Trentasei.
Se les había hecho una costumbre dormir juntos después de lo que había pasado.
Sunoo había intentado hablar con su hermano unas cuatro veces, pero siempre le cortaba el teléfono cuando escuchaba su voz o le cerraba la puerta en la cara.
NI-KI había conseguido un trabajo de medio tiempo en una tienda de artículos de Arte y
Música.
Había terminado su curso junto a Sunoo.
Y esperaba poder juntar todo el dinero que creía que debía devolver a Jake y Jay, por eso trabajaba hasta altas horas de la noche y hacía turnos extra.
—NI-KI, regresas muy tarde a casa.
—Lo sé... —Bostezó.
—Debería buscar un trabajo para ayudarte, no puedes hacer esto sólo.
—No t-te preocupes, Sun.
El de mechas notó que NI-KI se dormiría pronto, pero él por primera vez en mucho tiempo no podría conciliar el sueño. No podía permitir que el chico-Sol que tenía a su lado comenzara a apagarse por todo el esfuerzo que hacía.
Y entonces recordó algo.
A la mañana siguiente, iría a buscar lo que ayudaría a NI-KI.
Repartió caricias con sus dedos en la espalda del de cabello negro con mechas rubias mientras cambiaba canales en la televisión.
NI-KI ya se había dormido y Sunoo quizá tardaría en acompañarlo en el mundo de los sueños.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top