𝟎𝟑𝟑. 𝐮𝐧 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨

alexitimia ━ ━ vol ii
033. a kidnapping

En una de las habitaciones de la
mansión Mikaelson, Klaus estaba mirando sus pinturas, sonriendo
cariñosamente a la que Mia había pintado en los días anteriores.

Una de las muchas noches que habían pasado juntos, Mia había dicho que lo quería debujar.

Klaus pensando que ella sabía hacerlo, posó para su amada.

No contaba con que Mia fuera pésima para dibujar. Ella sabía colorear, pero dibujar exactamente no era su fuerte.

—Yo dije que nunca me salía de raya. No que sabía dibujar.—fue lo que le dijo relajadamente haciendo reír al híbrido.

Justo cuando dejó el dibujó en su mesa, Rebekah irrumpió en la habitación con una expresión problemática.

—Alaric Saltzman acaba de tratar de matarme—exclamó causando que Klaus frunciera el ceño.

—Se supone que Alaric Saltzman
está muerto—respondió el híbrido,
estrechando sus ojos en la confusión mientras miraba la temerosa expresión de su hermana.

—Bueno, no lo esta y es un vampiro gracias al hechizo de mamá, con una estaca de roble blanco que nos puede matar. Es fuerte, Nik. Demasiado fuerte,—explicó.

—¿Dónde está ahora?—preguntó, sus ojos se filtraron a un lado de ella notando que Mia no estaba con ella, —¿Dónde está Mia?—exigió con más urgencia, el pánico se instaló dentro
de él.

Rebekah se quedó en silencio,
su expresión pasando del miedo a la culpa hizo que el híbrido frunciera el ceño.

—Dime que no la tiene Rebekah—suplicó con los ojos entrecerrados mientras su corazón empezaba a agitarse de preocupación.

Ante el silencio de la rubia, Klaus obtuvo su respuesta y a cambio lanzó una de las sillas contra la pared con
ira.

—Lo siento Nik, pero fue demasiado rápido. No había nada que pudiera hacer. Está atrapado en la escuela sin un anillo de luz de día, pero tan pronto como caiga la noche vendrá por nosotros. Tenemos que tomar a Mia e irnos—declaró Rebekah urgentemente mientras Klaus asentía con la cabeza ligeramente con una expresión en blanco en su cara.

—Bien. Recogeremos a Magnus y Elena, tomaremos a Mia y al resto de la familia y luego nos iremos—respondió causando que la rubia asintiera conforme.

—Nos protegeremos mutuamente, como siempre lo hemos hecho. Siempre y para siempre, Nik—la rubia original habló suavemente causando que el híbrido mirara a su hermana con una mirada decidida.

Rebekah salió de la habitación después de mirar a su hermano, empujando a Tyler cuando entró en la habitación con una caja en sus manos.

—¡Muévete, perro de quinta!—el lobo Lockwood frunció el ceño.

—¿Qué le pasa?—le preguntó a Klaus con una expresión confusa, el híbrido original sólo sacudió la cabeza en respuesta cuando salió tras su hermana.

Su única prioridad ahora era Mia, y lo sería siempre. Necesitaba rescatarla para tenerla con él.

Pará Klaus Mia era su humanidad. Sin ella perdería la poca cordura que ha recuperado al estar con la chica.

Mia lo hacía sentir como humano. Su corazón latía con fuerza cada vez que la veía. Evitaba su mirada por que se avergonzaba de él mismo. Le daba pena hablar con ella algunas veces y decir algo mal en su presencia.

Actuba como un adolescente enamorado y tal vez lo era.

Y el sentimiento no le disgustaba.

No cuando se tratará de Mia, nunca podría disgustarse con algo que tuviera que ver con su pequeña Mariposa.

❍❍❍

En el aula de Alaric, en el instituto, Mia estaba sentada sobre una escritorio, sus pies y manos estaban atadas al igual que su boca. Había sido secuestrada Alaric cuando él mismo la estrelló contra el cemento.

Mia cabeseaba de vez en cuando, tratando de no quedarse dormida. El día de hoy se había despertado temprano y tenía sueño.

Mirando a su izquierda, Mia encontró a Caroline en la misma posición, excepto que estaba amordazada con un paño empapado de verbena y sus manos estaban clavadas a la mesa con lápices.

