Thirteen
Felix se sentía incómodo.
Y no por él, sino por Changbin, el pobre chico había sido acosado en todo el camino por aquellos dos Lobos que frotaban su hocico en sus muslos queriendo llamar la atención del más bajo del pequeño grupo.
Changbin estaba harto.
Y Felix sólo podía reírse de la "desgracia" de su mejor amigo.
-¿Podrías decirles que dejen de lamer mis manos? ¡Es asqueroso! -Se quejó con el Alfa.
Minho por su parte sólo bufó.
Él sabía a qué se debía el comportamiento de sus hermanos, pero no era quién para hablar de ello.
-Lo siento, hyung. Pero eso ya no está en mis manos.
Min abrazó a su Omega y con sigilo se separaron de aquel trío que desprendía feromonas de excitación que empezaban a fastidiarlo.
-¿Por qué tus amigos no lo dejan tranquilo? -Preguntó el pelirubio extrañado.
-Bueno... Es un tema un poco difícil de comprender, lo mejor será llegar a mi clan y ahí podremos aclararles las dudas, porque también tiene que ver con nosotros.
Felix lo miró sorprendido. Ahora su curiosidad era mayor.
-¿Y es malo? Pareces tenso. -Señaló el pelirubio mientras lo miraba atento.
-No cariño, al contrario, es algo muy beneficioso, pero no sé cómo se lo tomará Changbin hyung.
La pareja regresó su vista al trío, los dos Lobos estaban girando alrededor del pelinegro, aparentemente estaban jugando pero la cara de Seo era de irritación pura.
-¡Ya deténgase! -Exclamó enojado.
Como si fuese arte de magia, ambos Lobos se detuvieron y observaron al pelinegro con atención, como si esperaran alguna orden de quien ellos consideraban "su Omega".
Pero el pelinegro siguió su camino sin prestarles atención.
Los Lobos decidieron caminar tras él, cuidándolo.
Los Lee compartieron una mirada incrédula, realmente el actuar de esos tres se les hizo muy extraño.
Cuando por fin llegaron a la que era una aldea de Lobos.
Minho sonrió en grande al ver a sus padres en la entrada, esperando por él.
El pelinegro se lanzó sobre ellos y los abrazó con euforia, los había extrañado tanto.
A eso se le agregaron los demás integrantes de la manada, que también le dieron la bienvenida a quien sería su futuro líder y que había desaparecido por algunos años.
Felix observaba todo aquello con un nudo en su garganta, jamás pensó qué tan grande era el dolor de Minho al saberse sin su familia, se notaba que lo habían extrañado y que era muy importante para ellos.
Se sintió egoísta al desearlo sólo para él.
Una lágrima recorrió su mejilla y antes de quitarla, alguien más lo hizo por él.
La mano grande de Minho acunó su mejilla pecosa y cuando Felix conectó sus ojos con esos azules, pudo ver calidez y emoción.
-Lixie... -Besó su mejilla. -Quiero presentarte a mi familia.
Cuando Felix recibió la atención de toda la manada se sintió extraño. Jamás había sido de las personas que disfrutaran ser el centro de atención.
-Mamá, Papá, él es Yongbok. -Con un suave empujón por su espalda baja, Min dejó frente a sus padres a su futuro esposo.
-Mu-mucho gusto. -Dijo nervioso y se inclinó en una reverencia.
Cuando regresó su mirada hacia las dos personas, sus mejillas se sonrojaron, pues los señores Lee lo miraban con detenimiento.
-Hijo... Es hermoso. -Mencionó la Omega que miraba maravillado al chico de cabello rubio.
Percibiendo un tenue aroma a rosas y vainilla proveniente del chico.
-La diosa Luna nunca se equivoca, ¿verdad hijo? -Dijo el Alfa con tono orgulloso observando al Omega que su hijo había escogido.
-Nunca, papá. -Min sonrió y abrazó al Omega por la cintura.
Cuando se los iba a presentar a los demás, su tía (que así la llamaba de cariño) se acercó al pelirubio con lágrimas en los ojos.
Minho casi se atasca con su propia respiración.
La Omega tomó delicadamente el rostro del muchacho pecoso y lo inspeccionó.
-Rosé... ¿Sucede algo? -Cuestionó el Alfa de la manada al ver la acción de la Omega.
