𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

【𝐇𝐢𝐬 𝐋𝐨𝐬𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐨𝐧 𝐇𝐢𝐥𝐥𝐬】

SE DESPIERTA DE GOLPE, tocando su cuerpo por todos lados por si tenía otra herida que la de su brazo, pero recordó que ya había cerrado y estaba segura que ese hombre ya no estaba persiguiendola, decidió que era momento de abordar un avión directamente a California.

Luego revisó sus bolsillos encontrando la carta de su madre, supondría que la última, abriendola y leyendo la de una buena vez.

"Mi pequeña, Alice.

Si estas leyendo esto tal vez este muerta, pero no estés triste, hice todo lo posible para ser una buena mamá para tí, y sé que tal vez mis creencias como cazadora se fueron al carajo contigo en mi mundo, pero no me importa, eres la única persona por la cual tenía mi razón de vivir, para que fueras una grandiosa mujer.

Se que no suelo ser muy cariñosa, pero te amo, mi niña. Nunca lo olvides, siempre estaré contigo aunque no físicamente, tengo que confesarte que por mi terquedad nunca le conte a tu padre biológico que te esperaba, el no sabe absolutamente nada de tu existencia y si alguna vez estas cerca de el lo sabrás inmediatamente, y se que ahora estarás enojada conmigo por eso, pero no quería que arriesgaras tu vida en el mundo sobrenatural de tu padre, y tampoco te quería arrastrar al mío como cazadora.

Todas las cosas a mi nombre, quedaron al tuyo, así que no tendrás problemas económicos, pero lo más seguro es que no te quedes en Londres, ya no es seguro, mi padre estará por llegar y no quiero que te suceda algo, así que vete de ahí lo más antes posible.

Se que suena irónico pero todas tus respuestas están en Beacon Hills, habla con tu prima Allison Argent, puedes confiar en ella.

Te ama mucho y para siempre tu madre."

Ya Alice no tenía como contener sus lágrimas, sintiéndose la persona más inútil del mundo, ¿como pudo ella dejar morir a su madre?, todo parecía tan irreal como para creerlo, ¿su padre? Bueno el no tenía la culpa.

Aún ni sabe de mi existencia.

Las lágrimas salpicaban la carta, su garganta se sentía como un nudo, también sentía unas inmensas ganas de vomitar, a este punto su cara debería ser un poema, sus ojos rojizos por el llanto al igual que su nariz.

Luego con todas las fuerzas que pudo se levantó del suelo en el que lloraba, seco sus lágrimas, pero aún sintiéndose el sentimiento de dolor.

(...)

Ya en el avión durmió un poco, pero no pudo conciliar más de cuatro horas de sueño. Según ella sería suficiente para estar bien.

Pasaban y pasaban las horas aproximadamente habían transcurrido ocho horas junto con las que durmió. Aún faltaban tres horas para llegar a California.

Ella observaba por la ventana el paisaje mientras trataba de estar neutra, ya estaba cansada de llorar, cansada de todo, era mucho la presión por parte de la familia de su madre, el solo saber que podrían cazarla, le ponía los pelos de punta.

Así que lo que haría sería buscar a su padre aunque no supiera su nombre, luego mataría a quien la habria matado, el debe pagar por aquello, ¿como demonios le arrebatada a su madre de esa maldita forma?

Debe morir...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una auxiliar de vuela, quien le ofrecía comida, a lo que ella negó rápidamente con la cabeza.

Luego llegó a su mente la persona en la que debía confiar.

Allison.

¿Sería seguro confiar en ella? Su madre le aseguró que si, pero luego de lo ocurrido con Gerard, no sabía si estaba completamente segura con la familia de su madre, aunque también supiera defenderse no podría hacerlo con su propia familia ¿o si?

Al demonio, ellos creen que soy un monstruo ¿no? Entonces les mostraré mi lado oscuro. Bueno si es necesario.

Después se dio cuenta que el avión ya habia aterrizado, ya había llegado a su destino, bueno no del todo pero esta a un paso de estar ahí, en Beacon Hills.

(...)

Cuando el taxi ya la había dejado en la entrada de Beacon Hills, dejó que sus pulmones recibieran el aire de ese lugar, se veía un tanto extraño pero a la vez hermoso, era un tanto único, aunque enigmático.

Lo primero que hizo fue adentrarse al bosque, necesitaba un respiro para correr o simplemente observar, se adentro en aquel bosque viendo un periódico en el suelo.

Lo levantó quitándole las hojas, que estaba encima de este, la portada decía: "Mujer vinculada con incendio de hace seis años es sospechosa de asesinatos en Beacon Hills", junto a la foto de su madre.

