•Capitulo: 04•
JungKook se encontraba frente a una puerta pequeña de madera con una placa metálica en el centro que daba el número "403" en un edificio departamental cerca del Hospital General de Seúl y de la facultad de medicina de la Universidad. Su conciencia intranquila y las amenazas de sus hermanos lo guiaron hasta el lugar donde vivía TaeHyung para decirle que quedaba contratado como bailarín del burdel, era eso o ser asesinado por NamJoon. Tocó la puerta con sus nudillos más no obtuvo respuesta, y hasta pensó que el muchacho no estaba en casa cuando unos gemidos doloridos provenientes del interior le dijeron que era lo contrario.
Por alguna extraña razón totalmente inexplicable, oírlo adolorido y sufriendo causo no sólo culpa en JungKook sino también el florecimiento de un instinto protector que nunca creyó tener. Entró sin pensarlo mucho agradeciendo que la puerta no tuviera puesto el cerrojo, no encontró al vampiro en la pequeña sala por lo que pensó en buscar en las habitaciones. No sería difícil teniendo en cuenta que el departamento era del modesto tamaño del armario de JungKook. Él vampiro más viejo se dejó guiar por los lamentos y gimoteos que TaeHyung daba hasta llegar a su habitación cuya puerta estaba abierta y por la cual divisó al muchacho recostado en su cama, con apenas su camisón puesto y arañando las sábanas con desesperación.
—¡Agh!
JungKook sabía de primera mano cuánto dolía tener el estómago vacío por tantos días, no tener comida y ser abrazado por la desesperación. En su primer siglo, cuando por rebeldía dejó a su familia, experimentó aquello en una ciudad de china, y fue por ello mismo que tuvo que regresar con sus hermanos. Se odió en ese momento por no ser capaz de ayudar a alguien que le rogó tanto.
—Ayúdame— pidió con lágrimas traicioneras saliendo de sus ojos cuando vio a JungKook frente a él. Por supuesto que se trataba de una mala jugada de su cerebro.
—¡Shh!— tomó asiento a su lado en la cama sacando de su maletín dos bolsas de sangre que si bien no eran suficientes para suplir toda la hambre que el vampiro sentía, le ayudarían a estabilizarse—. Bébelas.
Y no sé necesitó repetir la orden pues al segundo de que tuvo las bolsas de sangre a su alcance, TaeHyung las devoró con lo cura casi insana, algo que asustó a JungKook pues no creía verlo tan desesperado. Los gemidos placenteros que dio TaeHyung calentaron al otro, y lo llevaron a preguntarse si hacerle el amor provocaría los mismo delicados gemidos o serían sucios y atrevidos. En menos de cinco minutos las dos bolsas de sangre estuvieron drenadas en su totalidad, secas cuál pasas, pero el hambre en TaeHyung aún era grande, claro que ahora el rojo de sus ojos bajó de intensidad al sentirse alimentado.
—¡Ah!
El vampiro gritó fuerte cuando los colmillos de TaeHyung atravesaron la carne de su muñeca para comenzar a succionar la sangre. Dolía horrores cuando eras mordido por otro vampiro, lo más lamentable es que su proceso de curación se vería atrofiado dado que era una mordida de su propia especie.
"Recuerda que es tu culpa que esté muriendo de hambre"— se dijo aunque también quiso añadir los contra argumentos: él no provocó que lo despidieran de su antiguo empleo, y él no provocó que no lograse encontrar otro.
"A este paso me dejará seco"— se quejó pero lo dejó seguir dado que en una situación como esa la mejor solución era beber sangre de otro vampiro que sí esté bien alimentando. JungKook creyó que era la mejor forma de que se recuperar, eso si no le provocaba una deshidratación severa.
—¡Basta!— gruñó sintiéndose ligeramente débil.
Ver a TaeHyung bebiendo de su sangre, con sus manos firmes en su agarre y sus ojos llorosos fue una de las mejores imágenes que le pudo ofrecer, tan erótico como podía ser y tan sumiso. JungKook le tomó del cabello de la parte trasera de la cabeza para alejarlo de su maltratada muñeca. El cuello del joven vampiro estudiando de medicina quedó expuesto, a Merced de su visitante; de sus labios se escurrió sangre que lamió con gula casi pecaminosa. A JungKook le gustó mucho verlo así, tan agitado y temeroso de su reacción.
—¿Satisfecho?— preguntó con sarcasmo acercándose al rostro del muchacho. Así de cerca podía escuchar con claridad sus jadeos, su respiración irregular y suaves gemidos que quería callar.