-Tu cabello... Tu aroma... Tus ojos... Tus pecas... -Dijo la Omega. -¿Eres mi Yongbok? ¿Mi hijo? -Preguntó llorando.
Todos en la manada se quedaron impresionados.
Min ya lo sospechaba y al parecer, sí estaba en lo cierto.
Changbin sólo observaba todo con detenimiento.
-Soy Lee Rosseane. -Dijo la Omega de nuevo, al ver que el pelirubio estaba en estado de shock.
Felix empezó a temblar. ¿Su madre es una Loba? Su... madre... Una Loba.
Pero si algo debía admitir el pelirubio, es que su rostro era muy parecido al de la Omega, la nariz fina, las pecas, los ojos grandes y marrones, además... Era una Lee, él recordaba que sus padres adoptivos le dijeron que sus padres biológicos eran de apellido Lee.
Y sí... ¿Y si resulta que esa mujer en verdad era su madre?
Retrocedió un paso. Era absurdo, pues él es un humano.
-Creo... Que se equivoca. -Dijo sin convicción.
La Omega borró su pequeña sonrisa esperanzadora, aquel rechazo fue doloroso.
-Creo que lo mejor es que descansemos, ya mañana podremos hablar con la cabeza fría. -Apresuró Minho al ver las lágrimas de su tía de nuevo.
Felix ya no dijo más y se dejó guiar a una de las casas.
Las de los Lee específicamente.
Le pidió a su madre que llevara a Felix, él corrió de nuevo hacia la Omega que era consolada por sus amigos.
-Tía Roseanne. -Le llamó suavemente.
-Es idéntico a mi bebé, Honnie. Yo sé que es mi hijo, mi loba me lo ha dicho. -Afirmó con dolor.
-Tía cálmate, entiendo a la perfección pero debes saber algo. -Tomó los hombros de la Omega y la miró fijamente. -El Lobo de Felix está dormido, él no tiene idea de su verdadera naturaleza, por eso lo traje, para que aquí le ayudemos a conocer quien es en verdad y te va a necesitar mucho.
La expresión de asombro e incredulidad de la Omega pasó a ser una de comprensión en segundos.
Tenía sentido, pues unos cazadores se lo habían arrebatado.
-Está bien hijo... -Suspiró y sonrió levemente. -Debo aceptarte como mi yerno, de una vez, ¿verdad?
Min se sonrojó furiosamente y con eso la Omega se marchó, con muchas emociones arremolinadas en su corazón.
Al momento en que Min entró a su casa, sólo sus padres se encontraban en la sala bebiendo té, había mucho de lo que hablar pero el Alfa necesitaba a su Omega, por lo que con un beso a sus padres, se fue a su habitación, donde un pelirubio miraba la Luna por la ventana.
Se acercó sigiloso y lo abrazó por la espalda, dejando reposar su barbilla en el hombro izquierdo, sus manos descansaban en el vientre del Omega que rápidamente entrelazó las suyas.
-¿Cómo estás? -Le preguntó suavemente.
-Abrumado. -Contestó sin apartar la vista de la Luna. -Crees... ¿Crees que ella sea mi madre?
Min lo abrazó más fuerte y dejó un suave beso en su cuello.
-Tranquilo, todo tiene una respuesta. Sólo debemos ir a descansar, ¿sí?
El Omega suspiró pero asintió. Tantas cosas en un solo día lo tenían exhausto.
-¿Y Changbin?
-En la habitación de al lado.
-Creí que se quedaría con tus amigos. -Dijo el Omega sonriendo.
-Entonces mañana lo hubiésemos visto caminando como pingüino. -Declaró el Alfa.
Ambos rieron por aquel comentario y se metieron a la cama, dejaron que sus pensamientos volarán, abrazados encontraron su camino hacia los sueños.
Chicas o chicos, Quiero aclarar que en el siguiente capítulo aparecerá Woojin, sé toda la controversia que tuvo (en la cual se comprobó que él es inocente) y si no les cae Woojin y me van a dejar comentarios tratandolo mal o algo así, pueden irse, yo a Woojin lo apoyó, porque sé que él es un angel y es inocentes de las acusaciones feas que le hicieron. Simplemente quería avisar para que en el siguiente capítulo no lo criticarán ni nada.
Bye Bye hermosos y si hay algún error con los nombres por favor avisen así lo arregló UwU
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