían de esa, no importaba cómo tuvieran que hacerlo, lo harían.

Su intención era no encariñarse con nadie del palacio, más la bienvenida fue bastante diferente a lo que TaeHyung esperó en el pasado.

─ ¡Bienvenido, su majestad Kim TaeHyung!

Por muchísimo tiempo TaeHyung creyó que todos los que trabajaban para su marido serían uno monstruos horribles e intimidantes, con falta de ética y groseros con él, más nunca imaginó que fuera todo lo contrario a lo pensado.

─ ¡Nos complace tener su presencia en el palacio!

Amabilidad, pasión y carisma.

Todos lo saludaron con grandes sonrisas en su rostros y una reverencia, la emoción y felicidad parecía estar tatuada en sus frentes de todos los presentes en la entrada principal y parecía ser genuina de tener su presencia en el palacio.

Está primera impresión fue difícil para TaeHyung de digerir y su corazón no lograba calmarse. Había de todo un poco, adultos de edad con rostro gentil, señoras con sonrisas cálidas y jóvenes bastante adorables.

─Es grato para nosotros tener su presencia con nosotros, su majestad ─informó Siwon con una sonrisa e hizo una reverencia ante TaeHyung y después se dirigió hacía Hoseok ─, también me alegra que haya regresado con bien, mi señor.

─Gracias, Siwon ─agradeció Jung ─, es agradable estar en casa.

« Que bueno que para ti lo es, Hoseok. Lástima que para mí no es así. » Los pensamientos de TaeHyung eran una completa tortura que trataba de no prestarle tanta atención y abrumarse.

─Escuchen, de ahora en adelante su majestad Kim TaeHyung vivirá con nosotros, así que me gustaría que puedan ayudarme para que logré adaptarse ─declaró Hoseok bastante nervioso y todos asintieron ante sus palabras, queriendo bromear con su rey ante lo adorable que estaba luciendo al estar junto a su amado ─, sé que entre todos podremos lograrlo.

─No dude que así será, mi señor ─la jefa de las mucamas hizo una reverencia al mirar a TaeHyung ─. Será un honor servirle de ahora en adelante, su majestad Kim TaeHyung. Mi nombre es Kim Hyojung, esperó que se sienta a gusto con nosotros.

De cierta forma, las buenas acciones de todos los presentes ─incluyendo las de Hoseok en el paquete ─, confundían a TaeHyung. Tanta amabilidad no parecía ser falsa, mucho menos fingida, se veía totalmente genuina y no lo entendía ¿Acaso su esposo les había advertido a todos con anterioridad sobre él? Incluso pensó que su estancia pasaría de noche y su voz no tendría voz, ni voto al ser prácticamente el enemigo, más nunca esperó recibir todo lo contrario.

─Muchas gracias, señora Kim ─respondió TaeHyung bastante cohibido, regresando la reverencia de la mujer con fina elegancia, haciendo relucir su educación, sacando más de un suspiro de admiración por sus modales ─, se lo agradezco mucho.

─Nos complace tener su presencia, su majestad Kim TaeHyung ─Lee Siyeon hizo una reverencia elegante a su nuevo rey ─. Sí algo se le presenta, no dude en acudir con nosotros, formo parte de la administración contable del castillo.

TaeHyung asintió, agradeciendo bajito la amabilidad de la gente de su marido. Todo era extraño, no lograba descifrar sí su cortesía se debía por temor a su esposo o porque deberás lo seguían por su propia cuenta.

─ ¡Puede contar conmigo también, su majestad! ─expresó Kim Bora, asustando ligeramente a TaeHyung por la emoción de esa omega ─, ¡No dude en llamarnos cuando quiera ayuda! Soy parte de la gestión de los caballeros.

La mayoría de los presentes no podían dejar de estar emocionados por tener frente a sus ojos a la esperanza que daría amor y tranquilidad a la vida de su rey, trayendo paz y consuelo a su corazón luego de tanta guerra y odio del pasado. Incluso puede que en algunos meses más, pudieran tener la presencia de un príncipe o princesa, y con los años, ser testigo de su crecimiento hasta que llegará ser adulto.

