04
Claramente su plan no estaba yendo para nada bien, además, según el reporte de Izuku, la reacción del cenizo frente a los celos era salvaje e impulsiva, algo que no podría acabar bien, por ende, debían desechar esa idea de darle celos al macho alfa por el momento. Y bueno, no es como si no lo hubiera predicho, aquel rubio idiota no sería para nada fácil de manejar, y mucho menos sería fácil para Mina juntar a los dos tortolitos.
—¿Por qué el Bakubro no simplemente se deja llevar por su amiguito de abajo?—exclamó el pelirrojo—es obvio que la Bakuconda clama atención por el trasero de Midoriya—sonrió mostrando sus afilados dientes de tiburón. Diablos Kirishima.
—Kiri bebé, no seas tan cochino por favor, lo traumas—su novio simplemente le dio un zape en la nuca —¿no ves que pones nervioso al pobre chico? —señaló con su mentón al joven de pecas, quien obviamente por guarrada que dijo el pendejo de Eijiro, poseía un gran rubor en sus mejillas con la cabeza baja.
—¡eso me ha dado una gran idea!—prácticamente grito el alien rosado emocionadamente—Si bien Eijiro es un marrano, piensa como activo.
—¿me dices pasivo?—El rubio eléctrico se sintió levemente ofendido, el también podía poner la llave en la cerradura, peeeo prefería ser azotado, gustos son gustos.
— ¡y como es claro, nos ha dado la clave para que el idiota de Bakugo se dé cuenta de el pomposo amor que hay entre tu y él, Midoriya!—se acercó al de ojos de jade pasando un brazo por su hombro— deberás demostrarnos tus dotes de seducción—Mina levantó las cejas con un tenue mirada pícara bailante en sus pupilas.
—¿¡eh?!, pero yo no puedo hacer eso...¡Me pongo demasiado nervioso frente a Kac—... Frente a Katsuki. No puedo simplemente ir y ponerme en cuatro, ¡no puedo con tanto! ¿Okay?—el pobre pecoso ya había comenzado a entrar en crisis, todo se complicaba cada vez más, y las ideas de Mina se hacían más y más inimaginables e imposibles para él, ¿debía ponerse una falda y perrearle la cara? Se desmayaba con sólo pensarlo.
—Prácticaras con nosotros, no te preocupes, además te arreglaremos muy bien, te verás masculino bro—Kirishima estaba totalmente seguro de que aquello no saldría bien, pero aún así intentaba animar a su amigo, después de todo había escuchado incontables veces de la boca de Katsuki suspirar mirando al pequeño con pequitas y ablandar esa furtiva mirada con una leve sonrisa idiota en su cara, era tan obvio que se moría por él, y lo que más quería en el mundo era ver a su Best bro feliz con la persona que ama a su lado.
—No te vamos a dejar perra, sino perrisima cuando acabemos contigo, Kirishima va a organizar una salida con él pero en su lugar iras tu, no es tan complicado, ¿verdad, Midoriya?—levantó un pulgar sonriendo de oreja a oreja.
El pobre pecoso asintió, siendo una vez más la pobre víctima.
Al otro día, se encontraban en el receso, el bakusquad y unos cuantos compañeros más estaban con Midoriya en el patio entrenandolo.
Prácticamente eran cosas simples al principio, miradas, lamidas de labios para incitar, algo que cualquiera haría, pero para el pecoso se convertían en miradas de temor terriblemente sonrojadas y lamerse hasta el mentón, en síntesis, la seducción no era propia del pobre menor con cabello verde.
Y en cuanto a la Rosada chica, ya estaba a punto de tirar la toalla con una vena resaltante en su frente, tomar al pecoso y pintarle en la frente con un marcador : "soy gay, Kacchan me gustas, hazme tuyo", algo más obvio imposible.
—Midoriya, relajate, no te presiones más a ti mismo, ¿bien? —Shinso se acercó al menor tomando sus hombros intentado reconfortarlo, después de todo el pequeño era un tímido extremo, no era su culpa.
—gracias, Shinso. —le dedico una amplia sonrisa. Bendita sea, esa maldita sonrisa podría revivir hasta los muertos, curar enfermos, tan brillante y hermosa como una mismísima estrella. El pelimorado sintió su corazón tamblar como un tambor siendo tocado agresivamente.
—Adorable...—musito en voz baja.
Mientras tanto, aquella hermosa, romántica, y tan malditamente repugnante escena empalagosa de cuarta estaba siendo atentamente observada por unos ojos rojos carmín con un notable entrecejo marcado.
Literalmente Bakugo parecía estar desinflandose de tanto "Tks, tks". No sólo ya no lo llamaba por ese puto apodo hermoso hecho por el mismo ángel que amaba, sino que ahora quería darle sus putas sonrisas al ojeroso de cuarta.
Eso ya era el puto colmo. Lo admitía, estaba celoso. Muy celoso.
No entendía por qué sus amigos, supuestos amigos, estaba ahí apoyándolos, era la hipocresía plasmada en su puto squad.
Una vena saltaba en su frente. Ya no podía más. Quería reclamar al pecoso como suyo, este o no mal decir que era suyo, quería abrazarlo, besarlo, cuidarlo, quería proteger aquella sonrisa y que este solo se las dedique a él.
Midoriya era la puta persona que más lo había apoyado en el mundo, amaba aquellos ojos hermosos verdes como hierba fresca repletos admiración hacia su persona. Su simple actitud amable, su resistencia, su actitud impredecible y fuerza de voluntad lo hacían alguien tan querible por todos, y Katsuki no fue la excepción, pero su amor pasó a ser algo más.
En el pasado, odiaba al menor, no soportaba verlo sonreír luego de que él pisoteara sus sueños, ¿por qué no se daba cuenta de que no podía ser un héroe?, pero luego de entrar a la UA, descubrir sus secretos, inconscientemente comenzó a darse cuenta de sus sentimientos, Katsuki sólo le demostraba sus facetas ocultas a Deku, solo demostraba su lado débil a él, ¿por qué? Lo odiaba y aún así se exponía. Y finalmente, un día se dio cuenta de sus sentimientos, quería demostrarles sus inseguridades a Deku, quería que Deku lo abrazara y consolara. Solo él. Habían nacido para completarse, estaba seguro.
Caminó pisoteando cómo idiota el suelo haciéndose notar en la ronda de sus compañeros. Y si, como perra empoderada tomó a su pequeño pecoso de la mano sacándolo del lado del idiota ojeroso.
—¿Katsuki? Espera, ¿qué te sucede? —preguntó el mejor siendo arrastrado por el cenizo. —Camina más lento, ¡hey!
—Quiero hablar contigo, Deku.
Ah, una escena placentera ante los ojos de Mina. Sus esfuerzos estaban dando frutos al fin. Tan perfecto hubiera sido si el pobre pecoso no hubiera caído de cara contra el suelo por tropezarse, provocando que Katsuki caída sobre él activando su quirk e incendiandole el culo con una explosión accidentalmente. Ok, se fue todo a la mierda.
Ustedes están asi:
Me tarde demasiado, A A A.
Les juro que no quise pero pasó.
Amo el apoyo que le dan a la historia.
Besitos en las nalgas.
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