Alice lo arrojó al suelo con furia, dejando que se convirtiera y corriera por todo el bosque llena de rabia, además de estar bajo la luna gibosa creciente, a pocos días de luna llena.

Había perdido el control.

Y aunque su madre fuera su ancla, ya no estaba y eso la descontrolaba, estaba segura que a partir de ese momento debía buscar otra ancla para poder controlarse.

Hasta que de tanto golpes que le propinaba a el árbol junto a ella y rasguños, se calmó un poco volviendo a la normalidad, ya sintiendo sus lágrimas colarse por sus mejillas, soltando de golpe un grito de frustración, importandole poco atraer lo que sea.

Luego se levantó aún llorando caminado por el bosque, hasta que vió a lo lejos gracias a la tenue luz de luna que entraba por la oscuridad del bosque, a un joven hombre lobo correr a lo que lo persiguió, Pero por un momento lo perdió de vista.

Mierda.

Entonces como pudo se quedó dormida entre las hojas del bosque, estaba muy cansada, y solo alcanzó a ver las hojas de los árboles caer, para luego ella caer profundamente dormida.

(...)

Al parecer un grito un tanto agudo de mujer, la despertó de golpe, además de asustarse por su cabello sobre su rostro.

Pero al parecer el grito era de su sueño el cual ni siquiera recordaba observando a su alrededor, decidió levantarse y tratar de encontrar a su padre, aunque fuera de noche no tenía muchas opciones.

Camino por todo el bosque hasta que se cayó, haciendo demasiado ruido viendo que estaba en una especie de cementerio, bueno podría visitar a su madre ¿no?

Se levantó del suelo con muchas ramas y hojas por sobre su cabello y ropa, tosiendo una de ellas que se había colado por su garganta, observando a un chico rubio en una escabadora.

-¡¿Hey, estas bien?! - grito el chico desde la escabadora.

-S-si, eso creo. - gritó, mientras tosia, para luego observar la tumba que escababa sintiendo un nudo formarse nuevamente en su garganta.

Ella se acercó a la tumba que estaba aun lado de la escabadora, mientras se sacudía las hojas y ramas.

-No en serio, ¿estas bien? Es que tienes sangre en tu mejilla. - pregunto el chico señalando su propia mejilla.

-Oh, tal vez me rasguñe, pasará. - dijo ella tocando inconscientemente su propia mejilla tratando de limpiar la sangre.

-Y tú ¿estas bien?, tienes un ojo morado. - pregunto Alice, un poco confundida.

-¿Esto? - señala su ojo - Juego lacrosse debe ser por eso. Estoy bien...- dice no muy convencido para seguir inmediatamente con su labor, a lo que ella asintió sin observarlo.

Luego Alice se quedó observando la lápida casi apuntó de llorar, pero se contuvo sintiendo la presencia de un hombre lobo, muy cerca.

-¿Es un familiar? - pregunta de nuevo el rubio.

-¿Que? - pregunta la pelinegra volviendo a la realidad luego de estar sumida en sus pensamientos.

-Habló de la lápida.- recalca señalandola.

-Ah, oh si la conocí. Solo eso. - aseguró la pelinegra tratando de sonar firme, a lo que el silencio reinó.

Entonces se comenzó a escuchar ruidos alrededor de donde estaban. Haciendo que el rubio se pusiera nervioso y la pelinegra alerta por si podría atacarla. Sacando disimuladamente sus garras.

Después apareció un hombre lobo que derribó la escabadora haciendo que el chico rubio cayera en el hueco donde iría la tumba de su madre.

Alice solo se quedó observando al hombre lobo, un tanto parecido a ella y en ese momento lo supo, el era su padre, aquel hombre que volvió a la normalidad, es pelinegro y de ojos verdes, haciendo que su visita se nublara, y sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas, abrazandolo repentinamente, luego se percató de lo que hizo y retrocedió un poco apenada.

-L-lo siento... - se disculpó ella, sin observarlo a los ojos, sorbando su nariz.

-¿Te conozco? - pregunto el en un tono un tanto frío, observandola confuso.

-Sí, algo así. ¿Podemos hablar de eso después? - pregunto ella acercándose a donde se había caído el chico.

-¿Estas bien, chico rubio?- preguntó Alice.

-Sí, supongo ¿que sucedió? - preguntó confuso.

-Creo que fue un animal, el que te derribó. - trato de que sonara creíble, viendo como aquel hombre lobo desenterraba una tumba más alejada como si buscara algo.

