OO4
๑✏️'✩⌗●☂️ 𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝟰 ━━━
( banner gif by -hxlfblood )
❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑❑
──SÍ, Y BRIAN JOHNSON ES MI PADRE.
Brooklyn no se creía nada.
Media hora habían tardado en explicarle todo a la joven para que ella descartara la idea de que eso fuera cierto en dos segundos.
──O sea ──dijo Brook, por su tono se sabía que iba a utilizar el sarcasmo──, queréis que me crea que un bicho con cara de flor raptó hace unos años a vuestro mejor amigo y lo llevó a un mundo paralelo donde viven los monstruos del juego con el que tú ──Señaló a Dustin── y Mike estáis obsesionados.
──Suena surrealista, pero es verdad ──insistió Robin.
──Y también queréis que me crea que hace unos meses otro monstruo de esos volvió a atacar en el centro comercial donde Robin y Steve trabajaban ──continuó.
──Sí, supongo ──aceptó Dustin.
──Y que ahora uno de esos extraterrestres ha vuelto y ha atacado a Chrissy Cunningham anoche, en la caravana de Eddie, que por cierto, no tengo ni idea de quién coño es ──finalizó, juntando sus manos y apoyándolas en su regazo, debido a que se encontraba en aquellos instantes sentada.
──Buen resumen ──habló el de la melena impresionante, asintiendo.
──Genial. ¿De dónde habéis sacado tanto tiempo para inventaros esto? ──soltó, irónica.
──Brooklyn. ──El semblante del de rizos era serio──. No te habríamos contado esto de no ser porque confiáramos en ti. ──La nombrada alzó una ceja──. Sí, vale, te conozco desde hace veinticuatro horas, pero esto no lo sabe cualquiera. Créenos, solo te pido eso.
──Dustin... ──Brook suspiró──. ¿Tenéis pruebas?
──Mi hermano murió hace unos meses por culpa de uno de... esos ──habló Maxine. Sí, antes de toda la explicación se había presentado. La amante del rock dejó su sarcasmo a un lado. Fuera aquello cierto o no, la chica pequeña tendría que haberlo pasado muy mal.
──Oh... lo siento. ──Le dio el pésame la de ojos cafés. Seguidamente miró a todos──. Oye... a ver, si lo... lo que me estáis contando es real y significa que un bicho de esos anda suelto por Hawkins... deberíamos hacer algo. Y pronto.
──¿Entonces nos crees? ──preguntó ilusionado Henderson.
──Pienso que tal vez no sea mentira ──lo corrigió──. Son cosas distintas.
Dustin susurró un "Eso me sirve", y cogió un teléfono que había por allí para empezar a llamar a los amigos de Eddie, a quienes había encontrado ya.
──Vamos allá. ──Steve se frotó las manos, impaciente, y caminó hacia la trastienda con Robin. Max cogió el otro teléfono y comenzó a hacer la misma acción que su amigo.
──Y yo que pensé Hawkins sería un pueblo... normal ──se comentó para sí misma Brooklyn.
Robin y Steve ayudaban a la gente a elegir la película que querían ver esa noche, al fin y al cabo, no podían dejar de hacer su trabajo. Bueno, el último solo ligaba con las clientas.
Brooklyn bufó y colgó el teléfono que habían traído de la trastienda, desesperada porque había hecho ya unas siete llamadas y nadie había podido ayudarla. Tachó con un rotulador rojo el nombre de Marcus Wilson que estaba escrito en una pizarra blanca. Se apoyó unos segundos en el mostrador, observando cómo su amigo, el del cabello alucinante, se lamentaba por haber intentado invitar a una cita a una chica que tenía novio.
Las dos pelirrojas habían conversado un poco entre ellas mientras se encargaban de hablar con los amigos de Munson, a la menor de los Hall le pareció bastante agradable pero muy callada, y por eso le cayó genial.
Salió el tema del skate, ya que la más joven de las dos se había tropezado con el de Brook. Le preguntó si le gustaba ese deporte, y la mayor le respondió que lo hacía a veces como hobby, y también que podrían quedar algún día para practicar juntas. La de ojos azules asintió después de haberlo pensado unos momentos, haciendo sonreír a la más alta.
