"Si el ya gano antes, entonces todos podemos ganar"

Todos ingresaron a la habitación luego de aquel terrorífico juego, Jiang li iba al lado del señor Seong y de Jung-bae, ambos iban sumergidos en sus pensamientos.

Aquel día ella se preguntó como habían personas tan crueles, pero ya no le sorprendía nada, entre más sangre viera más frío su corazón se haría.

—¿Cómo es que sabes tanto Gi-hun? -el señor Jung-bae preguntó, Jiang li toco su cabeza nuevamente.

Nadie les creería si dijeran la verdad, pero con lo poco que conocía a Gi-hun sabía que haría todo por decirles lo que sabía.

Sin un plan B en mente, ambos acabarían muriendo en aquel lugar, solo rezaba porque Jun-ho fuera por ellos en cualquier momento.

Jun-ho subió al barco y soltó varios suspiro, había ido al bar en donde estarían Jiang li y sus compañeros, pero para su mala suerte, Jiang li había dejado caer el celular y sus esperanzas de poder rastrearlo fueron nulas, preguntó, busco las cámaras de seguridad, pero no había rastro alguno.

—Debemos irnos ya - le dijo a Woo-seok, aquél hombre era conocido de Gi-hun.

—¿Crees que logremos encontrarlos ya? ¿Por qué querrían llevar a una ex camarera a aquel lugar? Están locos.

—Hay dos opciones -Woo-seok le miró —Para cobrar venganza por haber golpeado a un vip o para hacerla jugar y que muera para diversión de ellos.

—Ambas suenan a venganza - murmuró el otro hombre, Jun-ho soltó un suspiro —Sea como sea, vamos a encontrarlos, estoy seguro de eso.

—Yo se que si.

Jiang li vio ingresar a los guardias, todos gritaron con temor e incluso se escondieron, ella no les temía, temía más a morir jugando que a esos bastardos, pero ver el pánico en los demás la hizo sentir rabia, ninguno debía de estar ahí, menos ella.

—Esperemos la señal - Gi-hun murmuró, la señora del número 149 y su hijo se acercaron a pedir piedad, ella suspiro profundamente, verla arrodillada le era inhumano, una madre no debía de cargar con las deudas de sus hijos.

—Cláusula número tres - Seong Gi-hun se puso de pié, Jiang li le miró, ella también leyó el contrato, la número tres hablaba sobre si la mayoría estaba de acuerdo podían votar para irse con el dinero acumulado, evidentemente había trampa ahí.

La mayoría estaba en una edad en la que la vida poco les importaba, o salían con el dinero, o morían al salir al mundo real por sus deudas, las votaciones estarían reñidas.

—Respetamos su derecho a la libertad de elegir - Jiang li se dejó caer a su cama, la salida de la alcancía era una manera de manipular a todos, los más ambiciosos y necesitados optarian por quedarse y los demás optarian por irse a casa, algunos anhelaban más a su familia que el dinero.

—Vaya mierda - se escucho detrás de ella, una chica un poco mayor que ella estaba viendo la alcancía con enfado - esa cantidad no es nada, pero irse es mejor que morir aquí.

—Irse te dará otra oportunidad, morir ya no - Jiang li le hablo, la joven sonrió un poco, se miraba agotada.

—¿Te iras jugadora 10?

–Si, ¿tu 228? - ella asintió.

—Me iré también.

—Jugador 456 - Jiang li le presto atención, era de las ultimas y eso aumentaba su ansiedad.

Quería irse, lo anhelaba tanto que incluso sus palmas sufrían por que sus uñas rasgaban la piel, estaba ansiosa, quería estar en casa hablando con la madre de Junho o bien hablando con él y escuchando su voz rasposa.

—Jiang li - el señor Jung-bae hablo —¿Te iras?

—Si señor Jung-bae, mi estadía aquí es un error - susurro para ellos dos —No tengo deudas y... -la voz del señor Seong se escucho.

—¡Yo ya estuve en estos juegos! - Jiang li suspiro, aunque le creyeran, había personas de mala voluntad ahí.

—Oigan él nos salvo en el primer juego y ustedes le están diciendo groserías  - Jiang li se acercó al tumulto que se había armado —Sobretodo usted anciano decrépito, como esta por morir quiere quedarse y llevarnos a todos con usted al infierno. - todos guardaron silencio cuando ella hablo, el número 100 abrió sus ojos y su boca con rapidez —Y tú -señaló a su compañero. —Te escuche llorar detrás mío, así que guarden silencio. - escucho unos pasos, 230 estaba frente a ella.

—Mira belleza, el ya gano entonces todos podemos hacerlo, ¡vamos a ganar todos!

Soltó un suspiro y regreso a su lugar en la cama, escuchar tanta basura le cansaba.

"Jugadora número 230"

Cerró los ojos y pensó en Jun-ho, ambos acababan de revelar sus sentimientos y luego acabó ahí, lejos de él y desprotegida.

—¿En qué tanto piensas? - el jugador 2 se acercó.

—¿Importa? - él sonrió.

—Estoy viendo que probabilidades hay de irnos - ella asintió. —Tienes cara de que votaras por irte.

—Lo miras bien, votaré por irnos - él hombre asintió, era guapo. —¿Tú?

—También, mis deudas son muchas pero deseo irme ya, veré como las arreglaré más adelante.

"Jugadora diez"

Ella se puso de pié y se acercó hasta los botones, sin pensarlo dos veces presiono la X, escucho grito de victoria y otros de desagrado.

Cuando fue a formarse con los X pudo divisar al pelimorado, este le hacía un corazón con las manos, ella rodó los ojos y se colocó al lado del señor Jung-bae, por algún motivo le agradaba.

Luego de unos minutos el jugador 001 se acercó para votar, Jiang li cerró los ojos, rezaba por irse, por ir a ver a Jun-ho y abrazarlo.

—No puede ser - abrió sus ojos y vio el resultado, de en pate a victoria de los círculos.

—¿Qué culpa tengo yo? -bufo ella y regreso a su lugar.

La comida fue servida minutos después, Jiang li miro el contenido y comió en silencio, estaba fría y sabía mal.

Recordó a Junhee, estaba embarazada y debía de comer más, iba a acercarse pero observo a lo lejos a 149 dándole de su comida.

—Me quede por ti, me diste confianza de ganar - escucho una voz, al alzar la vista sintió un nudo en su garganta, el jugador uno se le hacia familiar, pero no sabía de dónde.

Busco en sus recuerdos pero no encontraba nada de él, pero aquella familiaridad no se iba de ella.

—Si nos mantenemos unidos, no hay de que preocuparse - Jiang li les miro, tenía un punto.

—Cierto, hay que mantenernos unidos - un chico bajo de la cama de al lado, 388 era su número.

—¿Quién eres? - Jiang li le miró, el jugador uno la miró fijamente sin que ella se diera cuenta.

Escucho por una hora al señor Jung-bae y a Dae-ho hablar, finalmente la hora de dormir llegó.

—Descanse señor Seong, de todos modos no podremos salir hasta que Jun-ho nos encuentre.

—Descansa tú, debes de estar sorprendida.

—No tanto - mentía, si estaba preocupada, pero no dejaría de estarlo basta que Jun-ho la rescatará.

Con todo eso en mente prefirió dormir, pero una sensación extraña no la abandono en toda la noche, había algo familiar que la molestaba.

Jiang li ya conoció a dos jugadores que serán importantes para ella ¿adivinan?

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