𝟎𝟑𝟏. 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐜𝐚𝐬
alexitimia ━ ━ vol ii
031. stakes
Finn entró al salón de la mansión Mikaelson, mirando a su alrededor con urgencia.
—Reúne a tu bruja. Finn ya está aquí, sigamos adelante—Rebekah murmuró aburridamente, mirando hacia la puerta como si tuviera otro lugar donde estar.
Una cabellera pelirroja descendía causando que los hermanos y Mia miraran a la escalera.
Mia había conocido a Sage ayer cuando vino a informarles a ella y a Rebekah sobre el plan de Damon con el Roble Blanco, y había sido muy amable con Mia y le agradeció por hacer que Finn cambiará de opinión.
—Hola, Finn—la vampira de pelo rojo habló en voz baja, sonriendo mientras se encontraba con los ojos de los vampiros mayores.
—Sage,—Finn jadeó sin aliento antes de acercarse para encontrarse con su antigua amante al final de las escaleras.
Rebekah vio a la pareja abrazarse
felizmente mientras sonreía a su hermano.
—Qué te digo. El verdadero amor prevalece—declaró mientras Klaus le sonreía con cariño a Mia que estaba demasiado ocupada platicando con Finn y la pelirroja.
—Créeme lo tengo presente—dice aún viendo a su novia que había extrañado estos en esos últimos días.
—Tengo algo que hacer, ¿Qué necesitas de mí para este hechizo?—preguntó Rebekah, sus ojos se dirigieron a la habitación, pareciendo como si estuviera lista para huir.
—Sólo tú sangre y tu bendición—respondió Klaus,—¿A dónde vas?—le preguntó a su hermana menor confundido notando su mirada endurecida.
—Tengo algunos asuntos pendientes con Damon Salvatore.—siseó con el ceño fruncido antes de salir por la puerta.
Klaus se volvió para mirar a Mia quien seguía platicando con su hermano mayor, de un rápido movimiento la tomó de la cintura y la sacó del lugar llevándola a su habitación.
Dejó a la chica en su cama y se dio la vuelta para cerrar la puerta con seguro.
Mia se sentó al borde de la cama y miró a Klaus esperando un movimiento suyo.
El hombre se dio la vuelta lentamente y le dio una sonrisa descarada.
—Te extrañe mucho mi amor—murmuró acercándose a ella lentamente viéndola con hambre.
—¿Sip?—habló de forma inocente moviendo su cabeza a un lado.
Klaus sólo le sonrió y se arrodilló enfrente de Mia colocando sus manos en sus muslos apretandolos ligeramente.
—Déjame mostrarte cuanto te extrañe mon petit papillon—susurró antes de besarla con fuerza.
❍❍❍
Damon gimió de dolor mientras Rebekah cerraba las trampas para osos alrededor de sus muñecas, las púas se clavaban en su piel causando que la sangre cayera por sus brazos.
—Los encontré en el cobertizo—le informó la rubia,—Qué clase de monstruo atraparía a un pobre e indefenso animal—habló con una sonrisa sádica causando que el vampiro Salvatore gimiera.
—Tengo que admitir. Incluso para mi, es un poco pervertido—murmuró el vampiro de cabello negro mientras miraba las ataduras.
Rebekah frunció el ceño al vampiro.
—Finges estar interesada en mi, luego te acuestas conmigo para robarme los
pensamientos—habló lentamente mientras se acercaba y rodeaba a Damon como un lobo cazando a su presa.—Desde entonces, he sentido esta incesante necesidad de superarte—siseó la rubia al ponerse delante de él, agitando amenazadoramente una daga de plata en su cara,—Así que he decidido sangrar la verbena de tu sistema.
Rebekah rasgó su camisa causando
que Damon sonriera, soltando un
pequeño.
—Ooh,—sólo para que cayera un segundo después mientras la rubia arrastraba la daga por su pecho, creando una gran herida.—¿Quieres obligarme a ser tu novio?—el Salvatore se burló a través de los dientes apretados, tratando de ignorar el dolor.
Rebekah se burló en respuesta, con una pequeña sonrisa que adornaba sus rasgos.
—En realidad prefiero obligarte a matar a tu hermano.—le dijo, con una sonrisa cada vez más amplia mientras veía caer su rostro ante la mención de Stefan. —Pero como los vampiros se curan, sangrar puede llevar un tiempo. Probablemente deberíamos ceñir nos a las arterias principales—sonrió Rebekah antes de cortarle la garganta.