Alaric miró a la castaña con irritación, a la chica no le importaba en absoluto el hecho de estar secuestrada.

Girando la cabeza hacia la puerta, los tres recogieron otro conjunto de pasos corriendo hacia la escuela.

—Justo a tiempo,—musitó Alaric causando que Caroline entraran en pánico, sabiendo que era Elena la que había venido por ellas.

Escuchando los gritos de dolor de su amiga, la doble entró corriendo en el aula, deteniéndose en la puerta mientras sus ojos se posaba en su hermana y amiga golpeadas en estado de shock.

—Mia. Caroline,—Elena jadeó sin aliento,mirando hacia su antiguo guardian con una fuerte mirada—Déjalas ir, Alaric!—le exigió mientras él se acercaba a ellas.

—Ebena—habló como pudo Mia en forma de saludo.

Alaric apuntó en la dirección de
las dos adolescentes descuidadamente.

—Libéralas tú misma—se encogió
de hombros causando que Mia
entrecortara los ojos hacia él.

Elena miró con cautela al original recién convertido, antes de apresurarse hacia Carolie que estaba más cerca de la puerta. Y por qué Mia se lo pidió con los ojos.

En cuclillas, la morena acarició los
brazos de Caroline en un intento de
consolarla antes de empezar a sacar
suavemente uno de los lápices de su
mano. Antes de que pudiera sacarlo
todo, Alaric se precipitó, el lápiz volvió a la mano de la vampira causando que Caroline gritara dolorosamente.

Elena se disparó en agudo, dando un portazo mirando al ex profesor de historia con ira.

—¡Dijiste que las dejarias ir!

—¿Cuántas veces tengo que decirtelo,
Elena?—Alaric la regañó,—¡Deja de
confiar en los vampiros!—gritó con
una mirada fría causando que Elena se encogiera de miedo.

Mientras Elena se sentaba temerosa en el asiento junto a su hermana  la cual  abrazó, Alaric caminó hacia Mia.

El vampiro recién convertido quitó el paño de la boca la chica, haciendo que tomara una gran bocanada de aire, con el pecho golpeando mientras empezaba a respirar claramente.

—Eso no fue muy amigable de tu parte, me has... —comenzó a hablar haciendo que el pusiera los ojos en blanco antes de ponerle el pañuelo de nuevo callandola.

Mia miró a Elena para que hiciera algo.

—¡Alaric detente!—exclamo, tratando de quitar el pañuelo de su hermana antes de ser empujada de nuevo a su silla.

—¡Siéntate!—exigió con una mirada
severa que hizo vacilar a Elena.

—¿Por qué estás haciendo esto?—Elena exigió desesperadamente, viendo con tristeza como su mejor amiga se retorcían de dolor a su lado. Y Mia se quejaba.

—Para facilitarte las cosas cuando
los saques de su miseria—respondió
el ex profesor de historia mientras recogía la estaca de roble blanco. La cabeza de Elena se volteo hacia él en shock.

—¿Qué? No—jadeó sin aliento mientras lo miraba con incredulidad. Alaric le sonrió, acercándose a su escritorio.

—¿No es esto lo que querías, Elena? ¿Para que te enseñe a matar a un vampiro?—dijo mientras le clavaba la estaca,—Bueno, aquí hay un vampiro, Elena. Mátala.

Elena sacudió su cabeza.

—Esto no es lo que quiero—negó haciendo causado que Alaric frunciera el ceño.

—Por supuesto que si—afirma en
tono bajo,—Todas esas horas que
pasaste entrenando, fortaleciéndote,
podrías ser una cazadora, Elena. Pero
nunca has clavado una estaca a un
vampiro en el corazón.—el original
persistentemente mantuvo la estaca
hacia ella, frunciendo el ceño con iracuando se negó a reconocerlo.

—¿Por qué estás haciendo esto?—Elena preguntó de nuevo cuando el hombre comenzó a caminar frente a los escritorios con ira.

—Porque me necesitas—gruňó, deteniéndose frente al escritorio de Elena una vez más,—Porque eres una chica de dieciocho años sin padres y tu gia no es buena en ningún sentido del bien y del mal.—la doble lo miró con asco por hablar mal de Jenna.

