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PRELUDIO

✰•☾︎• 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝘾𝙪𝙚𝙧𝙫𝙤𝙨 ℘⁖✭

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     Kerianne Shade tenía tres caras.

La primera, la usaba ante el público cuando interpretaba una aclamada pieza de su violín, esa era astuta, segura y valiente. La segunda, cuándo atendía su trabajo desde las sombras, esa era inescrutable, gélida y mortífera. La tercera, la verdadera, esa había desaparecido desde hace cuatro décadas.

Kerianne nació en el pueblo más horrible y miserable de la corte otoño, su madre fae la concibió con un mortal, era una mestiza de sangre y no poseía la magnitud de las habilidades de un alto fae, eso pensaban, pero su sangre mágica no le había permitido envejecer. Guardias de la corte asesinaron a su madre, y la tomaron a ella como algo sin valor, pues la entregaron al lord Beron como esclava. Y ella sirvió para él y su familia, hasta que tuvo la suficiente edad para cambiar su trabajo por uno mejor.

Ahora ella era la asesina y espía del lord, e incluso también era su música y violinista.

Ella también tenia tres nombres; a Kerianne la conocía el publico, Shade era quién tomaba vidas y secretos, y el tercer nombre tampoco había sido mencionado en décadas.

Así que Kerianne ajustó las clavijas de su violín para adecuar las cuerdas, e iniciar su melodía.

La gente esperaba su canción, los había vuelto dependientes a sus melodías para que aclamaran por más. Levantó el arco mirando a su público espectante, entonces rasgó su instrumento haciéndolo resonar.

Las notas fueron lanzadas con rapidez y consistencia, ella era brutal con los sonidos, por eso la adoraban. Su música no tenía cuidado, y su instrumento lo sentía como una arma. Ajustaba sus dedos con cada tono, los cortesanos y la demás gente se mantenía hipnotizada con sus canciones. Fue subiendo el tono de las notas, el público se emocionaba.

Su madre le enseñó a tocar y en un principio lo amaba, hasta que Beron la obligaba a tocar para él. Ahora, en cada fiesta sólo le permitía representar una única canción, y aunque el público quisiera más del sonido que ella provocaba, las ordenes del lord solo le permitían tocar una sola.

Así que ella aprovecho su única canción de la noche, clarinetes y flautas acompañaban su melodía para aumentarle dramatismo, se inclinó sintiendo su propia música fluir en sus venas, nacer desde su alma. Hasta que finalmente entonó la ultima nota de su canción.

Aplausos y aclamaciones enardecedoras llenaron todo el salón, el publico quedó extasiado con su presentación. Kerianne les hizo una reverencia como despedida. Pero entre la gente emocionada y necesitada de su música, había una única excepción que le miraba con una mueca de condescendiente desagrado, Eris el odioso heredero de Beron.

𝙵𝙰𝙽𝙵𝙸𝙲 𝙰𝙲𝙾𝚃𝙰𝚁

[ WRITTEN BY / 𝓐𝓷𝓷𝓪 𝓡. 𝓞. 𝓙. ]

19/ 04/ 22