Capítulo 2: "Coma..."

El rubio rechistó pateando suavemente al ser tendido en el suelo. Le molestaba tener que ser tan amable con él, pero luego de la paliza que le había proporcionado, era lo menos que podía hacer.

– Muévete, jodido Nerd. No es tiempo de bromas. –. Insitió creyendo que el menor le estaba jugando un chiste, una broma.

Lo menos reacio que alguien podría pensar, pero Bakugō Katsuki es Bakugō Katsuki sea muy terco o poco obvio.

–Hey bro, quizás haya que llevarlo a la enfermería. – enuncio el pelirrojo masajeando su nuca, había que admitir, que los secuaces del cenizo le tenían miedo; y más aún en ese estado. – Está vez, te pasaste un poco. Deja que Denki y yo nos encarguemos. -.

Bakugō les fulminó con la mirada masajenadose la sien.

Miró al suelo con cierta duda mientras se colocaba en cuclillas.

Puso los dedos índice y medio en el cuello del pecoso para verificar si su corazón latía.

–¿Huh?...– pestañeó un par de veces para pensar mejor la situación. Este idiota tiene el pulso debil. –No se preocupen. No esta muerto. –. Dijo sin pisca de preocupación. Se levantó dirigiéndose hacia la puerta sonríendo. – Al menos no aún...

Salió del baño tras escuchar la campana que anunciaba la salida.

–Encargense de él. – y cerró la puerta tras él dejando un silencio gélido en la habitación.

Los chicos se miraron entre sí. Sus caras eran un poema.

–¿Qué le diremos a los profesores?...– pregunto el rubio. – Midoriya se encuentra muy mal, viejo. Debimos detener a Katsuki.

–¿Crees que no quise hacerlo?. Midoriya no tiene por qué sufrir así. – sentenció. – Jamás he visto que moleste al bro, ni siquiera le dirige la palabra. Le tiene miedo.

– Como sea. Vamos, digamos que tropezó por las escaleras y fin del cuento.– terminó la conversación.

[•••]

–Midoriya aún no ha entrado al salón. ¿Lo has visto Uraraka?...– preguntó el bicolor a la chica castaña de grandes mofletes.

La castaña negó con la cabeza, – No. Creí que volvería contigo Todo-Kun. – miró hacia los lados intentando buscar al pecoso con la mirada. – Te ayudaré a buscarlo.

– Bien.

Ochako y Todoroki eran los únicos amigos que el peliverde tenía.

Ciertamente el semestre había comenzado hace muy poco, así que no conocían muy bien al menor aún así, le querían por la actitud preocupada y torpe del peliverde.

Se les había muy raro el hecho se que este siempre llegase golpeado y magullado de los recreos/recesos.

Por más que le preguntaban, Izuku se negaba a responder y cambiaba rápidamente de tema.

Si se enteran de que Kacchan es quien me causa estas lesiones, no tendrá futuro como héroe...Eran los pensamientos que tenía Izuku Midoriya cuando le oprimían la respuesta.

Cuando intentaban seguirlo para ver qué pasaba, este se les perdía.

Y esto se les hacía todo un misterio.

[•••]

Pese a que Shotō era muy reservado, el pecoso siempre le iniciaba la charla —aunque este no participará mucho.— preguntando cómo iba su día, si había comido bien, o si necesitaba ayuda en algo.

Esas simples acciones hacían que el mitad albino se interesará más en él.

– Bakugō, ¿Has visto a Midoriya?...- sentesima vez y sentesima persona a la que le preguntaba el paradero de su amigo. – No ha vuelto del receso, según me dijo había ido a los baños, pero ya busque allí y no está. –

Todoroki sospechaba que el rubio tenía algo que ver con las heridas del peliverde.

Si bien nunca lo mencionaba, estaba más que cerciorado del tema.

Siempre, Izuku, temblaba ante su presencia,  era claro que le tenía miedo.

– No se dónde está ese idiota. – fue la única respuesta que Kacchan pudo —o más bien quiso— decir.

– Avísame si lo encuentras...

– Tch...cállate, no me des órdenes...

[•••]

Cómo última esperanza, se dirigía a paso pesado a la enfermería. Suspiró ante la grisácea puerta metálica con el símbolo de urgencia.

– Shotō, buenos días. – enuncio pacíficamente la anciana. – ¿Vienes a buscar a Izuku?...– pregunto con las manos en la espalda dirigiéndose a su silla.

Acaso era adivina?...

– Así es. –

– Ochako ya estuvo aquí. Midoriya callo de las escaleras y se causó unos terribles magullones y rasguños. – miró dubitativa durante un corto período de tiempo el suelo. – Por favor, cuando despierte, llévalo al hospital. Debemos hacer una tomografía; pero no tenemos el equipo. – suspiró con dicha. – Esperemos que no haya ningún daño en su cabeza.

Todoroki registraba la sala en busca de su amigo, mientras prestaba total atención a las indicaciones de la viejita.

– a la chica, le dije que viniese más tarde, el joven Midoriya necesitaba descansar. Pero fue hace unas horas, puedes pasar a verlo...

Todoroki asintió pasando de largo a la mayor.

– Está en la camilla 3, tengo cuidado, no lo despiertes. –

– Si.

Abrió lentamente sin hacer mucho ruido la tela.

Sus ojos bicolores se abrieron como platos ante el susodicho. Viendo aquel esbelto cuerpo todo vendado, quiso lanzar mil y un improperios, pero no lo haría, no ahí, no ahora.

Estaba seguro de que eso no era simplemente una caída.

- Izuku...- pronunció. - Izuku...- susurro nuevamente.

Tenía un extraño sabor de boca al nombrar al menor por su nombre. Jamás, en una amistad había llegado a tanto.

Ve que el chico no reacciona.

Esta preocupado.

– ¿Quién lo trajo?...– pregunta sin mirar a la anciana.

Esta titubea un poco intentando recordar el nombre de los alumnos que habían irrumpido su siesta con un chiquillo magullado en sus brazos.

– No recuerdo muy bien sus nombres. Kirishima y Denki...Si!, Esos eran. – asiente emulando una fina pero poco visible —gracias a sus arrugas— sonrisa con calma. – ¿Por qué la incógnita?...

–Mm...- niega. – No es nada. Curiosidad. – replica. – ¿Cree que haya Sido una caída?....- vuelve a preguntar enseñando una ceja.

La anciana sabe a qué se refiere.

– Se...que el joven Midoriya no posee un Quirk. Pero si inquieres que en vez de una caída haya Sido una golpiza, habría que preguntarle al chico. No puedo responderte sin estar segura al cien por cien. –.

– Estoy seguro...de que no fue un accidente. Solo eso....

Calla precipitadamente al ver que los hermosos orbes verdes del paciente se abren con dificultad.

– To...Dor...Ki...Kun...– pronuncia sin mucha claridad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top