—Mirate. ¿Cómo es esto correcto?—argumentó incrédula, mientras hacía un gesto hacia Caroline y Mia.

Alaric siguió su mirada, señalando
a Caroline con la estaca.

—Es una asesina. Me dijo que había matado a alguien y que le gustaba—reveló haciendo que Caroline mirara el escritorio con vergüenza.

Alaric entonces apuntó con la estaca a Mia.

—Ella está viviendo con él hibrido original. Ella es tan culpable como el resto de ellos—escupió causando que Mia pusiera los ojos en blanco.—Ahora, ¿cómo es eso correcto? Escucha, Elena, tus padres dirigieron el consejo. Era la misión de su vida mantener este pueblo a salvo. No estaban muertos seis meses antes de que deshicieras todo—Alaric le siseó causando que Elena frunciera el ceño.

—No sabes nada de ellos—le escupió
mientras lo miraba con odio, odiando
en lo que Esther lo habia convertido.

El nuevo original sonríe burlonamente.

—¿Por qué, me equivoco?—El hombre pregunta mientras se inclina para conectar la línea de visión de Elena, —Si no te pones del lado de los humanos, eres tan malo como ellos. Ahora mátalas.—Alaric demanda mientras le da la estaca.—O lo haré por ti y haré que te duela. Levántate,—afirma mientras agarra a Elena por el brazo y la saca de su asiento, obligándola a ponerse de pie frente a Caroline.

Elena se queda allí de pie por un
momento, mirando a Mia que le muestra discretamente que había deshecho las cuerdas alrededor de su muñeca.

Elena asintió con la cabeza, se dio la vuelta y miró a Alaric mientras intentaba apuñalarlo, sólo para que él le agarrara la muñeca.

—Pensé que te había enseñado mejor que eso—sonrió causando que Elena aprete la mandíbula.

—Lo hiciste—dijo ella antes de agarrar el vaso lleno de verbena y tirarlo sobre su cabeza. Viendo a Alaric distraído, Mia le sacó las cuerdas perdidas, arrancándole la mordaza de la boca y ayudando rápidamente a Elena a desatar a Caroline de su silla mientras Alaric gritaba de dolor.

—Busca ayuda,—les dijo Elena, empujándolas por la puerta causando que el vampiro rubio tropezara ligeramente.

Agarrando a su amiga, Mia y Caroline corrieron por el pasillo, sólo disminuyendo la velocidad cuando estaban a una distancia segura.

La Gilbert tomó respiraciones.

—Necesito...—respiró—Hacer ejercicio—se volvió para mirar en dirección al salón de clases, no queriendo dejar a Elena sola con Alaric cuando una mano le cerró de repente la boca, arrastrándola detrás de una fila de casilleros.

Mia mordió la mano haciendo que la soltaran.

—Shhh, está bien, está bien. Soy yo—la tranquiliza el híbrido con una sonrisa divertida por ser mordido.

Mia lo miró y se lanzando sus brazos a su alrededor, vio detrás de él y vio a Caroline, encontrándola de pie con Rebekah

—Está bien, estás a salvo—susurró, acariciando su cabello suavemente.

—Estuve secuestrada de nuevo—murmuró en los brazos de Klaus.

El híbrido la abrazó aún más, pegandola a él.

—No volveré a perderte de vista petit papillon—susurró besándola en los labios.

Klaus hizo un pequeño gesto de dolor al ver su apariencia, su ira hacia el vampiro recién convertido aumentó mucho.

—Salvaremos a mi cuñada. Tú y Caroline vayan a casa con Rebekah. Quédense adentro, ¿entienden?—Klaus le dijo, casi exigiendo.

Por alguna razón a Mia le gustaba que Klaus fuera dominante.

Mia asintió, mientras se alejaba de él, encontrándose con Caroline y Rebekah en medio del pasillo.

—Vuelve a casa Gaston—le ordenó con una pequeña sonrisa, haciéndole sonreír.

—No tienes que decirlo Bella—dijeron los apodos que se habían dado, era algo de ellos. Y aunque para Klaus antes sería ridículo. Ahora le parecía lindo.

De todos modos, cualquier cosa que viniera de su chica estaba bien.

