—CAPÍTULO NUEVE

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—TE DIRÉ QUE ME FUNCIONA a mí. Un vaso de leche caliente con manzanilla y miel, eso va a ayudar...—las palabras del doctor se cortaron cuando Mike le arrebató la bolsa y se alejó.

—Ni un gracias—.

Al salir de la farmacia, Mike saltó a su auto, la urgencia evidente en su camino a la Pizzería de Freddy Fazbear. El viaje en auto no fue largo, ya que el tiempo no era algo que pudiera permitirse ahora.

Estacionó el auto, con la mano sujetando la bolsa de medicamentos y la mochila colgando del hombro.

Entró en el edificio y se dirigió a la oficina de seguridad, colocó la bolsa de medicamentos sobre la mesa y tomó su walkman.

Se metió una pastilla en la boca y cerró los ojos para que el medicamento hiciera efecto. Dejó volar su imaginación.

El piar de los pájaros y el sonido de una voz similar a la de un avión llenaron los oídos de Mike cuando abrió los ojos y se encontró de nuevo con su familia.

—Bueno, ya terminen de jugar—.Una mujer rió entre dientes mientras el hombre colocaba al pequeño en el suelo.

—Aterrizaje de emergencia—.Declaró sonriendo.

La mujer rió ligeramente mientras su esposo y su hijo tomaban asiento en las sillas de madera.—Hola campeón—,saludó el hombre a Mike, llamando la atención de la mujer.

—¿Qué haces ahí?. Ven a comer—,animó a Mike, que miraba a su alrededor vacilante.—Mi amor, ¿qué tienes?—.

—Así... así no es... así no es como pasó—,tartamudeó.—Esto no es real—.

—Pero podría serlo—,surgió una voz detrás de Mike, mientras se giraba para ver de nuevo al niño de pelo rubio

Miró nervioso al chico tragando saliva.—¿Qué es esto?—preguntó.—No es lo que te pedí—.

El chico levantó las cejas.—Pero es lo que quieres—.Contestó despreocupadamente.

—No. Sólo quiero encontrar al hombre que...—le interrumpió de nuevo.

—Mientes—,le acusó el chico negando con la cabeza.—Quieres salvar a Garret. Por eso es que estás aquí, para cambiar lo que pasó, para volver—,el chico parpadeó.

Mike entrecerró los ojos mirando al chico.—No puedo, él no está, y ellos no están—.

—¿Eso crees?—Preguntó el niño, señalando a la familia sentada junta, mientras los otros niños se quedaban detrás, mirando a Mike.

Mike miró hacia atrás, sus ojos comenzaron a humedecerse cuando el niño rubio comenzó a caminar cerca.—Puedes soñar con esto cada noche, puedes estar de nuevo con ellos, como antes—.

—Sí—

—Dijiste que nos darías lo que quisiéramos, y eso es Abby—,exigió el chico mientras la cara de Mike se llenaba de miedo.

—¿Abby?—

Respiraba con dificultad, las lágrimas fluían, Mike miró a su hermano pequeño.—Ellos la aman, Mike, y ella también los ama—.

—Ya has visto como es con ellos, lo feliz que la hacen, creo que tienes que dejarla ir—,la mujer hizo una pausa, negando con la cabeza.—Nunca fuiste el adecuado para cuidar de ella—.

Las lágrimas empezaron a correr por la cara de Mike, que miró a su hermano y a su madre con la respiración agitada.—Okay—,resopló ligeramente.

—Sí—,asintió, con la voz entrecortada. Pasó una mano por el pelo de su hermano pequeño.

Pero lo único que le venía a la mente era Abby, su sonrisita mientras le pasaba las manos por el pelo.

Su sonrisa se desvaneció al darse cuenta, comenzando a retirar sus manos rápidamente.—No, esto está mal—.Se levantó de su posición sentada.—Yo no quiero esto, yo no...—

Mike miró a su alrededor mientras todos los que antes estaban a su alrededor desaparecían. Miró a su alrededor nervioso, con el sonido de los pájaros gorjeando de fondo.

—¡Me equivoque! ¡Yo no quiero esto! ¡¿Me escucharon?!—Mike gritó en la distancia, respirando con dificultad.—¡Dejen a Abby en paz!—

Un niño corrió junto a Mike, otro desde el otro lado. Las voces llenaron su cabeza, y una mano afilada y clavada le atravesó el pecho. Gimió de dolor mientras otra cosa afilada le atravesaba, una tras otra, hasta que cayó al suelo sobre la hierba, respirando agitadamente, con la sangre manchando su camisa.