──Qué pringado. ──El susurro de Steve hacia sí mismo hizo que Brooklyn volviera a la realidad, y también provocó su carcajada. El chico la observó de mala manera, pero solo consiguió que la risa de la de ojos oscuros se hiciera más sonora──. ¡Oh, cállate!
──Eres penoso para ligar con las tías ──se burló.
──Inténtalo tú, a ver qué tal te sale ──la retó Harrington.
──Lo haría, pero mi lado antisocial no me lo permite, qué lástima. ──Hizo un puchero falso, haciendo que Steve pusiera los ojos en blanco.
──Hey, tíos. ──Los dos adolescentes que discutían entre ellos se giraron hacia Maxine para escucharla──. Tengo una pista.
──¿Enserio? ──preguntó retóricamente Dustin.
──Sí, se ve Eddie le pilla la droga a un tío llamado Reefer Ricki y a veces Eddie duerme en su casa ──explicó rápidamente.
──Eso es prometedor ──exclamó entusiasmada Robin──. ¿Y dónde vive el tal Reefer Ricki?
──Ese es el tema, que nadie lo sabe.
──¿Y no saben su apellido? ──dijo el de rulos.
──Tampoco lo saben ──negó la de la coleta.
──Seguro que la poli lo sabe ──intervino Steve, y todas las miradas se posaron en él.
──¿Qué? ──Todos estaban igual de extrañados de Max.
──La poli. ──El castaño suspiró al no oír a nadie hablar──. Venga, si el tal Reefer Ricki es un auténtico traficante, seguro que lo habrán trincado en algún momento. ──Hizo una pequeña pausa──. Y que está en el sistema.
──La poli ──habló bien alto Dustin, como si fuera obvio que lo que había dicho era una auténtica idiotez──. ¿Enserio, Steve? ¿Es tu sugerencia?
──Bueno, llegados a este punto deberíamos contarles lo que sabemos ──siguió apoyando su idea.
──¿Crees que Eddie es culpable, no? ──preguntó, entendiendo ya todo y siendo algo sarcástico.
──Eh, eh, creo en la inocencia hasta que se demuestre lo contrario y ese rollo constitucional ──se defendió el de cabello lacio──, pero bueno... no podemos descartarlo.
──Steve, admítelo, estás deprimido porque no sabes ligar con una chica ──siguió con su burla Brooklyn.
──Ya estamos otra vez ──bufó el de mechones voluminosos.
──Steve. ──Max calló a los dos jóvenes que parecían niños peleando──. Lo de descartarlo es precisamente lo que intentamos hacer. ──Dustin le dio razón a la muchacha con un "Ajá", para luego dar su punto de vista irónicamente.
──Y a lo mejor tendríamos más suerte si pasaras menos tiempo intentado pillar ──Steve se quejó, pero el ojiazul no dejó de hablar── ¡y más tiempo intentado encontrar a Eddie!
──Pero alguien tiene que atender a los clientes ──siguió defendiéndose.
──Sobre todo a las guapas, ¿no? ──Robin y Brook se miraron entre ellas al darse cuenta de que habían dicho lo mismo a la vez, y volvieron su vista a Steve para guiñarle un ojo al unísono.
El hombre rodó los ojos. Ya estaba harto de que la rubia se burlara de él todo el tiempo para ahora tener que aguantar a la pelirroja.
──Eh, no es verdad, yo atiendo a todas las clientas por igual, sean guapas o sean menos guapas ──se explayó──. Tenemos una selección muy amplia, ¿vale? A veces la gente no sabe lo que quiere ver. ──Los ojos de Robin se abrieron y ella sonrió, dándose cuenta de que había descubierto algo.
──Sí, tienes razón ──asintió. Caminó hacia el taburete vacío del ordenador y comenzó a teclear en él. Dustin y las de cabellos rojizos se acercaron a ella rápidamente, mientras que el adolescente con el que discutían antes rodeaba todo el mostrador para entrar por el hueco, los cuatro curiosos por saber qué había averiguado.
──¿Qué haces? ──interrogó Maxine, extrañada, al igual que los demás.
──No necesitamos el apellido ──les hizo saber. Buscó el nombre de Rick y aparecieron varios──. Hay doce Ricks con cuenta en el videoclub.