─Cuento con ustedes, familia ─Hoseok les sonrió con tanto cariño, que TaeHyung se quedó sin palabras ante sus palabras y expresión ─, yo sé que harán un gran trabajo ayudando a mi esposo para que se sienta bien con nosotros.

Todos hicieron una reverencia y asintieron al mismo tiempo, sin dejar de perder el brillo en sus ojos y las sonrisas de sus rostros, haciendo sentir nervioso bastante a TaeHyung por todo el amor y cariño que estaba recibiendo en un lugar diferente a su hogar.

¿Qué clase de lugar era ese? ¿Acaso no notaban que era diferente a todos ellos?

¿Por qué eran tan felices con el enemigo? En fin, que más daba saberlo a estas alturas, al fin y al cabo ese sería su hogar por tiempo limitado hasta que pudiera llevar a cabo su venganza, nada más. Tarde o temprano se iría de ese lugar, los dejaría atrás y no volvería, no debía acostumbrarse a su amabilidad.

─Gracias a todos por recibirme y ser tan amables conmigo ─TaeHyung hizo una reverencia ─, se los agradezco muchísimo. Prometo ser un buen rey para ustedes.

Después de toda esa breve presentación con algunos, Hoseok y TaeHyung tuvieron que seguir avanzando.

El castillo por fuera era bastante enorme, demasiado a decir verdad, y por dentro lo era aún más. Mucha gente trabaja y vivía para Hoseok; los magos tenían su propia torre; los caballeros mantenían su propio espacio también; la servidumbre vivía a los alrededores. Era un sin fin de personas que los saludaban al verlos pasar y se inclinaban ante ellos con sumo respeto, algo que lo dejó bastante impresionado.

El recorrido por el palacio fue bastante extenso, duraron un poco más de tres horas en ese proceso ─y aunque había tanto que el omega deseaba preguntar ─, TaeHyung prefirió quedarse callado y seguir escuchando a su esposo explicar cada detalle mientras avanzaban por los largos pasillos.

A pesar de que no llevaron la mitad del recorrido, se hizo tarde y llegó la hora del almuerzo. Tuvieron que hacer una pausa breve y ser guiados al comedor por el mayordomo Siwon, que se encargó de avisarles del almuerzo.

Una vez el matrimonio Jung-Kim llegó a la mesa para almorzar, pasando tiempo en brecha de silencio por más de veinte minutos, Hoseok fue el primero en romper el hielo y empezar a sacar tema.

─Me gustaría que fueras el que se encargue de la administración de ahora en adelante, TaeHyung ─expresó Hoseok con sinceridad, sin dejar de mirar a su esposo con una pequeña sonrisa ─, ¿Crees que podrías hacerlo?

Estar a cargo de la administración de un reino no era difícil, pero tampoco sencillo, más estaba lo suficientemente preparado para llevar a cabo su trabajo. No por nada poseía gran inteligencia que fue halagada por sus profesores a lo largo de su vida, no sólo era una cara bonita, poseía talento.

─Por mí no hay problema ─TaeHyung aceptó sin rechistar, al menos tendría algo que hacer en ese lugar y no sería tan aburrido, esperaba volver a ver a Jimin pronto y tener algo de compañía ─, está bien.

En su reino, madre era la que llevaba toda la administración, era el cerebro dentro del castillo, así que para hacer creer y ver prosperidad en su nuevo hogar tendría que hacer trabajar sus conocimientos para conseguirlo. Esperaba alcanzar el mismo nivel como su madre y que ella se sintiera orgullosa de él.

─Tendrás la ayuda de mi mayordomo para ponerte al corriente con las finanzas, no estarás solo en esto ─Jung le aclaró a TaeHyung para que no se sintiera perdido ─, esperó que no te moleste.

