Capítulo 5.

En esta historia se hacen algunas referencias la ||Guía Omegaverse|| de *Letras del fanworld* y la ||Guía de Comportamiento|| de Mimmulus. Para mayor información pasar a leerlas. La imagen de portada es cortesía de la bella Patitodesu, sus dibujos son hermosos como sus fics. 

Editado por maaeaca

Segundo Arco: Mi primer amor

-El primer amor de Allen

Anteriormente:

Al concluir la primera clase Allen se mantuvo pensativo, considerando que Lavi al ser mayor que él por tres años era posible que él hace mucho hubiera atravesado esa etapa, entonces su cerebro comenzó a hacer clic en todo, como cada pieza del rompecabezas se conectaba entre sí, si los alfas tenían su despertar sexual entre los 11 y los 13 años, los betas después de los 17 y los omegas entre los 15 y los 17, eso significaba que Lavi ya era un alfa hecho y derecho, con sus sentidos bien desarrollados y que además, seguramente ya había tenido leves encuentros de juegos sexuales* con algún omega, tal vez por eso ya no quería pasar el tiempo con él, tal vez ya tenía una pareja y no se lo había contado, pero lo que llamó la atención del albino era una pregunta para la cual necesitaba una respuesta urgente, y es que si esto era así, ¿Por qué motivo le provocaba tanta ira y dolor no ser "él" ese que "jugaba" con Lavi?

Oye Allen, pareces muy pensativo hoy... dijo una joven alfa de baja estatura, ojos miel, cabello corto púrpura y tez morena, de apariencia infantil.

¿Eh? no es nada, gracias por preocuparte Road.

Bueno, si tú lo dices, es que últimamente andas en las nubes, ¿No me digas que ya te gusta alguien? ¿Es un alfa?

¿Gustarme alguien? creo que nunca me ha gustado alguien ahora que lo mencionas, ¿cómo es eso? digo, ¿cómo es cuando alguien te gusta? ladeó la cabeza a un lado, curioso, y miró a su amiga en busca de una respuesta. Road lo observó un poco incómoda antes de llevar un dedo a su mentón, tratando de buscar las palabras correctas para decirle a su pequeño amigo.

Pues, andas en las nubes como tú ahora mismo, quieres estar todo el tiempo con esa persona especial y hacer todo juntos, esas cosas cursis, ya sabes, citas y demás, quieres "jugar" con esa persona...

¿Y cómo te das cuenta de que esa persona es especial para ti?

Pues... a veces sientes celos si alguien que no seas tú está muy cerca o pasa más tiempo con otra persona que no seas tú... frenó su explicación al notar movimiento en el salón y ver que el profesor estaba ingresando, se puso de pie de un salto, bajando del pupitre del albino donde estaba sentada antes y le regaló una pequeña sonrisa Uy, llegó el profesor de inglés, luego hablamos...

Ok, y gracias Road. le agradeció con otra sonrisa. Su amiga le había aclarado algunas cosas con su conversación, y durante el resto de la clase su mente vagó en sus palabras, junto con lo que estaba experimentando recientemente y por sobretodo, pensando en Lavi y su distanciamiento.

Allen aún desconocía, por lo menos hasta ese preciso momento, que eso que habían aprendido en esa clase era el motivo de la distancia de Lavi, por supuesto que no tenía en claro los motivos de Lavi y al parecer él no se lo diría, pero de lo que ahora sí estaba seguro era del simple hecho de que se había enamorado de su mejor amigo y que hasta ahora lo notaba. Su corazón latía rápidamente al pensar en el pelirrojo, ¿Sería correcto decirle a Lavi sobre cómo se sentía para con él? no, tal vez no, eso solo lo alejaría más, o eso pensaba el albino...

Esa mañana de sábado el sol que entraba por su ventana no se le hacía nada cálido, con la cabeza llena de pensamientos relacionados a lo que había aprendido en esa semana, sumado a lo que ya le había dicho Lavi camino a la escuela el mismo día hizo que a Allen le diera vergüenza verlo a la cara, se abochornaba solo de pensar que había descubierto que Lavi le gustaba, después de todo, Lavi siempre lo ha cuidado y tratado con mucho cariño y hasta hace unas horas aún pensaba que él sentía ese mismo cariño por el pelirrojo, pero resultó ser que en su ingenuidad se había enamorado de cada detalle que el alfa tenía para con él. Solo por eso, se atrevió a pedirle salir juntos a dar una vuelta ese día, tal vez por eso no quería salir de la cama y le molestaba que el sol le recordara que tenía que levantarse temprano, se levantó y se aseó, buscó un atuendo para vestir y demoró como nunca antes, sin darse cuenta estaba buscando verse bien para su "casi cita", cuando lo notó dejó de hacerlo y se puso algo rápido, salió despidiéndose de sus padres con las mejillas finamente teñidas de rojo, llevando solo un refresco de naranja y una tostada para el camino, no quería desayunar mucho o los nervios lo harían vomitar.

