ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 34: ¡ғᴇʟɪᴢ ɴᴀᴠɪᴅᴀᴅ!

El ambiente en el cómodo café se había llenado del espíritu navideño demasiado. Izuki era una fanática de la fecha, por lo que no podía contener sus enormes ganas de decorar todo con guirnaldas y luces navideñas.

Hacia unas semanas le habían dado de alta del hospital, y en cuanto regresó no descansó hasta tener todas las ordenes lista para la noche mágica, puesto que el café se había vuelto extremadamente popular últimamente y a cada rato llegaban pedidos de las sabrosuras que preparaban ella y Ochako.

—Izuki, llamame loca, pero cada vez que ese hombre ayuda aquí, el café se llena a montones—la castaña señaló asqueada al cenizo, quien yacía peleando con Kota con una bandeja de plata en las manos, y un delantal en las caderas, parecía una madre.

—¿tu crees?—la pecosa ingenua colgaba un muérdago en la puerta del local. —debe ser por el atractivo de Kacchan. No creo que sea por su dulce actitud.—espetó entre comillas.

—¿¡De qué cojones te ríes mocoso de mierda?! —gritaba el oji—rubí a Izumi, este último se hallaba con la pequeña Eri muriendo a carcajadas, efectivamente Katsuki traía un delantal con un bordado un tanto extraño: aquí se hayan las bakutetas, bordado especialmente por Izuki. Enfurecido aún más, Bakugo simplemente le dirigió una mirada de muerte a la mesera de ojos verdes, está misma le había obligado a usarlo como muestra de agradecimiento, sin embargo la personalización de la pieza de tela no le agradaba a Katsuki en lo absoluto.

—¡Sigue así, Kacchan!—el nombrado se dio un facelpam, esa niña vivía entre flores.

—sigii isi Kicchin. Ni se por qué me ofrezco a hacer estas mierdas—finalmente Bakugo coloco la bandeja sobre una mesa para entregar el pedido.

Bakugo simplemente ayudaba debido a que en su trabajo, las vacaciones llegaban antes de enero, así que decidió dar una mano en el atareado trabajo de la pecosa para disminuirle la carga.

Una vez dejó las tazas de té a las clientes se acercó a la barra.

—¿estabas preocupado por Izuki, eh? —sonrió Uraraka poniendo una mano en el hombro del mayor.

—no me hagas reír. Estaba demasiado aburrido en casa. Y Kirishima y Kaminari salieron de la ciudad juntos a no se que. Lo hago para matar las horas.—quitó la mano de la castaña de sí. —ademas, es muy gracioso ver eso—señalo a la pecosa tambaleándose en la escalera.

—¡Izuki!—gritó Ochako viendo como la pecosa había caído de trasero contra el pavimento.

Bakugo no pudo contener las carcajadas que se aglomeraban en su pecho. Era el karma que venía por haberle bordado esa frase tan horrible en su delantal.

—K—Kacchan, ¿por que no me agarraste?—la de rizos se masajeaba su espalda baja con las lágrimas en sus ojos, realmente le había dolido.

En más alto enarco una ceja ante aquellas palabras. —¿y romperme los brazos?, nono. Tú cuerpo consume demasiado chocolate, estas demasiado pesada—se retiro como la reina Victoria con la bandeja repleta de pastelillos.

—maldito Idiota—frunció en ceño al ser rubio que pasó frente a ella, este mismo solo sonrió burlonamente.

Era su pan de cada día.

—¡Ah! —exclamó la pecosa recordando que Uraraka debía terminar su turno pronto para ir a la casa de sus padres. —Ten, Ochako. Dile a tu madre que se los envío de mi parte—buscó en su bolsillo un sobre. —es mi regalo de navidad para ustedes—le extendió el trozo de papel.  La castaña lo observó dubitativa. —son entradas para que pasen noche buena en una posada, ¡vamos, quiero que se diviertan!—sonrió dando pequeños saltos.

La oji—café soltó un suspiro, conocía a Izuki a la perfección, no puedes negarle nada.

—Debes dejar de gastar en cosas innecesarias—reprochó—ya no estás sola—señaló con el mentón al pequeño azabache.

La pecosa bajó la cabeza asintiendo. Entendía a la perfección que ahora cuidaba a un niño, y que debía administrar bien su economía, no podría sacar cosas de la nada, o comprar lo necesario para el café si vivía derrochandolo.

—Entiendo, pero aceptalo, no lo compre para nada—volvió acercar el sobre a Ochako, quien lo acepto sonriendo de lado, para luego darle un abrazo.

