Capítulo 22: "Brujula".

Una vez que todo el frío se despojo de sus cuerpos, Izuki y Bakugo preparaban la cena; la comida favorita de Izumi específicamente: estofado. Luego de eso, se irían a dormir y mañana desempacarian.

-Kacchan!, primero va la salsa después las verduras, hasta Kota sabe eso, que digo, todo ser humano con un miligramo de cerebro lo sabe!-grito la peliverde golpeando la cabeza rubia con un cucharón.

[N/A: Kacchan, es yo cocinando :'v, adopten me.]

-¿que mierda?! -Katsuki le quito el objeto. -¿crees que no lo se?!, no soy un ignorante. Y si la puta receta no va así. Yo me la invento, y obligo al mundo hacerla como yo!, me vale un maldito rábano.

-No se puede contigo.-bajo los hombros rendida.

Aquel hombre, bah, niño - Siquiera tiene la madures de un adulto-. Es terco como mula. Bruto como pez. Gruñón como si. Y sexi como playboy.

-¡Espera Kacchan eso es ají no orégano! -le quito el paquete de especia. -¡PERO SERAS BESTIA!

Aún con todos esos insultos, a Izuki se le hacía algo tierna aquella actitud tosca de Katsuki, aunque aveces daban ganas de darle un tirón de oreja y una patada en el culo para ponerlo a calmar.

Con muchos contratiempos, platos voladores, improperios soeces, y golpes, la comida salio deliciosa.

-Al fin-suspiro. -A dormir. -el bicolor se estiró, al hacerlo la fatiga invadió su cuerpo.

Paso la cocina directo al pasillo sin salida, el lugar era pequeño de una estructura simple. Ahi, habían dos puertas paralelas. Abrió una y luego la cerró consternado, luego se dirigió a la de enfrente.

-¿esta cabaña tiene dos habitaciones verdad?. -miró a la ojiverde.

-Eso dijo Ochako. -confirmó la pecosa ya en pijama.

-pero, sólo veo una. -Izuki se acercó al semialbino, la puerta abierta dejaba a la vista un pequeño cuarto de dos camas.

-¿y está puerta?. -giro la perilla de la segunda paralela a la otra, solo dejando ver una habitación vacía. -¿y las camas?.

-Mierda. Nos estafaron. -bufo Katsuki. Todo pagado, era demasiado bueno. -Bien, Deku. Deberás dormir con el mocoso en el suelo. Lástima. Buenas noches. -palmeó su hombro.

La de esmeraldas lo detuvo. El cenizo levantó una ceja arrugando el ceño, apuntó de levantar su dedo del medio.

-¿y tu caballerosidad?,¿cómo que yo y Kota en el suelo? -se cruzó de brazos.

-se fue junto con mi dignidad al bajarme los putos pantalones para mear en el autobus. -chasqueó la lengua. Caballerosidad no era la palabra que definía a Katsuki Bakugo, no señor.

-yo digo que durmamos dos en cada cama.-expresó el pequeño frotando su ojo. -es más fácil.

El cenizo le gruñó al infante.

-¿que eres?, ¿un perro?. Y luego yo soy el inmaduro aquí. -se cruzó de brazos.

-Bien. -asintió Izuki.-yo duermo contigo Kota-Kun.-sonrio, ante eso el menor negó.

-¡quiero dormir con el tío Shoto!-se pego al pie del nombrado riendo.

-¿y yo con Deku?!, antes prefiero bailar ula ula en calzones. -miro con desagrado a la menor con pecas.

Midoriya rodó los ojos. Kota tenía razón, el era el inmaduro allí.

Al final, y por capricho del pequeño Izumi; Izuki y Katsuki durmieron juntos y Todoroki con él.

-este es tu lado de la cama. Y este el mío. -trazo una raya imaginaria con su dedo. -Te pasas, te mato.

-¿ah?

Descripción gráfica del lugar de la cama de Izuki.

