O15 ⋮ En medio de la duda
- ̗̀ะ໒❫⋮ 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐀𝐍𝐓𝐇𝐈𝐍𝐄
⿻۬︿┊Sacrificio de paz
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El tiempo avanzo lento en la vida de Hoseok y Jungkook. El dolor y la tristeza era demasiada en su pequeño hogar, tanto que inclusive su tutor solía llorar todas las noches por Kwon Eunbi, rogando a los cielos que ella pudiera estar bien y regresará con bien a su hogar.
Los meses pasaron hasta convertirse en un año.
Por más que escribieran cartas a madre en los meses siguientes, nunca obtuvieron respuestas de vuelta por parte de ella. Parecía que se hubiera esfumado con el viento o que nunca existió y se trato de una simple ilusión. Tantas preguntas rondaban en sus pensamientos, que ni siquiera su tutor podía saber del paradero de su madre con magia y también se le veía mal, pero se esforzaba por ellos, trabajando para proveer de alimentos todos los días, sin excepciones. Claro, eso nunca quitaría que los tres estaban sufriendo la ausencia de Eunbi en sus vidas. Dos niños que esperaban a su madre y un hombre que anhelaba que el amor de su vida regresará con vida.
La tristeza empezó afectar notablemente la vida diaria de Hoseok. Sus trece años estaban llegado de la manera más tortuosa, que al final del día, con la llegada de la noche, siempre se ponía a llorar, pero que al llegar la mañana, se disponía a recomponerse y leer todos los libros que dejó su madre y practicar hasta que sintiera que sus dedos sangraban de tanta magia ejercida por el mana que fluía de su cuerpo. Sin embargo, no mostraba esos conocimientos a nadie y prefería pasar desapercibido como un humano común sin hacerle ver a otros todos los conocimientos que su madre habia dejado para Jungkook y él.
Su rendimiento en el palacio con los caballeros había bajado parcialmente y las constantes burlas hacía su sueño de pertenecer a ser como uno ellos aumento de gran manera, hasta el punto de llegar al desprecio. La mayoría solía mirarlo como si fuera una basura y que su presencia en ese lugar estaba de más. Todos hacían verle que no pertenecía allí y debía renunciar a ese sueño que tenía. Lo más doloroso fue todo esto empezó con palabras, algo leve como solían llamarlo, pero después pasó a "bromas" pesadas hasta llegar al punto del maltrato psicológico y físico. Lo difícil para Hoseok fue que nadie hacía o decía nada porque se tenía claro y presente que los caballeros del palacio eran la máxima autoridad seguida del rey en el palacio y que todas sus acciones siempre estarían justificadas.
Todo había seguido ese círculo tóxico interminable, hasta que ese horrible día llegó, empezando desde un principio a ser todo mal.
La mayoría lo había mandado a limpiar los establos, con la excusa de que después sería anexado en el entrenamiento como todos los demás, y como todo niño inocente que todavía era, Hoseok les creyó. Confío en ellos. No obstante, entendió que se trataba de una broma, así que como supo de su engaño, los enfrentó, pero fue bañado con agua fría y empujado entre algunos para deleite de su diversión hasta llegar a golpearlo, haciendo que cayera al suelo y se abriera cerca de la ceja, suficiente para que la sangre cayera en su frente. Su pierna y su brazo terminaron lastimados con los golpes que le dieron por contestar, provocando que su piel tuviera un sangrado que desato risas en los demás como si fuera un entretenimiento para ellos lo que le sucedía. Jamás habían llegado al punto de golpearlo tan agresivo, fue la primera vez que cruzaban la línea a esa magnitud.
Su pierna dolía horrible, no podía levantarse porque no se lo permitía y tenía que seguir soportando las carcajadas que retumbaban en su cabeza sobre su situación. Todo esto era bastante horrible y traumático. Su cumpleaños, su día especial estaba siendo una pesadilla sin la presencia de su familia en un lugar desconocido.
─ ¡Ayuda, ayuda por favor!
Por más que imploraba misericordia de alguien, ninguno de los que por ahí pasaban parecía estar interesado en ayudarlo, simplemente pasaban de largo mientras todos esos hombres se deleitaban en su sufrir.
¿Acaso debía seguir soportando esa humillación?
Había soportado comentarios horribles día tras día sobre su sueño de querer ser uno de ellos. Estuvo por tanto tiempo aguantando las constantes "bromas" pesadas de los demás y callando cuando ellas se pasaban hasta el punto de lastimarlo físicamente con golpes. Estuvo aguantando demasiado porque hizo una promesa para sí mismo en la que sería el sustento de su familia, que sacaría adelante a Jungkook y Eunbi de esa vida. Nunca se quejó de lo que le pasaba porque creía que su sueño de ser un caballero debía tener que tener sacrificios y por eso tenía que seguir aguantando esos malos tratos, pero había llegado a su límite y no quería seguir en ese lugar.
Odiaba cada parte del reino Sonnenlicht. Si los Kim no se inmutaban de lo que hacía su gente con los inocentes, querría decir que ellos también eran horribles personas.
─ ¡Malditos sean todos! ─gritó Hoseok con todas sus fuerzas, tratando de levantarse del suelo pero su cuerpo ardía horrible ─, ¡Los odio con todo mi corazón!
Ahí mismo todos se dieron cuenta de algo: Ese jovencito era un alfa y recién estaba teniendo su despertar. Su voz de mando, potente y cruda hizo estremecer a la mayoría hasta el punto de dejarlos sin palabras y con la boca abierta. A pesar de ser joven, sí entrenará lo suficiente podría tener una capacidad como para arrasar con un ejercicio por si solo. Un elemento así podría ser de ayuda en servicio al palacio, en tal caso de que fuera utilizado para el mal, podría ser devastador.
Sacando fuerzas de quien sabe dónde, Hoseok logró levantarse y correr lejos de ahí, buscando cualquier rincón del palacio para esconderse de los 'honorables' caballeros y después buscar la manera de huir. Estuvo soportando tanto con la ilusión de ser reconocido, ¿Y todo para qué? Para que al final, solamente lo usarán como juguete de entretenimiento, sin tener la intención de hacerlo que se uniera a ellos.
Ante la ausencia de Hoseok, la mayoría de los adultos se quedó con la última mirada que les dirigió ese niño, fría y carente de emociones, para después perderse en el paisaje. Ni siquiera hicieron por buscarlo, simplemente lo dejaron irse porque sabía que volvería. Un sin fin de preguntas circularon por sus pensamientos, entre ellos: ¿De dónde carajo habría salido ese mocoso? Era la primera vez que le tomaban importancia como debía haber sido desde un principio.
Por lo visto, parecía ser un Smaragd, un alfa sangre pura escarlata y ni siquiera se ha dado cuenta de ese importante detalle, mucho menos del poder que su voz de mando podría llegar a desarrollar sí llegaba a ser perfeccionado. Ese tipo de alfas eran considerados una máquina de matar. Los únicos que contaban con ese tipo sangre se supone que pertenecía a los grandes líderes sanguinarios de linaje del terror. Se sabía que uno de ellos era el actual monarca del imperio Hölle, un alfa sanguinario con hambre de riqueza y de poder, entonces, siendo el único con ese tipo de sangre, ¿Jung Hoseok tendría algún tipo relación con él? Porque era demasiado extraño, tampoco no creían que Hoseok estuviera conciente del poder que poseía en sus manos. Alguien así representaba un peligro y amenaza para el reino, hasta el punto de la devastación.
