Cuando tu novio te regala galletas en forma de corazón decides aprender a hornear para algún día hacer lo mismo con el, hornear con tu pareja es divertido, si es que no te estresas.

(Mini au después de heart cookies for an idiot)

Desde que Conter le comenzó a hacer galletas y más postre a Spreen este mismo se interesó en saber hornear.

El y Conter se habían hecho pareja gracias a eso, gracias a unas galletas, gracias a unas cartas, gracias a sentir lo mismo el uno por el otro.

Quería devolver el favor, hacer un postre que a su novio le guste hecho por él mismo, pero no sabía hornear, cada que lo intentaba salía todo mal.

Cómo la vez que se quemaron las galletas y el día en el que casi quema la casa misma.

¿Por qué era tan difícil para él?

El híbrido de oso miraba con atención a su novio, el cual se encontraba leyendo un libro de recetas, tal vez estaba buscando algo para la cena con todos.

Dió un suspiro y caminó hasta él para finalmente tener toda la atención del albino a su merced.

── ¿Qué pasa bonito? ── Pregunto Conter mirándolo.

Spreen le miró con una sonrisa y decidió hablar.

── Crees que.. ¿Me podrías enseñar a hornear? ──

El albino quedó algo confundido pero antes de hablar el pelinegro volvió a hacerlo.

── Quiero aprender a hornear, para hacer tus postres favoritos, quiero, hacer algo que te guste a vos, además, me gustará hornear contigo cada que se pueda ──

Conter parpadeó un par de veces y luego dió una risa leve, volvió a mirar a su novio y decidió darle una respuesta.

── Claro, yo te enseño a hornear, solo si prometes no quemar nada otra vez ──

── Lo prometo ──

── Bien oso idiota, ¿Qué quieres aprender a hornear primero? ──

── ¿Qué te gustaría que te haga de comer?
──

── Bueno, a mi me gustan muchos los muffins, tal vez puedas aprender a hacerlos, no son tan difíciles de hacer ──

── Pues entonces empecemos con eso ──

Conter dió una sonrisa y comenzó a sacar todo lo necesario, tanto guantes de cocina como delantales, un delantal azul para Spreen con decoración de picos de diamante y uno de color verde para el con decoración de zanahorias doradas.

── ¿Son los delantales que estabas haciendo? ──

── Si, había hecho solo uno para mí, pero decidí hacer otro para ti, por si algún día pasaba algo ──

Spreen rio y se puso aquel delantal, mientras que Conter buscaba la receta que ocuparían el día de hoy.

El pelinegro miro la receta, parecía fácil, pero no sabía si era tan fácil hacerlo.

── No te preocupes, si no sabes hacer algo solo me lo dices y yo lo hago, vamos a trabajar juntos, cómo siempre hacemos ──

── Me parece perfecto, Conejito, por lo que veo son muffins de zanahoria ──

── Sip, son lo que siempre hago cuando me siento decaído ──

Spreen al escuchar eso asintió levemente sin dejar de ver la receta, eran muchas cosas, y le sorprendía que su novio tuviera todo lo necesario.

── ¿Estás listo? ──

── Si, vamos a hacer los mejores muffins de zanahoria ──

── Bien, ahora, metelos al horno con cuidado ──

Spreen tomó la bandeja en la cual estaban la masa de los muffins, la metió al horno, lo cerró y puso la cantidad exacta de tiempo necesario.

── Muy bien, ahora solo debemos esperar, por ahora podemos ir haciendo algo más ──

── Podemos probar esta galleta que hice ──

El pelinegro había hecho unas galletas antes, esto porque no sabía cómo hacer bien lo de la masa, por lo cual Conter se encargó de eso y él aprovechó que una masa aún no tenía nada y la uso para unas galletas de mantequilla.

── Muy bien, dame una ──

Spreen le dió una de las galletas a su novio, miro como este le daba una mordida y saboreaba.

── Está muy rica ── Dijo para luego terminar de comer aquella galleta ── Wow, estuvo muy rica, ya vas aprendiendo ──

── Aprendí del mejor ──

Ambos rieron y se miraron.

Pasó el tiempo y los muffins ya estaban.

── Muy bien, ahora ponte los guantes y sácalos con cuidado ──

Spreen hizo caso, con los dos guantes de cocina puestos abrió el horno y sacó con cuidado los muffins, los puso en la mesa y escuchó como el horno estaba siendo cerrado.

── Se ven bien ¿Tú qué opinas boludo? ──

Conter se acercó a donde su novio y vio los muffins, no se veían mal, a decir verdad se veían muy comestibles.

── Se ven perfectos, ahora solo tienes que hacer la decoración ──

── ¿Cómo poronga hago eso? ──

── Si quieres hago uno yo, y luego repites lo que hice ──

Spreen asintió y miro como el albino había la decoración, era fácil, pero sabiendo que él podía arruinarlo le hacía ver todo difícil.

── No importa si no te queda bien, yo lo comeré igual, me hace más feliz que te haya interesado hornear algo para mí ──

El híbrido de oso dió una sonrisa y beso la mejilla del híbrido de conejo.

── Por vos hasta aprendo a como volar ──

Y así Spreen comenzó a hacer la decoración de todos los muffins.

Quedaron algunos bien y algunos un tanto chuecos, pero a Conter le daba igual, el y era feliz sabiendo que su novio le hizo algo solo para él.

Y presentía que ahora Spreen le daría de vez en cuando un muffins de zanahoria con alguna nota, cómo él siempre hacía con él, y como una vez lo hizo con el.