hs_ggn está transmitiendo en vivo.

—Siento haber hecho esto sin avisar pero, ¡tenía un montón de ganas de interactuar con ustedes! así que hoy cantaré un poco para compensar mi ausencia. —dijo HeeSeung, sentado en su cama con el celular en una buena posición que daba vista a gran parte de su recámara.

Pronto muchos comentarios se hicieron presentes, todos halagando al gran Lee HeeSeung, ídolo solista de su país y uno de los más reconocidos.

La transmisión finalizó con un sonriente HeeSeung, pareciendo la persona más inocente del mundo.

Sin duda Lee era una gran representación de la frase: "caras vemos, trastornos no sabemos".

Pronto corrió al sótano, donde estaba un JaeYoon dormido entre una manta y un suave colchón. HeeSeung estaba enfermo, pero no era capaz de ser tan malo con Jake.

— Jakey... — canturreó el mayor, moviendo el cuerpo del menor para despertarlo. JaeYoon se removió y abrió los ojos para luego dar un salto y alejarse de HeeSeung lo más que pudiera. —Pareces un conejo asustado, mira cómo tiemblas. — sonrió Lee, acariciando la mejilla del contrario.

JaeYoon se mordió el labio, se sentía extraño. Ver a HeeSeung de esa manera lo hacía sentir... enfermo.

Enfermo porque le agradaba, enfermo porque en ese momento pensó que tal vez tener a Lee acariciandolo era una imagen caliente.

Y joder, qué mal estaba.

Volteó la cara repentinamente, esperando a que el chico se fuera y lo dejara solo para poder reprocharse. Sin embargo, HeeSeung no se fue y en su lugar se acomodó a su lado.

—Estás sucio... —dijo el pelinegro, haciendo una mueca.

—Tal vez porque he estado aquí por días. — dijo Jake, bajito.

—Entonces te daré un baño. — avisó el mayor — Si intentas hacer algo estúpido te mato, ¿bien?— amenazó HeeSeung, acariciando la cabellera de Nishimura. El mencionado asintió, y aceptó la ayuda del chico para levantarse.

No tenía fuerzas para caminar, sus piernas estaban dormidas y dolían. Su cuerpo se sentía adormecido y tambaleó a tal punto de casi impactar al suelo de no haber sido por HeeSeung, quien lo sostuvo y lo cargó hasta el baño.

Ahí fue donde Jake no supo qué hacer, ni cómo manejar la situación. Estaba en los brazos de su secuestrador, a punto de tomar un baño a manos de él. Enseñaría su cuerpo como lo había hecho miles de veces pero esta vez era totalmente diferente.

—Desvistete— ordenó HeeSeung, dejándolo en la bañera y tomando algunos productos de un gabinete de madera.

Jake no se movió, y lo miró desde abajo. Tenía miedo y se sentía sucio, como un trapo utilizado.

—¿No me escuchaste? — se acercó HeeSeung— Mierda, hazlo de una vez.

—Y-yo— trató de hablar el menor, tomando la camisa entre sus manos — no puedo, me duele el cuerpo.

Lee asintió y apartó los brazos de JaeYoon de los lados, comenzando a quitarle las prendas suavemente.

—Lo siento — dijo Lee, quitándole la camisa con éxito.

Shim lo miró como si no lo creyera, ¿estaba loco o algo? lo había secuestrado, privado de su libertad, lo había golpeado, dejado sin comer días y ahora se disculpaba.

Sin embargo no emitió ninguna palabra y miró hacia cualquier lugar menos a HeeSeung, dejando que sus ojos se fueran cristalizando.

—Es sólo que te necesito, si no te tengo moriré. Lo digo muy en serio.

Jake sintió su corazón acelerarse y cerró los ojos con fuerza, intentando no romper en llanto.

Entonces supo por qué sentía que ese lugar lo sofocaba, porque lo hacía sentir tan malditamente nostálgico y triste. Entendía por qué sentía tantas ganas de escapar de ahí. No era porque quisiera volver a su vida, él estaba consciente de que su vida era una total mierda desde que sus padres murieron.

Y desde que él murió al poco tiempo.

HeeSeung le recordaba tanto a él, su rostro era tan parecido y eso lo estaba matando por dentro.

Quiso salir de ahí, porque la presencia de HeeSeung lo hacía recordar lo infeliz que era sin Dakho.

Y temía que su presencia desencadenara algo más.