Débilmente sus piernas se dejaron caer en el suelo, escondido en los jardines del palacio, detrás de un arbusto, esperando que el dolor muscular bajará y le permitiera sanar sus heridas con su propia ropa. Estaba cansado y hambriento. Quería que su madre viniera a su rescate y lo llevará a casa, diciendo que no tuvo la culpa de nada y que todo estaría bien, que aún podía llegar a ser un héroe que ayudaba a los demás y que su sueño tenía esperanza.
El sueño llegó a su cuerpo con el pasar de los minutos, pero antes de que pudiera cerrar los ojos y caer desmayado por el dolor, Hoseok se encontró con un par de bonitos ojos color miel que lo miraban con curiosidad. El dueño de esa mirada se trataba de un niño de cabellos un poco largos y de color castaño, sus vestiduras combinaban entre el blanco y dorado, bonito rostro y con un tierno rubor en sus mejillas. Parecía un ángel, lástima que alguien tan bonito y delicado tuviera una expresión de terror en su rostro por haberlo encontrado así.
En todos sus años de vida, Hoseok nunca había visto alguien con una belleza igual, parecía una preciosa y delicada flor en medio de una extenso desierto.
─ ¡Estás herido!
Hoseok no tuvo fuerzas para responder ante esas palabras, su garganta se sentía adolorida por haberla desgarrado gritando lo más que sus pulmones se lo permitieron antes de huir. La desesperación de ser atormentado por tanto tiempo lo había orillado hasta el punto de quiebre, no fue su culpa, solo quiso escapar.
─Espera aquí, ahora regreso.
Solamente tenía visibilidad con un ojo, el otro estaba golpeado y la sangre impedía que lo abriera, tampoco es como si no pudiera moverse, por más que quisiera, su cuerpo no respondía a su llamado y el sueño estaba ganando terreno. Antes de que pudiera caer desmayado del dolor, pudo ver como ese niño se iba corriendo y se perdía de su vista. Lo más probable fuera que se asustó por su culpa y huyó por el miedo. Si de eso se trataba, no lo culpaba si mandaba a pedir que lo sacarán a patadas de ahí, su presencia ensuciaba un lugar tan limpio y hermoso. Igual, no es como si debía tomarle tanta importancia, seguro este niño nunca había visto alguien malherido en su vida.
Hoseok cerró los ojos por un instante, hasta que fue imposible abrirlos, quedando estancado en el mundo de los sueños.
El tiempo transcurrió y la tarde llegó al palacio.
Por un repentino ardor en su piel, hizo que Hoseok abriera las ojos abruptamente, volviendo a encontrarse con el rostro del mismo niño de antes, pero que ahora estaba tomando su brazo mientras intentaba vendarlo. Obviamente el resultado no estaba quedando del todo perfecto, porque seguía siendo un niño el que intentaba hacer el trabajo de un adulto, pero al menos las vendas se mantienen firme y la sangre que estuvo antes ya no se encontraba ahí. Igualmente el dolor era menos.
─Despertaste.
¿Acaso había muerto y ese niño era un ángel que lo vino a buscar para llevarlo al cielo?
Ese tonto e infantil pensamiento lo remplazo al notar que seguía vistiendo las mismas prendas llenas de sangre seca. Nada había cambiado. A diferencia de su ropa sucia y vieja, ese niño vestía bastante fino y elegante, podía llegar a creer que se trataba de un noble, pero descartaba la idea debido a que todos ellos eran malos y nunca ayudarían a alguien como él.
─Al principio me asusté cuando te ví, nunca había visto alguien lleno de sangre, no sabía qué hacer cuando me fuí, pero después recordé que mi nana dice que debo ayudar a los demás, ¡Y yo soy un niño obediente! ─empezó a contar el pequeño castañito con naturalidad, poniendo una especie de pomada en la herida mientras sacaba un quejido a Hoseok ─. Así que fuí rápido a dónde los magos y les pedí que me dieran algo para frenar el sangrado y curar heridas. Tuve que mentir diciendo que Jimin se había caído y lastimado, solo espero que no aparezca pronto donde están ellos y se den cuenta que he mentido, ¡Nunca lo he hecho! Podría ser regañado pero era necesario, no podía dejarte aquí solo.
A pesar de ser un extraño y haber tenido miedo desde un principio, la forma en la que ese niño hablaba con él, como sí fueran amigos de toda la vida en total confianza, hizo que Hoseok sintiera una extrema confianza que nunca tuvo con alguien desconocido. Es la primera vez que alguien extraño, a excepción de su familia, transmitía ese algo especial en él.
─Gracias por ayudarme.
Con gran esfuerzo y ardor, Hoseok se apresuró en agradecer a su salvador desde el fondo de su corazón. Desconocía la identidad de ese niño, pero al menos no lo había ignorado su presencia como hicieron todos los demás en el palacio.
─Si te preguntas porque sé hacer esto, es porque mi nana me ha enseñado para que yo pueda hacerlo solito cuando ella no esté ─empezó a contar el castañito con total confianza ─. Estoy seguro que Jimin te hubiera curado rápido, él sabe usar magia. Yo todavía no sé cómo y tampoco puedo dominar el mana, pero créeme que cuando sea grande y nos volvamos a ver, estoy seguro que que curaré mejor.
Al terminar de curar su pierna, el pequeño de ojimiel posó su mirada en la cabeza herida de la ceja, para después envolver torpemente una venda alrededor de la cabeza herida de Hoseok, mientras cantaba armoniosamente una melodía desconocida, pero que calmaba los nervios de Hoseok e incrementaba su confianza.
Una vez terminada su gran azaña, el pequeño observó su obra maestra con una sonrisa, sin pensar que esa sonrisa, llena de luz y esperanza, llegaría como el rocío de la mañana en un día de primavera la vida de Hoseok, quedando grabada para siempre en lo más profundo de su corazón, despertando un sentimiento cálido en su pecho, parecido al mismo que transmitió Kwon Eunbi cuando apareció en su vida.
─ ¡Ya está listo! ¡Estás curado! ─el pequeño se levantó rápido y poso su manos en su cintura, sacando una débil sonrisa en Hoseok por lo tierno que era ─. Estoy feliz, ¿Sabías que jamás había curado a alguien? Ni siquiera a Jimin que es mi mejor amigo, eres mi primer paciente.
En lo poco o mucho que hizo ese niño, haberle echado esas extrañas y caras pomadas sí alivio demasiado las heridas y los golpes que recibió por esos hombres. Hubiera querido hablar más con ese niño, preguntarle su nombre o algo más, pero antes de que pudiera agradecerle por haberlo ayudado, una tercera voz se hizo presente en compañía de otra.
─ ¡Joven príncipe! ¡¿Dónde está?!
Un príncipe no era cualquier persona, se trataba de alguien demasiado superior a él, incluso más que los caballeros que le hicieron daño. Es más que notorio que Hoseok no entraba en el mismo círculo social de alguien de la realeza, nunca lo estaría.
─ ¡Príncipe Taehyung! ¡¿Dónde está?!
