ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 6: sᴜᴇɴ̃ᴏs ғʀᴜsᴛʀᴀᴅᴏs.

MISMO DÍA, 19:47 P.M

-Izuki, ¡¿podría pedirte un gran favor?!-Uraraka se veía apenada.

-Claro, Ochako-Chan...-giró a verla mientras terminaba de entrar las mesas.

-¿P-podrías cerrar tú?, debo ir a casa de mis padres, surgió una urgencia! - dijo casi gritando.

-Claro me encargaré-dicho esto su compañera salió corriendo.

-¡No vendré hasta mañana en la tarde, cuídate!-gritó la castaña agitando su mano en forma de saludo.

-¡Si, Adiós!-hizo lo mismo y continúo con su trabajo.


P

reguntaría después acerca de esa urgencia, no le quitaría mucho más tiempo.

Estaba por terminar de entrar la última mesa cuando el rubio de ojos carmesí apareció.

-No sabía que cerraran tan temprano...-dijo el cenizo con las manos en los bolsillos. -En ese caso, adios, Deku.-se volteo y comenzó a caminar.

-¡Kacchan!, puedes beber y comer lo que quieras adentro mientras terminó de limpiar todo.

Se detuvo y miró a la mesera.

Ya que..-pensó el cenizo.

Segundos después se adentro en establecimiento ordenando un expresso doble y una chesse cake.

-¡enseguida!-la ojiverde dejó su roseador y su trapo -con los cual limpiaba las mesas- y siguió a Katsuki.

Conforme Izuki preparaba la orden, Bakugou inspeccionaba el lugar, una peculiar decoración llamó su atención: era un hermoso cuadro con marco de plata y en el una foto de una niña juntó a lo que parecía ser su madre. La pequeña tenía el cabello alborotado y corto, eran de tintes verdes, al igual que sus grandes ojos, en sus mofletes se presentaban varias pecas, a su lado una joven de cabello y ojos del mismo color.

Es Deku sin duda....-pensó Kacchan. Estaba un poco curioso así que quería saber más de la torpe pecosa.

-Cabeza de arbusto...-se volteó a mirar a la antes mencionada, encontrándose con la escena de ella peleando con la cafetera. -Estaba averiada pero no tenían el dinero para comprar otra-. Se rió por dentro.

-¿si, Kacchan?...-intentaba quitar la tapa del aparato para agregar granos de café pero estaba atorada.

-¿Quién esa señora?...-señaló el cuadro que colgaba en la pared, pareció atrapar la atención de la peliverde, ya que esta dejó de forcejear con la maquina. De la nada sus esmeraldas se volvieron tristes, algo nostálgicas al visualizar a su progenitora.

-Ella era mi madre...- tomó una taza en las cuales servía café y comenzó a limpiarlas para distraerse.

-¿Era?...-pregunto levantando una ceja, intento ver un poco más los ojos de Midoriya pero ella bajo la mirada hacía el objeto en sus manos.

-Así es, ella, era la persona más dulce y amable que jamas hubiese conocido, una gran madre. Pero...era muy débil y se enfermaba con frecuencia, hace unos meses...unas de esas enfermedades la venció y nos dejó...me quede sola. De no ser por Ochako-Chan y Sho-Kun no hubiese podido seguir adelante.

Midoriya recordó aquellos momentos, no comía, no dormía y se la pasaba prácticamente encerrada todo el tiempo.

Sus amigos no soportaban verla así, decidieron que iría a vivir con Ochako para que no estuviera en soledad, y organizaban salidas para mantenerla entretenida.

Poco a poco entendió que al estar así también preocupaba a los que la rodeaban,así que siguió adelante, como su madre hubiera querido, estaba segura de que si ella la hubiese visto le diría lo que siempre: "Cariño, no estés triste, recuerda que el truco es volverse fuerte de corazón sin perder la ternura del alma, si la vida te pone obstáculos, entonces tú, supera tus limites!". Esas palabras estaban en sus oídos cada vez que sentía derrumbarse.

-¿Qué hay de tu padre?...-Bakugou sintió que se entrometía demasiado, había cruzado la línea cuando la peliverde comenzó a llorar, sin embargo esta seguía respondiendo sus preguntas.

-¿Mi papá?, no lo sé...nunca lo conocí...solo sé que nos abandono antes de que naciera...-limpió sus mejillas mojadas con el dorso de su mano...-Esa foto la tomo la madre de Sho-Kun cuando iba al preescolar. Teníamos que ir disfrazados de lo que aspirábamos a ser cuando grandes.

-Doctora...-observó la foto, la pequeña vestía de blanco, y sostenía un estetoscopio en sus manos.
-¿Por qué?...-Había una cosa que no entendía el rubio, "¿Qué demonios hacía con un delantal en sus caderas y no con una bata blanca atendiendo pacientes?"...

-Ese era mi sueño, salvar las preciadas vidas de las personas con una sonrisa en mi rostro, pero no pude, debía ocuparme de mi madre, y encontrar la manera de traer dinero a la casa. Pero...ahora...hago felices a las personas con una taza de café y un delicioso pastel.-sonrió.

Katsuki no entendía como aún le quedaban fuerzas para eso, él nunca se sintió así, tuvo a sus dos padres juntó a él, y pudo seguir la carrera que quiso. Jamás debió mover un dedo. Lo tenía todo en bandeja de plata.

-Listo!, puedes tomar asiento-sus delicadas manos sostenían una bandeja con el pedido.

Bakugou tomó la orden y se sentó.

-Oi, brocoli.-Cuando volteo a ver Izuki ya no estaba, desarmaba la mesa para luego entrar. -¿Nesesitas ayuda?...-se levantó tomando la mesa con sus manos sin esfuerzo, mientras que ella debía arrastrarla.

-Mmmm..-negó agitando sus rizos. -Toma tu café, Kacchan. Se enfriara si pierdes el tiempo conmigo.-intentó tomar nuevamente el objeto en sus manos pero el cenizo ignoro lo que dijo y comenzó a caminar.

-Lo haré de todos modos, no recibo ordenes de un arbusto...-logró su cometido, hacer esa cara de disgusto y enojo en su pecoso rostro era lo único que venía a hacer -ademas ese chesse cake no está tan mal- pensó por dentro.

Con ayuda del rubio terminó antes de lo esperado, se sentó junto a él a disfrutar una taza de té con un gran trozo de pastel de chocolate.

-¿No te gusta lo dulce?, eres un aguafiestas!...-comió un poco de su torta. -¿Seguro no eres un anciano?

Deku era la única que participaba en la conversación, hablaba hasta por lo codos, irritando aún mas al cenizo.

-¿QUISIERAS CERRAR EL PICO Y COMER?!, NO ME GUSTA LO DULCE Y MENOS EL CHOCOLATE!, MIRATE ESTAS REDONDA!-gritó ya desesperado.

-Aguafiestas...ni que estuviera tan gorda...-desvío su mirada.

El silencio invadió la sala.

-Comida picante...-dijo tomando un sorbo de su café.

-¿eh?...

-Que me gusta a comida picante! ...- otra vez gritó.

-Ya veo...¿como quedará el picante con el chocolate?-miró pensativa su trozo de pastel.

-Deku..por enésima vez, NO ME GUSTA EL CHOCOLATE!, ¡METETELO EN LA CABEZA!

La peliverde comenzó a reir a carcajadas, el corazón del chico explosivo se aceleró.

-¿De que mierda te ríes?...-desvío su mirada sonrojada.

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