—Abby, Abby, Abby, Abby—,susurraban las voces mientras Mike miraba al cielo, con la respiración agitada antes de abrir los ojos, recuperando de nuevo la consciencia.

Los zumbidos mecánicos sonaban con fuerza, la mecánica afilada se acercaba a la cara de Mike mientras jadeaba nerviosamente, intentando liberarse.

La máquina se acercó más a su cara mientras él se movía nervioso, mirándose ambas muñecas antes de intentar quitar uno de los grandes clavos que sujetaban los metales.

Contuvo la respiración, intentando liberarse. El clavo cayó al suelo mientras Mike se dirigía a la otra muñeca.

La máquina se acercó más a él, a una pulgada de distancia, su mano temblaba antes de pulsar el botón, rompiendo su segunda muñeca libre.

Mike cayó al suelo cuando la máquina rebanó la parte superior de la silla en la que había estado; un recordatorio del horror potencial que podría haberle ocurrido.

Se arrastró rápidamente hacia atrás, jadeando pesadamente, su espalda golpeando algo duro. Miró a un lado para ver el cadáver de Max colocado en una pieza de un animatrónico.

Mike miró hacia el otro lado, asustado al ver también el cadáver del hermano de Max, con la sangre seca jugueteando por su cara hecha pedazos.

Levantándose rápidamente, Mike se puso de pie sobre su pierna débil, tratando de salir de la habitación lo más rápido posible, el peso de su pierna herida lo retrasaba.

Corrió por el pasillo, las luces parpadeaban mientras intentaba correr, el dolor se le clavaba mientras gemía.

Cuando llega a la puerta de salida e intento abrirla, la puerta no funciona. Intento abrirla una y otra vez, pero la puerta no funciona. Estaba cerrada con llave.

—Dum, Dum, Dum—,una voz tarareante en el pasillo llamó la atención de Mike, que se giró nervioso y se encontró a Foxy al final del pasillo.

Mike intenta abrir la puerta de nuevo, esta vez con más determinación, ya que la voz seguía sonando.

El sonido de la mecánica golpea los oídos de Mike mientras presiona con más fuerza la puerta.—¡No!—,gritó con fuerza antes de intentar abrir la puerta una vez más.

La puerta se abrió de golpe, y Mike cayó a través de ella, golpeando el suelo con fuerza, mientras la puerta se cerraba detrás de él casi de inmediato.

Su vision comenzo a volverse borrosa al ver dos figuras que intentaban recuperar su consciencia, pero él no podia cooperar. Sus ojos se cerraron, embarcándose en la oscuridad.

Maeve se arrodilló a su lado, preocupada, antes de mirar a Vanessa.—Tenemos que sacarlo de aquí. Ahora mismo—,dijo mientras Vanessa la ayudaba a sacar al hombre de aquí y llevarlo a un lugar más seguro.

Se oían golpes en la puerta mientras la niña hacía caso omiso.—¿Abby? No puedes quedarte ahí, lo sabes—,dijo Jan cruzándose de brazos.

Cuando se encontró con el silencio, enarcó las cejas antes de alejarse.—Como quieras—.

La mujer entró en la sala de estar, tomando el control remoto antes de ponerse cómoda en el sillón.

Los sonidos de la televisión sonaron mientras la mujer cambiaba repetidamente de canal. Cuando encontró algo interesante, volvió a colocar el control remoto y se acomodó en el sillón.

A lo lejos se encontraba un Freddy abandonado, con sus únicos ojos azules iluminados mientras miraba fijamente la nuca de la mujer.

Abby oyó un fuerte golpe procedente del exterior. Miró la puerta, confusa, antes de salir de su habitación.

—¿Freddy?—La chica sonrió, corriendo hacia el animatrónico que estaba delante de ella.

El chico rubio se acercó a Abby.—No soy Freddy. Están esperándote. Es hora de ir a jugar—,sonrió.

Abby fue a buscar su mochila antes de que pudiera salir con el animatrónico que la llevaría de vuelta con sus amigos, o eso creía ella.

Vio las piernas de su tía en el suelo, un sentimiento se grabó en la cara de Abby mientras la miraba confundida.

—Es la tía Jane—,se rió el chico.—Se quedó dormida—.

—¿Y cómo llegaremos?—Preguntó la niña mientras el animatrónico la conducía fuera de la casa y señalaba el taxi que estaba fuera, esperándolos.

A medida que todos se encontraban en diferentes lugares y situaciones, oscuros secretos ocultos bajo la superficie amenazaban con revelarse, prometiendo que las cosas podrían empeorar.

como Maeve no aparece en este capitulo, toco poner un gif de Mike