—¡Bakubro!—exclamó Kirishima, empujaba al pecoso, quien parecía no querer ceder, es decir, de ninguna manera quería acercarse al cenizo, lo que buscaba era ignorarlo, pero sus compañeros habían planeado otra cosa muy alejada de eso.

Pero, ¿por qué aún se dejaba manipular por ellos?, podría fácilmente decir: no, pero claro, aquella palabra no se encontraba en el diccionario del brócoli parlante, aún así, era otra cosa por lo que no se oponía a las acciones precipitadas e idiotas de sus amigos. Tal vez, muy en el fondo de su corazón, el inefable deseo de que estar con Bakugo, lo convencía de que él sentía algo por su ser y tal vez, había un muy pequeña posibilidad de que finalmente ambos sean pareja.

Ser amigos de la infancia no era gran cosa, no por pasar momentos de pequeños Katsuki estaría enamorado de él, eso sería una idiotez, pero aún esa idiotez podría ser real, lo anhelaba.

Katsuki solo frunció el ceño, desviando la mirada, cuando se dio cuenta ya estaban a su lado. 

—¿que mierda quieres?—dijo entre dientes, Deku sólo lo miraba con su cara de odiota habitual, sin omitir sonido alguno, el pecoso se hallaba entre sus pensamientos.

—¡Vamos!, saca esa cara de perro, asustas a los niños—dio un suave golpe en el hombro de su amigo sonriendo—iremos a la casa de Midoriya luego de la escuela. ¿Vienes? —miró al pecoso—¡será una reunión muy masculina!

—muy gay, querrás decir—susurró Denki, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Sero. —¡auch!

—ni de coña—volvió a meter sus manos dentro de sus bolsillos, chasqueando la lengua, mirando de reojo la tez blanca del rostro del pecoso.

Joder, parece nieve, necesita broncearse un poco, ¡¿y por qué mierda se ve como el algodón?!, ¿¡por qué mierda quiero tocarla?! Sacudió su cabeza, ahuyentando esos estúpidos pensamientos melosos.

—vamos, bro. Haré el proyecto de Química sólo si vas, ¡quiero que nos divirtamos!—juntó ambas manos en modo de ruego, bueno, era obvio que así el cenizo aceptaría.

—¡joder!, esta bien. Pero más te vale que saquemos sobresaliente si no quieres que tu jodida cara se vea irreconocible.—hizo una pequeña explosión con su mano, pero eso no intimido ni un poco al pelirrojo, estaba muy acostumbrado a su tosca personalidad, que eso ya era costumbre.

—Genial, sabía que no eras tan amargado. —coloco una mano en su hombro. —bien. Denki, Sero, vamos a comprar algo que muero de hambre, Midoriya, si tienes hambre, ten. —le entrego una caja rosada, envuelta en un pañuelo—Shinso lo hizo para ti, me pidió que te lo diese—finalmente se llevó a ambos amigos, dejando solo a Katsuki y su pasivo.

Según el plan de Mina, el cual por cierto, no era muy creativo, era dejar a Izuku y el cenizo solos, primero en los pasillos —ya vacíos—, con un almuerzo que sería un regalo de "Shinso", aunque en realidad se lo habían quitado a Mineta a la fuerza y contra voluntad, para que ambos disfrutarán un almuerzo romántico juntos. Habían dos resultados de aquel experimento terrible: primero, Katsuki terminaría matando al pobre peli—verde, el cual era el resultado más probable y lógico de todos, no es como si Katsuki dejaría que Izuku le diese la comida en la boca, no, claro que no. O, todo iría a la perfección como en un shojo bien pomposo, y acabarían arreglando su relación, y poco a poco se enamoraría. ¡Era perfecto!, bueno. No tanto, realmente era una mierda de plan.

El pecoso, ya sabiendo todo esto, miró de reojo a su amado, Katsuki solo miraba al lado contrario de donde estaba él, no quería cruzar miradas para volver el momento aún más incómodo.

—Katsuki...—musitó por lo bajo, desatando el nudo que tenía el pañuelo de la caja, otra vez ese mal sabor de boca al pronunciar su nombre. —¿quieres un poco?—Dios, que vergonzoso era.

Bakugo arqueo una ceja. Estaba loco si decía que si, pero en aquel momento su estómago estaba totalmente vacío.

¿Su orgullo o su estómago?, era una difícil desicion, pero él era un hombre con las pelotas bien puestas, su respuesta era obvia.

—Si, joder—contesto tomando la caja, no tomaría en serio el un poco, claro que no, la maldita caja seria toda para él, después de todo, el ojeroso no tenía por qué alimentar con sus idiotas almuerzos a su Idiota pecoso, Midoriya estaba en una posición económica normal, podría fácilmente ir y comprar algún pan, además, el imbécil se estaba poniendo gordo, estaba haciéndolo por el bien de su nerd. —esta mierda esta buena.

Izuku frunció el ceño, no estaba yendo como tenía que ser, todo estaba tomando un rumbo raro, Katsuki era un hombre poco caballeroso, había quedado claro, pero estar comiendo como cerdo una caja que le habían "regalado" al pecoso, ya era algo demasiado absurdo.

—¿Sabes, Bakugo? —Mierda, que horrible sonaba su nombre con aquella voz—Shinso lo preparó especialmente para mí. Quiero probarlo, dame un poco—bien, sí el no le daría la comida en la boca al cenizo, sería al revés.

Pero aquellas palabras provocaron otra cosa en el cenizo.

—¿tanto así quieres esta mierda?, ¡bien!—tomó la caja, lanzando la a la cara del pobre peli—verde, toda la comida había manchado su ropa, y su rizado cabello quedó lleno de arroz frito, ¡como costaría sacar eso de allí!

Si, aquel resultado fueron celos, pero los celos del cenizo no eran normales, eran agresivamente inocentes e Idiotas. Es decir, si, lo celos tenían que estar, ¡pero no de esa maneras!

Izuku quedó paralizado un momento, según Mina, si Bakugo hacia alguna cosa así, debía dar su mejor actuación, y hacer el momento más dramático, así como en los shojos.

Apretó los nudillos, bajando su cabeza—¡eres un Idiota, Bakugo!, ¿que no ves lo que Shinso se ha esforzado en esto?, al menos aprecia los amables detalles que los otros tiene conmigo, a diferencia de ti—bueno, tal vez se le había ido un poco la, actuación. En aquel momento simplemente habría dicho, Kacchan no seas así,pero no, ahora lo que buscaban era que Katsuki se declarará al pecoso.

—¡me importa una mierda aquel depremido ojeroso de cuarta! —gritó para finalmente irse dando pisadas.

OK, eso no había salido para nada bien. Debía reportarlo todo a Mina.