Cuando el doctor salió, dijo que podían entrar pero no en un tumulto, por lo que se turnaron para ir JinYoung y BamBam, únicamente.

Por supuesto antes de entrar, el doctor les dijo que la conciencia de YoungJae estaba limpia con respecto a cosas básicas como su nombre, su edad, estar consciente de su enfermedad y unas pocas cosas más.

También dijo que si llegaban a preguntarle algo, que fueran pocas cosas, no querían generar algún impacto en su cerebro si es que estaba recuperándose de la reciente crisis.

Agregando que los dolores de cabeza se estaban generando por dos cosas; debido al estrés del estudio o integración de cosas muy nuevas vívidas para él, cosas que pudieron no haberle pasado antes y que inconscientemente alteró parte de su cerebro al no haber saber cómo reaccionar ante ello, por lo que el estímulo para poder responder ante la situación, sobre esforzó parte de su masa gris, causándole el colapso, o crisis.

También dijo que le darían el alta esa misma noche, pero que tendría que asistir constantemente para realizarse estudios y asegurar que todo estuviera bien y sólo haya sido un pequeño susto.

Entrando en el cuarto, vieron que YoungJae estaba sentado en la camilla, viendo los aparatos que estaban a su alrededor.

Cuando volteó, los vió y embozó una sonrisa, dándoles señal de que afortunadamente les reconocía.

—Hola— sonrió al ver a sus amigos.

—Jae, bebé— JinYoung fue el primero en tirársele encima para abrazarlo y darle un beso en su frente—. ¿Cómo estás, cariño? ¿Te sientes bien?

—Pareces su mamá— BamBam por detrás se acercó a los dos.

—Soy su madre— JinYoung miró mal, y BamBam sólo rodó sus ojos. Suavemente YoungJae reía por la situación de sus dos mejores amigos.

—¿Cómo te sientes?— preguntó Bam.

—Estoy bien, en serio, fue sólo una crisis, se lo dije al doctor, recuerdo todo.

Aliviados los otros dos, dejaron salir el aire contenido, viendo maternalmente al de las mechas frente a ellos.

—¿Llamaron a mamá?— preguntó, pequeño detalle.

—Imagino que lo habrán hecho, pero ya sabes, no puede venir— JinYoung le sonrió sinceramente.

—Eso lo sé, pero tuvieron que haberle dicho al menos que estoy bien y que puedo seguir asistiendo a clases.

—Oh, no— negó BamBam con su dedo índice—. Nada de eso, Jae.

—¿Qué? ¿Por qué? Dije que estoy bien.

JinYoung entró en la conversación—. Podrías sentirte bien, pero tú mañana te quedas en el dormitorio re-po-san-do— separó la última palabra en sílabas.

YoungJae le miró mal, pero era porque sabía que tenía razón, quisiera o no, el médico aún así le enviaría un documento para que sus profesores supieran que debía quedarse reposando en su dormitorio.

Luego de un rato hablando los tres, olvidándose por completo de que no eran los únicos ahí y llevaban acompañantes, tocándome la puerta del consultorio.

Jackson asomó su cabeza con una sonrisa ajena, viendo en dirección primero a YoungJae, quién lo vió con una cara confundida, sin poder distinguirlo.

YugYeom le siguió detrás, y YoungJae también se extrañó por la presencia de aquellos dos muchachos, a quienes no reconocía.

Los mayores se encaminaron hasta donde estaban los otros,  YugYeom abrazando a BamBam por la cintura, y Jackson por los hombros de JinYoung.

YoungJae abrió sus ojos a más no poder, no sabía qué estaba pasando.

Los otros dos ya presentes se dieron cuenta de aquello, dándose cuenta de que era muy mala señal.

—¿Los recuerdas?

Sin saber qué contestar, el menor sólo negó despacio y con miedo, un poco asustado por la situación.

—YugYeom— el mencionado sonrió cuando BamBam le presentó—. Y Jackson Hyung— el mayor hizo lo mismo.

Y fue cuando en JinYoung algo hizo clock cuando escuchó a Kim susurrarle a Bhuwakul al oído que su mejor amigo le había llamado preguntándole donde demonios estaba y por qué le había dejado solo en el dormitorio.

—Jae— el menor volteó a verlo—. ¿Recuerdas quién es JaeBeom?

La cara de espanto de YoungJae fue más.

—¿Quién?