──Son un montón de Ricks ──comentó la menor de las del pelo extravagante.
──Pues vamos a ir descartando. ──Pulsó en el primer Rick de todos──. Rick Alderman ha alquilado "Annie" y "Dumbo". ¿Traficante y padre de familia?
──Lo dudo. ──Todos negaron rápidamente después de escuchar las palabras de Max y lo descartaron.
──Vale... Rick Conroy, "Dieciséis velas", "Teen Wolf" y "Romancing the stone".
──No ──soltaron todos al mismo tiempo.
──Vale. Rick Jooner, "Máscara", "Footloose" y "Grease".
──Nah.
──Rick Kimbrough, "El lago azul" y "Splash".
Todos rieron sonoramente, ese sin duda no era traficante de drogas.
──Vale. Rick Lipton, "Aquel excitante curso", "Como flotas, tío", "Vendemos chocolate, y como humo, se va".
──Bingo ──rio divertido el de la gorra.
──¿Lipton?
──Igual que el té. 2121 de Holland Road.
──Eso está junto al lago ──se dio cuenta Dustin.
──En mitad de la nada ──continuó la ojiazul de los cascos.
──El escondite perfecto ──finalizó Brooklyn. No se lo podía creer, lo habían encontrado.
No esperaron más y salieron corriendo de la tienda para ir en el coche de Steve hacia el lugar, obviamente con la rubia quedándose atrás para cerrar la puerta del local y voltear el cartel de la puerta para que se viera la palabra "cerrado".
Steve encendió los faros del vehículo, estaban en el bosque y necesitaban luminosidad para ver más claro.
──Y aquí estamos ──informó el conductor, aparcando su coche al lado de la cabaña.
Todos se bajaron del auto con una linterna en mano y caminaron hasta la puerta de entrada, la cual se encontraba cerrada. Dustin fue el que tocó el timbre, y enseguida sonó la melodía característica que tenían éstos.
Unos segundos después, al ver que no abría nadie, el niño tocó de nuevo el botón, y como le ocurrió lo mismo por segunda vez, lo tocó repetidas veces sin parar, hasta que Harrington lo frenó.
──Bueno, ya está, diría que no está aquí.
──¡Eddie! ──exclamó el amante de D&D después de golpear unas cuantas veces el objeto de madera con su puño──. ¡Soy Dustin! ¡Oye, solo queremos hablar, ¿vale?! ¡Sin poli! ¡Lo juro! ¡Queremos ayudarte! ──volvió a golpear la puerta──. ¡Eddie!
──Va a despertar hasta a mi abuela difunta con estos gritos ──le susurró Brooklyn a su amigo Steve, y él se rio en bajo.
Dustin siguió tocando el maldito timbre, creando una musiquita, mientras Robin y Max apuntaban con sus linternas a las ventanas para ver el interior, y los otros dos hacían lo mismo, pero por el otro lado de la casa.
──¿¡Eddie!? ──seguía gritando su amigo──. ¿Reefer Ricki?
──Ay, Dios mío ──murmuró el de cabellera envidiable.
──¡Rick!
──¡Qué no está aquí!
──¡Reefer Ricki! ──Dustin ignoraba cualquier comentario de Steve.
──¡Eh, tíos! ──La voz de Maxine hizo que los dos dejaran de discutir.
La chica se encontraba algo dejos de ellos, mirando a algo fijamente y apuntándolo con su linterna. Todos se acercaron a ella, y vieron que la luz de su pequeño faro iluminaba una caseta a unos pasos de la cabaña, la cual tenía una bombilla a la entrada que estaba encendida. Dustin, Steve, Brooklyn y Robin se observaron entre ellos, visiblemente nerviosos, pero decididos a entrar allí ──bueno, todos menos Steve──.
Se acercaron sigilosamente a la puerta, alumbrando las ventanas, aquello parecía vacío, pero debían asegurarse. La rubia que tocaba la trompeta fue la primera en entrar.
──¿Hola? ¿Hay alguien en casa?
Después entraron las dos pelirrojas, Steve y en último lugar, Dustin.
──Es un vertedero ──dijo el castaño, siguiendo los pasos de la de ojos marrones, intentando no separarse de ella.