Cuando estuvo frente a la puerta de la mansión Bookman, no llegó ni a tocar la puerta cuando el pelirrojo la abrió sonriente para recibirle y salir de inmediato.

― ¿L-Lavi? ―pronunció lleno de nervios, pensaba prepararse psicológicamente antes de tocar, pero ni de eso tuvo oportunidad.

― Buenos días Allen, iba a ir a buscarte en un rato. ―respondió Lavi con su típica sonrisa mientras cerraba la puerta detrás de él y tomaba la mano de Allen para arrastrarlo a quién sabe dónde.

―B-buenos días, ¿cómo supiste que estaba en la puerta antes de que tocara?

―Puedo sentir tu aroma a kilómetros, así que solo espere a que se hiciera más fuerte para abrirte la puerta. ―su único ojo se posó en Allen y le analizó de arriba hacia abajo, notó que no vestía lo usual, más guardó silencio ante el rostro de Allen.

― ¿Eh? ―sus mejillas adquirieron nuevamente ese bello tono carmín, estaba muy avergonzado, ya no sabía cómo comportarse frente a Lavi ahora que sabía que le gustaba―. ¿En serio? no sé cómo lo haces...

―Allen ¿estás bien? te ves muy rojo, si estás enfermo podemos dejar esto para otro día... ―dijo preocupado por el notable color en el rostro ajeno, creyendo que pudiera ser fiebre por el cambio climático entre cese del frío invierno y la llegada de la brisa de verano.

― ¡No! quiero decir, no me pasa nada, necesito hablar contigo hoy, ¿Pero a dónde vamos? ―respondió atropelladamente preso de los nervios y dejando al aire la inseguridad que sin notarlo sus feromonas profesaban. Había sido su idea pedir hablar con el joven Bookman, pero había sido cosa de el pelirrojo pedirle al albino ir muy temprano a desayunar fuera.

―Es una sorpresa.

―No sé si estoy vestido apropiadamente, por eso pregunto.

―Si te digo ya no es sorpresa, además te ves muy bien así Allen. ―la aseveración de Lavi no hizo más que poner más rojo que antes al albino, parecía como si el frío del invierno estuviera haciendo estragos con su rostro en pleno verano.

―D-démonos prisa, te-tengo hambre.

―Seguro, tú siempre tienes hambre Allen, vamos ahí. ―señaló entre risas un local a unos pasos más adelante al cual entraron.

El lugar resultó ser una cafetería al estilo francés, Lavi pidió para él un café con leche, huevos revueltos y un par de croissants, Allen aún con algo de vergüenza solo pidió un jugo de naranja, y para comer lo mismo que Lavi, esto sorprendió mucho al pelirrojo, Allen siempre comía un poco más que eso, así que por si acaso, le dijo a la joven casi al oído que adicional trajera bacon para ambos, un croissant adicional y gelatina. Lo único que no notó fue la incomodidad de Allen por su cercanía a la beta que les atendió el pedido.

Mientras tanto en la mente del albino solo rondaban pensamientos sobre si debía o no decirle a Lavi sobre sus sentimientos, pero ¿y si ya estaba saliendo con alguien?, entonces sería incómodo verle a la cara después, mucho más que ahora. Lo pensó mejor, primero lo primero, debía investigar si Lavi salía o no con alguien desde su despertar sexual. A los pocos minutos ya llegaban con su desayuno y empezaron a comer entre conversaciones sobre trivialidades, cuando Allen se sintió más en confianza se aventuró a preguntar.

―Oye Lavi, ¿Tú estás saliendo con alguien? ―el pelirrojo, que estaba bebiendo con paciencia de su café, tuvo que girar el rostro en otra dirección para no escupir todo el contenido dentro de su boca sobre la cara del albino ante la impresión por la inesperada pregunta―. ¡Oh! lo siento, no debí preguntar eso.