—Hola Damon—Mia lo saludo cuando ella y Klaus entraron en la habitación arreglandose la ropa y el cabello.
—Bueno, mira lo que atrapaste—musitó Klaus mientras miraba al vampiro tomando un sorbo con una sonrisa burlona de su vino.
—Ya puedes matarme—le dijo el Salvatore a Rebekah quien se burló.
—Si estás tratando de desangrarlo
de verbena, ¿no crees que sería más
fácil colgarlo al revés?—el híbrido
sugirió que Mia asintiera.
—Soy perfectamente capaz de infligir dolor. muchas gracias—insistió Rebekah mientras ponía los ojos en blanco.
—Oh, bueno, disculpa. No es que sea un experto en la materia—respondió Klaus sarcásticamente.
—Sabes, ¿por qué no me dejas en paz y te vas a encargar de tu bruja?—sugirió, mirando a su hermano y dándole una mirada a Mia para que lo sacará.
Klaus levantó sus manos en defensa antes de que Mia lo sacara fuera de la habitación.
—Me estaba divirtiendo—se quejó Klaus como niño pequeño dejándose arrastrar por su chica.
Mia y el entraron en la sala principal, los ojos de la primera encontraban a una de sus mejores amigas posada en el sofá, pasando a través de un grimorio.
—Holap Bon—la saludó sentándose junto a ella.
—Mia—la abrazo levemente necesitando el abrazo de su amiga.
—Todavía estas estudiando el hechizo de desvinculación—tosio falsamente Klaus interrumpiendo el momento.
—No es tan fácil, especialmente viendo tu fea cara—se burló haciendo que Klaus la viera con ofensa.
—Entonces, Bonnie, ¿Qué hay de ese hechizo?—le preguntó a la bruja con una sonrisa divertida.
—¡Oh que te… —un grito fuerte de hombre interrumpió a Bonnie.—¿Qué fue eso?—preguntó desde su lugar en el sofá junto a Mia, que no se había alejado de su lado desde el momento en que la encontró.
—No dejaría que te molestara, amor.—Bonnie lo miró con el ceño fruncido.
—Bueno, me molesta. Tú me molestas. Tú feo rostro también—la bruja siseó haciendo que Klaus pusiera los ojos en blanco, alejándose de la pared antes de acercarse a la pareja.
—Estás siendo emocional, Bonnie. Entiendo que las cosas han sido duras para ti. Ya sabes, con tu madre marchándose. Otra vez. Es muy triste— comenzó el híbrido, recordando la conversación que escuchó antes entre Mia y Caroline. Tratando de que la chica lo ayudara.
Mia le hizo señas de negación de que su comentario no estaba ayudando en nada.
—Si bueno ignora eso. Ahora, sé que está en el grimorio y sé que requiere la sangre de mis hermanos, así que aquí estamos—habló Klaus mientras tomaba un pequeño estuche de una cómoda cercana, abriéndolo para revelar cuatro frascos llenos de sangre.—Elijah. Rebekah. Kol. Magnus. Finn—declaró mientras señalaba cada uno de los frascos antes de morderse la muñeca—¿Dónde nos quieres?—preguntó con una pequeña sonrisa mientras su sangre goteaba en el suelo.
Bonnie miró hacia otro lado,
agarrando un vaso para capturar la
sangre del híbrido mientras Mia se recostaba en el sillón y se ponía de cabeza.
Bonnie comenzó el hechizo, mezclando todos los frascos de sangre en el mismo vaso, empezando a cantar en latín mientras vertía la sangre mezclada sobre la mesa. Los tres observaron como la sangre comenzó a dispersarse en cinco círculos diferentes, las velas encendidas brillantemente cuando el hechizo se completó.
Los hermanos estaban oficialmente desvinculados.
❍❍❍
Bonnie caminó con Mia hacia la puerta, mientras Rebekah se paraba en la puerta de otra habitación, limpiándose la sangre de sus manos.
—Aw, ¿te vas tan pronto?—la rubia se burló mientras miraba a la bruja con una sonrisa triste y burlona,
—Hermana. Sé amable—replicó Klaus con una pequeña sonrisa desde donde se apoyaba en uno de los pilares.
—Gracias, Bonnie. Nos vemos en la
clase de física—Rebekah sonrió antes
de alejarse, revelando que Damon aún estaba colgado de las trampas para Osos.
