𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄
𝖢𝖧𝖠𝖯𝖳𝖤𝖱 𝖮𝖭𝖤:
"𝐀𝐋𝐋 𝐓𝐎𝐎 𝐖𝐄𝐋𝐋"
"𝖨'𝖽 𝗅𝗂𝗄𝖾 𝗍𝗈 𝖻𝖾 𝗆𝗒 𝗈𝗅𝖽 𝗌𝖾𝗅𝖿 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇
𝖡𝗎𝗍 𝖨'𝗆 𝗌𝗍𝗂𝗅𝗅 𝗍𝗋𝗒𝗂𝗇𝗀 𝗍𝗈 𝖿𝗂𝗇𝖽 𝗂𝗍"
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━━ 𝐓𝐫𝐞𝐧𝐭𝐨𝐧, 𝐍𝐞𝐰 𝐉𝐞𝐫𝐬𝐞𝐲
𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝟒, 𝟐𝟎𝟏𝟔
En algún rincón ubicado en el centro de Trenton, New Jersey, una mujer que acababa de cumplir sus cuarenta años y logrado uno de los mayores sueños en su vida, se encontraba celebrando en un gran apartamento acompañada de su hermano mayor.
Sara Loraine Alwyn, mejor conocida como Lori Alwyn, era una actriz bastante privilegiada desde que comenzó su carrera hace casi veinte años. Su vida no fue sencilla, pero ella jamás reprochó nada. Sabía que si quería conseguir algo debía de hacerlo por su cuenta, sin esperar a que alguien más le dijera qué, cómo y cuándo hacer las cosas.
Sarita siempre fue así, tomaba las decisiones antes de que otra persona las hiciera por ella, prefería ser ella quien dirigiera sus acciones y hacerlas con sumo cuidado para que todo saliera a la perfección. Fácilmente podría ser vista como una niña caprichosa, simplemente por el hecho de que siempre obtenía lo que quería. Y no necesariamente a base de merecerlo, sino porque rogaba día y noche por ello.
En esa tarde, Sara y su hermano Louis acababan de llegar a su departamento, al cual habían estado llamando hogar desde los últimos diecisiete años.
Louis nunca se casó, pero a diferencia de Lori, él estuvo casi cerca de hacerlo con una compañera de la universidad, jamás formalizaron, porque Louis prefirió vivir una vida de libertad junto con su hermana menor. Había tenido novias en los últimos años, pero ninguna como para querer pasar toda su vida.
— Ok, Lori, ven aquí.— Dice el mayor mientras le hace una seña con la mano.— Tenemos que celebrar.
Lori ríe con mucha felicidad al mismo tiempo que se acerca a la pequeña mesa donde su hermano se encontraba sosteniendo una gran botella de vino.— No es la gran cosa, ¿por qué quieres celebrar?
— Porque, MI hermana acaba de ser nombrada La Mujer Del Año, ¿sabes lo qué eso significa?
— Sí, definitivamente sé lo que eso significa.— Afirma ella con una gran sonrisa. Amaba el entusiasmo de su hermano, y se sentía bastante bien pensar en que a pesar de los años, él jamás la dejó abandonada.
— ¿Lo ves?, tu lo sabes, yo lo sé, ¡todo el maldito mundo lo sabe!— Exclamó Louis mientras levantaba sus brazos.— No sé tu, pero yo lo veo como una razón justa para celebrar.
— Tu no pierdes ni una oportunidad para tomar, ¿verdad?
— No, Lori. Tampoco me mires como un adicto.— Dice ahora sacando dos copas de vidrio.— Tu no serás nombrada la mujer del año todos los días, por eso tenemos que celebrar.
— Primero, yo jamás te miré como un adicto. No inventes cosas.— Corrige ella.— Y segundo, ¿tú sin celebrar todo lo que sucede?, imposible, mañana dirás que salgamos de fiesta porque es el día de la pizza o algo así.
Louis ríe un poco, y agachando la cabeza un momento dice.— No, Lori.— Vuelve a su postura normal.— Te equivocas, porque todos saben que mañana es el día del maestro en India. Y si, podemos celebrar eso también.
