🎆» Uitae «🎆

Ambos admiraban la oscura y estrellas anoche desde el pequeño balcón.

Ya había pasado una semana desde que Seong Hwa recupero todos sus recuerdos y descubrió quien era realmente.

Por fin había regresado a su lado.

—Lamentó que tengas que apreciar la noche desde aquí.

—Tranquilo Hwa, la vista no es tan mala— sonrió.

Seong Hwa no podía apartar su vista de él, a pesar del tiempo seguía siendo el mismo San de quien se enamoró.

El menor notó aquella mirada y de igual forma volteó a verlo. La luz que destacaba en los ojos de ambos se podía decir que brilla de la misma intensidad que la luna.

Los dos no sabían que les podría ocurrir, ninguno estaría dispuesto de perder más tiempo, y menos desde aquella pelea en la cafetería. De solo pensar que podría perder a San, sus puños se cerraban de impotencia al no creerse lo suficiente como para protegerlo.

Fueron dando pequeños pasos, cada vez acercando más sus cuerpos.
Sonrieron tímidamente y ambos juntaron sus labios.

Permitiendo que la luz de la luna reflejará ambas sombras en aquel momento.

~~~

San retiró su suéter y bajo la mirada del mayor, fue desabotonando su playera, dejando ambas prendas en el piso.

Seong Hwa lo miro y de igual forma se quitó la playera negra que tenía puesta.

El rubor del menor se hizo presente y suspiró antes de volver a besar al más alto, este tomándolo de la cadera y provocando más intensidad.

Entre besos y caricias, ambos quedaron completamente desnudos. En el suelo solo había unas mantas tendidas sobre el.

Se mantuvieron de pie hasta que poco a poco fueron acostándose sobre el piso, Seong Hwa quedado encima del menor, aquella luz y brillo en sus ojos solo lo hicieron enamorarse más de él.

De su forma delicada y vulnerable.

La mayoría del tiempo San aparentaba un comportamiento que no era completamente de él. Fingiendo no tener interés o expresando pocas veces sus sentimientos hacia los demás.

Pero en situaciones en donde cualquiera de los chicos corrían peligro, era el primero en acercarse y preguntar qué había ocurrido o si se encontraba sano.

Seong Hwa recorrió todo el cuerpo del menor con sus manos, San acomodó sus piernas a los costados de su cadera y el mayor se posicionó entre ellas.

Tuvo miedo de hacerle daño al menor, pero sabía que el confiaba en él, después de todo era la primera vez para ambos, y si algo salía mal, poco podría importar.

Con su cuerpo algo tembloroso, se introdujo dentro del menor y se asustó al escuchar el grito del más bajo. Este apretó su agarre y algunas lágrimas se deslizaron sobre sus mejillas.

Sus respiraciones eran agitadas, no supo que hacer, pero después de que mirara a San, este le dio a entender que podía seguir con sus movimientos.

El mayor se acomodó y con lentitud comenzó a embestirlo, los leves gemidos que salían de su boca lo hicieron excitarse aún más, pero debía controlarse, ya que no quería hacerle daño.

San se abrazó más a su cuerpo y los besos que seguían compartiendo se sincronizaban a las embestidas del mayor. Podía notar la falta de aliento y sentía que en cualquier momento llegaría a su climax.

—H-Hwa— la voz del menor sonó muy débil. —C-creó que me voy a...— aquellas palabras fueron interrumpidas gracias al placer que liberó cuando llegó a su límite.

Seong Hwa siguió embistiéndolo hasta que él también pudo llegar. Ambos se acostaron sobre aquellas sábanas, sus pechos subían y bajaban sin parar. San se acercó al más alto y lo abrazó, sintiendo unos brazos rodearlo con fuerza.

—Te amo Seong Hwa.

—Y yo te amo a ti, San— sonrió.

((🎆))

Después de aquella noche, corrían más riesgo de ser encontrados, así que Seong Hwa decidió irse de aquel edificio y buscar algún lugar más seguro y difícil de encontrar.

