𖤍 ×Cap 5× 𖤍
Pudo sentir como su corazón se detuvo por un instante —¿Es así? Eso es bastante bueno—
—Si, o al menos eso creemos— soltó un par de risillas —No nos fíamos mucho de la información que nos dieron— comenzó a morder la galleta del barquillo.
—¿Por?—
—No es que desconfiemos de nuestro contacto, sino de los métodos que él usa— limpió las pequeñas gotas que se deslizaban por la galleta —Igual ya mandaremos a alguien a que revise la zona indicada.—
—Más vale quitarse de dudas— sonrió.
-Exacto, no perdemos nada con intentarlo- asintió sin quitar atención a su helado.
—Por cierto... Lo de mañana, ¿a qué hora estaría bien?— cuestionó con nerviosismo.
—Cualquier hora para mi está bien— lo miró con una amplia sonrisa.
—A las 20:00hrs, ¿te parece?—
—Es perfecto— finalmente terminó su helado y acto seguido observó su reloj —Se pasa demasiado rápido el tiempo— se lamentó.
—¿Ya te tienes que ir?—
—Sí— realizó apenas un puchero mientras guardaba su celular —Me agrada mucho pasar el tiempo contigo— comentó con gentileza.
El rubio tosió un poco buscando aclarar su garganta, un suave rubor pintaba sus mejillas —A mi igual me gusta pasar el tiempo contigo— sonrió nervioso.
El pelinegro sorprendido por la respuesta no pudo evitar ruborizarse, bajo la mirada nervioso —Bueno... Me retiro...— habló apenas audible levantándose de su lugar.
—Espera, deja que te acompañe— se levantó seguido del pelinegro.
—¿Te quedaste con la duda de si realmente nos seguían?— preguntó a lo que el rubio asintió —Vale, por mi no hay problema— sonrió y botó su basura en un cesto, el ojiesmeralda hizo lo mismo.
Caminaron un par de cuadras en silencio hasta que el pelinegro rompió el hielo —Siempre te hablo de mi trabajo pero no te he oído hablar del tuyo— lo miró de soslayo.
—Bueno, no es como que se puedan comparar, yo solo cuido un edificio— rió por lo bajo —No hay mucho que contar.—
—No sé, alguna anécdota, algo que te haya quitado el sueño—
—¿Te refieres a algo paranormal?—
—Tal vez, sólo cuéntame algo— bajó la mirada al suelo.
Sabía que aquel tema saldría en cualquier momento pero pese a ello no ideó alguna excusa para evadir el tema, se quedó en silencio un par de segundos pensando rápido en alguna historia inventada —Bueno, no sé si se clasifique como paranormal pero en una noche a eso de las 2:00am mediante las cámaras de seguridad observé en los corredores del edificio que las luces se apagaban y encendían a cada rato— se sentía pésimo por mentirle.
—¿Y qué hiciste?— se mostró felizmente intrigado.
Pero todo era por verlo sonreír siempre —Tomé una linterna y me aventuré a dar un vistazo a los medidores de luz y al tablero para descartar una falla, al ver que no existía alguna fui al edificio— realizó una pausa solo para darse cuenta que el contrario no le quitaba los ojos de encima, sonrió, aunque más por nerviosismo que nada —Entré y las luces seguían apagandose, pensé que a lo mejor sería un corto circuito, hasta que se apagaron por completo las luces incluyendo la de mi linterna, comencé a escuchar ruidos de entre la oscuridad y de repente...— dió un grito, la reacción del pelinegro fue como la que esperaba, soltó un par de carcajadas —Salió un gato de entre los escombros, a final del día si era un corto circuito— finalizó con una sonrisa.
—¡Eres un tonto...!— exclamó el ojimarron más pálido que nunca, dió un ligero golpe en el pecho contrario para después comenzar a reír —Si me asustaste... Por poco y grito—
Rió junto con él y pasó su brazo por encima de sus hombros apegándolo a su cuerpo —Lo siento, es que estabas tan inmerso en la historia que no pude evitarlo— ojalá esos días duraran para siempre, pero su recorrido juntos había finalizado, estaban ya en la calle donde trabajaba el pelinegro —Bueno, mi asustadizo, hemos llegado a tu trabajo.—
—Cállate— rió apartandose lo suficiente para verlo de frente —Gracias de nuevo, y lo vuelvo a repetir me gusta mucho salir contigo— dio un beso en su mejilla y salió corriendo —¡Nos vemos mañana!— gritó a lo lejos.
