OO3 ⋮ Resentimiento por el enemigo
- ̗̀ะ໒❫⋮ 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐀𝐍𝐓𝐇𝐈𝐍𝐄
⿻۬︿┊Sacrificio de paz
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Los días parecían haber avanzado demasiado lento y tortuoso para Kim TaeHyung desde que supo que tendría que unir su vida hacía el apodado señor de la guerra y la oscuridad: Jung Hoseok.
Desde que su compromiso fue anunciado hace algunos días atrás, apoyado por los ancianos y el consejo real del castillo, solía tener pesadillas en las cuales era obligado por Jung Hoseok a satisfacer sus deseos sexuales y servir como esposo, pero que al negarse, su vida era arrebatada a manos del mismo demonio y era cuando despertaba del mal sueño.
Es por eso que su piel había perdido color y debajo de sus ojos se hacían notar cada vez más las ojeras, incluso había adelgazado más de la cuenta porque evitaba comer.
─Sonríe mi niño ─Las palabras de su nana hacían que el pecho de TaeHyung doliera más y quisiera ponerse a llorar ─, no me gusta verte así.
Todos sus sueños y anhelos fueron cortados, era como estar muerto en vida y dejarse hacer como sí fuera una muñeca vacía, esperando el día en que tuviera que vivir como prisionero. De niño siempre creyó que se casaría por amor quería casarse con un tirano.
─Es horrible, nana ─sus ojos se llenaron de lágrimas y se mordió el labio inferior para tragar el nudo de su garganta ─, no quiero casarme con ese hombre.
El tan esperado día se hizo presente demasiado rápido de lo que hubiera esperado, en el lapso de espera por su prometido y por mandato de su padre, la vigilancia aumentó con tal de que no se le ocurriera escapar y huir de su destino ya escrito, apagando la única llama de fe y esperanza que había tenido en su corazón, condenando a su corazón morir lentamente en depresión.
El rumor de que tenía sentimientos hacía uno de los magos de la Torre Esmeralda se extendió demasiado rápido en el pasado, por ende sus padres evitaban que se acercará a su único amigo y el único que era capaz de comprenderlo, pues pensaban que era capaz de huir con él y jamás volver. No querían que tuviera mancha alguna antes de conocer a su futuro esposo, debía ser un omega puro y sin mancillar, pero ni siquiera podía llorar en el hombro de su amigo y pedir apoyo de su parte porque no querían que estuviera involucrado con otro alfa que no fuese su marido.
Extrañaba demasiado a Jimin y su personalidad cálida.
─Ojalá pudiera hacer algo más por ti, mi niño.
La mujer puso un broche de orquídea blanca en el cabello del omega, era el emblema del reino y la llevaría con alto hacía el rey oscuro.
─Quisiera que fuera un sueño.
Los sirvientes habían hecho un increíble trabajo en arreglarlo para la ocasión, pero su reflejo en el espejo parecía tan carente de vida que le llenaba de tristeza; Porque ni con todas las joyas, maquillaje y vestimenta fina del mundo podría alegrar la expresión de su rostro.
─Debes portarte bien con él, mi niño ─posó sus manos sobre los hombros del omega ─. Será tu marido y no me gustaría que te pasará algo malo.
─Pero lo odio, nana. Todavía me parece injusto ─expresó ─, me cuesta asimilar que dentro de algunos meses estaré casado con ese tirano.
Dentro de poco tenía que recibir a su prometido y tenía que lucir lo más presentable ante los ojos del alfa para causar agrado y ser tomado como omega ante los ojos de ese hombre, pero no cedería tan fácilmente ante el cortejo de ese hombre. No le importaba ser asesinado por negarse a ceder, con gusto aceptaría morir a manos de Jung Hoseok sí eso le daba la ansiada libertad.
Unos toques a la puerta de su habitación se hicieron escuchar y su nana se acerco para dejar entrar a quienes habían llegado a buscarlo, el corazón de TaeHyung se estrujó aún más de nervios y quiso vomitar.
─Su prometido ha llegado.
En los rostros de los caballeros podía ver tristeza en cuanto a su situación, todos ellos parte de su vida diaria, eran como su familia y comprendían su situación, pero por más que pidiera su ayuda nadie podía salvarlo de la condena a la que había sido vendido.
─Es hora, alteza.
¿Habría manera de escapar?
« Ninguna. » respondió su omega bastante asustado y abrumado de ser obligado a satisfacer las necesidades del alfa « No nos dejarán escapar. »
─Está bien.
TaeHyung caminó hacía la puerta con elegancia, sacando a relucir sus modales digno de un futuro rey, deseando con todo el corazón quedarse para siempre en su habitación y no salir nunca de ella, pero su suplica jamás sería aceptada y en cambio, tendría que compartir habitación a futuro con el alfa que lo marcaría como suyo en los siguientes meses y con el que debía pasar toda su vida.
Estaría marcado por Jung Hoseok hasta el último día de su miserable vida.
Desgraciadamente tenía que engendrar a los hijos de ese demonio y aceptarlos como parte de él y de sus días, pero por más que también fueran sangre suya o se parecieran a él, los aborrecería al igual que su padre por haber arruinado su vida.
La realidad era bastante cruel, pero sería la mayor venganza que TaeHyung efectuaría en contra del enemigo y su último golpe final.
Para ese entonces la lluvia había empezado a descender del cielo, los días anteriores estuvo soleado y agradable, pero ahora estaba bañando con sus lágrimas el castillo de los Kim una vez que Jung Hoseok llegó al reino.