Ahora es cuando entendía el por qué ese niño estaba bien vestido y poseía una insignia en su ropa. Hoseok recuerda que solo los nobles eran los únicos que solían portar ese tipo de accesorios. Claramente esa era su señal para que no pensará en buscar una amistad con ese niño y que estaba mejor lejos de su vida. Aunque tampoco entendía porque lo tomaba tan personal, no es como si se fueran volver a ver, ¿Verdad? Lo que pasó ahí en ese lugar, allí se quedaría y no volvería a ocurrir nunca, lastimosamente.
─Oh no, vienen para acá.
Hoseok pudo ser testigo como el rostro del príncipe Taehyung cambio de felicidad a sorpresa, para después colocar un dedo en sus labios en señal de que guardará silencio, cosa que obedeció sin chistar. Bueno, tampoco es como si pudiera seguir una conversación, su garganta estaba destruida y formular palabras resultaba ser una pesadilla.
─Tengo que irme, primer paciente ─explicó el príncipe con desesperación, temiendo de que su nana y su guardaespaldas pudieran encontrarlo ─, es la hora del baño y no quiero que me lleven.
La mirada de Hoseok fue cálida, queriendo reír por lo tierno que se veía ese principito de nombre Taehyung y lo agradecido que estaba con él, pero no podía faltar al respeto a un miembro de la familia real de esa manera, cuando ni siquiera son cercanos y era un don nadie, sin embargo, las palabras su corazón sintió por Taehyung salieron sin pensar de su boca.
─Muchas gracias, ángel.
Al darse cuenta de lo que dijo, un sonrojó adorno el rostro de Hoseok y no era el único, las mejillas de Taehyung estaban iguales. Ambos se miraron sin decir nada, hasta que el príncipe mostró una enorme sonrisa.
─Ángel suena lindo, nunca nadie me había dicho así ─admitió Taehyung con asombro e inocencia ─, eres el primero en hacerlo y me gusta, muchas gracias.
Hoseok estaba avergonzado por lo que hizo y agradeció que el príncipe no estuviera molesto con él, sabiendo de antemano que lo faltó al respeto y podía ser colgado vivo. Haber utilizado el término ángel sintió que fue demasiado confianzudo para alguien de su nivel, merecía ser castigado.
Antes de volviera de que Hoseok de nuevo tuviera que esforzarse para decir algo más y arreglar su error, Taehyung se adelantó en hechos y plantó un cálido beso en su mejilla.
─Mi nana siempre me da un besito cuando me lastimo, así te sentirás mejor─explicó como si fuera un sabio ─, esperó que te mejores, nos vemos pronto.
Sin esperar respuesta por parte de Hoseok, Kim Taehyung simplemente tomó sus cosas y se fue corriendo, lo más veloz que sus cortas piernas de casi seis años se lo permitían, dejando solo y paralizado a un Hoseok de trece años recién cumplidos, con un torbellino de sentimientos encontrados en su pecho. El despertar de su lobo había sido acelerado, no fue algo que hubiera planeado con anticipación, pero al pertenecer a un linaje puro y difícilmente de encontrar, su alfa interior no formuló con palabras, pero mostró gran interés en ese príncipe, más de lo que hubiera sabido en ese momento.
¿Qué había sido todo eso?
Trataba de procesar que un príncipe lo había curado mientras intentaba levantarse del suelo, para después empezar a caminar a su ritmo de regreso a su hogar, con un sin fin de preguntas en sí cabeza.
¿Acaso su madre había enviado a un ángel en representación suya?
Hoseok quiso creer que ella, de alguna forma u otra, mandó a Taehyung para salvarlo del abismo al que fue tirado, es una lastima que no pudo hablar y su garganta fuera impedimento para que se presentará.
Aunque había algo que no entendía, ¿Por qué se molestaba en querer cercanía con un noble que jamás volvería a ver? Dudaba que pudiera encontrarse de nuevo con ese príncipe, porque no regresaría a ese lugar. Lo único bueno de la situación es que ese infierno no fue del todo malo, pues un ángel vino a salvarlo.
Pese que Hoseok pensó que ese día no había sido tan malo y que todo mejoraría sí buscaba otro trabajo, no fue así, todo lo contrario. Con la llegada del anochecer mientras volvía a su hogar, se encontró con una escena que se quedaría marcada en su vida.
...
La temporada de lluvia estuvo prolongada por bastante tiempo en Dunkelheit, hasta que después de tanto tiempo, el sol salió y los días se pintaron de luz y calidez.
Aquellas tortuosas palabras de la boca de Taehyung, con ese “Déjame pensarlo con más tiempo y cuando tenga claro mis sentimientos, te daré una respuesta concreta. Hasta entonces, por favor permíteme conocer primero mi corazón para darte una respuesta.” aún seguía estancado en sus pensamientos, repitiéndose una y otra vez como una tortura lenta y dolorosa.
Su mente había creado una lista mental de todos los "por qué" sería rechazado, haciendo que sus noches se sintieran largas y que dormir pareciera peor un desafío en medio del campo de batalla. Tenía años de no recordar ese caos de sensaciones que tomaban control de su mente. Ante toda esta situación, Jung Hoseok no dejaba de atormentarse de que había arruinado todo antes de que empezará algo entre los dos. Se torturaba con la idea de que no debió adelantarse a lo poco que tenía y que debió continuar con normalidad hasta que la oportunidad hubiera llegado.
─Pienso que debe ser positivo, mi señor ─trataba de aconsejar Siwon, uno de los pocos que estaba al tanto de la situación luego de que su rey se lo explicará ─, no puede torturarse de algo que todavía no sabe la respuesta.
La última vez que Jung Hoseok se vió tan ansioso y desesperado por obtener una respuesta, fue cuando escribía cartas en compañía de Jungkook para enviárselas a su madre Eunbi. El nunca recibir una repuesta de parte de ella fue demasiado doloroso, ocasionó que se volviera impaciente y que pensará en que habían sido abandonados de nuevo peor que un perro.
─Creo que la diferencia de edad es bastante notoria entre los dos, Siwon. Seguramente ese sea el problema y ahora se siente incómodo conmigo.
A pesar de estar lleno de trabajos pendientes y tareas por hacer, sus pensamientos no dejaban de reproducir ese momento. Ver a Taehyung actuar con calma y normalidad no lo hacía sentir mejor, el diálogo disminuyo un poco; estar en la misma habitación para Hoseok era algo incómodo y tampoco sabía qué hacer para no sentirse extraño con toda esa situación. Solo la luna sabía cuánto deseaba tener más cercanía con su esposo como para que se contarán de sus vidas, de su día a día y que tuvieran la confianza entre si para confiar uno del otro como compañeros de vida. Anhelaba tener mucho más contacto entre los dos como pareja normal lo tendría. Quería que su hijo naciera en un ambiente rodeado de calor familiar, aquel que nunca tuvo y se le fue privado en el pasado.
─Si no mal recuerdo, su majestad Taehyung cumplirá 23 este año, ¿No es así? ─preguntó Choi a su rey, recibiendo un asentimiento de su parte bastante rápido ─, no veo nada de malo, es un adulto y sabe tomar sus propias decisiones, no ha hecho algo malo. Y sí en algo me permite opinar, usted no aparenta tener 30 años, mi señor.