❍❍❍

Klaus interrumpió su casa, entrando en la sala de estar con una pequeña sonrisa en la cara, lo que hizo que la cara de Mia se calentara.

Parándose del sofá, Mia se acercó a él de vuelta. Alaric no había llegado a él. El estaba a salvo.

—Estoy bien,—con una tos, Rebekah se excusó de la habitación, murmurando algo sobre que tenía cosas que hacer, enterrando su cara en su pecho, Mia respiró aliviada.—Estoy bien cariño—le sonrió.

Klaus se inclinó, capturando los labios de Mia con los suyos mientras su alivio para la seguridad de los demás se vertía en un apasionado beso.

Después de unos minutos, Mia se acostó en su pecho con los ojos cerrados mientras los dos trataban
de calmar sus acelerados corazones.

—¿Dónde está Lena?—preguntó, sin aliento descansando su cabeza sobre la de él, aún con los ojos cerrados.

—Está a salvo en su casa, mi hermano Magnus estaba muy dispuesto a cuidar de ella—le dijo divertido.

—Ellos se gustan—comentó ella.

—Si pero nada le gana a Klia—la miró.

—¿Klia?—cuestionó ella.

—Si, Klaus y Mia. Klia—explicó brevemente.

—Es horrible—dijo para indignación de Klaus.

—Terminamos

❍❍❍

Mia se estiró en la cama de su novio mientras bostezaba, recuperando la conciencia después de un bien necesitado descanso.

Mia esperaba despertar con los besos de Klaus como siempre lo hacía pero esta vez se despertó con sus gritos de dolor causando que saliera de la habitación saltando de la cama y corriendo hacia el origen de sus gritos, encontrándose con Damon y Tyler sosteniendo a su novio mientras Stefan le metia la mano en el pecho por encima del corazón.

El híbrido gritaba de dolor mientras Mia lo miraba con lágrimas en los ojos, recibiendo miradas culpables de sus amigos.

—¿Qué están haciendo?—exigió desesperadamente, mientras la piel de Klaus comenzaba a ponerse gris con venas que sobresalían de ella.

Stefan sacó su mano entonces, mientras Tyler y Damon soltaban el híbrido, su cuerpo cayó al suelo cojeando causando que la respiración de Mia se acelerará.

—¿Qué hiciste?—corrío hacia su cuerpo, antes de ser retenida por Tyler.

—Es por su propio bien y el de todos
los demás, Mia. Alaric va tras él, y si lo mata entonces todos moriremos
también—le dijo el Lockwood, tratando de calmarla aunque eso sólo hizo que se comenzará a enfadadar.

—No está muerto. Está dormido. Piensa en ello como una hibernación vampírica—dijo Damon, sonriendo divertidamente a la chica.

Aunque odiaba causar dolor a Mia,
no podía negar que una parte de él
estaba feliz de que por fin hubieran
logrado acabar con el híbrido que los
había atormentado durante meses.

—Los mataré a los tres—declaró mirándolos con frialdad.

Su mirada causó un escalofrío por las espaldas de los tres hombres quienes se arrepintieron de hacerlo.

Volviendo a la cara de Klaus, las
lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.

—Váyanse—murmuró en voz baja causando que los tres la miraran confundidos.

—Mia—Tyler intentó hablar con ella, en un intento de hacer que ella volviera a casa con Elena, sólo para ser apagado por su mirada helada.

—Dije, que se larguen—ella exigió a través de los dientes apretados, causando que Tyler retroceder.

—Adelante—murmuró en señal de
culpa al joven Salvatore, causando
que la cabeza de Mia se dirigiera a el en su dirección, la confusión llenó su cara al notar todas sus expresiones de culpabilidad.

Antes de que pudiera reaccionar, Stefan se precipitó hacia ella, empujando su cabeza contra la pared y noqueándola efectivamente. por segunda vez ese día.

Con un suspiro, Tyler miró a su mejor amiga, levantándola mientras Damon y Stefan agarraban a Klaus, cada uno de ellos saliendo de la mansión Mikaelson.






✧✧✧

Gracias por las 300k vistas. Se los agradezco con todo el corazón. Sin ustedes yo no sería nada.

Los amo, y hasta el próximo <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top