─Por supuesto que no ─bebió del café, degustando lo delicioso que sabía y lo asombrado que estaba con el sabor de la comida ─, gracias por avisarme.

De nuevo el silencio reinó en la mesa al pasar de los minutos, TaeHyung sólo se concentró en comer y pensar sobre todo lo que vendría a futuro, mientas que Hoseok mantenía ahogado las ganas que tenía de hablar con el omega y lograr ser cercanos, pero no sabía qué decir para seguir una conversación. De verdad deseaba poder hablar el omega.

El tiempo corrió bastante aburrido.

Una vez que la hora del almuerzo acabó, tuvieron que seguir con el recorrido y las indicaciones, era mucha información que procesar, ahora TaeHyung mantenía un pequeño cuaderno consigo en donde anotar las ideas principales y lo primordial que debía saber.

En todo este tiempo TaeHyung no había hablado, solamente se centró en seguir los pasos de su esposo mientras pensaba y admiraba cada pintura colgada en los pasillos, hasta que el silencio fue interrumpido.

─TaeHyung ─la voz de Hoseok titubeó por unos segundos ─, ¿Te gustaría hacer algo en especial?

« Quisiera regresar a mi hogar, Jung Hoseok. Lástima que estoy aquí, encarcelado bajo mi propia voluntad. » Al omega le hubiera gustado responder eso, pero no podía hacerlo, todavía valoraba su vida.

─No, así estoy bien.

La falta de emoción e interés hizo a Hoseok suspirar con cansancio y resignación. Hicieron una pequeña pausa en el balcón mientras observaban la vista del hermoso atardecer, mientras la lluvia y el sol se combinaban en uno solo. Faltaba poco para que la noche viniera y el cielo empezará a teñirse de oscuro, trayendo a la luna consigo que no era consuelo para su corazón y su lobo algo asustado.

─Debes acostumbrarte a este lugar, TaeHyung.

Aunque el comentario fue inofensivo, hizo enojar al omega porque le parecía una burla hacía su persona. Soportó, pero deseó con todas sus fuerzas responder ante las palabras de su esposo con base de insultos, pero no quiso rebajarse a ese nivel, no era digno de un rey que lo hiciera, pero no quiso quedarse callado. Tenía que decir algo o explotaría.

─ ¿Creé que es fácil para mí?

Poco a poco el señor sol se iba yendo entre las montañas y traía consigo a la hermosa luna.

─Al menos podrías hacer el intento.

Decir que la manera en que le hablaba el omega no le causaba cierta incomodidad en su pecho sería mentir, lo único que Hoseok deseaba es que TaeHyung logrará convivir más con él.

─Pide lo imposible, su majestad. Creo que debería recordar la razón de nuestra unión ─respondió TaeHyung bastante tosco, sin observar a su marido, tratando de soportar el peso que tenía encima ─, tampoco voy a fingir para satisfacerlo.

En esa noche pasaría de ser Kim TaeHyung, al omega del rey y su apellido sería quitado para tener el de su esposo. Su cuello tendría una marca que jamás sería borrada y dentro de unos meses estaría gestando el hijo de ese demonio.

Una maldición con la que cargaría toda su vida, incluso sí rompía el lazo y quisiera encontrar de nuevo el amor, sería imposible. Nadie querría a un omega usado a su lado.

─Eres difícil, gatito.

Ganar el corazón de ese omega no sería fácil, su carácter era bastante especial, pero aunque le costará meses, incluso años, Hoseok estaba dispuesto a encontrar la manera de lograr ganar el corazón de Kim TaeHyung.

─Lo único que me gustará saber saber es en donde pasaré la noche ─Kim cambio de tema, no tenía ganas de pelear y lo único que conseguiría es que su esposo logrará lastimarlo en su primera noche de bodas ─, estoy agotado de todo esto.

Estaba aterrado, no iba a mentirse. Temía ser obligado y lastimado de la peor manera por su marido.

─ ¿Quieres que te lleve a tu habitación?

