•26: YugBam-Novios•
—¡No me digas que no porque yo te ví!
BamBam lo señalaba con el dedo índice, acusativo.
La noche anterior, la mágica noche anterior en su cita con JaeBeom, BamBam vió a lo lejos ese beso.
Estaban al ojo del público, las luces eran tenias sí, pero Kunpimook Bhuwakul recociera a YoungJae en cualquier lado, y Kim YuGyeom reconociera a JaeBeom en cualquier sitio.
YoungJae no hablaba, simplemente retorcía sus ojos.
No le negaría que sí se besó con JaeBeom, pero tampoco lo aceptaría.
Le daba cierta pena.
—¿Ya terminaste?— finalmente preguntó el menor.
BamBam asintió, dándole a entender que estaba más tranquilo.
YoungJae agradeció para sus adentros, pero le duró pocos segundos.
—¿¡Cómo es eso de que te besaste con JaeBeom!?
La puerta fue azotada por un sonriente JinYoung, quién traía algo en sus manos.
—¿Le dijiste a JinYoung?— YoungJae le miró mal.
—Somos tus mejores amigos— JinYoung se adelantó a contestarle a YoungJae—. ¿Cómo la pasaste con JaeBeom ayer?
Qué más daba. Ellos eran sus mejores amigos, además, se iban a dar cuenta en algún momento.
—Buen-
—¡Choi YoungJae!
Un nuevo golpe y gritó llegó a los oídos de YoungJae, cuando la puerta fue azotada nuevamente sacando a BamBam de sus casillas.
—¡Me van a joder la puerta si la siguen tirando!— gritó viendo como Mark la tiraba.
Ahora sí, estaba completo su friend Squad.
—¿Es verdad que te besaste con JaeBeom?
Sin mas ganas de nada, YoungJae puso una almohada encima de su regazo, y luego la tiró contra su cara, acostándose en la cama.
Los tres estaban atentos.
—Ya me voy— dijo levantándose de su cama—. Luego les cuento cómo se fue— fue lo ultimo que dijo para salir de la habitación.
Los otros tres se miraron a las caras, la única razón por la que se habían juntado esa mañana, era para que YoungJae le contara la experiencia de la noche anterior.
—... ¿Y ahora qué?
—Yo— se adelantó BamBam—, tengo planes con YuGyeom, así que me disculpan.
Se retiró, dejando a Mark y JinYoung en su habitación.
Caminaba dando pequeños saltitos; YoungJae no era el único que había tenido una buena noche con alguien.
Al llegar a la habitación, la tarde anterior, YuGyeom y BamBam estuvieron juntos durante todo el día.
Fueron a la feria, YuGyeom quiso ganar algún juguete para BamBam y lo único que terminó consiguiendo fueron entradas a los carritos chocones, cosa a la que BamBam no se quejó.
Luego, a la noche, vieron los fuegos artificiales, y claro, el beso de JaeBeom y YoungJae.
Se fueron pasadas las ocho hasta el dormitorio, entre besos, risas, y muchos toques.
Pasaron muchas cosas, para finalmente acabar durmiendo juntos.
BamBam reía por recordar lo sucedido, además de cómo sus mejillas se tornaban rosadas al recordar el tacto de su mayor por su pequeña cintura, además de haber dejado un notorio chupete en su hombro, que por suerte podía cubrirse con su camisa.
Aunque el que le dejó BamBam fue más notorio, se lo dejó justo en su cuello, a la vista de cualquier persona, pero YuGyeom no se había percatado de ello aún.
Cuando estuvo frente a su puerta, tocó dos veces, para encontrarse con JaeBeom. Éste lo saludó.
—Hey, Bam. ¿Buscabas a YuGyeom?
Asintió—. Sí, ¿está?
—Sí, te dejo con él, yo voy de salida— sonrió haciéndose a un lado—. Por cierto.
BamBam volteó.
—¿Eres alguna especie de Vampiro?
—Ehhh, puedo explica-
—No hace falta, sólo... Me cuentas cuál fue su reacción, adios.
—Claro, adiós.
Dentro, cerró la puerta, y se quitó los zapatos.
Vió un bulto en forma humana en la cama de su hyung, por lo que imaginó que estaría durmiendo, así que fue, y se tiró encima de aquello, pero se topó con la sorpresa de que era demasiado blando.
YuGyeom río, BamBam había caído en su trampa.
—¡YuGyeom, suéltame, suéltame!— comenzó a patalear cuando aquellos brazos fuertes lo tomaron de la cintura.
—Eso no me decías anoche.
Ni siquiera pudo decir nada cuando sus manos comenzaron a hacerle cosquillas, haciendo que YuGyeom cayera encima de su cuerpo, mientras se revolcaba de la risa.
Objetivo logrado, YuGyeom quería hacer reír a BamBam.