— Pero Louis, tu no eres maestro ni vives en India.— Dijo su hermana entre una pequeña risa.
— No me importa, Loriii.— Exclamó como si fuera un niño pequeño haciendo berrinche, tratando de hacer comprender a su hermana de sus grandes deseos de celebración.—¿si me vas a aceptar una copa o no?
Estaba bien comprendido que en algún momento, a la mitad de la adolescencia de Louis había agarrado el amor por las sustancias ilícitas, él amaba salir de fiesta, beber toda la noche, bailar con miles de chicas, y también romper el corazón de algunas de ellas. Pero jamás fue tanto como para terminar volviéndose loco o estar al borde de la muerte, simplemente le agradaba el sabor de una buena bebida en su boca y la felicidad de una buena noche.
Lori se quedó mirando unos segundos a su hermano, mientras que él la miraba insistente con una copa en la mano. La verdad era que Louis sí tenía unas ganas inmensas de ver a su hermana celebrar su propio logro, y después de todo, nada es malo si no es en exceso.
— Solo una, ¿si?— Finalmente afirma ella antes de dar unos pasos más adelante para quedar más cerca de el mayor.— Y ya no pidas más.
— ¡Eso es, Lori!— Exclama con emoción, y como acto seguido, le entrega la misma copa que tenía en su mano hace un momento.— Te juro que esta será la mejor noche que hayas tenido en tu vida.
— ¿Más de lo que ya lo fue?, no te lo puedo creer.
Lo siguiente que pasó fue que Louis terminó de servir ambas copas, y tan pronto como ya tenía ambas listas, extendió su brazo hasta arriba para decir con una sonrisa.— Muy bien, esta va para Loraine Alwyn. La mujer del año.
— Esa soy yo, salud.— Responde la menor con una gran sonrisa, levantando su copa de igual forma.
— Tú eres la mujer del año, Lori.— Dice nuevamente Louis, con la esperanza de sentir más la emoción de su hermana.
— Yo soy la mujer del año.— Repite ella, en tono calmado pero feliz.
— ¡Ahora déjame escucharlo más fuerte!— Grita él, tratando de subir aún más el entusiasmo.
— ¡Soy la mujer del año!— Exclama ahora agrandando su sonrisa.
— ¡Tu lo eres!, salud por eso.— Exclama de regreso el mayor, antes de chocar ambas copas y finalmente tomar un poco de ellas.
La noche era perfecta, y en la mente de ninguno de los dos hermanos Alwyn pasaba la idea de que fuera interrumpida, y si llegaba a serlo, más valía que fuera por alguna noticia igual de buena o mucho mejor que la que ya tenían.
Ellos continuaron bebiendo de su vino, y cuando Louis terminó su copa, decidió servirse una vez más, mientras que Lori aún degustaba la bebida de la misma primera copa de poco en poco.
Cuando estuvo a punto de terminarselo, su celular que estaba justo al lado suyo se iluminó produciendo un sonido correspondiente a una llamada entrante que provenía de un número desconocido.
Eso no le importó, era normal recibir llamadas en su celular, a veces por trabajo, o algunas otras por ofertas y tarifas que no causaban su interés, lo curioso esta vez fue que debajo de donde aparecía el número sin registrar, se marcaba la ciudad de donde dicho numero provenía. Derry, Maine.
— Stan.— Susurró ella en voz baja, lo suficiente como para que ni siquiera Louis se diera cuenta de lo que dijo. O eso pensó ella.
Inmediatamente Lori comenzó a sentirse nerviosa, quizás estresada. Fue como si su mente y estomago hubieran sido volteados en su totalidad, y que ahora, en lugar de sentirse la mujer más poderosa del mundo, era simplemente una pequeña niña sin saber defenderse.
— ¿Stan?— Louis mira a su hermana de manera cuestionable, confundido por lo que acababa de escuchar.