─Pero sigue siendo más joven que yo, Siwon ─removió sus cabellos en desespero ─, seguro debí asustarlo con mi propuesta.
─ ¿Por qué lo piensa así, mi señor?
─Todos me tienen miedo, Taehyung tampoco es excepción y lo entiendo, no es fácil lidiar con una reputación como la mía, es solo que, me gustaría construir una familia con él a mi lado, Siwon ─Hoseok removió sus cabellos con desespero, frustrado y molesto consigo mismo por creer haber arruinado la única oportunidad que tenía para llegar al corazón de su esposo ─, ¿Será que estoy siendo egoísta? ¿O estoy apresurando las cosas? Tal vez, debería concederle su libertad y hacer que regrese a su hogar.
─Se arrepentirá sí hace eso, mi señor. No olvide que en su vientre lleva a su hijo y al príncipe o princesa de este reino. Este tema no puede ser tomado a la ligera. Hay un hijo y una marca de por medio.
Puede que un hijo los uniera por ahora, pero Jung sabía que no sería para siempre, al menos, Hoseok estaba consciente de que Taehyung podría estar ausente porque seguía esperando el momento de dar a luz e irse del palacio. En el pacto de sangre que hicieron, esos fueron los dos únicos requisitos para tener la libertad y con ello, seguramente esa respuesta suya fue una excusa para rechazarlo de forma sutil.
─No lo quiero presionar, pero tampoco sé que hacer sí me ignora o se aleja ─Jung suspiró pesadamente y se acercó a la ventana, observando a su esposo a la distancia, brillando y dirigiendo a los demás con gran entusiasmo ─, me siento como un barco en medio de la nada, sin un faro para que lo guíe de vuelta a casa, esto es nuevo para mí, Siwon. Me sobrepasa. Va demasiado lejos de mis capacidades y creo que sí sigamos así, va a empeorar, llevamos casi un mes así.
Por más sorprendente que resultará, Hoseok admiraba la manera en que Taehyung se había comprometido con el reino desde que llegó al palacio. Ni siquiera su embarazo de casi dos meses parecía ser un impedimento para que pudiera continuar sus responsabilidades como rey. Y aunque su vientre todavía no se veía tan abultado, algunos omegas solían retirarse de sus deberes reales desde que entraban en cinta, alejándose de todo tipo de estrés o responsabilidad, pero este no era el caso de Taehyung, se notaba que amaba ser rey.
Al menos de esa forma podía percibirlo Hoseok, en este instante veía a Taehyung bastante animado y sonriente mientras seguía administrando los suministros que llegaban al palacio y saludaba a todos los presentes con alegría y gracia. Alguien con esa finura era su esposo, bastante imposible de creer, pero era real. Lo hacía feliz verlo tan radiante. Amaba esa faceta de su esposo, de cierta forma alimentaba su ilusión de que seguramente también le gustaba estar en el reino y no se sentía incómodo con ellos.
Aquella flor que lo salvó dos veces de querer dejar de existir, ahora estaba a su lado, reinando a su lado mientras seguía brillando como el rocío de la lluvia al contacto con el sol.
─Creo que debería acercarse a su esposo, salir con él, tal vez así pueda contarle a su majestad Taehyung de todo lo que hizo su padre y los demás soberanos de los otros reinos ─aconsejó Siwon, tratando de conseguir ayudar a su rey ─, así no podrá juzgarlo por haberlo traído aquí en primer lugar, estoy seguro que lo entendería.
─Todavía hay tanto que debo pagar ─Hoseok suspiro pesadamente, desviando su mirada de nuevo hacía Siwon y continuar con lo que estaban, sin inmutarse de que Taehyung sí lo había visto ─. Quiero darle lo mejor antes que algo malo pueda pasar a futuro, estoy seguro de que cuidarán perfectamente del reino.
Jung Hoseok sabía que, tarde o temprano, el diamante Hope podría llevarse su vida en cualquier instante. Nadie daba algo a cambio de nada, ese fue el trato que hizo desde un principio para tener el poder que tenía. Nunca sabía que podía pasar, así que por eso deseaba dejar bien cimentado a su esposo y futuro hijo en su propio hogar, donde nadie les pudiera hacer daño y que jamás tuvieran que pasar por hambre como lo hizo con su hermano en su niñez. Solamente así podría sentirse tranquilo.
─Todavía creo que hay esperanza para poder romper la maldición, mi señor, pero pienso que se ha resignando tanto a la idea de morir, que nunca le ha tomado importancia.
─ ¿Lo creés así? Vaya rey patético que soy ─Hoseok se rió de si mismo, pensando que fue demasiado patético por haber vendido su alma en el pasado ─. Supongo que necesito un motivo más fuerte si quiero luchar por mi vida contra algo tan grande y poderoso.
─Ya los tiene, mi rey.
El alfa mayor hizo énfasis en Taehyung y el bebé en camino. Por tantos años, Siwon fue testigo de los procesos en los que tuvo que pasar Hoseok para llegar a dónde estaba. Fue un camino largo, el infierno no se comparaba a todo lo que sus ojos tuvieron que presenciar, pero al menos, después de todo ese proceso tormentoso, existía una luz que llegó como bendición a este reino. Alguien como Kim Taehyung debía ser la llave para romper el lazo que unía a Jung Hoseok de algo tan poderoso y peligroso.
─Buena observación, Siwon.
En estos momentos era cuando deseaba tanto tener la presencia de Eunbi en su vida. Si ella estuviera aquí, sin duda le habría aconsejado qué hacer o que decisión tomar, pero ella ya no estaba a su lado y nunca lo estaría, pues por culpa del egoísmo de las cabezas principales de los siete reinos, fue que la perdió para siempre.
Su sed de venganza estaba justificada, no era el villano del que todos solían contar y señalar con facilidad, esos hipócritas no eran tan inocentes como todos creían, ninguno de ellos estaba libre de culpa y también estaban llenos de sangre cómo él.
Nadie estaba libre de pecado.
• • •
Odiaba esto, realmente lo hacía con todas sus fuerzas.
¿Por qué rayos tenían que escalar a la montaña más fría para obtener un extraño material que fácilmente podía ser encontrado en un lugar más cálido?
A estás alturas de la vida, Park Jimin no entendía porque estaba siendo llevado obligatoriamente hacía una misión a las afueras del reino, mientras acompañaba a Min Yoongi detrás como si fuera un guardaespaldas. Ni siquiera tenía la fuerza de un guerrero. A veces, pensaba que ese Yoongi lo hacía a propósito con tal de mantenerlo como un esclavo.
Aún se preguntaba cómo es que había llegado a este punto sin retorno y porqué la vida parecía estar empeñada a que por ningún motivo se acercará a Taehyung. Cada que buscaba la forma de poder acercarse hacía él, aparecía Min Yoongi y se lo llevaba a otro lado con tal de que no pudiera cruzar palabras con su mejor amigo. Detestaba tener que hacer tareas de las que un mago no tenía que hacer. Seguía preguntándose por qué razón ese feo omega parecía tan empeñado con mantenerlo lejos de Taehyung. Una parte suya creía que se trataba porque sabía de sus sentimientos y no quería que su rey tuviera un mal día por causa suya, pero otra decía que seguramente esto solo era cosa de Min Yoongi que buscaba alguna forma de torturarlo.