A diferencia de Jung Hoseok con su buena condición física, TaeHyung no estaba acostumbrado al esfuerzo físico. Su trabajo constaba más de trabajo mental, pero no por ello quiere decir que era menos que el físico, ambos eran igualmente de cansados.

─Nada me haría más feliz que eso en este momento.

El viaje fue largo y cansado, pero todavía faltaba más por delante, los minutos se iban demasiado rápido y no esperaban a nadie. Ante las puertas del cielo nocturno, lo único que podía pensar TaeHyung es que la noche sería larga y el mañana vendría lo más pronto de lo pensado.

Ninguno de los dos dormiría esa noche porque estarían ocupados. Así que la idea de que su primera experiencia sería sin amor entristecía demasiado al omega, pero a estas alturas no tenía tiempo de pensar en romanticismo, nada de eso lo salvaría de ese abismo.

─Está será tu habitación ─señaló Hoseok una puerta lujosa decorada con pedrería, parecían ser diamantes ─. La mía está a un lado por cualquier cosa.

¿Habitaciones separadas?

Eran un matrimonio, tenían, no, DEBÍAN estar durmiendo juntos. Que tuvieran habitaciones separadas era una humillación a su persona.

─Su majestad.

─Dime.

─ ¿No se supone que hoy deberíamos...?

Se supone que tenía que ocurrir esa misma noche, o de lo contrario, su orgullo quedaría pisoteado ante extraños; Todos creerían que ya no era un omega puro, que estaba usado y por eso su esposo no se acostó con él. El hecho de tener dos habitaciones era lo suficiente para preocuparse.

─ ¿Quieres hacerlo?

Hablar deliberadamente del sexo era un tema que avergonzaba demasiado a TaeHyung, pero debía tratarlo con su esposo, no le quedaba de otra, está vez no quería ser comidilla de los nobles y que juzgarán su pureza.

─Tenemos que hacerlo ─afirmó con seguridad, tragando su miedo pero no paso desapercibido de Hoseok ─, tampoco quiero dormir en habitaciones separadas.

No había forma de atrasar lo que tarde o temprano tendría que suceder, era mejor que sucediera pronto a que después.

─ ¿No quieres tu propio espacio? ─preguntó incrédulo ─, ¿O no te gusta que mi habitación esté junto a la tuya?

─Nada de eso ─volvió a reafirmar ─, pero necesitamos cumplir con nuestra luna de miel.

─Sí no te sientes listo, no te voy a obligar hacer algo que no quieras, TaeHyung ─Hoseok manifestó al ver el nerviosismo del omega ─, eres mi esposo, lo sé, pero no por ello me voy a sobrepasar contigo.

Puede ser que fuera criticado de la peor forma por la nobleza por ser un "Tirano insensible", no quiere decir que era un monstruo egoísta. Sí su esposo no sé sentía listo, no iba a tocarlo, lo respetaría hasta que estuviera de acuerdo. Se supone que TaeHyung debería estar feliz por eso, ¿Verdad? Así que no entendía porque su esposo parecía estar tan enojado con él.

¿Acaso lo ofendió sin notarlo?

─No entiende nada, su majestad ─le reclamó el ojimiel y quiso llorar de impotencia al no ser entendido ─, debemos dormir en la misma habitación, somos un matrimonio ahora, no puedes simplemente irte a otra habitación y dejarme solo. Esto no está bien.

La peor parte en estos casos siempre se la llevaría el omega, desgraciadamente un alfa nunca tendría que preocuparse por su reputación porque ellos encabezaban la jerarquía en la pirámide; ellos podían tener miles de omegas a su lado e hijos por doquier, pero no serían señalados, en cambio para los omegas siempre caería en los omegas como un "cualquiera". Y siendo Jung Hoseok un rey, con poder sobre otros y gran reputación, no quería imaginar hasta dónde podría terminar su título.