-Esta bien, tengo nombre ¿sabes? - aclaró el rubio.

-De saberlo te hubiese llamado por tu nombre, tonto. - dijo Alice mirándolo en medio de la escabadora.

-Me llamó Isaac, Isaac Lahey. Perdona. Creí habertelo dicho. - dijo un poco apenado.

-Descuida, yo soy Alice....- dijo pensativa para solo concluir su frase-Solo Alice. - dijo tratando de sonreír a lo que solo le salió una especie de mueca.

-Bien, solo Alice ¿podrias ayudarme a salir? - preguntó Isaac, pero ella no pudo responder ya que el hombre lobo, que según ella era su padre levantó la escabadora, dejando libre el paso.

Acercándose lentamente al borde del hueco, mientras Isaac se removida ¿asustado?

-¿Te ayudo? - preguntó secamente el pelinegro, a lo que el asintió.

Siendo sacado del hueco por ayuda del pelinegro mientras Alice solo observaba un tanto atónita.

-Escucha se como te sientes, pero lo que puedo ofrecerte es algo que te ayudará, es como un regalo ¿estas dispuesto a eso? - dijo firmemente cada palabra hacia el rubio, a lo que el lo observo aún dudoso.

-No tendrás que sentir dolor como una persona normal, y si llegará a pasar regenerarias...¿Quieres convertirte en hombre lobo? Pero mi única condición sería que te unieras a mi manada- aseguró el pelinegro, a lo que el rubio lo observo atentamente asintiendo lentamente, haciendo que el pelinegro se abalanzaron sobre el rubio y mordiera su brazo.

Haciendo que Alice mirara desconcertadamente lo que sucedía, además del desgarrador grito que salido desde lo más profundo de los pulmones de Isaac. Para luego dejarlo ahí con una mordida sangrante.

(...)

El pelinegro le hizo un ademán a la pelinegra de que lo siguiera y así lo hizo, guiandola hacia unos vagones abandonados.

-Quería ayudarlo... ¿Por qué hiciste eso? - preguntó ella alegando.

-Quiero respuestas ¿eres Hale? ¿Como es que tengo esta conexión contigo? - preguntó firmemente.

-Primero que todo, esto es un poco difícil de decir, y se que sonara muy loco, pero... No soy capaz de decirlo- dijo mientras suspiraba -Soy tu hija. - terminó de decir, a lo que Derek comenzó a reír amargamente.

-Niña, enserio no estoy para bromas.- dijo el a lo que ella lo miro seria.

-¿Crees que vendría aquí? ¿Solo para bromear contigo?- preguntó un poco alterada la pelinegra, a lo que Derek la observo serio de nuevo.

-¿Cuantos años tienes? -preguntó Derek.

-Dieciséis años. - responde firme observandolo fijamente para que viera que no mentía, además de que podía escuchar sus pulsaciones y saber claramente que lo que decía era verdad.

-Maldición... - exclamó el pelinegro, dejando a Alice descolocada.

-Siento no ser lo que esperabas. - se disculpó inconscientemente la pelinegra.

-No, no, no es eso. Es solo que no me lo esperaba para nada, pero el hecho de tener una hija. No debería desquitarme contigo. ¿Dime que tu madre no es quien estoy pensando? - dice un poco alterado caminando de un lugar a otro.

-¿Hablas de Kate Argent? Sí, es ella. -dijo Alice evitando llorar, teniendo esa herida así de abierta, haciendo que el siguiera caminando de un lugar a otro, entonces Alice no pudo contenerse más y salió de ahí llorando a más no poder.

Era de esperarse, Derek aún es joven no necesitaba una hija.

Repentinamente sintió los brazos de Derek rodendola, abrazandola haciendo que ella llorara en su pecho.

-S-siento que estés pa-pasando por esto.... Se que no fuí planeada y que tal vez tu odiaras a mamá, p-pero la familia de mi madre p-puede estar ahí afuera esperando por cazarme, y e-estoy asustada, eres la única persona que me queda... - dijo Alice con un hilo de voz, entre sollozos.

-Si estoy vivo, no te harán nada, apartir de ahora eres mi responsabilidad, me haré responsable, me he perdido todos estos años, pero prometo estar contigo, eres una pequeña parte de mi, eres mi hija, te cuidare.- dijo Derek aún abrazandola.

-Lamento que te enteradas así. - dijo como pudo la pelinegra.

Espero les guste ✨

Nota: Se que no se parece al Derek que conocemos, pero no conocemos su faceta como padre, así que aquí la tienen 💫

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