—¡eres un sol, Izuki!—se separó de la menor guardando el regalo en el bolsillo de su delantal. —mi turno está por terminar, ¿estarás bien con ese animal?—preguntó refiriéndose a Kota, el menor podía ser un huracán cuando quería, pese a que era muy maduro aún seguía siendo un niño hiperactivo.

—Kacchan es inofensivo, no te preocupes—le dio unas palmaditas en el hombro a la castaña, esta ultima soltó una risilla dirigiéndose a la sala de descanso del personal, para luego regresar con su bolso, y finalmente marcharse del local, deseando felices fiestas.

—¡Happy Birthday a ti también, Ochako!—gritó Kota saludándole.

—Es MERRY CHRISTMAS, IDIOTA—corrigio Bakugo.

—¡Kacchan!—Izuki le dio un golpe en la cabeza al más alto, Bakugo ya sabía la regla: buen comportamiento en el café. Nada de insultos, sino, un puñetazo. El cenizo sólo soltó un bufido sobandose el lugar dolido insultando entres dientes por lo bajo. —oh, por cierto, tu también puedes irte, Kacchan. Hoy es noche buena, y cerraremos temprano. Ordenaré todo yo, no te preocupes—musitó poniéndose nuevamente su delantal. Sin embargo, el rubio no se movía de su lugar, sólo miraba el suelo pensante—¿tú no deberías ir con tus padres?—preguntó la pecosa recogiendo unas tazas de una mesa desocupada.

El oji—rubí chasqueó su lengua—esos viejos están en Estados Unidos, me dijeron que no llegarían para navidad ni año nuevo. ¿Y tu nerd?, ¿a quién le joderas la noche? —espetó limpiando la mesa que Izuki había recogido anteriormente.

—Generalmente pasó noche buena y Navidad sola, ya sabes. Shoto la pasa con su familia, y Ochako con sus padres, y bueno yo—soltó un suspiro, en aquel momento sus ojos reflejaron nostalgia, recordaba las navidades que pasó junto a su madre, sin duda buenos tiempos. —¡como sea, este año no la pasaré sola!, Kota esta conmigo—embozo una sonrisa.

—Idiota...—solto sonriendo en tanto se cruzaba de brazos altanera mente, Izuki no hizo reproche al insulto, ya no quedaba nadie en el lugar, no obstante esto le llamó la atención. —estas loca si crees que no comeré pavo en noche buena.

—¿de que hablas? —dirigió sus orbes verdes al chico.

—dijiste que pagarías mi servicio, ¿no?, no quiero el puto dinero que ganas aquí—señalo con su dedo pulgar el frente del café—quiero que esta noche tu hagas mi cena navideña—frunció el ceño. Trataba de no parecer un completo Idiota ante sus palabras.

—¿estas diciendo?—Izuki intentaba descifrar el verdadero mensaje tras las toscas palabras de Bakugo. Él no diría libremente: pasemos navidad juntos. No, jamás, eso ni soñar. —¡quieres pasar la noche con Kota y conmigo!—inmediatamente la chica sonrió desbordada de energía asintiendo repetidamente. —¡con gusto, Kacchan!

—esa mierda no es... —pero la pecosa ya no escuchaba lo que él cenizo decía, ya se hallaba entrando las sillas del café. El mayor solo solto un suspiro emulando una pequeña y casi invisible sonrisa.


Izuki ya se encontraba pasada de copas, la chica no solía beber mucho, y un poco de champaña ya la ponía totalmente embriagada.

Bakugo miraba como la pecosa cantaba el famoso tema: polaris, sobre la mesa de la sala de estar. Él no había bebido, quería regresar a su casa en sus cinco sentidos, pero viendo el estado de la pecosa prefería quedarse a ver que no cometa ninguna estúpidez que solo ella haría. Ya eran las once de la noche, solo quedaban 15 minutos para Navidad. Miró a Kota, quien aún comía su trozo de pastel gustosamente ignorando totalmente el caos que armaba su hermana.

—muertita te veías más bonita... —musitó por lo bajo.

—¿que dijiste, Idiota?—otra cosa que quedaba recalcar, la pecosa se comportaba paralelamente a como habitualmente lo hace, siendo más agresiva en ese estado de borrachera. —voy a hacer que ese pavo se te atore en la garganta, bombita de agua, hip—reviso su reloj abriendo sus ojos como platos. —ya vuelvo—se retiro del rápidamente.

—Katsuki, deja de rechinar tus dientes—dijo Izumi viendo cómo Bakugo estaba punto de saltar sobre Izuki para, probablemente, ponerle una cinta en su bocota o en el peor de los casos, matarla. —en estos momentos, Izuki hace una buena imitación de ti, ¿verdad?—sonrió burlonamente.

