Capituló 10: Dinner.
Aparentemente los momentos inesperados estarían siempre presentes en la vida de Félix y Christopher. Como ahora.
Después de una semana de revelar su orientación y además su relación con el menor, los padres de Christopher no habían dejado de pedirle que lo lleve a cenar. Y es que parecía que incluso ellos se habían enamorado de Félix, y como no, si el mayor había dicho sólo maravillas acerca de él.
Así que ahí estaban ambos. Christopher terminando de cocinar junto a su padre y Félix sentado en el sofá hablando con la madre del mayor, aunque esta última era la que más le dirigía la palabra, pues Félix estaba demasiado nervioso y, para que mentir, asustado.
Tenía las típicas dudas de una persona primeriza en cuanto a las relaciones: ¿y si no le agradaba a los padres de su novio? ¿Y si le pedían alejarse de él por su condición?
—Hey Félix, tranquilízate— habló la mujer—. Veo que estás muy nervioso, pero tranquilo, no tienes porqué— Félix se sonrojó al ser descubierto y la mujer soltó una risita—. ¿Quieres chocolate caliente? Hace un poco de frío hoy— el rubio asintió despacio.
Mientras esperaba a la señora Bang regresar de la cocina se dedicó a escuchar la voz de Christopher proveniente del mismo lugar. Al parecer se estaba quejando porque su arroz se había quemado ya dos veces.
—Déjame hacerlo Christopher, se volverá a quemar.
—Claro que no, quiero que Félix pruebe algo hecho por mí.
—Félix no comería algo quemado aunque te quiera mucho— el nombrado soltó una risita y negó. La verdad él comería cualquier cosa mientras estuviera hecha por Christopher.
Luego de un par de minutos la mujer regresó entregándole una taza que comenzó a expeler un delicioso aroma.
—La taza no está caliente, pero el chocolate sí, ten cuidado.
—G-Gracias— bebió un pequeño sorbo, sonriendo al sentir el delicioso sabor a chocolate pasearse por sus papilas gustativas.
—Veo que te gusta— la mujer lo miraba atentamente, totalmente encantada con cada uno de sus gestos. Félix asintió con una sonrisa en el rostro y bebió otro poco.
—¡La cena está lista! Christopher ya no quemó el arroz.
—Moría de hambre— el señor Bang soltó una carcajada al ver la mirada fulminante de su hijo al dejar en evidencia su poca experiencia en cuanto a la cocina.
Félix camino hacia su novio jalando levemente la manga de su camiseta.
—¿P-Puedo sentarme a tu lado? Me siento más seguido así...— le preguntó bajito para que sólo él oyera. Christopher sintió como si una horda de mariposas habites corneado a revolotear en su estómago y sus mejillas se tiñeron de rojo sólo por la emoción.
—Por supuesto que sí bonito, tu puesto está justo a mi lado— Félix sonrió y caminó cerca del mayor para sentarse a su lado.
La carne que el padre de Christopher había preparado estaba increíblemente deliciosa, lamentablemente no se podía decir lo mismo del arroz que el azabache había preparado.
—Christopher hijo, te quiero mucho, pero esto no es comestible...
—L-Lo sé, lo siento.
—No está malo— soltó de repente Félix—, a Channie, d-digo Christopher, le salió bastante bien... S-Solo falta un poco de sal...— el azabache se levantó de su silla con la intención de ir a buscar algo de sal. Volvió con esta en sus manos y sazonó nuevamente el arroz. Félix volvió a probarlo y sonrió al notar que efectivamente había mejorado su sabor.
—Oh vaya, ahora es totalmente comestible— soltó su padre.
Christopher sintió su corazón cálido al ver que todos comían felizmente lo que él había preparado, aunque fuera sólo arroz. Le hacía especialmente feliz ver qué Félix comía de lo que con tanto cariño hacia cocinado. Y recalcando, era sólo arroz, pero Christopher estaba orgulloso.
Mientras todos comían, Christopher tomó la mano de su novio por debajo de la mesa acariciando sus nudillos. Félix dió un saltito por la sorpresa, pero de inmediato sonrió al reconocer la textura de la mano del mayor.
