Capituló 12: Marvellous.

Felix Lucia levemente decaído ese día mientras caminaba con Christopher. Ese hecho por supuesto preocupó mucho al mayor, después de todo Felix siempre estaba sonriendo.

—Felix— no hubo respuesta—. ¿Lix? Bebé...

—¿Hmm?

—¿Sucede algo?

—Mi mamá... Ayer luego de levantarme la encontré llorando. Cuando le pregunté que le pasaba me dijo que no debía preocuparme, sólo estaba feliz. Pero no sé Channie, ¿tú qué dices?

—Tal vez le sucedió algo bueno, tal como ella dijo. No deberías preocuparte demasiado, sabes muy bien que ella jamás te escondería algo, ¿no.— Felix asintió con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Pues sí... Tienes razón. Además dijo que deberías estar pensando en mi cumpleaños en lugar de preocuparme por cosas tontas.

—Sólo faltan tres días, ¿ya has pensado en qué hacer?

—Solo quiero hacer una pequeña reunión en casa con mis padres y contigo, ¿irías?

—Por supuesto que sí bebé.

Minutos después, para fortuna del mayor, Felix ya había olvidado el tema de su madre. De ninguna manera el menor podía enterarse de lo que su novio y su progenitora planeaban, era una sorpresa y su regalo de cumpleaños.

Chris dejó al menor en su salón de clases como cada día y caminó al suyo.

Últimamente Felix se había vuelto muy cercano a Kim WooJin, pues además de ser su Hyung en el club de canto, también compartían algunas clases. No podía evitar sentirse un poco celoso al ver cómo el interés del menor era dirigido a otra persona además de él, pero su orgullo por el menor era más grande que sus celos, pues Felix ahora tenía un amigo.

Fue un día aburrido — a excepción de los recesos, donde podía estar con su novio —, como cualquier lunes de la semana. Esperó tan ansiosamente la hora de salida que casi llora de la felicidad cuando el timbre por fin sonó y pudo correr en busca de su novio. El menor lo esperaba en el mismo lugar de siempre.

—Lix.

—A-Ah, Channie...— pareció sorprenderse al notar la presencia del mayor.

—Está todo bien?

—S-Sí, p-pero...— juntó sus manos nervioso—. Tenga, hyung— de su bolsillo sacó rápidamente un folleto. Chris lo tomó con curiosidad y comenzó a leerlo.

—¿Una presentación?— Felix asintió— Es de tu club de canto, ¿verdad?— volvió a asentir —¿Quieres que vayamos juntos?

—No... Yo quiero que vayas a verme, Channie.

—¿V-Verte? ¿Vas a presentarte?— por tercera vez, asintió —Dios mío... Claro que sí, ¡seré el primero en estar ahí viéndote brillar!

—Tengo miedo, cantaré solo. Pero si estás ahí conmigo podré hacerlo sin problemas.

—Me harás llorar...— ahogado con sus propios sentimientos por Felix lo aprisionó con fuerza entre sus brazos —Te quiero, te quiero, te quiero.

—¡Te quiero más!

El momento de la presentación llegó mucho más rápido de lo que esperaban. Felix temblaba como gelatina en los brazos de su novio.

—Lo harás bien bonito, sólo piensa que ahí no habrá nadie más que tú y yo.

—Lo haré... Chan, la canción no es dedicada a ti, pero la letra es... Demasiado triste, ¡pero mi canto sí! Así que escúchame atentamente, cada nota será para ti. T-Tengo miedo, pero estaré bien si me miras en todo momento— besó suavemente a Chris, quien estaba sin palabras en ese momento —Deséame suerte.

—S-Suerte...

Con la ayuda de WooJin logró subir sin problemas al escenario. La gente en el público lo miraba con confusión, aparentemente ninguno de los presentes conocía ese talento de Felix, que con una enorme sonrisa y lleno de orgullo miraba al menor preparando su voz.

Algunas personas en el público murmuraban cosas tanto buenas como malas sobre el rubio.

"Tal vez lo dejaron cantar por lástima"

La mirada que Chris le lanzó a la persona que soltó ese estúpido comentario lo congeló por completo, incluso a las personas que estaban alrededor del idiota.

WooJin presentó a Felix antes de que comenzara a cantar. Todos aplaudieron —unos más intensamente que otros —y la música comenzó a soñar. Era una balada muy triste, tal como había mencionado Felix antes.

La calle por la que caminé junto a ti
El asiento en el que estaba sentado frente a ti
Ahora estoy solo...

La letra, que si bien poseía un intenso sentimiento que a Chris no le gustaría experimentar, de todos modos estaba consumiéndolo por completo, pero no era exactamente la canción que lo tenía así, sino el portador de aquella hermosa voz. Los murmullos de la gente sorprendida comenzaron a desvanecerse hasta quedar en nada. Para Chris sólo existía la voz de Felix en ese momento, todo lo demás desapareció.

Para mí, simplemente caminar por la calle
Incluso sólo respirar es difícil para mí
Debido al trauma, trauma
Este vicioso trauma, trauma...

La canción acabó y todo quedó en silencio, a excepción de los sollozos de Chris, que llenaron la atención de un par de personas. Los que no vieron al azabache soltar un par de lágrimas comenzaron a aplaudir de inmediato y eufóricamente, contagiando también al resto. Al final todos los espectadores aplaudieron hasta que Felix desapareció del escenario.

Apenas llegó abajo y luego de recibir unas cuentas felicitaciones, esperó pacientemente a su novio.

Tenía previstos que el mayor llegaría emocionado a felicitarlo, pero contrario a eso recibió un abrazo bastante fuerte un un sollozo en su odio.

¿Christopher estaba llorando?

—¿C-Chan? ¿Estás bien?

—Explícame, ¿cómo puedes ser tan precioso? ¿Estás seguro de que no eres un ángel?— habló con voz débil aun con el rubio entre sus brazos.

—N-No es para tanto... Pero gracias. Puedo suponer que te gustó mi presentación. Me esforcé especialmente por ti.

—No sólo me gustó, la ame. Ha sido lo más precioso que he visto y escuchado en mi vida. Gracias— besó repetidas veces la frente del manor—. Agradezco que no puedas verme estos momentos. Estoy siendo realmente patético.

—Tú sabes que me gustan todas y c-cada una de tus facetas— después de ese intercambio de palabras por fin correspondió el abrazo—. Gracias por venir a verme hoy, por apoyarme, y por apreciar mi esfuerzo. Te quiero demasiado.

Y Chris sabía en ese momento, más que en cualquier otro, que Felix merecía todo lo bueno que el mundo pudiera darle, que Felix valió cada noche en vela terminado sus tareas o estudiando para un examen, que Felix valió cada gota de sudor derramada en medio del trabajo, y que por supuesto merecía poder ver, no sólo sentir, lo maravilloso que podía ser el mundo y el amor.

Felix merecía eso y más, y él se encargaría de dárselo siempre.

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