Cap.5❜

- El chico de cabellos rubios se encontraba bajo la ducha, sintiendo las calientes gotas de agua caer sobre su cuerpo, relajándolo un poco. Ya se sentía mucho mejor con respecto a los efectos de su celo, el supresor había hecho desaparecer el dolor, y solo podía sentir un leve calor, pero nada que no pudiera controlar. Eso le ayudaría por un par de horas.

Echó shampoo en su cabeza, masajeando luego su cuero cabelludo y pensando sin parar en las palabras anteriormente dichas por el alfa que se encontraba afuera, en la habitación. Se había metido al baño sin darle realmente una respuesta, tratando de evadirlo.

¿Cortejarlo? ¿Acaso estaba loco? Quizás ahora él sabía que en realidad era un omega, pero no el resto de las personas. No podía simplemente tener a otro alfa tras su trasero coqueteándole y mostrándole su interés. Eso era un riesgo que no estaba dispuesto a tomar a esta altura, ya era bastante malo que Park SungHoon supiera su secreto.

Enjuagó su cabello y terminó de lavar bien su cuerpo, para luego tomar una toalla limpia que le dio el azabache. Se secó y se puso la ropa que el mismo le había prestado, solo era un pantalón  de chándal y una sudadera, ambas prendas en tonos grises, pero eran realmente cómodas, algo que Ni-Ki agradecía. Salió del baño aun secando su cabellera con la toalla y se sentó en la cama, a una distancia prudente del alfa.

El mencionado se encontraba revisando con desinterés su celular, el cual dejó de lado en el instante en que el omega se apareció a su lado.

—Y entonces, ¿me darás una respuesta a lo que te propuse antes o irás a esconderte nuevamente en el baño?—las palabras salían de su boca con un ligero tono de burla.

Ni-Ki le dedicó una mueca de molestia y dejó la toalla a un lado.

—Muy gracioso, Park, pero no estaba escondiéndome, simplemente quería darme un baño antes de tener cualquier conversación.

—Bueno, pues conversemos ahora. – SungHoon se acercó un poco al contrario impulsando su cuerpo sobre la cama — ¿Qué me dices?

—Pues mi respuesta es que no. Fin de la conversación. – sentenció el más bajo con una sonrisa de suficiencia en su labios.

— ¿Por qué no? – el azabache frunció su ceño en confusión – Ni siquiera lo has considerado.

— ¿Por qué no? Y aun preguntas eso. Es obvio que no puedo hacerlo. Además acabas de enterarte de que soy un omega y ya quieres cortejarme. – el peli rubio lo miró con intriga – Eso es demasiado sospechoso, y más viniendo del alfa que tiene la fama de rechazar a todos los que se le declaran. Corteja a una de esas personas mejor.

—No tengo ningún interés en ellos, son solo personas aburridas, que me declaran amor cuando ni siquiera me conocen, solo porque soy guapo, popular, inteligente o rico. – hizo un ademán con su mano denotando desinterés – Son demasiado superficiales, y yo odio eso.

—Bueno, puede que tengas razón en ese punto, pero tú estás haciendo lo mismo. Quieres cortejarme cuando no me conoces para nada. – rebatió el omega cruzando su brazos – Las únicas palabras que hemos cruzado han sido para temas del club.

—Pues exactamente por eso te pedí cortejarte y no que fueras mi pareja. – el alfa llevó una de su mano al mentón del contrario, levantándolo solo un poco – Quiero saber mucho más de ti, eres demasiado interesante para mí, no como esos otros omegas o betas. Quiero saber que otros secretos escondes. – su voz salía en susurro seductor.

Ni-Ki se sonrojó un poco por la cercanía, y aparto rápidamente la mano del alfa de su rostro.

—Que sepas que no escondo más ningún secreto, tampoco soy un mentiroso andante. – levantó su cabeza con orgullo – Esto solo lo hice porque era realmente necesario.

—Eso es otra cosa que me intriga – SungHoon subió sus piernas a la cama, cruzándolas para sentarse – dime, ¿Por qué has fingido todo este tiempo que eres un alfa?

