•Diez•
JiSung se paseaba por mí habitación sonriente. La había contado lo que había ocurrido, por lo que sabía que Christopher y yo nos habíamos conocido y también que hoy vendría a mi casa.
Estaba feliz porque su plan había funcionado a la perfección. Él quería que Christopher y yo fuésemos cercanos hasta conocernos, para así yo poder tener un nuevo amigo y conocer a más personas mediante él. JiSung sólo quería que fuese sociable y disfrutase más de la vida.
—Después de esto ya sólo faltaría que tengas pareja —. Soltó entusiasmado.
Ante ese comentario lo mire con desaprobación y negué.
—Sabes que ahora mismo eso no es lo que quiero.
—Lo sé, pero a lo mejor Christopher te presente a alguien genial que te acaba atrapando. Eso nunca se sabe.
JiSung paró de dar vueltas por la habitación y se sentó en mi casa junto a mí.
—O quizás te atrapa él —. Añadió junto con un guiño.
Le empujé un poco avergonzado y él se rió por ello.
—¡Cállate! —. Pedí mientras me cruzaba de brazos. —Es solo mi amigo y así se va a quedar.
—Sí, pero no puedes negar que te parece malditamente atractivo—. Movió sus cejas con gracia.
No, no podía negar eso porque era verdad. Christopher era demasiado atractivo y estaba segurísimo de que debía de tener a muchas chicas y chicos detrás de él. Podía incluso tener muchas personas con las cuales pasar un rato divertido y sin compromisos. Porque Christopher no tenía pinta de ser un hombre aburrido y sin vida sexual activa. Él seguramente hacía todo lo que yo no.
—Lo es, pero no somos compatibles—. Dije para después encogerme de hombros.
—No lo conoces demasiado bien como para asegurar eso—. Respondió en desacuerdo.
—Ni aunque le conociese desde hace años lo seríamos—. Repliqué.
—Yo no estaría tan seguro, Lix. Ya me dirás dentro de un par de meses si sigues pensando igual o no.
Pues claro que iba a pensar igual. Christopher había llegado a su vida gracias al engaño de JiSung y se iba a quedar en ella como amigo y nada más. El simple hecho de pensar en una relación me daba pereza.
Miré mi reloj y marcaban las seis. Me asusté al ver la hora, supuestamente Christopher iba a venir a esta hora o como muy tarde a y media.
—Han, te tienes que ir.
Me levanté de la cama y tiré de su brazo para que se levantase también.
—¿Por qué? —. Hizo un puchero y frunció el ceño.
—Porque Christopher estará a punto de venir y no quiero que estés aquí —. Contesté mientras corría al espejo para revisar si estaba bien peinado o no.
—Pero yo quiero conocerlo, ¿por qué no me dejas? —. Se quejó.
—¡Porque siempre sueltas comentarios inapropiados y me dejas en vergüenza! —. Respondí mientras abría la puerta de mi cuarto y salía de este para bajar las escaleras.
JiSung me siguió sin más remedio y las bajó detrás de mí.
—¡Me parece injusto! Yo no hago comentarios inapropiados, solo son divertidos —. Se justificó.
Me giré para mirarle con cara de "¿lo dices en serio?" Y antes de que pudiese decir nada, el timbre sonó.
—¡Perfecto! —. Solté sarcástico y mi amigo empezó a dar sal tiros emocionado y feliz.
Me dirigí hacia al video portero para verificar por la cámara si era Christopher u otra persona. Pero sí, se trataba de él.
—Ni se te ocurra decir alguna tontería o sino te echo de la manera más vergonzosa de mí casa —. Le señalé con advertencia y él asintió sin más remedio.
Fui hasta la puerta y la abrí con una sonrisa. Christopher estaba ahí con otra sonrisa adornando su precioso rostro y una caja de dulces en sus manos.
JiSung apareció por detrás y habló antes de que siquiera Christopher y yo pudiésemos saludarnos.
—¡Oh, has traído dulces, qué romántico! —. Dijo juntando sus manos y mirando con admiración la caja —. Muchas gracias, no era necesario.
Iba a coger la caja sin permiso y yo la agarré antes que él.
—No son para ti —. Le miré con molestia—. Muchas gracias, Christopher —. Me dirigí a él ahora con un semblante más amable—. Pasa.