El rubio se quedó atónito, posó su diestra sobre la mejilla y pudo sentir como la sangre ascendía a su rostro »Opino lo mismo« pensó respondiendo a lo último que dijo el japonés, suspiró con un deje de amor y dio media vuelta yendo directamente al edificio, pasó todo el camino con la mente en blanco que incluso se le olvidó que hace un par de horas alguien lo había estado acechando. Cuando llegó ingresó directamente a su habitación, se encerró y se dejó caer sobre su cama, una enorme sonrisa, una que jamás había logrado dibujar, ¿de verdad estaba bien sentirse así?, ¿estaba bien enamorarse?, otro tipo de preguntas invadió su mente ¿debía dejar entrar al pelinegro en su desastroza vida? A esta última pregunta ya tenía una respuesta, aunque no quisiese el ojimarron ya era parte de su vida y le hizo ver que no era tan desastroza como creía.
•| ⊱✿⊰ |•
-¿Es mi imaginación o en estos días has estado muy sonriente, Eiji?- comentó el mayor mientras dejaba unos documentos obre el escritorio del mencionado -¿Es por la cita del otro día?-
El contrario quien se encontraba tarareando una canción lo miró absorto en sus pensamientos, hasta que logró entender la pregunta una genuina sonrisa apareció en su rostro acompañada de un suave carmín -Supongo que sí...- posó una mano en su mejilla sintiendo el volumen que causaba su sonrisa en ella.
-Me alegra verte feliz, desde lo de Japón habías estado algo deprimido y solo te centrabas en el trabajo, verte así le da alegría a la oficina- sonrió dando un par de palmaditas en su hombro.
-Gracias, Ibe-san...- la sonrisa se amplió más.
-Cuéntame, ¿cómo es ella?-
El pelinegro tosió un poco aclarandose la garganta -Es un chico- dio un sorbo a su botella de agua mirando de soslayo la reacción sorprendida del mayor.
-Oh...- sus mejillas se prendieron en un ligero rubor -Yo respeto totalmente tu orientación- posó su mano sobre su hombro -Sabes que siempre tendrás mi apoyo- le regaló una sonrisa confiada.
-Lo sé... Muchas gracias- le devolvió la sonrisa -Respondiendo a su pregunta es alto, rubio, de ojos verdes cuan esmeraldas, es rudo pero cuando lo conoces es tierno, tiene su manera de hacerme reír y su sonrisa...- soltó un suspiro rebosante de amor, una brillante sonrisa apareció -Tiene una sonrisa tan genuina... Tiene una manera única de reír-
-Preguntarte si estás enamorado sería tonto, ¿cierto?- cuestionó el mayor entre risillas.
El menor lo miró con un sonrojo que cubría hasta sus orejas, era tonto de su parte seguir negándolo, pero una parte suya le resultaba demasiado pronto para llamar "amor" a lo que sentía »Pero el amor puede darse de muchas formas« pensó, se dio cuenta que el contrario aún lo miraba expectante de una respuesta y tras dejar escapar unas risillas, asintió -Estoy enamorado...-
El mayor no se contuvo y fue a abrazarlo, conocía al japonés de hace años, verlo feliz le hacía feliz -Me alegra demasiado que te des esta oportunidad, espero que prospere tu relación-
Correspondió el abrazo -Gracias... Aunque aún no somos nada- rió.
-¿Y qué esperas para hacérselo saber?- se alejó.
-Bueno, la verdad es que aún se me hace muy pronto, no quiero que se vean presurosas las cosas...— comentó nervioso.
