𝟎𝟑𝟓. 𝐚𝐝𝐢𝐨́𝐬 𝐬𝐭𝐞𝐟𝐚𝐧 𝐲 𝐝𝐚𝐦𝐨𝐧 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐭𝐨𝐫𝐞
alexitimia ━ ━ vol iii
035. goodbye stefan and damon salvatore
Mia estaba recostada sobre la cama del hospital. Comía gelatina verde que le habían proporcionado.
Veía las caricaturas en la televisión. Escucho un pequeño alboroto afuera de su cuarto antes de que la puerta fuera abierta por Damon.
—¡Dije que ella está descansando!—Elena lo regaño.
—Tranquilizate pequeña Doppelganger, solo me despidire de ella—rodó los ojos con cansancio.
—Que sea rápido por que esta viendo sus caricaturas—lo miro Elena por última vez antes de salir de la habitación.
—Si, si—le restó importancia. Mia miró sus movimientos atentamente.
Damon estaba nervioso.
—Hola—murmuró en voz baja desde la entrada sin atreverse a mirarla.
—Holap—lo saludo ella de regresó.
Damon suspiró antes de levantar la mirada y sonreír.
—¿Cómo te sientes?—preguntó acercándose a ella poco a poco.
—Bien—contestó—Me dieron gelatina—señaló su postre.
Damon sonrió y asintió.
—¿Puedo sentarme?—señaló el lugar y Mía asintió. —Estoy feliz de que estés bien.
—Gracias. —se quedaron en silencio unos momentos. —Dijiste que venías a despedirte—mencionó ella.
El asintió distraído antes de mirarla.
—Si bueno, yo me voy de Mystic Falls—confesó haciendo que Mia lo mirara.
—¿Por qué?
—Dijiste que no querías estar cerca de mí, bueno no tienes que irte del lugar donde vives. Me iré yo—dijo recordando como ella y Elena se irían de Mystic Falls.
—No tienes que irte.
—Ya no hay nada que me detenga aquí.—negó riendo.
—¿Cuál es la verdadera razón?
Damon suspiro antes de recostarse sobre el pequeño sillón.
—Vine a Mystic Falls por qué conocí a tu hermana Elena—comenzó a hablar—La conocí el día de su accidente. Bueno antes de él. La confundí con Katherine. Quería saber por qué se parecían y quería recuperar a Katherine de la tumba. Luego te conocí y nos volvimos amigos.—sonrió recordando el momento en el que se conocieron.
—Soy Damon—se presentó el pelinegro.
—Soy Mía. —ella lo miró—Me gusta tu chaqueta—señaló la prenda.
—Gracias, a mi también—sonrió con diversión el.
—Cuando abrí la tumba y ella no estaba ahí, fue doloroso. Creía que ella me amaba y fui estúpido—negó.
—No está ahí—murmuró Damon viendo la tumba.—Nunca estuvo ahí.
—Damon—el pelinegro se dio la vuelta para ver a Mis quien lo miraba. —Te traje una manta
Damon se había quedado mirando el lugar hasta tarde y Mía había ido a su casa y vuelto a hacerle compañía.
Se sentó junto a él y los tapó a los dos. Mientras veían la tumba en silencio.
—Gracias—murmuró.—Por no dejarme solo—le sonrió con tristeza y Mia le resto importancia.
—Pensé que me quedaría solo. A Stefan no le importaba en absoluto. Solo estaba detrás de Elena y tu estabas para mi. Me aferré a ti con el miedo de quedarme solo. Y no medí mis acciones.—la miro por unos momentos antes de hablar—Siento lo de Fred
Mia miro sus manos sin querer tocar el tema de Fred.
—Te disculpé hace tiempo—susurró.
—No debí meterme en tu relación con el idiota—murmuró de mala gana.
Mía sonrió levemente y asintió.
—Me arrepiento de hacerte daño, no de mis acciones pero si de hacerte daño—dijo sinceramente.
—Lo sé—estiró su mano y tomó la de Damon.—No tienes que irte de Mystic Falls. Eres mi amigo aún.
—No, está bien, ya empaque mis cosas.—habló divertido.
—¿Y Stefan?—preguntó.
—El se quedará. No creo que quiera seguir a su hermano mayor quien solo le trae miseria.—murmuró rodando los ojos.—No creas que te libraras de mi tan fácil.—la apuntó.—Seguiremos en contacto.—se puso de pie.
Se acercó a ella para abrazarla. Mía se lo regresó dándole unas palmaditas en la espalda.
—Nos volveremos a ver Mia Gilbert—le sonrió antes de empezar a salir de la habitación.
Mia lo miró salir y sintió un tirón en su pecho. Suspiro mientras se recostada en su cama y miraba la puerta.
Apesar de todo siempre estuvo feliz con la compañía de Damon. El no la trataba como si fuera una niña. Siempre la trato como otra chica.
El la hacía sentir como si pudiera sentir. Era su amigo. Y él saber que se iba a ir la hizo sentír algo en el pecho.
❍❍❍
—Te ibas sin despedirte—escuchó Damon detrás de él.
No se giro para ver a su hermano. Puso su última maleta en su cajuela y se giró por fin.
—No pensé que te interesara—levantó sus hombros.
—Eres mi hermano Damon, por supuesto que me importa—se acercó a él.
—Bueno, deseame buen viaje—lo miró esperando algo.
—No—negó.
—¿Entonces para que me detienes?—rodó los ojos.
—Iré contigo—Damon detuvo su andar y se giro incrédulo.
—¿Disculpa?
—Me voy a ir contigo.—hablo.
—¿Y Elena?—preguntó.
—Ella tiene a Magnus. Yo ya no tengo nada que ver aquí. Tú eras lo que me retenía en el pueblo Damon. Si te vas no tiene caso que siga aquí.—confeso. —Además los hermanos Salvatore son mejores juntos que por separado—sonrió.
Damon le sonrió sin evitarlo y asintió.
—Tienez razón.—aceptó.
Uan vez que Stefan subió sus cosas, empezaron a andar en el carro de Damon.
—¿Qué pasará con nuestra casa?—preguntó Damon después de pensar.
—Se la he dejado a Magnus. El se hará cargo de ella. Siempre será nuestra casa pero el la cuidara. —lo miró sonriendo y él asintió.
—Esto será emocionante—habló Damon—Nos divertiremos mucho.
—¿A dónde iremos?—preguntó con cautela Stefan.
—New York será nuestra primera parada. Recorreremos muchos bares y lugares juntos—comenzó a hablar —Luego iremos a nuestro lugar de destino.
Vieron como aparecía el letrero de Mystic Falls.
Estaban por salir del pueblo. Y no sabían por cuánto tiempo.
—¿Cuál es el lugar de destino?
—Un viejo amigo necesita mi ayuda—le dijo Damon a Stefan.
—¿Tienes amigos?—hablo sorprendido.
—¿Por qué el tono de sorpresa?—estaba ofendido.
—No pareces de los que hagan amigos.—se vio avergonzado.
—Derek es un viejo amigo. Que conocí hace tiempo.
—¿Derek?
—Ya lo conocerás. Te va a caer bien.
—Aún no contestas mi pregunta—le recordó
—Beacon Hills—lo miró antes de acelerar al pasar junto al letrero.
Stefan lo miró antes de sonreír y asentir.
—Beacon Hills será—aceptó el.
Mientras Stefan y Damon salían de Mystic Falls. Otro par de hermanos entraban en el.
Los problemas en el pueblo apenas comenzaban. La diferencia es que esta vez los Salvatore no serían los causantes de ellos.
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