—Mmgh... n-no.
—¿Quieres más?— le preguntó con un doble de sentido peligroso.
JungKook estaba perdiendo su control al ver una indefensa presa lista para ser devorada, y deseaba que TaeHyung quisiese lo mismo: una follada que los dejara satisfechos a los dos. Como deseaba que su dura polla entrará en el agujero de TaeHyung, lo deseaba intensamente como nunca antes le sucedió con nadie. Lo que más atormentaba a JungKook es que apenas conocía al vampiro, y podría no ser el hombre más atractivo de la tierra o el más sensual pero para el mayor lo era, por alguna maldita razón así lo veía.
—P-por favor...
—Mi sangre te costará.
Dicho eso, el vampiro mayor devoró los labios apenas, jugando con su lengua y acariciando los colmillos de TaeHyung quien estaba sorprendido de verse besado por el otro. Las manos temerosas del chico fueron hasta la solapa del saco de JungKook de donde se sujeto con fuerza ayudándose de ello para impulsarse contra la boca del alto.
Una de las manos del mayor descendió silenciosa hasta la ingle de TaeHyung, se colocó bajo el camisón y sin pudor ni cuidado apretó el pene contrario logrando arrancarle al joven vampiro un gemido placentero. Los labios de TaeHyung se movieron por la barbilla de JungKook, dejando vastos besos cuál si fuera un camino, hasta su cuello donde, tras lamer con erotismo la zona, mordió y empezó a beber la sangre.
—Maldita sea.
El alto siseó y soltó una maldición por lo bien que se sentía la mordedura de TaeHyung, de hecho eso lo puso más duro y caliente. A lo largo de sus siglos vivo nunca le gustó que mientras él coito, su pareja de cama lo mordiera, en realidad no le gustaba que nadie lo hiciera; sin embargo, ahora podía considerar el volverse adicto a ello porque le gustaba la sensación que provocaba en él. Su mano bajó aún más hasta la entrada del chico, acariciando la zona con la yema de sus dedos antes de insertar uno con cuidado pues parecía que TaeHyung era realmente estrecho.
—Mmgh— gimió el joven mientras seguía bebiendo del cuello de su jefe.
Sin poder contenerse agregó un segundo dedo, entonces empezó a moverlos dentro del muchacho, adentro y afuera, abriéndolos como tijeras y llegando a los lugares escondidos de su intimidad. Lo penetró cada vez más rápido sintiendo como su sangre era succionada con avidez a cada duro embiste, a cada gemido y jadeos que su sumiso soltaba.
—¡Ah!— chilló TaeHyung dejando el vuelo extraño por un momento cuando los dedos del otro tocaron su punto sensible.
—¿Satisfecho?— cuestionó con voz ronca y agitada.
—Mmgh... oh sí, ¡sí!— gritó al sentir el orgasmo recorrer su cuerpo con fuerza hasta dejarlo exhausto.
Tanto el uno como el otro cayeron rendidos en la cama, el más joven se durmió casi al instante mientras que JungKook se mantuvo con la mirada fija en el techo, meditabundo y sin poder reacción a lo que había pasado. En sus planes nunca estuvo joder con TaeHyung.
Ir a su casa.
Darle bolsas de sangre.
Decirle que quedaba contratado como bailarín del burdel.
Discutir su sueldo.
Salir.
¿En dónde se perdió un plan tan bueno?
Oh claro, en otro plan aún mejor.
Ir.
Darle la sangre.
Ofrecerle su sangre.
Besarlo.
Acariciar su intimidad.
Follar con sus dedos su intimidad.
Correrse en sus pantalones.
Caer rendido en la cama.
No obstante, primero se dejaría incinerar antes de confesar qué tal fue su placer al ver a TaeHyung jadeando, sudoroso, y en pleno éxtasis que lo llevaron a él también al orgasmo.
"¿Por qué me dejaste hacerte esto?"
Pues TaeHyung no puso gran rechazo al libido de JungKook, ni a las acciones que tomó para saciarlo; por lo contrario, pareció que TaeHyung hubo estado esperando probar la miel que los labios del vampiro más bueno representaban. Blasfemó al pensar que podría gustarle al otro vampiro, qué tal vez se trataba de amor y eso era preocupante.
—¡Dejemos algo en claro TaeHyung! Acabo de usar tu cuerpo para mi placer como tú usaste mi sangre para alimentarte. ¡Nada más!
<3
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