Me aparté de la puerta al igual que mi mejor amigo y él entró con un poco de timidez. Nada más que cerré la puerta y pasó su vista por mi hogar, se quedó mucho más sorprendido que anoche cuando vio mi casa por fuera.
—Sí, lo sé, yo me sorprendí de la misma manera cuando estuve aquí por primera vez —. Hablo JiSung al ver la reacción de Christopher.
—No, creo que tú te pusiste a correr por toda la mansión —. Comenté al recordar ese día.
Christopher centró su atención en JiSung un poco confundido. Mi mejor amigo entendió la razón y rápidamente le ofreció la mano para ambos saludarse.
—Soy Han JiSung, pero todos me dicen Han. Soy el mejor amiga de Felix y el que le engañó para que te llamase —. Sonrió orgulloso de ello y yo rodé los ojos.
—Oh, tú eres el famosísimo mejor amigo. Felix me ha hablado en varias ocasiones de ti. Soy Christopher, aunque ya lo sepas.
—Encantado, espero que nos podamos llevar bien —. Dijo mientras soltaba su mano y se quedaba mirando casi embobado a mi Hyung.
—Claro, yo también lo espero —. Sonrió y dirigió su vista hacia mí.
Pero yo en estos momentos estaba mirando a mi amigo con mala cara. JiSung estaba observando a Christopher de una manera que no me agradaba. Ya sabía que Christopher es demasiado atractivo, pero eso no le daba el derecho de mirarlo como si lo quisiera para él.
—¿Tú amigo se va a quedar con nosotros? —. Me preguntó en un susurro.
—Estaba aquí mucho antes de que vinieses, pero ahora mismo me puedo echar si eso es lo que quieres.
—La verdad es que... —. Se quedo callado unos segundos, pensando—. Me gustaría estar solo contigo.
No pude evitar sentirme nervioso ante esa respuesta, pero aún así asentí.
—Bueno, ve mientras hacía el salón, está pasando por esa puerta grande de madera —. La señalé y él me hizo caso.
Una vez JiSung y yo nos quedamos solos, le di un golpe en la cabeza al ver que le estaba mirando el culo a mi amigo mientras se dirigía al salón.
—Está buenísimo —. Opinó cuando entró por la puerta y ya no nos podía escuchar.
—Lo sé, pero tampoco como para que estés mirándole como si fueses un acosador —. Le regañé.
—Lo siento —. Hizo una mueca—. ¿Por qué se ha ido solo? —. Señaló hacia la puerta.
—Porque yo sé lo he pedido —. Aclaré—. Y por cierto, tienes que irte.
Abrí la puerta y él me miró indignado.
—¿Por qué? ¿Estorbo?—. Preguntó.
—No estorbas, pero él ha venido para estar conmigo y...
—Quiere que estén a solas —. Completó—. ¿Sabe que no están tus padres? No sé que van a hacer en una mansión tan grande los dos solos.
Pasaron unos segundos en los cuales no respondí, y él pensó mal y me miró con una cara pervertida.
—Ya sé lo que van a hacer —. Rió con picardía—. Me lo podrías haber dicho antes.
—No seas tonto, Han. No vamos a hacer nada, solo le voy a enseñar la mansión, merendaremos y después de un rato seguramente saldremos a pasear —. Aclaré.
—Claro, seguro que será eso —. Murmuró sin creerme del todo.
Empujé a mi amigo hacia la puerta para que saliese y por fin se marchase. No tenía ganas de aguantarle a él y a su mente sucia. ¿Qué clase de amistad se pensaba que teníamos Christopher y yo? No había nada entre nosotros, y por Dios, nos conocimos en persona ayer.
—Ya me contarás qué tal te ha ido —. Movió su mano en forma de despedida.
—Claro que sí, hasta luego.
Cerré la puerta y suspiré. Ahora mi Hyung y yo estábamos completamente solos. Por alguna extraña razón eso me ponía nervioso incluso sabiendo que no iba a ocurrir nada, porque ni siquiera yo quería que ocurriese algo.
Entré al salón y lo vi sentado en el sofá mientras miraba su móvil. Él sintió mi presencia y levantó la mirada.
—¿Se ha ido? —. Preguntó.
—Sí —. Confirmé.
—Perfecto —. Sonrió mientras se levantaba y se acercaba a mí—. Bueno, ¿qué te gustaría hacer?
Hola, holaaa <3
Por favor no me maten, se que los tenía abandonados con las adaptaciones, pero he vuelto.
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