Para protegerla, claro, no porque estuviera cagado de miedo y sintiera que le iban a clavar una navaja por detrás.
──Vaya, gracias por el dato, Steve ──le reprochó sarcásticamente Brook, volteándose ciento ochenta grados hacia Harrington y ganándose una mala mirada por parte de éste.
La muchacha se detuvo, y a su acompañante le dio tiempo a echarle un ojo a un remo que colgaba de una de las paredes. Lo cogió sin pensarlo y lo colocó estratégicamente para atacar si era necesario.
La vecina de los Wheeler se giró para mirarlo y no pudo evitar morirse de la risa cuando lo vio en esa escena, la cual supo que se repetiría en su mente por años.
──¿Q-Qué mierda haces? ──balbuceó, riéndose──. Pareces una Tortuga Ninja. ──Acto seguido, de su boca salió una gran carcajada, contagiándosela levemente a Robin y a Dustin. Max, sin embargo, estaba muy concentrada en que no la asesinaran esa noche.
Steve ignoró su broma y vio que había una lona tapando algo, el perfecto escondite en esos momentos para Eddie Munson. Agarró la vara y con todas sus ganas me pegó una hostia a dicha lona, sobresaltando a Henderson y a Hall, quienes ya se habían recuperado del momento gracioso.
──¿Qué estás haciendo? ──chilló Dustin, asustado. El mayor hizo como que no lo escuchó y continuó con su hazaña──. ¿Qué haces?
──Podría estar aquí ──contestó el que sostenía el arma, sin dejar de utilizarla.
──Pues quita la lona ──le ofreció la hermana de Jacob, obvia.
──Si eres tan valiente quita tú la lona ──la retó. La mujer rodó los ojos y se acercó, dispuesta a hacerlo, pero Steve la frenó poniendo un brazo delante suyo para que no caminara, indicándole que no quería que corriera ese riesgo porque podría ser peligroso.
──Eh, mirad esto ──los llamó Mayfield. La otra chica de cabello rojo observó desde lejos lo que señalaba: restos y envoltorios de comida encima de una mesa──. Aquí había alguien.
──Nos habrá oído ──intentó encontrarle el sentido a la situación Robin, quien se había colocado al lado de la que había encontrado las pruebas──. Se ha asustado y se ha ido.
──Tranqui, Steve lo pillará con su remo ──los tranquilizó el de ojos claros sarcásticamente, y Brook rio para luego chocarle los cinco al niño.
──Sé que os creéis graciosos ──El comentario iba solo para los que se habían chocado la mano──, chicos, pero piensa que aquí todos hemos estado a punto de morir, y eso a mí no me parece...
La hija de los Hall gritó cuando vio que una persona levantaba la lona bruscamente y se tiraba encima de ella. Todos se giraron hacia la pelirroja, incapaces de reaccionar por lo rápido que había sido aquello.
El desconocido empujó a Brooklyn contra la pared y la amenazó con un objeto puntiagudo en el cuello. Steve y Dustin fueron los primeros en darse cuenta de lo que estaba pasando. El primero alzó el palo, dispuesto a pegarle en la cabeza para que no le hiciera daño a su amiga, y en cambio el último usó las palabras.
──¡EDDIE, EDDIE! ──gritó el de rizos, haciendo que Munson se volteara hacia él──. Soy yo, soy Dustin... Ella es Brooklyn. No quiere hacerte daño, ¿verdad, Brook?
──Aunque quisiera, sería algo complicado estando en esta posición, ¿no? ──respondió con dificultad. Podría estar a segundos de la muerte, pero el sarcasmo siempre correría por sus venas.
──Steve, ¿por qué no sueltas el remo? ──le pidió el de la gorra al nombrado, ya que estaba con él todavía en la mano, apuntando directamente a la cabeza de Eddie.
El portador de la vara miró con preocupación en sus ojos a Brooklyn, pero soltó el remo, tal como le había ordenado Henderson. Debido al golpe que ocasionó el palo cuando cayó contra el suelo, Eddie se sobresaltó y se vio obligado a acercar más la navaja al cuello de la nueva en Hawkins, podía sentir como la punta se hundía levemente en su piel, sin llegar a atravesarla.
──¡Vale, tranqui! ──vociferó Dustin, muy acojonado──. Es una colega.
