𝗢𝗖𝗛𝗢, mirándome como si fuera fácil.
EN ALGÚN MOMENTO durante las vacaciones de Acción de Gracias, Jackie y Alex habían empezado a salir.
¿Y para River?
Había surgido de la nada... al menos en su opinión.
Ni siquiera se había enterado por los Walter, sino por Kiley.
River estaba de pie junto a su casillero, con el pelo cayéndole por la espalda mientras se reajustaba las correas de las mochilas al escuchar a Kiley contar a Evan la misma historia que ella había oído esta mañana.
—Es decir, la estuvo siguiendo como un perro perdido—.dijo Evan.—Es simpático y todo eso y me encanta jugar a La Puerta de Baldor con él, pero después de su última relación se podría pensar que esperaría un poco antes de seguir adelante—.
River asintió distraídamente mientras sorbía su café con leche de vainilla de Dunkin' Donuts.
— Se supone que debo reunirme con él más tarde, intentaré ahorrarte los detalles gráficos de su relación—.Kiley bromeó y dejó al dúo a solas.
Evan se giró, mirando a River.
—¿Qué?—preguntó River.
—¿Pasaste Acción de Gracias con ellos y no sospechaste que él y Jackie estaban juntos?—.
River se encogió de hombros.—Tenía mis propias cosas en mente—.
—¿Cole y River? ¿O sólo... cosas normales?—
River sonrió, golpeando suavemente el brazo de Evan.—Ambas cosas. Está... actuando raro. Desde la casa del lago ha estado... más...—
—¿Más?—Evan se rió entre dientes, apartándose de su casillero y abriéndose paso por el pasillo con River siguiéndolo detrás.—Cole es el mismo chico que todos conocemos. Le gustas; River y yo sé que lo sabes—.
—Le gusto a todo el mundo...—
—Ya sabes lo que quiero decir—.Dijo.—Está celoso de casi todos los chicos con los que tienes contacto. Incluso de mí—.
—¿De ti?—
—Eso es lo que he dije—.Evan rió entre dientes, guiando a River hacia la cafetería.—Sólo digo que está claro para todos, incluso para ti, que Cole sigue sintiendo algo por ti. Si yo lo sé, tú también. No puedes seguir negándolo—.
River suspiró, casi infantil mientras daba un sorbo a su bebida.—No soy estúpida—.
—Nunca dije eso—.
—Sé que le gusto. Lo sé, lo veo en sus acciones hacia mí, pero no puedo permitir que ni él ni yo actuemos en consecuencia.—
—Por el pacto que hicieron a principio de año o porque...—.
—Porque a Sierra le gusta mucho Isaac y quiero averiguar qué es lo que ella quiere—.
—Bueno...—Evan hizo una pausa, suspirando mientras tomaba una naranja.—Déjame hacerte una pregunta diferente. ¿Te gusta Cole?—
River suspiró, relamiéndose los labios.—No lo sé. Sinceramente, no lo sé. Ya sabes que un chico es amable con una chica como yo y no sé si es platónico o no. No sé cómo actuar al respecto. ¿Querría gustarle a Cole? Por varias razones, no—.
—¿Y eso por qué?—
—Porque se acuesta con la mitad de la maldita escuela. Estoy bastante segura de que se acuesta con Olivia mientras habla con Erin, pero también, Sierra...—
Evan extendió los brazos, tirando la cáscara de naranja y entregándole un trozo a River, metiéndose otro trozo en la boca.
—Escucha, River, por mucho que te quiera a ti y al resto de los Calflin, ¿podemos no hacer esto sobre Sierra por un segundo?—.Preguntó.—Sé que sólo te preocupas por ella y quieres que vea cómo van las cosas con Isaac, pero tal vez necesitas poner un alfiler en eso y ver cómo van las cosas contigo y Cole primero—.
—No hay ningún Cole y yo—.
—¿En serio?—murmuró Evan, golpeando ligeramente su naranja.—Está viniendo ahora—.
River se giró rápidamente, sin ver al chico rubio que venía hacia ellos, pero de pie de espaldas a ellos mientras hablaba con Jackie y Alex.
—No hay ningún River y Cole—.Habló Evan, viendo como River se giraba con los ojos entrecerrados.—Pero creo que quieres que los haya—.
Evan sonrió a la chica y le dio la espalda, encaminándose hacia la salida de la cafetería con una sonrisa de satisfacción.
River puso los ojos en blanco, casi con ganas de pisar fuerte mientras lo seguía para exponer su argumento.
Pero, al salir, los ojos de Cole la siguieron. Viendo a River seguir a Evan, como siempre hacía.
HABÍA SIDO tarde, no demasiado, pero sí lo suficiente para que anocheciera.
River estaba sentada en la isla de la cocina terminando lo último de sus tareas cuando oyó que llamaban a la puerta.
