Hoy era el regreso de Marlene Kinnaman a su trabajo. Todos ya la esperaban con los brazos abiertos, mientras que ella tenía la idea de que necesitaba distraerse de todo lo que le ha estado pasando estos meses.

-Mar!!! Al fin te vemos!- Lizbeth Fischer y Vianey Kinnaman llegan a la oficina de la mencionada.

-Hey, chicas.

-Ya te necesitábamos. El lugar es un desastre sin ti- resalta Vian -Jamás pensé en decir esto, pero extrañamos a la Mar mandona.

La castaña sonríe -Si me fijé que tengo que poner orden- en eso llegan varios compañeros de trabajo con nuevas tareas que darle a Mar.

Al principio, Mar intentaba ser positiva pues al menos salió de casa y ya no tenía que estar cambiando pañales o alimentando a su hijo. Pero después, comenzó a alterarse, y si Mehdi la necesitaba? Confiaba en su suegra, pero y si su hijo le hacia algo a la mamá de Houssem? Y si pasa algo grave, ella ya no estaría dispuesta a cuidar de su hijo?!

Ahora que pudo despejarse de su hijo, Mar debería sentirse más libre, no? Era lo que más pedía estos últimos meses, cierto?! Por qué no puede sentirse conforme o al menos relajada?

Respiró profundo como varias de sus amigas le recomendaron pero eso ya no ayudaba. En lo único que su mente la hacía pensar era en que no estaba cerca de su hijo y que debía regresar lo más pronto a casa.

-Srta. Kinnaman?- un chico toca su puerta liberando a Mar de su estrés.

-Si?

-Tiene el informe listo?

Fue en ese momento que se dio cuenta que pasaron horas y no había hecho absolutamente nada -Mierda! Solo necesito hacerle unos ajustes y ya esta!

-Ok? Me dijeron que ya lo quieren.

-Ya me apresuro, gracias- responde cortante y de inmediato se pone a trabajar.

Mientras tanto, Liz y Vian mantenían un ojo en la castaña. Estaba más claro que Mar necesitaba ayuda -Mi mejor amiga me preocupa.

-Ni lo menciones. Jamás la había visto en esta faceta. Ni cuando estaba en la universidad- resalta Vian.

-Ya se lo que pasa...- a Lizzy le daba miedo decirlo en voz alta -No crees que Mar quedó algo... mal después de su cirugía?

-Odio que siempre estés en lo correcto. Y el cabrón de mi cuñado ni se ha dado cuenta o qué?!- regaña la rubia.

-No. Más bien tengo las sospechas de que Mar es quien no le dice lo que está pasando a Houssem.

-Tu crees que esté bien si nosotras le decimos al Aouar?

Liz duda ante una respuesta, quería lo mejor para su amiga, pero también sabia que si iba a espaldas de ella, Mar nunca se lo perdonaría -Creo que ya son asuntos que les toca resolver a Houssem y Mar por su propia cuenta. No es bueno interferir.

-Y si la invitamos a comer? Después de todo, Hugo dijo que invitó a Caqueret y al Aouar a un restaurante que queda cerca de por aquí?- sugiere Vianey.

-Hay que preguntarle- las chicas le ofrecen a Mar la comida, pero una vez más rechaza para alejarse de cualquier distracción excusando que tenía que entregar muchas cosas.

Finalmente Vianey y Lizbeth salieron al restaurante donde quedaron de verse con los chicos. Vianey y Hugo poco a poco hacían publica su relación pues querían llevar las cosas poco a poco. La otra pareja, Maxence y Lizbeth estaban siendo amigos un poco más íntimos.

-No me digan, mi prometida tiene mucho trabajo- Houssem afirma la ausencia de su amada y las chicas asienten.

-Y para cuando la boda? Ya han tenido conversaciones acerca de eso?- pregunta Max.

Absolutamente nadie se había atrevido a preguntar aquello que hasta esto estaba pasando desapercibida. Con lo ocupados que Mar y Houss están, que ni tiempo los dos han hablado, ni siquiera un "hola, cómo te fue el día de hoy?" se habían dicho.

-Yo espero de mi amor. No quiero apresurar las cosas hasta que ella me indique cuando esté lista- Aouar otorga una respuesta.

-Marlene Aouar. Hehe, tendré que acostumbrarme a eso- comenta Vianey.

-Ay, Houssem, no pudiste nacer con un apellido más fácil? Si que todas las conocidas de Mar (incluyéndome) nos costó trabajo aprender a pronunciar tu apellido- bromea Liz.

-Tan siquiera tu nombre, no?- Hugo le sigue la corriente.

-Pero saben algo? Al menos ni nombre es original, no como los suyos- el mediocampista defiende y todos se ríen.

Pasan un buen momento, hasta que al termino de la comida, Liz realiza la siguiente pregunta: -Y mi ahijado?

-En casa de mi mamá. Mar dijo que pasaría a recogerlo- afirma Houss.

Vianey y Liz se lanzan un par de miradas -Yo no creo que eso sea posible.

-De qué hablas?

-Se le vio a mi amiga con demasiado trabajo. Quizá le tome hasta toda la noche- confiesa Liz.

Houssem suspira entre frustración y tristeza -Por más que quiero ayudar a Mar, algo siempre tiene que salir para complicarle más la vida.

-Ay, Houss...

-Es que, estoy muy ciego!! Cómo no voy a darme cuenta que el amor de mi vida esta sufriendo y yo aquí sin hacer nada!!- gruñe de lo enojado que se acaba de poner consigo mismo.

-Amigo, relájate- pide Max.

-No! Tengo que ir con ella! Debo estar con ella! Me necesita...

-Créeme, Aouar. Si vas ahora, solo pondrás a mi hermana más nerviosa y estresada por acabar su trabajo- detiene Vianey.

-Ya se!!- a Liz se le acaba de ocurrir una idea -Organízale una cena! Deja a su hijo bajo mi cuidado para que ambos tengan un tiempo a solas!

-Oye, pues no esta mal la idea- apoya Hugo.

-Cuidarías de Mehdi esa noche?- asegura Houssem.

-Por supuesto, también quiero pasar tiempo con mi ahijado!!- afirma Liz contenta.

-Pero lo más importante es que solucionen sus problemas, Aouar. Si hay alguien que puede curar a mi hermana, eres tú- desvela Vian.

Houssem hace memoria de la promesa que le hizo a su prometida hace meses atrás: Quiero que hagas tu mejor esfuerzo en encontrar tu camino devuelta hacia mi.

Y por nada del mundo, le iba a fallar.