—Okay, ya, ya entendí— apenas pudo decir.
—Es venganza por esto— señaló su cuello—. Pequeño vampiro.
BamBam volvió a reír.
—Tú también me hiciste uno— recobrara su respiración—. Mira— señaló su hombro.
—¡Pero fue en el hombro, no en el cuello!— contraatacó.
—Bien, bien— dijo golpeando suavemente su pecho—. Lo siento.
YuGyeom lo observó, BamBam seguía un poco rojo por la risa que se había llevado debido a las cosquillas.
Aunque estaba satisfecho de haberlo visto reír.
YuGyeom estaba tan enamorado de BamBam como de su risa, al igual que BamBam de YuGyeom.
Suavemente, YuGyeom dejó un beso en los bellos de BamBam, para luego dejar muchos otros por el resto de su rostro.
BamBam sólo reía, y YuGyeom también.
Finalizó acariciando sus mejillas, mientras dejaba otro beso en sus labios, donde trataba de transmitirle todos los sentimientos que tenía.
—¿Qué te pasa? Estás más cariñoso de lo normal, Bamie.
—¿No puedo acaso ser cariñoso con mi novio?
—No soy tu novio aún. No te he escuchado preguntarme.
—¿Y tengo que ser yo quién pregunte?— puchereó.
—¿Quién me besó primero?— arqueó su ceja.
—Touché— dijo, y sintió como BamBam comenzaba a acariciar su cabello con sus manos—. BamBamie.
—¿Hmm?— sonrió aún sin sacar sus manos de las hebras castañas de YuGyeom.
—Me gustas— definitivamente eso no era lo que BamBam esperaba, mucho menos cuando buscó sus ojos y YuGyeom ya lo estaba viendo, mientras acariciaba su mejilla—. Me gustas mucho, BamBam. Me gustas tanto, que creo que estoy enamorado de ti, BamBamie.
—YuGyeom.
El mencionado lo besó, callando lo que él menor quería decir.
—¿Saldrías con este tipo que tienes encima y ama cada cosa de ti?— susurró sobre sus labios.
En respuesta, BamBam volvió a besas los labios del castaño, lento, sutil, transmitiendo todo aquello que sentía por YuGyeom.
Un beso tan profundo como jamás había dado.
—Eso se toma como un sí, o quieres que lo siga?
—Lo que tú quieras, cielo.
—Entonces sí— dijo y volvió a besar sus labios.
Hubiera querido haberse acostado junto a él por más tiempo, estaba en toda la disposición, más no podía.
—Yugy— llamó, recibiendo un sonido afirmativo del otro—. No puedo respirar.
YuGyeom lo tomó por la cintura, dándole vuelta, quedando BamBam encima de él, mientras le llenaba de caricias.
—Esto no es lo que tenía en mente, Yugy— dijo, pero el olor de YuGyeom y sus latidos eran tan calmantes.
—¿Ya te quieres ir?— preguntó viéndolo de reojo.
—No, claro que no, pero... tengo hambre.
Un pensamiento de "cómeme" pasó por la mente de YuGyeom, más sabia que no era el momento, y gentilmente dejó a BamBam libre, y se volvió a acostar.
BamBam se dirigió a la puerta, se dió la vuelta, al no escuchar pasos—. Anda, levántate, YuGyeom.
—Ah, ¿yo también iba?
—Pues sí, ¿qué voy a comer entonces?
—... ¿Es en serio?
—No, pero sí tengo hambre y— caminó hasta el lado de su novio, tomándolo de la mano—, quiero almorzar con mi novio.
YuGyeom sonrió, siendo guiado hasta la puerta por su —ahora— novio, con una viva sonrisa en sus labios.
Ni siquiera le importó el resto de personas le observaban por aquella notoria marca en su cuello, y el hecho que llevaba a BamBam de la mano.
El castaño sintió como aquella persona de quién iba de la mano, detuvo su andar.
Lo miró incrédulo.
—¿Pasa algo?
YuGyeom camino hacia el frente de BamBam, agachándose un poco, indicándole que subiera a su espalda.
—Sube, así llegamos más rápido.
Se trepó en su espalda, y YuGyeom volvió a incorporarse, acomodándolo bien, para comenzar a caminar más rápido.
Se veían tan tiernos, BamBam reía por cómo activaba YuGyeom creyéndose corcel, y YuGyeom reía sólo por escuchar la felicidad de BamBam.
Desde el primer momento en que YuGyeom notó aquella castaña cabellera su primer día, había caído a sus pies.
Y BamBam, al ver aquel chico algo de apariencia tierna, sintió una electricidad por todo su cuerpo, sintiéndose atraído.
Perdón por estar desaparecida con esta historia, disculpen mis errores, estaba escribiendo rápido.
Espero les guste el capituló de nuestro bello YugBam.
¡Besos! <3
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