— Ah... sí, ¿no lo has visto?, todos los fans están felices por todo esto.— Dijo ella, al mismo tiempo que rechazaba la llamada en un intento de no delatarse sola.— El nombramiento, mi premio, la noche, ya sabes.— Lori era una actriz, y si podía fingir escenas de dolor fácilmente, también podía fingir algunas de felicidad.
— Te lo dije. Todos quieren celebrarte hoy. Es tu noche.— Afirmó Louis sonriendo.
Pero no era verdad, esa llamada no buscaba felicitarla y ni siquiera pasaron diez segundos antes de que su celular comenzara a sonar nuevamente, y gracias al mismo número y del mismo lugar que la habían llamado antes.
Una vez más Lori se sentía nerviosa, una mezcla como si quisiera vomitar y desmayarse al mismo tiempo. Quería llorar y correr a golpear una pared, pero algo en su interior le decía que debía de responder esa llamada.
Miró un segundo su celular, debatiendo en su mente si debía contestar o no. Comenzó a crearse posibilidades de quién era la persona que podía llamar a estas horas y desde ese lugar.
Realmente no recordaba nada de Derry desde hace años, y si algún día pensaba hacerlo no sería hoy, pero los planes cambian y ahora solo pensaba en que persona la llamaba era Stanley Uris por la razón de solo querer estarla buscando.
— Dame un segundo.— Dice finalmente, tomando su celular dispuesta a responder hasta estar un poco alejada de su hermano.
Una vez a fuera de la cocina, alejada de Louis, finalmente acepta la llamada, y colocando el celular en su oreja responde.
— ¿Si?
— ¿Sara Alwyn?— Pregunta una voz gruesa detrás del celular, pensando en que quizás se trataba de algún productor interesado en su trabajo y ofrecerle algún papel, pero había un problema.
Nadie la conocía públicamente como Sara.
— ¿Quién la busca?— Pregunta confundida, mientras miraba de reojo a su hermano mayor, quien estaba completamente distraído al seguir tomando de su vino.
— Soy Mike.— Contesta la voz.— Mike Hanlon. De Derry.
Y nuevamente su corazón comenzó a latir como loco, como si todos sus recuerdos de la niñez hubieran cambiado por completo de un momento a otro, y en vez de pasar una buena etapa adolescente, ahora parecía convertirse en una total tragedia que estaba odiando recordar.
— Eso regresó- Habla Mike nuevamente, quien se mira interrumpido por la voz de Lori. O bueno, de Sara.
— Espera un momento, por favor.— Dice ella a mitad de su oración, la cuál ya había sido lo suficientemente sorprendente como para querer alejarse aún más de la cocina y poder hablar mejor y de forma más privada con Mike.
Una vez en la sala, estando completamente sola y con el celular en mano, Lori dió un gran suspiro, tratando de evitar comenzar a llorar, lo cual no fue posible, porque pronto las lágrimas ya inundaban por completo su rostro, añadiendo el nudo en la garganta que sentía sabiendo que la próxima vez que ella hablara sonaría completamente destruida.
— Entonces, hay que volver, ¿cierto?— Preguntó. Y dicho y hecho, sonaba destruida.
— Sí... ha comenzado una ola de desapariciones y asesinatos en niños y adultos.— Le responde Mike.— Nosotros hicimos una promesa.
— Lo sé.— Contestó justo antes de que un dolor inmenso se hiciera presente en la palma de su mano, sobre la cuál, al mirarla se notaba a simple vista una gran cicatriz que aparentemente tenía, como si un corte abundante hubiera atravesado de esta, causando esa gran marca. Ella no recordaba haberse visto esa cicatriz antes, y tuvieron que pasar unos segundos más para volver a recordar cómo fueron las cosas con más exactitud.
— Tienes que volver.— Vuelve a hablar Mike.
— Pero, ¿todos irán?— Preguntó, con miedo notable.— Digo, no quiero pensar que alguno termine dejándonos plantados.
— Por supuesto, estaremos todos. Bill, Richie, Ben, Bev, Eddie y...
— Stan.— Terminó de mencionarlos antes de que Mike lo hiciera. No creía posible el hecho de que se hubiera olvidado de él tanto tiempo, pero al parecer solo fue necesaria una llamada para volver a traerlo a su mente. Quizás se olvidó tanto tiempo de todo, que incluso olvidó porque debía hacerlo.