—Lo siento, pero ese no es tu problema, ¿o acaso se lo contarás a todos los demás si no te digo? – las palabras salieron de su boca con cautela, temiendo internamente que eso realmente pudiera llegar a pasar.

SungHoon soltó una pequeña risa divertida, disfrutando de lo tierno que se veía Ni-Ki nervioso, y más cuando se esforzaba demasiado por ocultarlo.

— ¿En serio piensas eso de mí? Lo siento, pero mi hobby no es ir por ahí contando los chismes de los demás, no es algo que encuentre divertido. Pero pienso que luego de lo que hice para ayudarte, al menos merezco esa explicación, ¿no te parece? – incitaba con su palabras a que le contara.

Ni-Ki se mostró indeciso y mordió su labio inferior pensando en que hacer realmente. Por un lado el otro tenía razón, pero no sabía si sería realmente prudente contarle todo al alfa que se encontraba expectante frente a él. Divagó un poco más hasta que realmente se sintió incómodo con la mirada fija que sentía sobre él. Rascó su pelo con desesperación y  mandó todo a la mierda con un leve gruñido.

Decidió contarle brevemente toda su historia al alfa, el cómo y el por qué había decidido hacerse pasar por algo que no era realmente. Un secreto que había mantenido de todos sus profesores, estudiantes de la escuela, su familia y amigos, con excepción de JungWon, claro.

El azabache lo escuchaba con detenimiento, sin interrumpirlo nunca, pero con un claro brillo de fascinación en sus ojos. Ni-Ki sin embargo, no hablaba con vergüenza o arrepentimiento, él sabía que lo que había hecho fue para un bien mayor, para defender a su clase, que incluso hoy en día, muchos insistían en desvalorizar.

Cuando terminó de hablar, todo quedó en silencio por unos segundos. El peli rubio solo esperaba alguna reacción por parte del contrario, la cual justo después no demoró en llegar. SungHoon se lanzó sobre él, tumbándolos a ambos sobre la cama y quedando el omega bajo sus fuertes brazos. Con una sonrisa en sus labios, acarició sus cabellos y lo elogió.

—Justo como decía, eres un chico demasiado interesante. – sus rostros estaban cerca y Ni-Ki se encontraba notablemente tenso, pero no hacía nada realmente, solo perdido en los profundos ojos azules del alfa. – Se requiere coraje para actuar como tú, y todo por el bien de los demás. Eres admirable, Ni-Ki-Ah.

El peli rubio se estremeció al oír tal apodo salir de los labios del alfa, con su grave voz, por lo que cambió la mirada a un lado, evitando más contacto con aquellos orbes que ahora mismo lograban hipnotizarlo.

—Bueno, para mí solo hice lo correcto. No podía permitir que semejante salvajismo siguiera afectando a más omegas.

—Definitivamente no me importa lo que digas. – el azabache se separó un poco creando una pequeña distancia menos incómoda, pero aun manteniendo ambos brazos estirados a cada lado de la cabeza de Ni-Ki – Te cortejaré y el hecho de que realmente seas un omega solo me hace más feliz al respecto.

— ¿A qué te refieres con eso?

—Por favor, Ni-Ki, no me digas que nunca notaste todas las veces que coqueteaba contigo en la escuela. – una sonrisa pícara se dibujó en sus labios – Siempre me pareciste muy atractivo, solo que realmente me contenía pues tu condición de "alfa" no me permitía decirte bien lo que pensaba de ti, – hizo comillas con sus dedos al pronunciar la palabra – aunque muchas veces sentí ganas.

— ¿Ah? ¿Acaso estás diciendo que estarías con otro alfa? – arqueó una de sus cejas en interrogación.

—Bueno, si ese alfa hubieras sido tú pues a lo mejor estaba dispuesto a correr el riesgo. – el azabache hablaba con coquetería y confianza – Realmente me confundías, pues a veces si me acercaba mucho a ti lograba captar esa leve esencia a vainilla tan dulce debajo de todo ese fuerte aroma a menta, lo que siempre pensé que quizás era el olor de alguien en tu familia.

—Si tengo un hermano menor omega, pero su aroma no es vainilla. – negó el contrario – Además, ¿nunca se te ocurrió pensar que a lo mejor yo tenía un omega?

