Memorie.

NI-KI limpiaba las heridas del rostro de Sunoo con una toalla mojada con agua tibia.

El más bajito tenía el rostro hecho trizas, con varios rasguños y cortes bastante feos. Sin mencionar los moretones que se hacían más oscuros al pasar los minutos.

A NI-KI le habían vuelto a molestar con su peso, y con su apariencia, a parte de sus preferencias sexuales. Y Sunoo había explotado, se había metido en una pelea y se había lastimado.

—Te dije que no importaba Sun, estoy bien.

—No quiero que vuelvas a llorar o a dejar de comer por esos inútiles. Auch.

NI-KI limpió la sangre del labio de Sunoo, y se paró a mojar otra vez la toalla para ocultar su ligera sonrisa por lo dicho.

El alto se sintió feliz de que Sunoo quisiera protegerlo.

—Pero aún así, no deberías haberte peleado con ellos, no valía la pena.

—Si, porque eres importante y ellos no son capaces de verlo.

NI-KI se sonrojó ligeramente. Su mejor amigo estaba loco, podía jurarlo en ese momento.
Se agachó otra vez para quedar a la altura del rostro de Sunoo, quien estaba sentado en el piso del salón de baile.

—Es increíble.

—¿El qué?

—Que hayas hecho eso por mi, además, estás muy mal y golpeado pero tu rostro sigue siendo arte...

Lo último había sido un pensamiento en voz alta, por lo que NI-KI no tardó en abrir mucho sus ojos y dejar de atender al mayor para salir corriendo al baño y quedarse ahí un buen rato por la vergüenza.

Tenía miedo y a la vez alegría, porque le gustaba
Sunoo.

Hasta aquí está pequeña adaptación, muchas gracias a esas personitas que le dieron una oportunidad para leerla. Espero que les haya gustado mucho, con cariño Jaesluv. <3