―No es eso... ―dijo tosiendo un poco y reincorporándose, para luego aclarar la garganta y seguir hablando―. No hay problema, es solo que me tomaste por sorpresa, no esperaba que me llegaras a preguntar algo así. Bueno, la verdad no, no salgo con nadie Allen. ¿Por qué la pregunta?

― ¿Eh? no, por nada, mera curiosidad, pero entonces, ¿No hay alguien que te guste? ―preguntó de nuevo con la remota esperanza de que no hubiera nadie y así impulsarse a confesar sus sentimientos en algún momento.

― ¿Eh? b-bueno, yo, ta-tal vez... ―respondió bastante nervioso el pelirrojo, comenzó a sudar frío en menos de lo que canta un gallo y al final se decidió a decir la verdad al albino que lo miraba expectante ―. La verdad es que sí Allen, hace mucho que hay alguien que me gusta...

―Oh, ya veo ―interrumpió un poco desanimado el albino, pero notando la mirada del contrario encima suyo, prefirió sonreír como si nada y cambiar de tema―. Espero que te correspondan.

―No lo sé aún ―sonrió apoyando su mejilla en el puño derecho―, ni siquiera se lo he dicho ―de alguna manera, saber eso le daba un poco de paz a Allen, aunque igual sentía que no tenía oportunidad, no por ahora ― y tú Allen, dime ¿te gusta alguien?

― ¿Amí? puff, no que va... ―mintió descaradamente, conocía a su amigo, y si decía que sí, lo más seguro es que lo interrogará hasta sacarle un nombre y se hundiría más en la mentira, sin notar que al pelirrojo también le decepcionó su respuesta.

No se había despertado con muchas ganas de asistir al colegio, hoy era uno de esos muy extraños días en los que Allen no sentía ganas de ir a estudiar, se levantó de la cama y caminó al baño, se vio en el espejo de cuerpo completo que estaba detrás de la puerta de su baño personal y notó que no había crecido casi nada en los últimos dos años aunque su cuerpo había cambiado ligeramente, lucía más esbelto en especial por la curvatura de su cintura y su piel era aún más tersa, estaban en plena primavera, en enero para ser precisos, hacía un mes había cumplido sus quince años pero aún se sentía como un crío, no porque estuviera inconforme con su crecimiento, siendo tan joven no podía esperar ser ni muy alto ni demasiado musculoso aún, más bien se debía a que a pesar de los dos años que habían pasado desde que descubrió que le gustaba Lavi, todo seguía exactamente igual, no hubo ni un cambio en su relación, y por más que quisiera confesarle sus sentimientos le daba miedo el rechazo.

Se aseó y se puso su uniforme como de costumbre para bajar a desayunar donde sus padres le esperaban amorosos, Mana le servía el desayuno besando su frente con amor y liberando feromonas para llenar de confianza a su pequeño que aún conservaba el "lazo familiar" pero ninguno sabía por cuánto tiempo más, él ya había entrado a la etapa donde debía madurar; Neah observaba oculto detrás de su periódico la escena conociendo las preocupaciones de su omega mientras degustaba una taza de café, tanto él como Mana sospechaban que su hijo debutaría en cualquier momento como beta u omega, aunque lo que más teme Mana es el momento en que el lazo familiar de ellos cambie si su hijo se enlaza a una pareja.

Allen terminó su desayuno para posteriormente partir al colegio, en su camino se encontró con Lavi como de costumbre, quien le esperaba en la esquina siguiente a su casa, era una rutina que al menos conservaban intacta y que ambos en silencio disfrutaban, ir juntos al colegio y regresar juntos por lo menos hasta donde sus caminos se dividen. Esa mañana Lavi se veía más guapo que de costumbre, o por lo menos, así lo percibían los sentidos del albino.

―Estás muy callado Allen, ¿te encuentras bien? ―pregunto Lavi ya incómodo por el silencio sepulcral que traía Allen―. No has dicho ni media palabra desde hace un rato

― ¿Eh? perdón, no me di cuenta, estoy bien, gracias.

―Dime, ¿cambiaste de perfume Allen? ¿alguna colonia nueva? ―Lavi indaga con curiosidad a flote, a su parecer nunca había sentido una fragancia tan exquisita como la que llevaba Allen esa mañana.

―No, ni siquiera me puse. En verdad casi nunca uso.

―Vamos, no seas mentiroso, hueles riquísimo, es dulce, pero va bien contigo.