Antes encontrarse con los reyes y reunirse con su futuro esposo, Hoseok disfrutaba de las expresiones en los rostros de los pueblerinos de las tierra de los Kim, se podía presenciar el terror y consternación a causa de la vibra aterradora que todo su escuadrón portaba; sus rostros eran intimidates, ni que decir de la presencia del futuro alfa de la joya del imperio ─que aunque no podían verlo a través del yelmo ─, su aroma les resultaba atemorizante.
En el estaba presente el recordatorio de que perdieron a manos de Jung Hoseok.
Toda esa guerra había durado años, la mayoría del pueblo mantenía ferviente que no existía paz, por eso pedían al cielo y a la luna misericordia para los Kim y su hijo en esta nueva etapa; que el corazón de Jung Hoseok se ablandará y fuera cambiado para que regresará la luz y la prosperidad a todos en los reinos vecinos y empezar a vivir en libertad.
Una vez que fueron recibidos por cortesía de la guardia real y guiados hacía adentro del palacio, los sirvientes evitaban mirar a los recién llegados y seguían en lo suyo, no querían tener problemas.
En compañía de Jung Hoseok iban Kim Namjoon, Jeon Jungkook y Min Yoongi, quienes eran sus más allegados y los que consideraba su familia. Todos eran parte de su vida y gracias a sus capacidades e intelecto superior había llegado tan lejos justo como ahora.
─Su majestad.
El rey Jaewook y su esposa la reina Sungkyung se levantaron de sus asientos e hicieron una reverencia al tener la imponente presencia de Jung Hoseok en el palacio. Los caballeros también se inclinaron ante su presencia y guardaron respeto en todo momento.
─Me alegra volver a verlo, rey Jaewook.
La expresión en el rostro del rey Kim era vacía y de completo cansancio, en su frente se podía leer que estaba agotado y derrotado, parecía un muerto en vida más que humano, su esposa también lucía de esa forma, a diferencia de que su belleza todavía se mantenía presente en su rostro y no pasaba desapercibida por Jungkook que se sentía bastante curioso por los Kim.
─Mi hijo no tardará en venir ─explicó Jaewook secamente, queriendo ser más fuerte y asesinar a ese hombre que se había atrevido a pedir a su bebé, pero estaba vigilado hasta los dientes ─, esperó que pueda ser paciente en esperarlo.
─Con gusto lo haré.
No le importaba esperar una hora con tal de encontrarse con el omega.
Y para cuando el tan ansiado encuentro finalmente tocó a la puerta de Hoseok, la respiración del alfa se entre corto de la impresión.
─Sus majestades, su alteza el príncipe heredero Kim TaeHyung ha llegado.
Una belleza fuera de este mundo, con apariencia de ángel y fino porte al caminar hizo acto de presencia, robando el habla y causando suspiros; Con mirada ojimiel, cabellos castaños y rostro de porcelana, ahora Hoseok entendía porque Kim TaeHyung era considerado “La joya del imperio”.
Se trataba de toda una preciosidad.
Pero a pesar de lucir semejante apariencia hermosa, su mirada se veía triste y vacía, como si fuera un muñeco sin vida, pero de eso no se daba cuenta nadie más que los propios padres del omega, que pedían perdón en todos los sentidos a su hijo.
El omega camino hasta quedar frente a Jung Hoseok e hizo una reverencia, temblando ligeramente al sentir el aroma a tierra mojada y pino del alfa. Extendió su mano, esperando que Hoseok la recibiera, queriendo desaparecer en ese instante. Todos los presentes mantenían la mirada fija en la pareja, la comitiva de Jung, incluyendo su líder, mantenía oculta las sonrisas burlonas de sus rostros por las expresiones que traían los reyes Kim al ver la escena frente a sus ojos.
Presenciar el sufrimiento era el pan de cada día y el manjar más dulce para Hoseok, Namjoon, Jungkook y Yoongi.
─Es un placer conocerle, su majestad.
Hoseok quitó de su mano una de sus guantes de acero de hierro con acabado negro y recibió la suave mano de TaeHyung, acercando a sus labios y besándola por leves segundos antes de retirarla.
─Todo lo contrario ─sus ojos finalmente se conectaron con los del omega y sintió mirar a través de un espejo el alfa del castaño ─, el placer es todo mío, su alteza.
Los pensamientos de TaeHyung eran de completo odio hacía el hombre que besó su mano. Quiso retirarla de una vez por todas, pero sobre sus hombros yacía la carga de que era la única manera en que no serían asesinados. De él dependía la paz de todo un pueblo que tenía fe y esperanzas para poder ser libres.
─Si me lo permiten ─Hoseok se dirigió a los reyes y sonrió con superioridad ─, me gustaría empezar con el cortejo.
La expresión del omega fue de total horror, implorando a sus padres con la mirada que tuvieran misericordia de su situación pero parecían mantenerse firmes en su decisión, más Jaewook no lucía para nada arrepentido.
« Es oficial Kim TaeHyung, no hay vuelta atrás por el momento, estás encadenado a Jung Hoseok para siempre. » se dijo a sí mismo el castaño con tristeza, perdiendo el único brillo de esperanza que había tenido en su mirada.
No había final feliz para él.
Como un perro que no podía quitarse la correa, así sería su caso al lado del rey oscuro. Nadie podría ir a su rescate por más que gritará en pedir ayuda, ninguno quería tentar contra su vida y retar a su futuro esposo.
Lo único que TaeHyung mantenía presente es que le esperaba toda una vida llena de baches con Jung Hoseok.
Y sí bien era incierto lo que podía suceder con su vida ahora en adelante, no tenía miedo de enfrentar sus temores, por eso se había preparado como el mejor de todos.
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