— Sí...
— Mierda, lo sabía.— Maldijo con desesperación, pero aún manteniendo la voz baja.
Hace tres minutos estaba celebrando su más reciente premio, y ahora parecía que tenía miles de problemas pendientes, entre ellos, volver a encontrarse con su amor de hace años.
Entre más palabras que Mike decía, más recuerdos parecían volver a su cabeza. Recordaba a Stan, y para ser honesta jamás lo olvidó, solo dejó de mirarlo como algo importante que debía de pensar todos los días. Pasaron más de veinte años desde que se separaron, siempre estuvo con la esperanza de volverlo a ver algún día, disculparse por el pasado y quizás volver a intentarlo, pero eso jamás pasó.
Stanley se casó, Lori construyó su propio nombre. Pero ambos lejos del otro, y pareció estar bien durante ese tiempo.
— Te escribiré todo lo que necesitas.— Dice Mike antes de que Sara pudiera hablar nuevamente, devolviendo a su amiga a la realidad, en la que tenía que aceptar los hechos y volver a Derry por una promesa que ella y sus siete amigos hicieron a los trece años.
— Claro..— Respondió.— ¿Cuándo nos veremos... exactamente?
— Mañana, en la tarde. Te enviaré también la dirección.— Contesta Mike.— Me alegra saber que regresas.
— Bueno, era un juramento, ¿no es así?— Dijo entre risas nerviosas, haciendo una pausa después de ello.— ¿Estás seguro de que todos estarán ahí?
— Definitivamente.— Afirma él.
— De acuerdo...— Lori vuelve a guardar silencio un momento, tratando de ordenar todo lo que Mike acababa de decir.— ¿solo puedo pedirte un favor?
— Por supuesto, lo que sea, Sarita.
Nadie la había llamado por su primer nombre desde hace años, incluso Louis, que solía hacerlo, eligió comenzar a llamarla Lori después de los contratos que firmaron como hermanos, pero parecía que debía acostumbrarse nuevamente desde que Mike, y seguro el resto de perdedores la llamarían de esa forma ahora que estuviera de regreso. El club de perdedores la conocía como Sara y solo Sara. Sería más sencillo para todos.
— ¿Puedes llamarme cuando Stan confirme su asistencia?— Pregunta sin más, dandole su total confianza de que la llamaría y se aseguraría que él estaría ahí, para así también prepararse emocionalmente de volver a ver su rostro.
Mike hace una pausa y dice.— Tenlo por seguro.
— Gracias.— Responde Sara, con una pequeña sonrisa de tranquilidad que él no podía ver.
— Nos veremos mañana, entonces.— Dice Hanlon una vez más.
— Tenlo por seguro, Mike.— Habla Sara antes de colgar, y cuando lo hizo, inmediatamente comenzó a llorar en total libertad.
Esto estaba pasando, y para Sarita se sentía como el fin del mundo.
Aunque no lo era, no literalmente. Pero eso no quitaba que ahora sus emociones eran un completo desastre, se sentía peor que sus ataques de ansiedad que a los dieciséis años a causa del colegio. O de veinte años cuando una noche se la pasó llorando por una razón que parecía no recordar en este momento, pero de algún modo, recordaba la manera en la que se sentía.
Definitivamente estaba llorando, y tenía la extraña necesidad de golpear una pared. Ese juramento que debían de cumplir se miraba tan lejos, y nunca sintió como fue que esos veintisiete años pasaron tan rápido, quizás era una estupidez, y no aparecer también sonaba como una buena opción, pero muy en el interior de Sara, algo le exigía regresar.
¿Se sentía de ese modo por tener que volver a sus recuerdos del pasado?, ¿o por tener que volver a reencontrarse con Stan?
