D I E C I N U E V E: девятнадцать

Las manos de Seong Hwa sudaban, haciendo que su corazón comenzara a latir con mucha más fuerza. En su mente estaban las palabras del menor, y aunque no quería hacerle daño, estaba seguro de que sería mucho mejor eso a que le hiciera daño a los demás.

Jong Ho estaba en su cama, miraba hacia absolutamente ningún lado. Waken se adentró a la habitación, pero Jong Ho siquiera intentó mirarlo. No importaba lo que él hiciera, sabía que el daño que podría causar no sería mayor al que ya había hecho.

—A veces pienso en Min— soltó el más alto. —Es un lindo chico, con amigos que le temen, marcas en su rostro, que lastimó a algunos de sus amigos, y que ahora por alguna razón a ninguno le importa lo que haga.

—¿Qué necesitas para irte?— murmuró. Haciendo que el más alto se sentara en la cama y tomara aire

—Quiero desaparecer— soltó, mientras sonreía. Jong Ho lo miró. Las ojeras en el chico hicieron que Waken sonriera, estaba arruinando en muchos sentidos a ese lindo chico y le gustaba lo que estaba logrando. —Pero sabes que si yo desaparezco, Min Gi lo hará conmigo.

—Pero siempre vuelves— murmuró una vez más, haciendo que él sonriera y asintiera. —¿Qué debo hacer para que ya no vuelvas? Haré lo que sea.

El más alto se acercó a Jong Ho, mirándolo a los ojos. Jong Ho ya no podía sentir miedo a eso, Waken lo había atormentado por el suficiente tiempo como para ya no temerle.

—Morir conmigo— susurró sobre los labios de Choi, haciendo que este retrocediera y sus manos temblaran.

—Si el portal se va, tu ya no puedes volver— Waken sonrió, asintiendo con su cabeza. —No volverás...

La puerta se abrió con fuerza, golpeando la pared al hacerlo. Seong Hwa se adentró a la habitación y miró a ambos chicos. Waken sonrió y se levantó de su lugar, parándose frente al mayor. La batalla mental de Park  continuaba, no tenía muy en claro lo que haría.

—Que lindo que estés aquí Seong Hwa— sonrió.

—Acabaré contigo— soltó. Para luego tomar al más alto del cuello para comenzar a golpearlo.

Jong Ho por alguna razón no podía hacer nada contra eso, no quería ver esa pelea sin fin, como tampoco como probablemente el mayor iba a perder contra Waken. Sus ojos comenzaban a cerrarse, pero por alguna razón podía continuar viendo todo lo que allí sucedía.

Waken comenzó a golpear al mayor, haciendo que este acabara en el suelo luego de un par de golpes en su estómago.

—Quizás no eres lo suficientemente fuerte Park— sonrió él más alto, sujetando el cuello del mayor mientras este se encontraba en el suelo. —Y ya no podrás volver a intentarlo.

Jong Ho sintió sus ojos llenarse de lágrimas al ver como Waken cortaba el cuello del mayor. Siquiera sabía de dónde había sacado eso, no entendía como Seong Hwa había perdido con tanta rapidez. Por la puerta se adentraron también San y Yeo Sang, haciendo que el más alto sonriera.

Todo se estaba volviendo mucho más frío, el corazón de Jong Ho latía con mucha fuerza, quería alejarse de allí, pero no lograba levantarse de su lugar. Parecía que era invisible para los demás o que no les importaba pelear frente a él.

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