Se giró en la silla y vio que el resto de su familia se había dispersado por la casa y que ella era la única que estaba abajo. Así que, con un fuerte suspiro, cerró el libro y dejó caer el lápiz para dirigirse hacia la puerta.
Una vez ahí, miró a través de las persianas y abrió la puerta para ver a Cole al otro lado.
—¿Qué haces aquí—,le preguntó. le preguntó.
—¿Quieres dar un paseo?—
River frunció los labios.—¿Ahora mismo?—
—¿Por qué no?—
River suspiró.
Su conversación con Evan había sido pesada en su mente. Ella sabía que él no estaba equivocado y que en realidad necesitaba sentarse y hablar con Cole sobre... todo, pero ella realmente no quería hacer eso bien.
Así que asintió con la cabeza, tomó su abrigo del perchero cercano, se calzó las botas y siguió a Cole al exterior.
Se dirigieron hacia el establo de los Calflin y River dejó salir a su caballo, Mable, del interior del recinto y le acarició suavemente las crines mientras Cole agarraba la silla de montar y la colocaba con cuidado sobre el lomo de Mabel.
Una vez hecho esto, River se montó en el caballo, Cole hizo lo mismo con el suyo y los dos, en medio de la noche, montaron sus caballos con el piar de los bichos y el repiqueteo de las patas de los caballos.
—¿Alguna razón por la que querías salir esta noche?—preguntó River.
—¿Necesito una razón para verte ahora?—preguntó Cole, con una pequeña sonrisa en la cara.
—No, pero...—
Hizo una pausa, cortándose a sí misma. Estaba nerviosa, casi frustrada consigo misma.
—¿River?—llamó Cole.
Había estado en su propio mundo por un momento y no se había dado cuenta. Pero sonrió como si nada y pasó suavemente los dedos por la melena de Mable.
—Estás obsesionado conmigo, Cole—.Se rió entre dientes.—Y con razón—.
Cole sonrió para sí y miró hacia el suelo. Con una risita suave, levantó la vista y miró a River.
—¿Obsesionado? Yo no diría eso—,respondió Cole con una sonrisa socarrona.—Pero quizá un poco locamente atraído—.
River enarcó una ceja y sus ojos parpadearon divertidos.—¿Locamente atraído? Es una palabra muy grande, Cole. ¿Seguro que sabes lo que significa?—.
Cole se rió y sus ojos se iluminaron con diversión.—Puede que no sea un genio como tú, River Bank, pero sé un par de cosas sobre palabras grandes—.
River se limitó a sonreír y su paseo continuó mientras los bichos que los rodeaban llenaban el vacío de su silencio.
—Quería saber si vas a ir a la fiesta de mañana—.preguntó Cole.
River miró, asintiendo con la cabeza.—Sí, todo el mundo va—.
—¿Todos?—
—Sierra, Swayer, Ryder...—.
—¿Evan?—preguntó Cole.
River sonrió. Su conversación con Evan entró en sus pensamientos mientras hablaba.—No, no es una persona fiestera. Él está haciendo una especie de cosa del torneo de videojuegos de todos modos—.
Cole asintió.—Entonces nos vemos ahí—.Sonrió satisfecho. Agarró las riendas de su caballo y empezó a girar.—Una carrera hasta tu casa—.
Antes de que River pudiera mirar, ya estaba dirigiéndose a su casa.
Rápidamente dio media vuelta con Mabel y emprendió el camino de vuelta a casa.
RIVER JALÓ su trineo mientras salía de su auto con Ryder, Sierra y Swayer siguiéndola.
Finalmente habían llegado al lugar de la fiesta después de esperar 20 minutos a que Sierra encontrara el atuendo perfecto, incluso después de que se quejaran de que éste sólo quedaría cubierto por su abrigo.
—Nos vemos en el auto a las 12, no más tarde—.Dijo River, acomodándose el pelo detrás de la oreja.—Dejaré su trasero aquí—.
Sus hermanos murmuraron unas palabras y cada uno se separó mientras buscaba a su propia gente con la que pasar el rato.
River se dirigió a la hielera y tomó un agua del interior. Ella era el Conductor Designado para la noche y no sería sorprendida muerta con una pizca de alcohol.
—¿River?—
Levantó la vista y vio que Kiley se dirigía hacia ella.
La rubia saludó y envolvió a la chica en su toque.
—¿Quieres jugar al beer pong conmigo?—
—No puedo.—Ella suspiró.—Soy la Conductora Designada de la noche-—
—Eso no significa que no puedas jugar—.Kiley se rió.—Vamos.—
Kiley tomó la mano de River y las dos se pararon junto a la improvisada mesa de beer pong y observaron cómo los dúos iban y venían jugando entre sí.
No estuvieron ahí mucho tiempo cuando Alex apareció a su lado, dándole un suave codazo en el hombro a Kiley.