-Kacchan, bien que no tuviste problemas en dormir conmigo cuando estuve en el hospital. -enarcó una ceja.

El cenizo solo se sonrojó chasqueando la lengua.

-estaba dormido. Bien, mitad y mitad. -sentenció finalmente.

-¿me hablaste? -pregunto el bicolor.

-Tu callate. -grito arropando se.

Izuki solo rio y se metio a la cama.

Bakugo se despertó al sentir algo sobre su cara. Abrió lentamente sus rubíes para ver a Deku ocupando más de la mitad de la cama, su mano estaba sobre su frente, y estaba sin su manta.

Intentó contener los insultos que saltaban en su boca.

Empujó el cuerpo de la pecosa, levantándose. Se fijo la hira: 9:36 a.m

-Que se levanten sólos.-salió de la habitación directo a preparar su desayuno.

Nevaba, aquella tarde, los copos de nieve y el feroz viento se desataron repentinamente.

Izuki y Bakugo habían subido a alta montaña para esquiar. Los demás estaban en sus cabañas jugando poner.

Aún así, una charla simple desató una horrorosa pelea.

-¡Kacchan! -grito la peliverde intentando seguir el paso del rubio.

-no me jodas, Deku.

Katsuki se había molestado, esta vez no era de pura maña su enojo. Izuki tal vez había cruzado la raya con su curiosidad, pero no se esperaba que él reaccionara de tal forma. Jamás creyo que al preguntar sobre la foto de aquella mujer en su billetera lo pusiera así de furioso.

-esperame, No se por donde volver! -con sus skyes a la pecosa se le dificultaba el dar un simple paso. -no quise hacerte recordarla. Lo juro. Solo quería saber más sobre tu pasado. -le tomo del hombro. -quiero conocer a Kacchan. Comprenderlo.

El cenizo al sentir el toque quito su brazo bruscamente.

-Debes dejar tu intromision de lado. ¿¡Quieres saber quién era ella?!, bien voy a satisfacerte. Nana era la maldita persona en todo el mundo que se interesaba en mi!, ¿Adivina por ya no esta?! -la tomó de sus hombros. -por mí, por sacrificarse por un ser tan insignificante como yo!, por alguien que tan estúpido que había arruinando su vida. Ella sufrió lo que me correspondía, pagó con su muerte mis pecados. -había comenzado a sudar frío.

¿De verdad estaba sufriendo por
esos recuerdos nuevamente?. ¿Acaso no lo había superado?.

Eres débil, Katsuki. Si continuas así, el mundo te aplastará. Recordó aquellas mórbida palabras de su madre resonando como un molesto eco en su cabeza.

-K-Kacchan, lo siento yo, No quise- Izuki estaba al borde de las lágrimas.

Sabe lo que es tener un pasado duro. Sabe lo que es sufrir por la muerte de alguien a quien realmente amas, un dolor que desata recuerdos tan felices que te ponen triste, por el hecho de que aquella persona ya no esté a tu lado.

-Claro que quisiste. Aprende a aceptar tus malditos errores. ¿Sabes que?, no intentes conocerme, deja de fingir de somos amigos.-se dio vuelta, retomando su camino.

-Kacchan. ¿De qué hablas?, no estoy fingiendo. -tomo su mano. -Kacchan tu eres mi amigo, ¿no?. T-tu me salvaste incontables veces de hundirme como antes.

Katsuki solo negó con su cabeza.

-Tu solo eres egoísta. Eres una mierda. Solo eres tu. -la miró con esos safiros llenos de odio. -la muerte de tu madre, el hecho de que Monoma este loco, tu tienes la culpa de todo. -corrió. Corrió dejándola atrás.

Otra vez, la misma mierda.

A veces, la vida te golpea tan bruscamente, que el dolor que te deja, permanece por siempre.

Yo dejo esto aquí, y me voy.

Lectores al ver que todo estaba muy feliz y de la nada esto.

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