Con un poco de vergüenza les pidió a sus compañeros que se mudaran junto con ellos a ese lugar en el subterráneo.

Ningún Gohul estaría a salvo con tantos agentes buscándolos y matándolos en cualquier oportunidad.

((🎆))

Yun Ho había notado ese extraño comportamiento en San, algo que los demás no había podido ver gracias a todos esos problemas que estaban ocurriendo.

Pero Yun Ho sabía que algo ocultaba, solo que probablemente por las circunstancias no podía confesarlo.

Camino a paso lento sobre aquel pasillo cuando pudo escuchar ciertos sonidos de asco y nauseas. Se asomó y se sorprendió al ver a San intentando miserablemente comer una hamburguesa.

No comprendía el porqué hacía eso, más sabiendo que cualquier intento de comida humana era rechazado para el organismo de un Ghoul.

Estuvo a punto de entrar y preguntar qué le ocurría, hasta que la misma acción del menor lo hizo frenar. Antes de darle otro bocado a la hamburguesa, jadeó desesperadamente, llevando su mano temblorosa a su vientre, dándole leves caricias.

Espero unos segundos y siguió con su intento de digerir aquello.

No podía créelo, San estaba esperando un hijo.

((🎆))

Cuando por fin encontró a Seong Hwa, este mantenía su mirada en un libro, probablemente pensando en algún plan para terminar con todo ese peligro.

—Oh, Yun Ho— despegó su mirada de su libro y lo miro. —Hay noticias de la organización, ¿ya derrotaron al líder?

—Hwa, Si las cosas no se solucionan, planeas morir de hambre aquí abajo— el mayor no contesto. —Al menos piensa un poco en el bebé... ¿no crees?

—¿Qué?— ambos se miraron con sorpresa. —¿B-Bebé?

—O-olvídalo, tú no has oído esto de mí— comenzó a sudar de los nervios y salió de aquella habitación.

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Las pisadas desesperadas que se escuchaban en dirección a donde se encontraba San no lo hicieron reaccionar, fue hasta que el grito del mismo Seong Hwa provocó que volteara.

—¡SAN!— Seong Hwa estaba a punto de resbalar pero se sujetó bien.

—Seong Hwa— lo miro con rareza. Sabía que las reacciones de Seong Hwa eran extrañas, pero no tanto.

—¿Cómo estas?— pregunto con una sonrisa.

—Pues, últimamente....— pensó. —Tengo calambres.

—¿Qué más?

—Y sueño.

—¿Qué más?

—Siento el cabello un poco raro.

—¿Algo más?

—¿Qué te pasa?

—Es que- — Seong Hwa se avergonzó de su comportamiento y ambos quedaron en silencio uno a lado del otro.

San bajo la mirada y suspiró.

—Estoy... embarazado— Seong Hwa volteó a verlo. —No quería decírtelo aún, porque no sé si sobrevivía— su expresión era una de tristeza. —Lamentó no habértelo dicho antes.

Seong Hwa lo miro unos segundos y después volvió a sonreír.

—¿Cuando nacerá?

—En... diciembre.

—Ya veo... Esto me pone muy feliz.

San levantó su vista sorprendió ante su respuesta, no sabía de qué forma lo tomaría.

—¿De verdad?

—Si.

San sonrió al ver el rostro de felicidad en el contrario.

—Sannie— rompió el silencio. —¿Que hacen los Ghouls para casarse?

—¿Eh?, ¿Y eso?

El mayor sonrío y miro el techo.

—Quiero saber cómo se celebra una boda Ghoul.

—¿A estas alturas?, si ya lo hemos hecho... me da vergüenza— dijo casi en un susurro.

—¿Por qué?

San tomó aire antes de contestar la pregunta del mayor.

—Nos dejamos una marca.

—¿Cómo?

—Mordemos el cuerpo del otro— Seong Hwa puso su mano encima de la del menor.

Ambos se pusieron de pie y San desabotonó su camisa, bajándola hasta dejar al descubierto sus hombros. Seong Hwa lo abrazó y con un poco de temor mordió la pie del más bajo.

Sintió el cuerpo de San temblar, apretando con sus manos su camisa.

—Con todas nuestras fuerzas, hasta dejar una cicatriz que nos acompañe toda la vida.

FIN.

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