—Te quiero mucho, ¿lo sabes?— susurró cerca de su oído provocándole un sonrojo bastante evidente.
—T- Te quiero mucho también, Channie— Chris sonrió, acercándose un poco más al oído del menor.
—Realmente quiero besarte ahora— Félix llevó ambas manos a su boca sorprendido y sonrojado hasta las orejas.
—Mmm... Si quieren darse amor no te problema, pero primero terminen de comer— ambos se separaron rápidamente muertos de vergüenza. La madre del mayor solo rió acompañada del padre de este.
Acabando con el postre Christopher comenzó a levantar los platos sucios de la mesa. Félix se levantó de su silla también para ayudar al mayor, pero este negó rotundamente.
—No bebé, yo lo haré.
—P-Pero quiero ayudar...
—Eres mi invitado más especial, ¿cómo podría hacerte levantar los platos?— Félix hizo un puchero, totalmente consciente de que Christopher siempre caía con eso—. Bien... Pero sólo el tuyo.
—Channie...
—Bien, bien. Los que quieras— Félix sonrió y, para dose de puntitas, besó la mejilla de Christopher—. Santa Virgen de la papaya...— Félix soltó una gran carcajada luego de oír las palabras del mayor.
—Que bobo eres Channie— el nombrado no respondió nada, porque sí, era muy bobo, pero sólo cuando estaba con Félix.
La noche llegó entre risas y una lluvia de preguntas para Félix, pero ya tenía que irse.
Se despidió de los padres del mayor, quiénes le pidieron que prometo que pronto volvería, a lo que él rubio asintió alegremente. Tal como Christopher había previsto, sus padres quedaron encantados con su novio.
—Iré a dejar a Félix hasta su casa, ya vuelvo.
—Vayan con cuidado. Espero verte pronto aquí Félix, fue un gusto conocerte.
—G-Gracias. El gusto es mío— hizo una pequeña reverencia y salió.
Mientras caminaban por las calles casi completamente oscuras, siendo iluminadas sólo por la luna y algunos faroles, Chris entrelazó su mano con la de Félix, sonriendo al ser correspondido.
—Tus padres son muy agradables.
—Oh, no siempre son así. Pero tú eres precioso y les agradaste mucho— Félix detuvo su caminar y soltó la mano del mayor. Este se preocupó al principio, pero rápidamente se tranquilizó cuando sintió un par de brazos rodear su torso.
—G-Gracias por lo de hoy. Es muy especial para mi que hayas decidido presentarme ante tu familia. Al principio estaba asustado y nervioso, pero como tú estabas ahí supe que todo estaría bien... Muchas gracias Channie, t-te quiero mucho.
—Tú quieres asesinarme, ¿verdad? ¿Cómo puedes ser tan maravilloso?— posó sus manos en las mejillas blanditas del menor y besó sus labios —¿Cómo?— besó su frente y mejillas —. No lo entiendo— regresó a sus labios, extendiendo un poco más el tiempo sobre ellos, las mejillas de Félix comenzaron a arder dejando completamente en evidencia el rojo de estas—. Te quiero tanto que quisiera quedarme toda la noche aquí, besándote, pero hace mucho frío y me sentiré realmente mal si te enfermas por mi culpa.
—C-Cuando vengas a cenar a mi casa deberías pasar la noche aquí, así podrías b-besarme toda la noche.
—Dios mío... Bonito, no digas cosas así en un momento como este o realmente no te dejaré ir a casa— Félix soltó una risita y depósito un corto beso en los labios de Chris.
—Hasta el lunes— Chris sonrió como un tonto viendo el rostro radiante de su novio—. T-Te quiero mucho, mucho— se giró avergonzado y corrió hasta la entrada de su hogar.
Era un hecho. Félix no sólo se había acomodado perfectamente en su corazón, sino que se apoderó completamente de él. Pero Chris estaba seguro de que alguien tan lindo y dulce como Félix lo cuidaría como si fuera un tesoro.
✨😭Lloro brillitos😭✨
Ellos ambos son sumamente adorables.
AAAAAAAAAA LOS AMO. ♡︎
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