―Lavi, es en serio, no sé de qué hablas, no me puse nada especial y tampoco huelo algo más allá de tu colonia. ―lo que Allen no sabía es que no era colonia lo que hace ya dos semanas percibe en Lavi y sus demás compañeros, sino sus feromonas que hasta ahora nunca había podido captar con propiedad y le eran algo desconocido.

― ¿En serio? Tal vez sean ideas mías y mi olfato me engaña, aunque yo tampoco uso colonia desde que me volví alfa ya que mi aroma las opaca, o eso dicen mis compañeros, en fin ¿almorzamos juntos hoy? ―dijo restando importancia al tema dejando pensativo al albino que pocos segundos después ya había descartado el tema.

A pesar de que estaban hablando, Allen observaba el uniforme de Lavi a detalle mientras lo hacían, notando como llevaba los primeros botones de la camisa desabrochados dejando ver levemente su pecho un poco marcado y una cadena de plata acompañada de un guardapelo que hasta donde sabía pertenecía a la fallecida madre del chico y que contenía una foto de ella.

― ¿Allen me estás escuchando? estás muy distraído...

―L-lo siento Lavi ―no estaba escuchando, estaba mirando tus lindos musculos―, ¿q-qué me decías? ―no comprendía de dónde salió ese pensamiento, pero era lo más escrupuloso que ha pensado del pelirrojo y lo hacía ponerse rojo nuevamente.

―Que si almuerzas conmigo hoy.

―Ah claro, nos vemos en el mismo lugar de siempre ¿sí?

―Claro ―ya entraban al colegio cuando el sonido de la campana marcando el inicio de las clases los hizo separarse con rapidez―. ¡Hasta entonces! ―dijo el pelirrojo quien se alejaba corriendo para ir a clases agitando su mano en señal de despedida dejando a Allen un poco estupefacto y con las mejillas sonrojadas, si lo analizaba bien era cierto que estaba más distraído de la cuenta y para ser primavera sentía mucho calor.

Sin más que hacer, inició su marcha a su aula de clases, a la que llegó justo cuando entraba el profesor, quien notó las mejillas coloradas del menor y sin dejarlo avanzar dentro del salón palpó su frente, encontrándola algo caliente, al parecer no estaba tan bien como creía, le estaba dando fiebre. El profesor no dudo ni un segundo en enviar a su estudiante a la enfermería a tomar reposo, y Allen no tuvo más opción que obedecer, al llegar a esta estaba desolada, había un enfermero beta que le indicó que se acostara en una de las camas luego de anotarse en una hoja de asistencia que estaba en una tablilla sobre su escritorio, para quedarse hasta que le bajara la fiebre, le dio medicina solo para este fin y luego le indicó que él debía retirarse por el resto del día para cumplir con una reunión pero que podía permanecer ahí sin problemas, solo debía recordar cerrar antes de marcharse.

Las primeras horas de clase marchaban con su curso normal, pero para el albino en aquella camilla de la enfermería, cada segundo era eterno, no podía creer que una simple fiebre lo hiciera sentir así, un oleaje de calor inmenso surcaba su ser y se arremolinaba en su bajo vientre desesperándolo ya que no entendía que se debía a que su despertar sexual había llegado, quiso levantarse para buscara un profesor ya que no se sentía nada bien y estaba confundido, iba empeorando poco a poco, si le avisaba a alguien tal vez así podrían llamar a sus padres para ir por él, aunque tendría que quedarle mal a Lavi porque ya se oía el timbre del receso, al poner los pies en el suelo y querer levantarse al fin haciendo un esfuerzo descomunal, sus piernas flaquearon y una sensación de dolor y excitación le invadió. 

Lavi esperaba bajo un bello árbol de cerezo por la llegada del albino que no daba señales de llegar, y teniendo poca paciencia para estas cosas optó por buscarlo en su aula de clases, pero no lo encontró ahí tampoco, así que les preguntó a sus compañeros recibiendo como respuesta que desde el inicio de la jornada de estudios el profesor consejero lo había enviado a la enfermería por fiebre y aún no regresaba. Un nudo se hizo en su garganta mientras la preocupación se apoderaba de sus sentidos, estaba en lo correcto en la mañana y se sentía culpable por no insistir en que algo raro estaba sucediendo, de alguna manera sentía que algo estaba sucediendo y que debía llegar al lado de Allen cuanto antes, agradeció a sus compañeros la información y se fue mucho más apurado que cuando llegó.