—Eiji, el amor llega en el momento menos inesperado, no conoce tiempo, si de verdad estás seguro de lo que sientes por él, no dudes y díselo—
—Supongo que tiene razón— se notó más aliviado —Mañana iremos a cenar, tal vez se lo diga...—
-¿Y estás seguro de que él siente lo mismo? No quiero que salgas lastimado-
-Quiero creer que sí- rió con nerviosismo, alejándose del mayor -No pierdo nada con intentarlo- se volvió a los papeles.
-Si quieres algún consejo puedes pedírmelo, ¿de acuerdo?-
-Si, gracias- sonrió hojeando los papeles -¿Cuándo irán a confirmar la información que nos llegó?-
-Está pendiente, ya que el chico tuvo un accidente-
-¿Se encuentra bien?-
-Si, tiene una pierna y un brazo fracturado, pero ya está estable- tomó asiento en la silla de enfrente.
-Que alivio que no haya sido tan grave- bajo la vista a los papeles -¿Entonces está pospuesto?-
-De momento, ya estoy buscando a alguien que nos haga el favor-
-Que bueno, porque no es algo que se pueda posponer mucho, alguien podría darles el aviso-
-Si, por eso estoy buscando ya a alguien-
-Perfecto- miró el reloj de pared, marcaban ya las 20:00 -Ah, ya es tarde- acomodó los papeles en una pila y los introdujo en un archivero.
-Si, ya ve a casa, mañana es tu día de descanso, mejor que empiece desde ahora y sirve que planeas tu confesión— le guiño un ojo.
-Gracias- sonrió avergonzado y metió sus cosas en el portafolio -Hasta luego, que descanse- dijo tras poner todo en orden.
• • •「◆」• • •
Al día siguiente, ambos se enviaron mensaje de buenos días, arreglaron los últimos detalles para esa noche y quedaron de verse en un punto medio y de ahí dirigirse hacia el restaurante.
El rubio se hallaba bastante nervioso pero un sentimiento que predominaba más era el de preocupación, la noche anterior había recibido un informe por parte de Dino, al parecer alguien les estaba dando problemas y andaba husmeando por los alrededores >>Es imposible que se trate de él<< trataba de convencerse asímismo, mientras se vestía para la ocasión, formal pero casual, no tenía ropa de diseñador ni nada elegante pero se había esforzado por combinar todo. De reojo logró percibir las señales que hacía su amigo para llamar su atención.
-Ah, ¿qué pasó?- se giró a su posición.
-Te estoy hablando desde hace un rato y no me haces caso- lo miró molesto -Sé que estás nervioso pero no es para tanto- soltó un par de risillas mientras se sentaba en la orilla de la cama.
-No es eso...- suspiró mientras recogía la ropa que estaba regada por toda la cama.
-¿Entonces? No puedo ayudarte sino me dices que ocurre-
El rubio lo miró dubitativo y a la vez preocupado, tras dejar la ropa en su silla giratoria se dirigió al pelimorado -Dino me informó que hay alguien que anda rondando por aquí cerca, no me dio ninguna orden pero me dijo que estuviera al pendiente de una- se dejó caer sobre la cama.
-¿Y crees que se trate de él?-
-Quiero creer que no... Ayer Eiji me dijo que enviarían a alguien para investigar la zona, pero desconozco cuándo-
-Si es alguien ajeno a él supongo que está bien darle aunque sea un susto, ¿no?-
-No... Shorter, si me llegan a identificar él sabrá de inmediato que soy yo, además, ¿que tal si es alguien cercano a él? Sería un daño indirecto...- llevó sus manos a cubrir su rostro -Tengo que alejarme de él-
-No puedes hacer a un lado todo lo que llevas construido-
-No es si pueda o no, estaría poniendo su vida en riesgo si me negara a dejar lo que ya tenemos- era inevitable, un nudo ascendía por su garganta, claro que se detenía a pensar en todo lo que ya había formado con el japonés y todas esas emociones que hoy en día siente, las cuales pensó que nunca podría experimentar, le dolía abandonar todo eso, pero se lamentaría aún más si le ocurriera algo a su persona preciada.