A pesar de odiar toda esta situación, soportaba cada humillación de ese omega con carácter horrible con tal de no levantar sospechas de que seguía intentando crear algún método que pudiera romper la barrera de protección que Jung tenía ejercida en todo el reino.
Lograr burlar algo de tal magnitud era bastante temerario y hasta podía ser descrito como suicida, pero no le importaría dar su vida con tal de que su amado pudiera ser libre y salir de ese infierno al que tuvo que ser obligado por culpa de la guerra.
Odiaba que por su ineptitud, Taehyung estuviera marcado y embarazado sin su consentimiento. Su corazón dolía que ese lazo y ese hijo eran de un hombre que obtuvo todo a la fuerza y a manos llenas, cuando por su parte siempre ha estado esperando en silencio por una pequeña oportunidad.
Su mente seguía repitiendo una y otra vez que sí hubiera sido mucho más fuerte y poderoso, habría podido proteger a Taehyung de alguien como Jung Hoseok. Debía apresurar el ritmo del portal antes de que pudieran ser descubiertos.
─Camina, basura.
De nuevo iban los insultos hacía su personal. Estos meses de constante tortura solo hacían que se sintiera cada vez más molesto. Estaba llegando al punto de buscar la manera de huir y no seguir soportando el carácter de un omega grosero. A unos cuántos metros estaba lo que parecía ser una cabaña deshabitada, no estaría mal encerrarse allí y dejar a Min Yoongi con el frío.
─Estoy caminando lo más que puedo ─Jimin se quejó, tratando de darse calor en su manos mientras temblaba de frío ─, no es mi culpa que el clima este horrible y el viento me impida avanzar.
Habían dejado los caballos en el pueblo y debían llegar a la punta de la montaña, era mucho que sus piernas se mantuvieran de pie luego de que un día antes, Min Yoongi lo estuviera persiguiendo por más de tres horas con su caballo, con la excusa de que no quería que su juguete fuera solo de adorno. Estuvo corriendo todo ese tiempo, huyendo del demonio que lo mantenía atormentado, con tal de salvar su vida.
─ ¿Acaso eres un alfa? Eres demasiado débil, no soportas nada ─Yoongi alegó con desprecio, tratando de ignorar la inconformidad que sentía su lado animal con sus acciones ─, el clima ni siquiera es el problema, eres tú el que no sirve.
No había otra forma en la que pudiera descargar su furia, que insultar y atormentar a Park Jimin. Estaba sexualmente frustrado y su paciencia había llegado a un límite. Odiaba que por culpa de este intento de mago, su lobo estuviera reacio al contacto con otros alfas.
─ ¿Por qué eres tan cruel conmigo?
─ ¿Piensas que malgastaria mi tiempo contigo? No te equivoques, no eres especial.
─Me tratas peor que a los demás, no hice nada para que sea malo conmigo, Sir. Min ─reclamó con cansancio, tratando de tener cordura en esta situación ─. Tampoco es mi culpa que sea enfermizo, ¡Yo no pedí nacer así! ¿Acaso eso es malo?
─Entonces simplemente pudiste no haber nacido y listo, no tuvieras que pasar por esto, idiota.
Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas y llanto quedó ahogado en su garganta ante las frías palabras del omega, ¿Acaso merecía tal humillación? El tema de su nacimiento era una herida que aún seguía doliendo en su corazón y que posiblemente nunca sanaría. Antes de llegar al palacio, vivió una infancia bastante espantosa tras haber quedado huérfano a temprana edad y tener que sobrevivir en medio de un pueblo egoísta, fue horrible.
─ ¿Creés que yo pedí nacer?
Al vivir en las calles siendo un niño, lo único que podías hacer es sobrevivir robando la comida de otros, mientras se refugiaba durmiendo en una casa abandonada que se convirtió en su hogar. Aún recuerda el momento qué fue salvado de ese infierno, había pasado días sin comer y su estómago vacío empezaba a surtir efectos en él. Y cuando el gran día llegó, Jimin se acercó rápido a la panadería, tomó dos panes en sus manos y salió corriendo sin mirar atrás, corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitían, no contando que dos hombres lo siguieron.
Jimin recuerda que lo golpearon tanto, que lo dejaron sin la posibilidad de moverse. Si no hubiera sido por la reina que por allí pasaba en el carruaje, seguramente su final habría sido horrendo. No habría tenido salvación. Lo bueno que hubo un final feliz, pues al llegar al palacio, fue recibido por el líder de los magos de la torre, el viejo Park. A pesar de que muchos solían tenerle miedo y respeto por sus grandes conocimientos en la magia, con Jimin fue un poco más flexible hasta el punto que le dió su apellido y también se convirtió en su mentor.
─No necesito escuchar tus quejas, venimos a trabajar y sí eso no puedes hacer bien, entonces no sirves.
En verdad Jimin no lo entendía, por más que intentaba entender a Min Yoongi y su forma de ser, no podía. Lo peor es que odiaba que su alfa por alguna extraña razón se mostrará calmado ante esta situación, como sí de cierta forma le gustará la atención de ese horrible omega.
─Pudiste haber traído a alguien más si te iba a causar problemas, pero decidiste llevarme a mí, ─Jimin se defendió, tomando valor de golpe, no importando que Min Yoongi pudiera después molerlo a golpes sin algún tipo de piedad ─, ¿Por qué me estás reclamando ahora? Solo soy un mago, mi trabajo es ser de utilidad en la magia, no ser un explorador.
Yoongi se enfureció ante la forma en que ese alfa se defendía. Odiaba absolutamente todo de la existencia Park Jimin. Desde la cabeza hasta la punta de sus pies. No le gustaba para nada la sonrisa y mirada que le dirigía a su majestad Taehyung cuando lo veía, ¿Acaso no sé daba cuenta que nunca tendría una oportunidad con un omega marcado? Pues Jimin no y parecía ser el único que no lo entendía.
─Eres mi propiedad, no tienes voz ni voto conmigo, mago de cuarta ─bramó Yoongi con frialdad, dando una última mirada al rubio y después siguiendo su camino ─. Debíamos haber regresado desde hace horas, pero por tu maldita lentitud tenemos horas en esta misión.
A pesar de jugar con fuego, queriendo comprobar que podía estar junto a ese alfa, sin tener algún tipo de efecto en él, no fue posible, puesto que Yoongi sentía que su lobo estaba tan necesitado de la atención de ese alfa mediocre y por eso seguía tentando su cordura con insultos. Detestaba está situación, su vida había estado demasiado bien antes de que Park Jimin llegará a su vida, ¿Por qué ahora sentía la fuerte necesidad de tener su atención aunque fuera peleando? Lo único que tenía claro es que odiaba sentirse tan enojado con la idea de que otro omega tuviera la atención de Park Jimin, sin embargo tampoco comprendía porque su corazón latía demasiado rápido en ese momento.
─ ¿Pero es que de quién fue la culpa? ─Ok, Jimin sentía que estaba cruzando la línea entre su "amo", pero no le importaba, su prioridad siempre sería Kim Taehyung, ningún otro más ─. Aparte de que la nieve sea demasiada y no nos deja avanzar mucho, ayer me estuviste persiguiendo por más de tres horas mientras montabas a caballo, ¿Cómo quieres que sea rápido? ¡Me duele todo el cuerpo por correr sin parar!