Corría urgido hacia la enfermería y el dulce aroma a tres salones de distancia confirmaba el mayor de sus miedos, una posibilidad que había considerado desde que se desarrolló y convirtió en el maduro alfa que ahora era; Allen también estaba creciendo y demostraba que seguramente sería un tierno omega, su instinto se lo señalaba a gritos, sabía que tenía que ser ese su destino y lo peor era que seguramente era él quien tendría que enfrentar al omega interno del albino llegado el momento siendo que Allen siempre revoloteaba como mariposa a su alrededor con inocentes intenciones de amistad.

Por su parte dentro de aquel salón de enfermería, Allen respiraba agitado y muy asustado acostado en el piso, comenzó a pensar en lo peor y lo más posible que podía estarle ocurriendo, recordando las clases recibidas los últimos dos años y los consejos de su madre sobre comenzar a llevar consigo ciertos medicamentos que en algún momento podría necesitar, ese momento era ahora, pero la mochila estaba sobre una silla que no podía alcanzar si no se movía del frío suelo. El sentimiento abrumador de los cambios en su cuerpo comenzaban a hacer estragos con el albino, pronto sus feromonas comenzaron a dispersarse fuera de su control y esto atrajo al alfa más cercano de inmediato a la enfermería, la puerta se abrió de golpe y Allen comenzó a temer por lo que estaría por pasar, pudo escuchar a la perfección como la puerta era cerrada con llave y los pasos trémulos de alguien acercándose, pronto la cortina que rodeaba la camilla donde antes estuvo recostado se abrió de golpe.

―¡Allen!

―L-Lavi... a-ayúdame... ―el pelirrojo se tapó la nariz en un esfuerzo por resistir el delicioso aroma que desprendía Allen mientras sentía como sus incisivos comenzaban a molestar y una sed se apoderaba de su garganta, la dulce fragancia aumentó exponencialmente tan pronto Allen percibió el aroma del contrario.

―Voy a buscar al enfermero.

―N-no, Lavi... n-no me dejes solo... tengo mucho miedo...

―No puedo, ¡hueles demasiado bien Allen! ¡me lo pones difícil!

―Lavi tú... me gustas... ―"caer bajo" era un término que no alcanzaba para lo que sentía Allen en esos momentos, o al menos así lo sentía él, que prácticamente le estaba rogando a Lavi por algo que ni él sabía cómo pedir, ¿Era correcto dejarse llevar por sus sentimientos o era un juego de sus instintos?, sí, es cierto que Lavi le gusta desde hace años, pero sentía que se estaba aprovechando de su condición para de alguna manera sentir el calor ajeno, aunque fuera solo una vez―. Quiero hacerlo... contigo...

―A-Allen...¡demonios! lo siento, ya no puedo resistirlo más... ―contrario a lo que pensaba que sucedería, Allen cerró sus ojos tristes y sintiéndose rechazado, pero pronto se dio cuenta que no era así cuando su acompañante se tiró al suelo para quedar a su altura y los suaves y cálidos labios de Lavi se posaron sobre los suyos, ajeno a la desesperación que su cuerpo sentía, el pelirrojo le besó con paciencia y dulzura, como si al hacerlo con más intensidad lo fuera a romper―. Lo siento Allen, en verdad tú también me gustas, pero voy a romperte...

Holis holis, eso estuvo intenso ¿hace calor o solo soy yo?

Ya estoy preparando la caja de pañuelos... para el llanto o los derrames nasales, sirven de igual manera... esto pinta bien... muy bien, bueno, no para todos, pero recuerden que el orden de los factores no altera el producto, al final el Yullen siempre triunfa, así sea de maneras poco convencionales como la mía y lo que tengo en mente 7u7r

Agradezco a todos por leer, esto es con mucho cariño para ustedes que a pesar de no ser fanáticos del Laven y el Yulma han hecho esfuerzos maratonicos por superarlo y esperar el Yullen, en serio se los debo, no los decepcionare. Incluso tendré sorpresas para ustedes el próximo año o antes, depende de que tan larga sea esta historia claro está; y no, no daré spoiler de eso porque es sor-pre-sa... Solo dejare que las letras AU circulen en sus mentes 
  sale corriendo―. \\(7w7)// 

Es todo por hoy, no olvides votar y comentar, eso me hace inmensamente feliz, agrega a tu biblioteca o sigueme y conoce mis demás historias, datos curiosos, nuevos proyectos ¡y más!

¡Los quiero de gratis!

Próximo capítulo: El primer amor de Lavi

~Último capítulo del Arco 2: Mi Primer Amor~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top