Inmediatamente Sara caminó a paso rápido hacia el baño de su casa, cerrando con seguro la puerta y permitiéndose a llorar como si no hubiera un mañana. Sabía que lo había, y eso le aterrorizaba, no solo por tener que salir de su vida cotidiana, sino que tenía que volver a ver a Stan, ¡a Stanley!, en su mente jamás lo volvería a ver, y esa idea realmente le agradaba.
Su baño era lo suficientemente grande como para tratar de sentirse sola y a salvo al mismo tiempo, pero igualmente no dudó en colocar su mano sobre su boca para evitar que sus sollozos se escucharan hasta donde Louis estaba. Él no lo entendería, y eso le dolía aún más, porque ni ella sabía que era eso que tanto la destrozó en la llamada de Mike, un reencuentro no era malo, pero algo en él también le hacía sentir que estaba completamente mal en hacerlo.
Sin siquiera mirarse al espejo como cualquier persona lo haría después de llorar, limpió sus lagrimas, y aún teniendo ese nudo en la garganta que no la dejaba hablar, salió del baño, regresando hacia donde su hermano se había quedado desde hace varios minutos.
— Necesito más de esto.— Dijo ella agarrando la botella de vino delante de su hermano para servirse de nuevo en la misma copa que usó hace un momento, esta vez llenándola casi por completo.
— Woah, woah, ¿estás bien?— Preguntó su hermano en un tono alto, y bastante confundido a decir verdad. Ella acababa de decir que solo tomaría una copa, pero ahora decidió tomarse la cantidad doble como si no se hubiera hidratado en años, fue extraño, y por esa misma razón decidió arrebatarle la copa.
— Llamaré a Liam, tengo que salir ahora.— Respondió con su celular en una mano, y con la otra limpiando sus labios, no planeaba dar explicaciones, y mucho menos excusas. Simplemente irse.
— ¿Ahora?, ¿y a dónde se supone que vas?
— Es algo importante.— Dijo dándose la vuelta, aún con celular en mano y buscando el contacto que deseaba llamar. Liam era su chófer y prácticamente tu acompañamiento diario, sería él quien la llevaría hasta Derry.
— ¿Qué puede ser más importante que ser nombrada La Mujer del Año?
— Es algo que ya estaba planeado, Loui, perdóname.— Responde simple.— Además, todo lo del premio ya pasó.
— Lori.— Dice su hermano para llamar su atención.— ¿Qué te pasó?
— Nada.— Niega rapidamente, dejando atrás a Louis.
— Lori, esto no te pasa, ¿quién llamó?, ¿qué te dijo?
— Escucha, es un tema delicado.— Volteó a mirarlo.— De verdad necesito irme.
— ¿Delicado?, ¿lo es?
— Como no tienes idea.— Responde, pero antes de poder decir alguna otra palabra, finalmente su llamada es respondida, por lo que comenzó a alejarse de su hermano una vez más.
— ¡Lori, Lori, Lori!— Exclamó el mayor detrás de ella, y aunque para él su conversación era inaudible, no podía dejarla irse de ese modo.— No puedes simplemente escapar, ¿qué está sucediendo?
— Sí, ahora mismo.— Dice Lori en su celular, sin siquiera hacerle caso a su hermano.— Ahora, ya, Liam, ¿qué parte es tan difícil de entender?
— Hazme caso, Lori.
— ¡Carajo, Louis, ¿me puedes esperar?!— Responde de manera enojada, antes de volver a su celular, ignorándolo de nuevo.— Y no, no te estoy gritando, Liam.
Louis finalmente comprende la señal, y se queda parado lejos de su hermana, fue raro verla cambiar de humor de un momento a otro, pero vamos, él conocía a las mujeres, y la mayoría actuaban así.
Unos segundos después, Sara cuelga el teléfono y a paso rápido se dirige a su habitación, tomando la primera maleta que encontró, su favorita a decir verdad, comenzó a meter ropa sin pensarlo más. Sonará raro, pero realmente trató de elegir las mejores que tenía, si iba a volver a ver a sus amigos junto con Stan, al menos debía de mirarse linda.
— ¿Ahora sí me dirás a dónde vas con tanta prisa?.— Vuelve a aparecer el mayor en el marco de su puerta, mirando cada acción que su hermana menor hacía.