La resistencia de Jimin no era demasiada, nunca fue alguien que amará hacer deporte y por eso prefirió la magia antes de estar como parte de los caballeros del palacio, no obstante, su defensa era a través de la magia.
─Solo eres un juguete que fue dado para mí, solo calla y obedece. No eres la gran cosa y nunca lo serás ─sentenció Yoongi sin prestarle atención al rubio ─, así que no te quejes de lo que haga o no contigo, no tienes voz aquí. Ya di una orden, avanza.
No quería mirar atrás, sabía que si lo hacía, podría ceder a sus instintos primitivos y no sé podía permitir caer en ellos por alguien que estaba seguro podría traicionarlos.
─ ¿Cuál es tu problema conmigo?
Jimin se detuvo y tomó del brazo al omega, obligando que se detuviera y lo mirará. Estaba cansado. Irritado sería la palabra exacta, ya no quería seguir aguantando el horrible carácter de Min Yoongi en todo lo que restaba del viaje. Tenía el presentimiento de que ese omega tenía algo demasiado personal con él.
─Ninguno, simplemente me causa gracia como es que sigues arrastrándote como un perro por un amo al que no le interesas.
Yoongi odiaba que el agarre del alfa causará estragos en todo su sistema y nublará parte de sus sentidos. Su mente era un caos en ese instante y detestaba que su omega pareciera estar encantado que alguien como Park Jimin, hiciera contacto físico con él. Aunque la idea de que existiera otro omega en su corazón también lo ponía bastante intenso.
─ Maldita sea, ya me tienes harto ─Jimin tomó a Yoongi del cuello de su abrigo y lo pegó al árbol más cercano, dejando que un poco de nieve les cayera encima ─, ¿Hasta cuándo piensas seguir con todo esto?
Yoongi se burló del intento de amenaza del contrario. Ha peleado con demonios y los peores monstruos, ¿Acaso Park Jimin creía que alguien que lucía como una delicada flor podía hacerle algo? Seguro había perdido la cabeza.
─ ¿Hasta cuándo piensas tú en seguir persiguiendo al esposo de tu nuevo rey?
Eso fue un golpe demasiado fuerte para Jimin, pasando a lo cruel. El tema de Kim Taehyung seguía estrujando cada parte de su corazón por la marca en el cuello de su amado y también por su embarazo. No obstante, su corazón seguía terco, su amor por su mejor amigo seguía intacto, tal como el despertar de la primavera después de un largo invierno.
─Cállate, Jung Hoseok nunca será un rey para mí ─alegó Jimin bastante dolido de ser atacado en otro de sus puntos más débiles ─, el único rey al que le debo cuentas es Kim Taehyung, ningún otro más.
Nunca se inclinaría ante alguien como Jung Hoseok, tampoco lo aceptaría como su rey, primero muerto antes de cometer tal traición al reino que le abrió las puertas.
─ ¿Acaso no te has dado cuenta, Park? Jamás te hará caso, es un omega marcado y embarazado ─Min acercó su rostro al contrario, luciendo amenazante, dispuesto a dominar ese intento de alfa de cuarta que se quería pasar de listo con él ─, ahora sabiendo esto dime, ¿Qué es lo qué sientes al saber que, el omega que tanto deseas, hará padre al hombre que tanto odias?
Esas últimas palabras calaron en alma de Park Jimin hasta el punto de cegar su cordura y no pensar con claridad, así que lo único que hizo para callar esa boca que escupía fuego de ella, fue callarla con la suya en una fuerte presión de labios. Ni siquiera podía considerarse un beso, Jimin tenía nula experiencia en el tema y solamente hizo esto por impulso de su lobo, sin embargo, aunque Yoongi pudo haberse separado y golpeado a Jimin por su falta de respeto a un superior, en vez de eso y como sí fuera algo magnético, convirtió esa tonta presión de labios en un beso hambriento y demandante.
A unos cuántos metros se encontraba la cabaña que habían mencionado anteriormente, seguro tenía años de no ser habitado, pero a Yoongi ni siquiera le importó y se llevó a Jimin hasta ese lugar, claro que tampoco parecía disgustado en lo absoluto.
Parece que está misión tardaría un poco más antes de ser efectuada.
• • •
Alguien que constantemente se torturaba así mismo era Taehyung.
Haber sentido la mirada encima del alfa y prestarle atención a la distancia lo hizo darse cuenta que, de cierta forma, sí le afectaba la presencia Jung Hoseok, más de lo que creía imaginar.
Puede que mostrará confianza con todos a su alrededor, caminando con la frente en alto por los pasillos del palacio, pero no tenía ni una pisca de paz en su alma desde que Hoseok había pedido una oportunidad para cortejarlo. Esto era demasiado grave. Ya no sé trataba de algo falso o para guardar apariencias, su esposo en verdad le había propuesto querer ser una familia real como cualquier otra.
Sabía que algo había cambiado desde que empezó a dudar su respuesta. Si le hubieran dicho hace meses atrás, hubiera sido un no rotundo, entonces, ¿Qué había cambiado en él? Por las noches, sus pensamientos eran una tortura y su corazón no dejaban de anhelar algo que desconocía. Creía haber perdido la cabeza. No entendía porque su lobo parecía fascinado con la idea de tener alguien como Jung Hoseok pudiera cortejarlo, pero eso no era lo peor, al menos, en lo más profundo de su interior sabía que deseaba aceptarlo y en este proceso de embarazo, la idea de haber pensado dejar a su bebé lo horrorizaba. No quería ser ese tipo de omega que deja abandonado a su hijo. Su bebé también era suyo, no solamente de Hoseok, así que no tenía derecho de pensar quitárselo. Por eso mismo, por más que buscaba negarlo por más tiempo, un creciente deseo de quedarse se enrollaba en su cuello.
¡Incluso sus impulsos estaban haciendo que considerará aceptar la propuesta!
Algo en su corazón decía que no perdía nada al intentar darle una oportunidad al famoso rey del imperio oscuro y conocer al verdadero Jung Hoseok del que nadie tenía idea, pero por otra parte, también sentía que estaría defraudando a sus propios padres en rendirse a su propio enemigo. Incluso temía decepcionar a Jimin más de lo que seguramente ya estaba de él. Todos en su reino estarían decepcionados de su decisión, pues seguro que aún esperaban su regreso y no que se quedará en tierras ajenas.
Un creciente anhelo prohibido contra sus principios.
Y por el caos de sentimientos encontrados y el debate mental consigo mismo, se encerró en su habitación por horas. Tenía tanto miedo de las dudas que tenía su corazón, que se dispuso a tejer o pintar un poco para aliviar su estrés. Necesitaba escapar de su realidad y perderse en su propio lugar seguro.
Taehyung ni siquiera notó el pasar del tiempo, había pintado un bonito atardecer en un pequeño lienzo para colgarlo a futuro en la habitación de su hijo, tejió un montón de ropita para su bebé en pocas horas, mientras observaba lo que sucedía afuera por estar sentado cerca de la ventana. Pudo haber seguido así, perdido de la noción del tiempo mientras ocupaba su cabeza en seguir entretenido en el conjunto para su bebé, hasta que percibió un aroma que lo sacó de sus pensamientos, hasta que en cuestión de pocos segundos, pudo ver que la puerta principal de la habitación se abría, relevando a su esposo en el proceso. Instantáneamente su lobo se emocionó por su presencia y trato de insistir que se acercará a Hoseok.