Ok, si. Tal vez mataría a dos personas.

Izuki regresó con los abrigos de todos, totalmente abrigada de pies a cabezas.

—¡Vamos!, los fuegos artificiales ya van a comenzar—tiro la chaqueta del rubio sobre su cabeza, y ayudó a Kota a ponerse la suya.

—¿los que?—El cenizo de quitó la ropa de la cara, comenzando también a colocarse lo.

—Kacchan, ¿eres sordo?, fuegos artificiales. Ya sabes, esas cositas que explotan en el cielo, casi como tu—rio tomando las llaves de la casa.

Debian ir al parque Bones, generalmente ella los veía desde allí, y se podían apreciar a la perfección.

—maldita sea nerd, yo no veo esas mierdas, no jo—pero antes de terminar era arrastrado por la pecosa.

—no seas un viejo amargado—bufó Kota totalmente emocionado por la idea.


El cielo negro de había llenado totalmente de colores espléndidod y atrapantes para la vista, los fuegos artificiales eran sin duda la parte favorita de Navidad para Izuki, y ahora también, Kota.

—aún no se qué ven de interesante a eso...—el aguafiestas de Katsuki estaba totalmente aburrido, es decir, solo eran colores desbordantes explotando antes tus ojos, no era nada nuevo o de otro mundo.

Izuki se acercó a él, con su clásica y típica sonrisa.

—debes aprender a disfrutar más las cosas, ¿no crees?—recibió como respuesta sólo chasquido de lengua por parte del rubio, Izuki rodó los ojos soltando una pequeña risilla—... mi madre decía que en algún momento solo recordamos la emoción de las cosas, ¿Sabes? Yo quiero eso, sentir que mi pecho se desborde de emociones, que me hagan feliz, triste...—miró al suelo suelo metiendo sus manos en los bolsillo de sus chaquetas, mientras Bakugo sólo la miraba atento—yo, en un futuro quiero recordar esta noche, Kacchan, mientras leo un libro, o simplemente este preparandome un té. Hoy, una de las primeras noche buena tras tantos años... —repentinamente comenzó a llorar, ese sentimiento de por fin abandonar la soledad se sentía realmente bien, tanto que le llenaba los ojos de alegría que se desbordaba y bajaba por sus mejillas. —en la que no estoy sola—se limpio sus ojos con la manga de su abrigo, sonriendo una vez con más intensidad. —recordaré, tu cara de perro malandrero, y la sonrisa de Kota... —miró al pequeño, quien aún estaba embobado por el espectaculo de luces.

Izuki sólo quería sonreír junto a alguien, que sus ojos miraran lo mismo que ella.

—Mierda nerd. Haces sonar esto como si en algún momento te alejaras de mí... —el cenizo frunció su ceño ante la idea.

—todos algún día debemos seguir nuestro camino, tarde o temprano nos tendremos que separar...—saco una pequeña cajita de su chaqueta, tendiendosela al más alto. —es por eso que quiero darte esto—Bakugo la tomó anonadado. —sé que lo material no vale nada, pero, si algún día eso llega a pasar, quiero que me recuerdes a través de esto, Kacchan—sonrió.

El mayor abrió el regalo: era un pequeño llavero con una extraña forma, parecía ser una granada junto a un brócoli.

—¿Uh? —sacó el objeto de caja.

—lo hice con madera, no me quedó bien realmente, pero era la primera vez que esculpia algo con mis propias manos. —Katsuki dirigió su mirada las extremidades de la chica, sus dedos estaban llenos de benditas y rasguños, nunca se percato de eso, debió haberse esforzado mucho para lograr ese resultado. —¿te gusta?, está un poco desprolijo.—preguntó acercándose al chico.

—es la mejor mierda que he recibido en mi vida—sentenció el cenizo sonríendo de lado, la pecosa comenzó a dar saltitos de alegría. —oe...—llamó su atención—pasemos año nuevo juntos también.  Te daré tantos recuerdos geniales que morirás de tantas emociones.

Eso tomo por sorpresa a la chica, quien asintió sonriendole.

—¡Kacchan!, ¡Feliz navidad!

—feliz navidad a ti también, pedazo de mierda.

Feliz navidad super atrasado, AHHHH. Perdón bebos, se suponía que se los entregaría el 25, but, andaba ocupada y solo habia logrado escribir 500 palabras :'v.

Espero que les haya gustado, y que el gordito les haya dado algún regalo, conmigo se hizo el gil y ni carbón me trajo :'/.

Weno bbs, nos vemos uwu.

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