— ¿Tengo que darte explicación de todo como si tuviera trece, o esta vez me dejarás ser libre?, no necesito que me vigiles, Louis.
— Lo digo porque me preocupo, no te voy a dejar ir sin siquiera saber nada de ti, ¿qué tal si algo te pasa?
— Nada me va a pasar, ¿okey?— Vuelve a responder de mala manera.— Mejor asómate si Liam ya va a llegar.
— De acuerdo, si me vas a responder de ese modo desde ahora, entonces parece ser mejor que le pregunte a Liam sobre todos los lugares a donde te lleva, ¿eso buscas?
— ¿Y manipularlo?, excelente idea, me agrada.— Responde con sarcasmo.
— No estoy manipulando a nadie.— Exclama el mayor.
— Por dios, ya tengo cuarenta años, ¿no puedo hacer algo por mi cuenta?
— Vamos, Lori, solo dime a dónde vas, o... con quién, no lo sé, solo te estoy preguntando una cosa.
— Está bien.— Acepta harta ante la insistencia de su hermano.— ¿Recuerdas a mis amigos de la secundaria? Obvio los conoces, los viste miles de veces.— Pregunta y se responde a sí misma, a duras penas ella recordaba algo, y esperaba que su hermano igual lo hiciera.
Louis hace una pausa en la que dejó su enojo de lado para mirar hacia distintas direcciones con confusión y responder.— No...
— ¿No?— Cuestionó.— ¿Richie, Bill, Eddie?, ¿Mike?, debes de recordar a Mike, él fue quien llamó.
Louis continúa mirando confundido a su hermana, y luego de una no tan larga pausa vuelve a hablar.— Ah... ¿Stanley era parte?, ¿o definitivamente estoy muy perdido en este tema?
— ¡Sí!, el también.— Responde Lori.
— ¡Oh, por supuesto!, claro que lo recuerdo, cómo olvidar a ese idiota.— Contesta, después de parecer recordar aún más cosas que las que su hermana hacía, pero de igual forma teniendo varios bloqueados.
— Pero él no era malo, ¿de qué estás hablando?
— Sí, claro. Para nada malo, Loraine.— Dice ahora él en un tono sarcástico, si no fuera porque ninguno de los dos tenía recuerdos completos de su pasado, Lori habría estado de acuerdo con su hermano.
— Pero él no es el punto aquí, ¿entiendes que me necesitan?—Vuelve a tratar de explicar la rubia, esta vez ya con su maleta cerrada.
— ¿Y dónde es qué te necesitan?, porque viniendo de Mike, dudo que te invite a un restaurante elegante en Las Vegas.
— Es en Derry.— Aclara ella.— Él mandará la dirección, no será malo, lo prometo.
— Ok pero, ¿de verdad estás yendo por tus amigos o solo por Stanley?—Pregunta tranquilamente, pero con la clara intención de molestar a su hermana.
Sara hace una pausa, esta vez para ser ella quien se quedara pasmada en pensar nuevamente, incluso detuvo su paso para buscar una respuesta. Obviamente lo hacía por sus amigos, por la confianza que ella tenía en Mike, pero quizás una gran parte de ella también lo hacía especialmente por volver a verlo a él.
— Una parte de ti sigue actuando como si aún tuvieras dieciséis, ¿no?— Fue lo último que dijo antes de volver a continuar con su paso, recordando como eran las cosas en su adolescencia cuando ambos hermanos aún vivían en Derry.
Unos segundos más tarde, Liam, el conductor de Sara toca el klaxon de su carro para anunciar que había llegado, a lo que nuestra apreciada actriz abre la puerta de su casa, sale de ella, y con ayuda del chico entra en la parte trasera del vehículo, dejando que acomodara su maleta en la cajuela.
— ¡Al menos avísame cuándo llegues!— Exclama Louis desde la parte exterior de la ventana.
— ¡No lo haré, pero gracias por preocuparte!— Le responde la chica mientras el carro comenzaba a avanzar, dejando a Louis en New Jersey, y a Lori en camino a su antiguo pueblo.
