Cinquantasei.

La primera vez que Sunoo habló de NI-KI a sus amigos.

—¿Y cómo es él?— Comenzó HanBin en dirección a Sunoo.

—Si, cuéntanos Sunie.— Y aquel era Taki, el actual novio del de cabellos platinados. Era un chico alto y bastante guapo, a decir verdad, hacía perfecta pareja con el de tes clara.

—NI-KI, umh... Es muy bonito y talentoso. Es como un Sol, siempre está brillando. Y tiene la sonrisa más bonita que he visto.

—Eso no parece algo que Kim Sunoo pudiera decir.

HanBin y Taki sabían que el pequeño pelinegro era demasiado frío, serio y poco amigable; por ello les impresionaba que Sunoo dijera cosas tan lindas de alguien que había conocido hace tan poco tiempo. Las mejillas del chico se colorearon de rojo, sin su consentimiento.

—¿Y vas a confesarte pronto?

Sunoo lo meditó y luego negó con la cabeza.
NI-KI era demasiado para lo poco que era él.
NI-KI era perfecto, y él sólo era un simple joven sin mucho que ofrecer. Aunque anhelaba que el menor lo mirara con los mismos ojos que él lo hacía cuando el otro estaba dibujando o bailando, cuando veía a Nishimura Riki en su más sincera expresión haciendo lo que más le gustaba.

—¿Por qué no? Quizá también le gustas, deberías intentarlo.

Ese día, Sunoo se quedó hasta muy tarde viendo dramas y películas románticas. Jamás había visto algo así, pero necesitaba ver como le diría a NI-KI que gustaba de él.

A la mañana siguiente, Sunoo llegó con el ceño fruncido a clases, las cuales se suspendieron y NI-KI tuvo que acompañarlo a casa.

Era ahora o nunca.

El menor se dio la vuelta después de despedirse, pero Sunoo lo tomó rápidamente y juntó sus labios antes de que el menor se fuera.

Sunoo moría de vergüenza internamente pero aquello había valido la pena completamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top