─Está bien gatito, haremos lo que digas ─Hoseok aceptó sin rechistar y TaeHyung asintió más conforme de ser escuchado ─, a partir de ahora dormiremos juntos en la misma habitación ─la idea no le parecía mala, sólo sería dormir, ¿No? Mañana les esperaba un día pesado, no terminaron de recorrer el palacio, todavía les faltaban los alrededores también y tenía que mostrarle a su esposo todo el lugar.

Y sin dejar pasar más tiempo, Hoseok abrió la puerta a su esposo para que interesará a la lujosa habitación que había sido preparada con anterioridad para su llegada. Al ver el interior, TaeHyung se sorprendió, era bastante enorme y la decoración superaba sus expectativas por lo lujosa que era, pero lo que más llamó su atención fue una enorme estantería que contenía un sin fin de libros de diferentes tamaños y colores. Todo estaba finamente lujoso, que le parecía irreal.

─Había enviado una carta en mi estancia en el palacio sobre que te gusta leer y escribir ─comentó contento de ver la impresión en el rostro de su esposo por los libros ─, esperó que los libros sean de tu agrado, sí existe alguno que quieras en específico, puedes decirle a Siwon y con gusto lo buscarán para ti.

Tanta atención y amabilidad puso nervioso a TaeHyung, así que mejor fue a sentarse en la cama, tratando de calmar los latidos de su corazón y descansar sus piernas por unos momentos porque se sentía como una gelatina por todo lo que estaba pasando.

─Gracias por esto, seguro debo ser una molestia.

Si bien, puede que la presencia de Jung Hoseok no le agradará del todo a TaeHyung, no por eso quiere decir que no agradecería los regalos. Le gustaban los detalles, pero no le parecía justo no dar algo a cambio.

─No es molestia, TaeHyung. Recuerda que eres mi esposo, eres un rey en estas tierras y siempre tendrás de lo mejor en este lugar, que ahora también es tu hogar ─Jung le recordó al omega su posición, dejando a TaeHyung sin palabras y con los nervios a mil ─. Mañana te mostraré tu estudio, sólo esperó que también sea de tu agrado y sí hay algo que falta, no dudes en decírmelo, con gusto puedes pedirme lo que sea.

─ ¿Estudio? ─inquirió confuso, dejando que Hoseok se sentará a su lado con más confianza ─. No entiendo a que se refiere.

La cercanía parecía querer absorberlos vivos de cierta forma, pero que ambos disimulaban a la perfección.

─Por lo que he notado en mi estadía con tus padres, te gusta pintar y dibujar. Así que pensé que estaba bien que tengas tu propio espacio para hacer lo que más te gusta sin que nadie te interrumpa ─se sinceró Hoseok con algo de vergüenza de tener que admitir que estuvo mirando a TaeHyung ─. En lo personal me agrada demasiado que te guste el arte, así que puedes hacerlo cuántas veces desees.

La observación y detalle de Hoseok sobre su gusto por el arte había dejado sorprendido a TaeHyung y hasta callado, sus mejillas se tiñeron de un tenue carmín y los latidos de su corazón seguían intranquilos. La verdad, nunca creyó que su esposo se fijará en lo que hace, mucho menos pensó que le hiciera un bonito detalle.

─Toma esto como mi regalo de bodas para ti ─expandió más sus palabras ante el silencio del omega ─, no quiero que te sientas obligado a dejar lo que te gusta hacer por estar conmigo, puedes hacerlo.

« Gracias por pensar en nosotros, alfa. » Las palabras de su omega interior hicieron sonrojar al ojimiel por lo descarado que era su lado animal por catalogar a Jung Hoseok como "Su alfa" cuando no era así por el momento.

─Muchas gracias por esto, majestad ─TaeHyung agradeció con sinceridad, evitando mirar a su esposo para no viera su sonrisa, fallando en el proceso porque fue vista por el alfa hasta dejarlo sin palabras por lo bonita que era ─, pero no he traído conmigo nada como regalo, lo siento.

Era la primera vez que su esposo sonreía por algo que hiciera o dijera, su corazón se sintió cálido y no pudo evitar sonreír también. Hoseok nunca antes había vivido esa sensación en carne propia, era tan nueva y confusa, pero no le resultaba desagradable, todo lo contrario, le gustaba el nuevo sentimiento y deseaba que no terminará nunca.