Ella jamás se había sentido tan nerviosa, pudieron haber pasado muchas cosas en su vida pero jamás para sentirse de esa forma, solo le quedaba esperar y rogar porque su estancia de regreso a Derry no fuera tan mala.
— ¿Por qué tanta presión, señorita Lori?— Pregunta Liam sin quitar la mirada del camino, con el deseo de recibir una respuesta hasta el punto de tranquilizarla por el ambiente tenso que se había creado gracias a su preocupación.
— Un asunto urgente, nada más.— Le contesta de la forma más tranquila que pudo.
— Debe serlo bastante, como para querer salir a estas horas, jamás había pasado.
En otras circunstancias, la celebridad se enojaría porque sus trabajadores sean metiches, pero este no era el caso.
Liam era joven, bastante a decir verdad, y Sara decidió acogerlo en su equipo de trabajo luego de recibir una solicitud donde realmente necesitaba ese dinero, ella accedió a contratarlo con el afán de ayudarlo, y durante el tiempo que estuvo cuidando de ella formó una amistad de manera que sentía de Liam como si fuera su hermano menor, o incluso como su propio hijo.
Amaba el entusiasmo del chico, y la manera en la que trataba de mostrarse alegre incluso cuando él estuviera peor que ella, pero de algún modo, Sara era un lugar seguro para Liam, y si algo sabía es que quería trabajar para ella toda su vida.
— Algo así, pero estará bien.— Contesta Sara.— Estaremos bien.
— Claro, dudo que salga muy mal, ¿o si?, de cualquier modo, yo voy con usted.
Sarita sonrié levemente antes de agradecerle con un corto "gracias", apreciaba mucho el apoyo que ese chico le daba, quizás no entendía lo que pasaba, pero de igual modo agradecía la manera en la que trataba de calmarla.
Durante el camino Lori durmió, no tomaría tantas horas ese viaje, pero sí las suficientes como para querer descansar antes y solo despertar para arreglarse y estar presentable a la hora de su reencuentro, manteniendo el deseo de volver a ver a sus amigos, y claro, al mas importante, Stanley Uris.
Sin saber lo que le esperaba, Sara Alwyn ya iba en camino a Derry, Maine acompañada de su chofer, Liam. Mientras que a unos kilómetros más alejados de ellos, en Atlanta, Georgia, un adulto de también cuarenta años comenzaba a escribir varias cartas con distintos destinatarios, entre ellos, Sara, que ahora no sabía que estaban siendo escritas, ni que una de ellas sería para ella, pero pronto entendería porque recibió una de parte de esa persona, y que le devolvería sus mejores y peores recuerdos a la vez. Sé que no necesito explicarlo de más, pero ya sabemos quien era ese destinatario, y todo se completa al saber que Mike jamás llamó a Sara para confirmarle la asistencia de Stan, así que solo tenemos una respuesta correcta.
Después de todo, veintisiete años ya habían transcurrido, todos crecieron y olvidaron las cosas malas, pero eso no siempre significa que se superen, así que para todo el club de perdedores este era uno de los eventos más importantes y que cambiarían su vida nuevamente.
𝐀𝐋𝐋 𝐓𝐎𝐎 𝐖𝐄𝐋𝐋 ━━━
𝚆𝚛𝚒𝚝𝚝𝚎𝚗𝚋𝚢𝙷𝚎𝚗𝚗𝚒 ✧
𝟶𝟾.𝟷𝟸.𝟸𝟹
ESTÁ AQUÍ, ESTÁ AQUÍ, me emociona mucho dejarles este primer capítulo, quise hacer algo referente al libro, en el que comienza con la descripción de la vida adulta de los perdedores, así que próximamente solo sabrán de ellos como adolescentes, pero les va a gustar, yo lo sé.
Andamos estrenando portadaa, ¿no es hermosa?, amé demasiado a mis chiquillos, los adoro.
No tengo nada más que decir, solo que espero que les haya gustado y no se olviden de votar, me ayuda mucho 🩷
Nos leeremos después
- Helencita 🩷
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