—Oh Dios mío—Bonnie jadeó mientras Mia le lanzaba una bola de papel en su rostro a Damon quien rodó los ojos.
—Sí, tendrás que disculpar el desorden. Aparentemente Damon hirió sus sentimientos—murmuró Klaus mientras se empujaba de la pared, acercándose a la bruja y a su novia.
—Sólo sácame de aquí,—respondió
ella con disgusto haciendo que Mia
asintiera, agarrándose del brazo y
acompañándola hasta la puerta.
—Gracias por la ayuda Bon—agradeció Mia a su amiga.
—Lo hice por ti y lo sabes. Ten cuidado, ¿bien?—le dijo la bruja mientras la abrazaba antes de salir por la puerta.
❍❍❍
Mia estaba en la habitación con
Damon, mientras le enseñaba sus dibujos.
—Y está es una jirafa—le mostró el perfecto dibujo.—Me gustan las jirafas—le comento como si el no lo supiera.
Damon sólo asentia con sus pocas fuerzas mientras Stefan irrumpía en la habitación con una bolsa de lona en la mano.
—¡Klaus, estoy aqui! Hagámoslo—gritó causando que Klaus y Rebekah entraran en la habitación con expresiones irritada.
—Oh bien,—el hibrido sonrió—Un héroe. ¿Qué es lo que quieres?—Stefan dejó caer la bolsa de lona que había estado llevando a los pies de Klaus.
—Estoy aquí para hacer un trato—declaró firmemente causando que Damon gimiera de disgusto al lado de Mia.
—Stefan, ¿qué estás haciendo?—siseó.
—Ocho estacas de roble blanco. La
parte del puente de Wickery que
olvidaste quemar—informó el joven
Salvatore, ignorando el resplandor de
su hermano mayor.
Klaus se volvió para mirar a Rebekah
mientras la original mujer miraba
fijamente al vampiro más joven
con los ojos muy abiertos.
—Eso es imposible—declaró, creyendo que había quemado toda la madera hasta convertirla en cenizas.
—En realidad no lo es,—respondió Stefan casi instantáneamente—Finn está muerto,—reveló causando que Mia lo mirara.
—¿Qué?—murmuró haciendo que Stefan la viera con vergüenza y arrepentimiento.
—¿Mataste a mi hermano?—la voz de Rebekah se quebró mientras
Klaus miraba con ira y repugnancia al vampiro más joven.
Ignorando a la rubia, Stefan se enfrentó a Klaus con una mirada decidida.
—Damon cambio de las últimas ocho armas que pueden matarte.
—¿Que te hace pensar que me interesan? —habló Klaus con un tono tan frío que puso la piel de gallina hasta su hermana.—Acabas de matar a mi hermano y exiges cosas.—le dio una mirada que hizo intimidar a Stefan quien retrocedió—¿Que evita que mate al tuyo?—se acercó a Damon y en menos de un segundo tenía su mano en su pecho más exacto en su corazón.
Stefan entró en pánico y quiso acercarse para ser detenido por Rebekah quien estaba igual que furiosa que su hermano mayor.
—Escuchame con atención Salvatore, más te vale traerme todas las estacas o mataré a tu hermano y creme el que hayamos sido amigos en los 20s quedo en el pasado.—le dio una mirada fría y el vampiro asintió dejando las estacas antes de salir de la casa a velocidad increíble.
Klaus apretó el corazón de Damon lastimandolo pero sin matarlo. Al sacar su mano Mia le tendió un pañuelo con una sonrisa que lo calmo un poco.
Estaba enojado, decepcionado, triste, sentía demasiadas cosas. Por fin había podido arreglar sus cosas con Finn y ahora había muerto.
—Le diré A Elijah, Kol y Magnus—murmuró llorando la rubia levemente antes de salir sin querer que alguien la viera en ese estado.
Klaus tomó a Mia antes de desaparecer yendo al bosque. La chica miró a su novio que se rompía a llorar silenciosamente y lo abrazo por un costado.
—Tengo algo que hacer,—le dijo.—¿Me acompañas?—preguntó mirándola.
Mia asintió y Klaus sonrió antes de que se transformara en lobo. Era un lobo grande y negro de ojos azules profundos. La chica se acercó a él y lo acarició antes de que los dos comenzaran a jugar y correr libremente despejando la mente del híbrido sobre su hermano mayor difunto.
Mia era y sería siempre su escape y su lugar seguro.
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