─Creo que tenerte a mi lado es más que suficiente.

Tantas emociones y sentimientos nuevos ponían demasiado nervioso a Hoseok. Y mientras el alfa tenía un debate en su cabeza difícil de descifrar, TaeHyung solamente esperaba salir vivo de las garras del enemigo y no morir esa misma noche en manos del rey del imperio oscuro.

Así que para cuando la hora de cenar terminó y llegó la hora de irse a dormir, la tensión en la habitación podía sentirse en el aire. Fácilmente podía ser cortada con un cuchillo y traería destrucción en su paso.

La presencia de Hoseok ─sin portar la pesada y oscura armadura que generalmente solía usar ─, era extraño para TaeHyung. Era la primera vez que veía a su esposo lucir tan casual, que hacía que se sintiera bastante nervioso y su corazón no dejará de revolotear de un lado a otro como una mariposa. De una forma que desconocía, el castaño no lograba describir con palabras lo que estaba sintiendo en ese momento.

« Es tu enemigo » se repetía a sí mismo con enojo « Jung Hoseok es el hombre que te arrebató tu libertad, entiende. Un alfa como él no cambia y seguirá teniendo sed de ambición y poder. Solamente eres su trofeo para presumir en su colección, TaeHyung. No lo olvides. » Odiaba admitirlo, pero Jung Hoseok se le hacía bastante atractivo sin toda esa coraza que solía portar y se odiaba profundamente por pensar eso.

─Es hora.

No habría vuelta atrás, el momento estaba frente a sus ojos. Todo acontecería esa misma noche y no habría vuelta. Esperando lo inevitable, TaeHyung estaba sentado en la orilla de la cama, tentado de querer salir corriendo o arrancarse a llorar.

─L-Lo sé.

Al ver que Hoseok se acercaba, lo único que TaeHyung pudo hacer es cerrar sus ojos con fuerza mientras mordía su labio inferior, sintiendo los latidos de su corazón golpear fuertemente en su pecho, esperando que pasará lo inevitable, pero nunca llegó.

Nada paso.

Ante el tiempo transcurrido y falta de palabras, TaeHyung de nuevo abrió sus ojos ─rodeado de temor e inseguridad por temer estar cantando victoria antes de tiempo ─, pero que al hacerlo, quedó completamente paralizado ante la escena que tenía frente a sus narices.

« Es el indicado. » fueron las palabras de su omega. No podía creer lo que su esposo estaba haciendo en ese momento.

Para disfrazar y engañar a los altos mandos de su primera vez, Hoseok se había hecho una pequeña cortada en su brazo con un pequeño cuchillo, y con su sangre derramada, tiñó ligeramente las sábanas para proteger la pureza de su esposo.

Todos crearían que su noche de bodas sucedió y no podrían cuestionar a TaeHyung sobre su integridad.

─Así no dudarán de ti y de tu valor como omega ─decretó el alfa con seriedad ─, hasta que no estés listo, yo no pienso a tocarte ni un solo cabello, TaeHyung.

La intención de su esposo por cubrirlo esa noche hizo que los bonitos ojos color miel del omega se llenarán de lágrimas y soltará en llanto, agradeciendo a Hoseok todo lo que estaba haciendo por él.

Ambos eran enemigos, se supone que debía haberlo obligado, pero no lo hizo.

Esa primera impresión quedó marcada en el corazón del omega para siempre esa noche, porque si bien la primera noche era la más importante en la vida de un matrimonio, por esa ocasión no tendría que preocuparse sobre lo que tenía que pasar y descansaría mentalmente del largo viaje.

Tal vez esa sería una buena razón para volver a empezar desde cero.

Hasta el momento es el capítulo más largo, quedé seca, pero el Hopev me inspiró a hacerlo más largo.

Vivan los gays, hoy ganamos las flamingas