──¿Qué hacéis aquí? ──murmuró Munson, sin bajar el pequeño arma de la yugular de Brook.
──Te buscábamos ──dijo el ojiazul.
──Queremos ayudarte ──le siguió Robin.
──Eddie, estos son mis amigos ──los presentó el del adorable seseo──. Ya conoces a Robin, de la banda.
──Tuturutututu ──susurró casi inaudible la rubia, imitando el sonido que hacía una trompeta.
──Ella es mi amiga Max, la que nunca quiere jugar D&D. ──Maxine alzó los brazos, algo indignada──. Él es Steve, un buen amigo mío que trabaja con Robin. ──Hizo una pausa──. Eddie, estamos de tu parte. Lo juro por mi madre. ¿¡No, tíos!?
──Sí, sí ──asintieron Max y Steve.
──Sí, p-por la madre de Dustin ──aceptó Robin, alegre de no involucrar a la suya.
──Sí, d-de Dustin, su madre ──tartamudeó Brooklyn.
Eddie, sin decir nada, se volteó hacia la pelirroja que apuntaba con la navaja. Sus miradas chocaron, y luego de unos segundos así, la soltó.
──Joder ──murmuró la que había sido atacada levantándose de su sitio torpemente y agarrándose la garganta, respirando entrecortadamente.
Steve se acercó con prisa a ella, asustado y preocupado.
──¿Estás bien? ¿Te hizo algo? ──le preguntó, y la adolescente asintió con la cabeza torpemente. Sin hacerle caso a la chica, apuntó con su linterna al cuello, para ver si tenía sangre o marca. Por suerte, estaba intacta, solo había un pequeño enrojecimiento en una zona. El castaño suspiró, aliviado.
──Hey, ¿estás bien, Brook? ──cuestionó Robin, caminando hacia ellos.
──Sí, no es nada... ──Consiguió regular su respiración y su ritmo cardíaco. Se sentó en un pequeño borde que había, descansando un poco de la adrenalina.
Se giraron hacia Dustin y Eddie, estaban algo alejados, el segundo apoyado en una pared, recuperándose del susto.
──Eddie ──oyeron hablar a Dustin, quien se agachaba para quedar a la altura del de flequillo──. Tan solo... queremos... hablar... ──Puso una mano en su brazo pero él la apartó, desconfiado──. Tranquilo.
──Queremos saber lo que pasó. ──Robin se había acercado al par y se estaba poniendo de cuclillas.
──Os parecerá una locura ──gimoteó, sollozado.
──No creas ──le aseguró la pelirroja menor, apuntándolo con la linterna.
──Su cuerpo se elevó sin más... de repente y... ──explicaba Eddie──. Se quedó suspendida... en el aire. Y los huesos... ──Sollozó──. Los huesos se empezaron a romper... Era como si tuviera... algo dentro de la cabeza... tirando. No sabía que hacer y... ──Hizo una pequeña pausa──. Salí corriendo. La dejé allí. ──Al ver que nadie hablaba, rio con pena──. Creéis que estoy loco, ¿no?
──No ──negó rápidamente Dustin──. No creemos que estés loco.
──¡No me engañes, tío, ya sé lo que parece! ──gritó Munson.
──No te engañamos ──intentó convencerlo Max.
──Te creemos ──continuó Robin. Eddie bufó.
──Oye, lo que te voy a contar... ──dijo el ojiazul después de unos segundos de silencio──. Puede que te cueste... un poco... de digerir.
──Vale... ──asintió el castaño oscuro, confuso.
──Sabes que la gente dice que Hawkins está... maldita. Pues no andan... desencaminados ──declaró el pequeño──. Existe otro mundo. Un mundo oculto bajo Hawkins. A veces se... cuela en el nuestro.
──¿Fantasmas y cosas así? ──trató de entender Munson, pero no acertó.
──Hay criaturas peores que fantasmas ──habló Maxine.
──Los monstruos del otro mundo... creíamos que habían desaparecido... pero ya han vuelto otras veces. Y por eso te buscábamos ──siguió Dustin.
──Si han vuelto... queremos saberlo ──dijo la menor de la pelirroja.
──Aquella noche... ¿viste algo? ──interrogó la rubia.