Para cuando sus miradas se encontraron y la solitaria atmósfera se adapto a ellos, Taehyung se sintió avergonzar y desvío la mirada hacía los zapatitos que estaba tejiendo, queriendo pasar desapercibido a los ojos de Hoseok, pero fue inútil, sintió que su esposo se acercaba justo hacía dónde estaba él. Por más que quisiera buscar una excusa para escaparse o huir de su presencia, no podía hacerlo, estaba arrinconado como una presa hacía su depredador.
─Taehyung.
El omega se sintió derretir ante el llamado de su nombre. Su mayor secreto a voces era que la voz del alfa desarmaba todos sus sentidos y alteraba a su lobo. Estaba sorprendido del peso que tenía Jung Hoseok sobre él. En el fondo, Taehyung creía que sentirse así se debía al embarazo, pues no encontraba otra razón del por qué reaccionaba así y esa era su justificación de que los sentimientos inexplicables por Hoseok tenían un origen.
─Su Majestad.
A pesar de que estaba acostumbrado al formalismo de su omega, Hoseok quería eliminar esos honoríficos de la boca de Taehyung y la distancia que marco en medio de los dos. No estaba conforme con migajas y el rechazo. Deseaba que su esposo lo llamará por su nombre y que sintiera confianza en él como toda pareja normal. Quería que su omega lo aceptará como parte de su vida y que juntos esperarán por la llegada de su hijo.
Es lo que más anhelaba en el mundo.
─Te ví hace unas horas pero luego te perdiste, ¿Qué has estado haciendo? ─inquirió Jung curioso, queriendo romper la distancia y tratando de buscar un poco más de cercanía con su esposo. Creía que sí su omega no daba el primer paso, él tendría que hacerlo o de lo contrario seguirían de la misma forma en la que estaban estancados ─, ¿Estás tejiendo algo para ti?
Por más que Taehyung quiso esconder con una sábana para no ser descubierto con la guardia baja, fue imposible que lo hiciera, pues Hoseok se acercó rápidamente y después observó con impresión todos esos pequeños conjuntos que tenía su omega en su canasto. Cabe recalcar que nunca hizo por ver el contenido dentro. A veces solía ver a Taehyung moverlo de un lado pero nunca tuvo curiosidad por abrirlo, respetaba la privacidad de su esposo, pero ahora que lo veía, se quedó sin palabras.
Un breve silencio se hizo presente entre los dos, Taehyung sintió desfallecer para cuando Hoseok tomó la ropita de bebé entre sus manos, lo sí nunca esperó ser testigo de otro tipo de sonrisa en los labios de su esposo, era dulce y tenía un brillo diferente en su mirada, como si fuera un niño pequeño sosteniendo un juguete nuevo. Su garganta quedó seca cuando, por medio del lazo que compartía con Hoseok, pudo sentir una profunda paz, cariño y felicidad. Era un sentimiento tan cálido en su pecho. Es la primera vez que sentía así de fuerte el lazo.
Era tanta información para procesar, que su corazón no dejaba de latir rápidamente y sus manos sudar. Y no era el único alterado de los dos en ese momento, Hoseok también estaba afectado al respecto pero casi no se notaba.
Un sin fin de pensamientos pasaron por su mente cuando tuvo esos pequeños conjuntos entre sus dedos. Tan suaves y pequeños. Ahora mismo sostenía algo tan puro y delicado que fue creado por su omega para la llegada de su hijo, que sentía fuertes ganas de llorar por primera vez en años, ¿Merecía ser feliz? Después de todo, sus manos me estaban llenas de pecado, estuvieron bañadas de sangre por tantos años y sostuvieron las espadas más filosas con la que descuartizó a sus enemigos en su camino.
¿Acaso era digno de tal bendición?
A Hoseok siquiera la importó la distancia que había impuesto Taehyung en el proceso de una respuesta y se arrodilló a los pies, sosteniendo la mirada de su omega con la suya mientras no dejaba de sonreír, mostrando aquellos bonitos hoyuelos que adornaban precioso en sus mejillas.
A Taehyung le asombraba creer como era posible que un alfa tan poderoso como su esposo, pudiera postrarse a sus pies, siendo que él era un omega y estaba por debajo de la jerarquía, pero no se inmutaba al respecto porque la atención de Hoseok lo cegaba hasta el punto de nublar sus sentidos.
« Sonríe tan bonito. » pensó Taehyung con impresión, queriendo enterrar uno de sus dedos en las mejillas contrarias. Se estaba volviendo una necesidad. Sin darse cuenta, había desbloqueado un nuevo deseo en su corazón.
─Me alegra saber que no soy el único que espera con ansias la llegada de nuestro hijo ─comentó Jung con gran dicha, queriendo abrazar y besar a su esposo, pero se limitaba ─. Estoy sin palabras, es hermosa la creación de tus manos, omega.
Instantáneamente el rostro del omega se pintó terriblemente de carmín y abrió su boca de la impresión por lo sucedido, ¿Acaso Jung Hoseok había llamado de esa forma tan íntima? ¿Así de repente? ¿O realmente no tenía idea de lo que acaba de hacer? Su corazón parecía querer salirse de su pecho y su lobo no dejaba de correr de un lado a otro, emocionado y avergonzado por haber sido llamado así.
─M-Majestad.
Por primera vez en su vida se sintió vulnerable, nunca antes había sido llamado así y no sabía que hacer para que su corazón no dejará de sentirse sofocado. Por esa misma razón se había alejado de Hoseok en estas últimas semanas. Algo cambio en él y no sabía cómo explicarlo, lo que sí tenía consciente es que sus sentimientos se vieron alterados desde hace un tiempo por culpa del alfa. Su presencia alteraba todos sus sentidos y desarmaba todos aquellos modales con los que fue instruido desde niño como un omega ejemplar, prueba de ello fue llamado la joya del imperio.
Tantos estuvieron dispuestos a cortejarlo, bañar su cuello con oro y joyas, pero ninguno había sido lo suficiente atrayente como para llamar su atención, así que los rechazaba. Sin embargo, Jung Hoseok estaba convirtiéndose en un tema distinto que no sabía manejar.
─Estoy seguro que nuestro hijo se verá adorable luciendo lo que estás haciendo para él o ella, omega. Tus diseños son demasiado tiernos, eres bastante creativo, omega ─Hoseok halagó, queriendo extender la conversación con su omega ─, ¿Eso es lo que has estado haciendo en estos días?
─Si, majestad ─Taehyung se avergonzó y trato de recomponer su postura formal y firme, para no sentirse desnudado de su coraza construída ─, creo que es necesario que el bebé tenga algunas cosas antes de que venga al mundo.
─Estoy feliz de que estés creando un lazo con nuestro cachorro, Taehyung.
