Amaba la lluvia, adoraba verla caer a través de su ventana, acompañada fielmente por su taza de café y un libro. Pero, más que nada, le encantaba tras la lluvia por el petricor que desprendía la tierra mojada. Aunque, eso sí: odiaba los rayos y relámpagos; desde niña le daba miedo sentir el piso retumbar.

Pero ya no estaba sola como antes, ya tenía con quién acudir de manera disimulada cuando llovía, refugiándose entre sus brazos y la calidez que emanaba, con quién salir a correr mientras el agua caía incesante, con quién compartir su fetiche del petricor, con quién repegarse cada vez que comenzaba a hacer frío, confiada que con él no lo sentiría.

Sus acompañantes seguían siendo los libros y el café, aunque se había unido uno más que le brindaba mucha confiada: Son Gohan.

-Lindassj1