Hacía más o menos un día, Kiley había mencionado que Alex y ella habían quedado para jugar juntos a algún juego, pero Alex había llevado a Jackie.
Lo cual no sería un problema si él se hubiera obsesionado rápidamente con ella. Desde que Jackie se mudó con los Walter, había estado en el primer plano de la mente de Alex.
—Hola—.Alex sonrió.
River asintió con la cabeza antes de inclinarse hacia Kiley.—Los dejaré para que hablen—.
Kiley le dedicó una sonrisa amable y River se acercó para situarse junto a Ryder, que había estado dando lentos sorbos a su primera cerveza.
No mucho después, se armó un revuelo junto a la mesa de beer pong.
Eran Cole y Alex.
—¿Sabes qué, Cole?—se burló Alex.—¿Por qué no vuelves con Erin, o Paige, o River, o con Olivia, y dejanos a Jackie y a mí en paz? ¿De acuerdo?—
River frunció las cejas. ¿Qué demonios le había hecho para que la arrastrara a una conversación así?
—No creo que lo haga—.murmuró Cole.—De hecho, creo que no tengo que hacer nada porque, si espero lo suficiente, todas al final caen conmigo, ¿no?—.
Ryder aplastó su lata de cerveza entre las manos y comenzó a avanzar, pero River lo agarró del brazo y entrelazó sus brazos para evitar que se moviera.
Y antes de que nadie pudiera hacer algo, Alex estiró la mano hacia atrás y golpeó a Cole justo cerca del ojo, haciendo que el chico cayera al suelo y se golpeara contra la leña para la fogata.
—¡Alex!—gritó Jackie.—¿Qué estás haciendo?—
—Algo que debía haber hecho hace mucho—.
Jackie suspiró.—¿Dijiste que no se trataba de Paige? Supongo que no es el caso, ¿verdad?—.Jackie se giró, mirando a Cole.—¿Estás bien?—
—Estoy bien.—Él sonrió.
Jackie asintió, frunciendo los labios y dejando atrás a los dos chicos y, por supuesto, Alex siguió a la chica.
La siguiente en acercarse a Cole fue Erin.
—No, no quiero escucharte, Cole—.dijo Erin.—Pasé todo este tiempo preocupada por ti con Jackie, por ti con River, el tiempo que pasaban juntos y cuanto parecía gustarte—.
—¿Y eso qué importa?—preguntó Cole.—Una está con Alex y la otra...—.
Hizo una pausa, captando la mirada de River que estaba de pie con Ryder a su lado, la morena rebotando en sus pies mientras debatía sus acciones.
—Sí, yo lo sé.—Erin se burló.—¿Y tú?—Se puso encima de él, con los ojos llorosos.—Acepte el coqueteo y los ligues casuales. Tenemos un acuerdo, y estaba conforme con eso. ¿Pero te acostaste con Olivia? Mi mejor amiga. Ya no más. Se acabó. Para siempre.—
—Erin.—Olivia llamó.
—¡No!—Ella gritó.—¡Se acabó! Todo esto. Con ambos.—
Con eso, Erin se fue y Olivia la siguió, lo que dejó a River, que sacó sus llaves del bolsillo y se las dio a Ryder.
Para entonces, todos los Calflin ya estaban cerca de la pelea.
River soltó el brazo de Ryder y cuando éste vio que se acercaba a Cole, dudó, pero la dejó ir.
River se paró sobre Cole, extendiendo su mano para que él la tomara.
Y una vez que lo hizo, ella tiró del chico hasta ponerlo de pie.
Cole miró a la chica. Tenía los labios fruncidos y respiró hondo.
Rápidamente levantó la mano y chocó su mano con la mejilla de él tan fuerte como pudo, el hecho de que fuera animadora y jugadora de voleibol tampoco ayudaba al chico, River era de mano dura.
—No vas a jugar conmigo como si fuera una maldita tonta. ¿Me oyes, Cole?—murmuró River en voz baja, pero lo suficientemente alto como para que él lo oyera.—Durante tanto tiempo me preocupé por ti e hice cosas que no debería haber hecho. ¿Dejé que me llamaras zorra y que volvieras a mi vida y todo lo que soy para ti es alguien con quien puedes tener sexo?—.
—Eso no es verdad.—Murmuró Cole.
—¿Esperas que me crea eso?—River sonrió, escapándosele una risita.—Alex sólo me ve como alguien con quien puedes ligar. No estas locamente atraído hacia mí... me miras como si fuera fácil—.
—River...—
—No lo hagas.—Ella murmuró.—Se acabó—.
River se giró y Ryder se dirigió rápidamente hacia ella, siguiéndola por detrás y uno a uno, cada uno de los Calflin se dirigió hacia el auto.
La fiesta del puto año.
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