-Trata de persuadirlo para que deje la investigación-
-Shorter...-
-Es eso o decirle la verdad-
-Es que aún no lo entiendes, su sentido de justicia es muy grande, no dejará esa idea tan fácil, no ahora que está tan cerca de resolverlo- realizó una pausa -Me odiaría si se entera que yo formo parte de esa organización que tantas vidas ha cobrado...-
-Mira, tenemos un poco de tiempo en lo que Dino te da la orden, ve y disfruta de tu cena, averigua si ya han mandado a alguien a investigar-
-No creo poder disfrutarla sabiendo que puede ser la última vez que lo vea-
-Entonces si vas con esa mentalidad, asegurate que sea una noche maravillosa para ambos, inolvidable bien dirían- sonrió tratando de transmitir calma a su amigo.
-No sé si pueda- su mirada era lastimera, al borde del llanto, pero un llanto que jamás sería liberado, no porque no quisiera sino porque no sabía cómo hacerlo.
Su amigo lo jaló para que se incorporara, cuando fue así lo envolvió entre sus brazos -Podrás, ¿y sabes por qué?- el rubio negó -Porque eres tú, un chico que sólo busca la felicidad y bienestar de la persona que ama, porque eres alguien fuerte y sé que podrás esforzarte porque esta sea tu noche, tal vez la última, tal vez no, pero harás feliz a ese chico, ¿oíste?- el contrario rió suavemente y asintió.
-Gracias, amigo- murmuró apartándose del pelimorado deslizando sus índices por debajo de los ojos, por mero instinto porque no había ninguna lágrima que recoger.
-Para eso estoy, lo único que quiero es que seas feliz, porque te lo mereces- alborotó su cabello con una sonrisa -Termina de arreglarte, tu cita es en un par de horas, ¿realizaste la reservación?-
-Sí, a las 20:00hrs en punto, con una vista hacia un pequeño estanque que adorna el patio del restaurante-
-Perfecto, de noche se mirará espléndido con la luna y la demás iluminación- ofreció su aprobación no solicitada.
-Si, de verdad espero y le guste-
-Así será- dio palmaditas en su hombro.
•| ⊱✿⊰ |•
Dio finalmente la hora para encontrarse con el rubio, estaba nervioso, aun más que la primera vez que salieron, tal vez porque en esta ocasión era diferente, confesaría abiertamente sus sentimientos y si todo salía bien probablemente sería correspondido, tomó sus cosas y emprendió camino hacia su punto de encuentro, a tan sólo unos metros logró divisar los mechones rubios del estadounidense, aquel porte e impresión de rudeza que transmitía a los demás le hizo esbozar una sonrisa, con aún más alegría se acercó abrazandolo por detrás
—Ah, Eiji— sorprendido por el repentino abrazo sonrió y tras girar sobre su eje correspondió, apretujandolo con fuerza como si no quisiese dejarlo ir.
—Estoy listo— respondió apoyando su mentón sobre su pecho.
—Entonces vamos, que la reservación nos espera— sonrió soltandolo por fin, pero mantuvo el contacto sosteniendo la mano adversa. Las miradas de los transeúntes no se hicieron esperar, algunos eran tan descarados que se ponían a murmurar frente a ellos, pero sólo bastaba una mirada del rubio para hacerlos callar, el pelinegro observó lo que ocurría y solo se limitó a sonreír sujetando con más fuerza la mano adversa.
—¿Y a dónde vamos?— lo miró con intriga.
—Es sorpresa— respondió mirándolo de soslayo, al encontrarse con la mirada contraria sonrió gentilmente, éste le devolvió el gesto y guardó silencio.
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Hola criaturitas c:
Bueno, luego de una larga pausa no planeada finalmente les traigo el nuevo capítulo esperando como siempre que este sea de su agrado, si la escritura ha cambiado un poco es porque tuve que reformar un poco los borradores ya que no recordaba bien el rumbo de la historia, mis más sinceras disculpas si la redacción resulta inferior a lo anterior visto jsjs.
Sin nada más que agregar me despido, que tengan un/a lindx día/tarde/noche.
Lxs quiero.~
Bye.~
𖤍 Sam 𖤍
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