──¿Partículas oscuras, tal vez? ──probó Max.
──Parece que sea polvo... revoloteando ──le explicó el de la gorra.
──No, tío, no había nada visible ni... tangible ──negó Eddie──. Intenté despertarla, tío. No se movía. Era como si estuviera... en trance o algo así.
──O bajo un hechizo ──susurró el rubio de tirabuzones.
──Una maldición.
──La maldición de Vecna ──se dio cuenta Henderson.
──¿Quién es Vecna? ──dijeron Steve y Brooklyn al mismo tiempo.
──Una criatura no muerta de... un enorme... poder ──contestó Dustin.
──Un hechicero ──continuó Munson.
──Un mago oscuro.
Después de haber descubierto el culpable de la muerte de Chrissy Cunningham, Dustin se ofreció a quedarse con Eddie aquella noche, pero el de ojos oscuros se negó rotundamente. Al final, todos los que habían averiguado el escondite de Eddie se fueron en el coche de Steve para sus casas, y él los dejó enfrente de cada una.
Jacob y su madre estaban en el sofá viendo una serie de televisión, y al escuchar pasos dirigirse hacia el salón, se giraron para ver la identidad de la persona que les había estropeado la velada.
──¡Pero mira quién es! ──saludó irónicamente su hermano.
──Ya te dábamos por muerta ──le siguió Anne, con el mismo tono que el rubio.
──Me ilusioné para nada. ──El de ojos a oceánicos hizo un puchero falso.
──Perdón por llegar a estas horas ──se disculpó Brook hablando bajito.
──Cariño ──Su madre se levantó del sofá──, ¿te ha ocurrido algo? ¿Estás bien?
──Mamá, es que he estado con unos amigos... ──La preocupación de la cara de la mayor se disipó un poco, parecía hasta alegre porque su hija se hubiera relacionado con humanos. Eso no se veía todos los días.
──Si no tienes amigos ──se burló el más anciano de los dos hermanos.
──¡Jacob! ──le riñó Anne, harta de su comportamiento.
──Para tu información, ya tengo cinco amigos aquí ──se chinchó la pelirroja──. Nancy, Steve, Robin, Dustin y Mike.
Eso si les caigo bien, pensaba la chica.
No nombró a Max porque apenas hablaron entre ellas, aunque esperaba que en un futuro sí lo hicieran.
──Brook, oye ──la llamó la madre de la nombrada, con un tono de voz más suave──, me encanta que hayas quedado con alguien, pero solo te pido que para la próxima vez me lo digas, me tenías preocupada.
──Es cierto, mamá, lo siento ──le dio la razón la de ojos oscuros, todavía avergonzada.
──¿Tienes hambre? ¿Quieres cenar algo?
──Estoy bien, mamá, no te preocupes ──la tranquilizó Brooklyn.
──Entonces ve a la cama, nosotros íbamos a ir ahora.
──De acuerdo ──asintió la menor y caminó hasta las escaleras──. ¡Buenas noches, mamá! ──le dijo a ésta, y después se dirigió a su hermano──. ¡Malas noches, Jacob! ¡Ojalá mueras de un infarto!
──¡Gracias, hermanita, te deseo lo mismo! ──se despidió el de cabellos claros, sonriendo sarcástico.
La pequeña Hall subió a su cuarto y se encerró en él. Se tiró en su colchón con la ropa puesta, y justo cuando iba a levantarse para quitársela y cambiarse, se durmió, pensando en qué narices se había metido esa mañana al haber entrado a la tienda de "Family Video".
Estaba segura de que esas no serían unas vacaciones de primavera tranquilas como las que esperaba.
...
( ALWAYS FOREVER )
written by -xluuvibes
22/07/22
¡Cuarto capítulo!
Eddie y Brook ya han intercambiado palabra de una manera un tanto... peculiar. La parte positiva es que ya saben qué contarle a sus hijos cuando les pregunten cómo se conocieron digo queee-
¿Quieren triángulo amoroso con Steve? Pongan aquí "Sí, poliamor 4 life" o "No, los veo como besties774ever&ever y tal"
Espero que les haya gustado muchísimo.
No se olviden de votar y de comentar, muchas gracias ❤︎︎
Los leooo :)
꧁ LUU ꧂
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top