Esas palabras hacían que su plan se viniera abajo y que calaran en lo más profundo de su corazón. No tuvo fuerzas para responder y se quedó callado mientras calmaba su nerviosismo en seguir tejiendo. Hace tiempo atrás, mientras seguía con su estadía en el reino, su plan inicial fue el ser de ayuda y cooperar como omega soberano en el reino, con la intención de encubrir que estaría aprendiendo magia con Jimin a escondidas, intentando encontrar desesperado la manera de escapar de la barrera mágica que rodeaba al reino, para que al final, después de cumplir parte del contrato que estipulaba una marca y un hijo de por medio, pudiera irse sin que Jung Hoseok se diera cuenta de su plan y el pacto de sangre pudiera matarlo. Esa había sido el objetivo inicial.
Lastima que con el pasar de los días, Taehyung nunca se imagino que su lobo logrará crear lazos paternales con el cachorro en su vientre y que un cálido sentimiento de fervor y añoranza naciera en su corazón. Cuando menos lo pensó, en sus ratos libres sus manos habían creado con su primer conjunto de ropita para bebé. Ese día lloró demasiado y se culpo horrible por haber pensado dejar a su propio hijo atrás.
Su objetivo principal estaba cambiando a pasos acelerados y drásticos, fluía con tanta fuerza y naturalidad que incluso sentía que estaba perdiendo la cabeza. Taehyung ya no quería dejar a su bebé. Tampoco quería dejar ese lugar sin saber la verdad, presentía que en todas esas paredes se escondía un gran secreto y que de alguna manera tuvo que tener un motivo del por qué Jung Hoseok hizo lo que hizo. Sentía una fuerte necesidad de saberlo y no cometer un error, su curiosidad carcomía su cerebro y bloqueaba sus sentidos hasta el punto de dejar a un lado todo lo demás.
─Todavía no es tarde y el clima está agradable allá afuera, ¿No te gustaría salir al pueblo a comprar cosas para la habitación de nuestro bebé? ─sugirió el alfa, buscando crear alguna forma de seguir hablando con su esposo ─. Podremos recorrer todas las tiendas que hay en el reino.
Hoseok fue testigo como la mirada de Taehyung se iluminó, igual como si fuera un niño al que le dabas un dulce y terminaba encantado con él. Es la primera vez que Hoseok recibía ese tipo de mirada por parte de su esposo desde que se casaron y lo trajo al palacio; casi siempre Taehyung se mostraba firme, serio y distante, ver otra faceta de cierta forma lo hacían feliz. Para Hoseok, esos detalles eran reconfortantes y lo motivaban a seguir esforzándose por crear un futuro digno para su familia.
─ ¡Si me gustaría! ─las palabras en Taehyung salieron por sí solas, como si su lobo hubiera intercedido por él, pero lo gracioso aquí es que no fue así, ellas habían salido de forma natural por su boca ─, e-es decir, me gustaría que los dos viéramos algunas cosas para nuestro bebé.
El haber englobado la palabra “nuestro” cuando Taehyung mencionaba a su hijo por venir, hizo sonreír con sinceridad a Hoseok, provocando que unos bonitos hoyuelos adornarán sus mejillas, los cuales no pasaban desapercibido de Taehyung, dejando su garganta seca y con un maremoto de sentimientos en su corazón. No parece que hubieran pasado por una crisis matrimonial que los hizo separarse por casi un mes, pues ambos conversaban con normalidad y aunque Taehyung no lo admita en voz alta, sintió ese tiempo como una eternidad, pero no sabía cómo explicarlo con palabras.
─Entonces está decidido, iremos después de almorzar ─Hoseok se encaminó hacía afuera de la habitación para darle privacidad a su esposo por el momento ─, dejaré que te arregles, te estaré esperando en el comedor.
Esos detalles hacían que Taehyung de cierta forma apreciará a Hoseok. Tomaba distancia y no invadía su privacidad. Lo pudo notar desde su primera noche juntos, cuando se supone que debieron haber tenido intimidad para mostrar su pureza y valor como omega, pero en vez de eso, Hoseok decidió cortar su muñeca para que su pureza no fuera señalada y esperar el momento indicado en que estuviera listo para dar el siguiente paso.
─Esta bien.
Cuando Taehyung fue dejado solo en la habitación, nuevamente sus pensamientos se volvieron como hilos enredados que no tenían principio o fin. Su cabeza estaba hecha un lío y tenía miedo tomar el camino equivocado. El temor de elegir la decisión equivocada lo atormentaba constantemente y el qué dirán resultaba abrumador en el futuro.
¿Qué hacer cuando tu familia espera más de ti?
La mayoría de los reinos perecieron por culpa de Jung Hoseok, incluyendo su reino que también se vio afectado con su llegada y conquista. Todos fueron destruidos y sometidos bajo su mando, las noches se habían convertido en una pesadilla mientras que el día se volvía una esperanza en medio de las tinieblas, entonces, con todo esto detrás de sus pasos, ¿Era correcto sentirse así por alguien tan vil y despiadado que hizo daño a tantos reinos? Todos hablaban pestes de su esposo, pero una parte de sí mismo no creía en todo lo que decían. Conocía la historia de la guerra en la que Jung Hoseok estuvo involucrado y la caída de grandes imperios, sin embargo, alguien que esperó por él y no forzó una unión no podía ser malo, mucho menos un monstruo despiadado que esperaba con tanto cariño a su propio hijo y veía en él algo como una salvación. Y lo creía. En estos días que se alejó, estuvo preguntando a todos en el palacio, pidiendo opinión de los demás acerca de Hoseok y el bebé, sabiendo que su esposo esperaba al bebé con gran amor y entusiasmo. Todos los decían. El reino entero esperaba con gran fervor al príncipe o princesa heredera, no había momento en que regalos llegarán al palacio para su hijo.
Así que mientras observaba su reflejo en el espejo, deteniéndose específicamente en su vientre poco abultado, Taehyung llegó a una inesperada conclusión: se quedaría, por ahora. Al menos, hasta saber un poco más de los motivos de Jung Hoseok con esa guerra sin sentido, pues no quería que su hijo tuviera que nacer en un lugar en el que no era seguro para vivir.
¿Estaría haciendo lo correcto?
Existía una gran presión por encima de sus hombros, entre el deber y su corazón, siempre fue obediente y sumiso, pero no más hasta saber la verdad. Puede que la mayoría viera su decisión como una traición y que incluso Jimin se sintiera decepcionado de él, pero ya no se podía mentir, en el fondo de su corazón, Kim Taehyung sabía que en el fondo deseaba quedarse en ese lugar, pero desconocía de esa verdad y continuaba cegado creyendo que solo era curiosidad.
HOLAAAA A TODOS (。・ω・。)ノ♡ ESTOY DE VUELTAAAAAAA. Ha pasado bastante tiempo, pero me enorgullece volver con +9000 palabras para el capítulo, creo que Amaranthine lo merecía. De todo corazón, quiero agradecer a mi sis preciosa DanielaNavarro5 y a mi reina linda de 21Bnnie, quienes son las que me han estado impulsando para escribir y traerles una nueva actualización <( ̄︶ ̄)>
Y lector, sí llegaste hasta acá, quiero decirte que gracias por estar aquí, 💗 aprecio mucho que se tomen un tiempo para leer la historia.
Esperó verlos en la próxima actualización, cuídense mucho, coman y tomen bastante agua, los quiero muchísimo.
PD: En mi mente, algo así es lo que estuvo tejiendo Taehyung para el wawa:
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