SungHoon soltó entonces una sonora carcajada que hizo que Ni-Ki se sintiera algo indignado ante la burla.

— ¿El estricto Presidente del Consejo Estudiantil? No, no puede ser. Por muy popular que seas. – limpió una falsa lágrima provocada por la risa – Solo te pasas el día regañando a alfas, y el único omega que tienes cerca es a ese pequeño castaño del Consejo Estudiantil, el cual obviamente está embobado con ese alfa pálido que lo acompaña. Hasta yo lo he notado.

Ni-Ki infló sus mejillas molesto, pero más aún porque el contrario tenía razón. Aunque igualmente él no tenía interés en relaciones amorosas en esos momentos.

—Vete al infierno, Park. Si no he tenido pareja es porque no he querido. Porque pretendientes no me faltan.

El alfa se incorporó de nuevo sentándose en la cama y el peli rubio hizo lo mismo, arreglando un poco su ropa más bien por costumbre que por algo más. De repente SungHoon tomó su mano y dejó un corto beso en el dorso de la misma, mirándolo luego fijamente a sus ojos sin soltarlo.

—Eso lo sé, porque yo soy uno de ellos, Presidente.

Ni-Ki estaba seguro de que su rostro se había pintado de rojo en ese momento, retiró su mano nervioso del agarre contrario y cambió la vista, provocando una risilla en el otro.

—Será mejor que me vaya a casa, antes de que el efecto del supresor desparezca. – se levantó en su lugar.

—Sí, tienes razón, ven conmigo, hablaré con mi chofer para que te lleve a casa.

El azabache tomó su mano y ambos salieron del cuarto, bajando las escaleras que daban hacia la sala de estar de la casa. Riki, miraba todo con asombro, cuando llegó no había visto nada, pero ahora que se fijaba en la decoración del lugar se daba cuenta de que realmente SungHoon era demasiado rico. Todo el lugar se encontraba amueblado y adornado al estilo inglés, dándole una apariencia demasiado elegante y refinada. Como si todo allí valiera más que su casa. De igual forma el lugar estaba impecable, y la perfecta iluminación le daba un toque de lujo. El omega observó todo con asombro y fascinado por el lugar y luego miró a SungHoon.

—Wow, tu casa en serio es hermosa.

—Oh gracias, mis padres son realmente ostentosos, y mi padre en particular está obsesionado con la cultura inglesa, por eso la decoración. – respondió sin tomarle mucha importancia realmente.

— ¿Están ellos en casa? – preguntó en un susurro pues le daría pena que los padres del contrario los vieran en aquella situación.

—Pues no, ellos prácticamente nunca están aquí, siempre tienen que viajar demasiado, por eso casi siempre estoy solo con los sirvientes beta de la casa.

—Entiendo. – habló un poco más aliviado pero algo apenado por la situación del alfa, pues él a pesar de todo, realmente no podría vivir sin su familia a su lado.

Caminaron hasta la entrada de la casa donde SungHoon llamó a un hombre alto el cual Ni-Ki supuso era su chofer y le dio algunas indicaciones, luego se volteó hacia él.

—Él es Dylan, y te llevará a tu casa, solo debes darle la dirección. – dijo para luego darle un corto beso en la mejilla al peli rubio en forma de despedida – Nos vemos, Ni-Ki-Ah.

Ni-Ki solo se tragó la maldición que quería soltarle en aquel momento por hacer tal cosa y le dio las gracias cortamente para luego entrar al auto.

Le pidió al chofer que parara una cuadra antes de llegar realmente a su casa para que no lo vieran aparecer en tal lujoso auto. Aun así, tuvo que lidiar con los metiches de su madre y hermano que lo bombardearon a preguntas, curiosos por saber de quién era ese aroma a alfa tan fuerte que tenía encima, y más aun usando sus ropas.

De alguna forma logró evadirlos, usando su celo como excusa para encerrarse en su cuarto.
Se tiró a la cama dejando la mochila en el suelo y solo pensó. Pensó en todo lo que había pasado durante el día y en cómo habían terminado las cosas. Con Park SungHoon entre todas las personas. Dios, ¿Por qué él?

Volvió a sentir sus cachetes hirviendo y golpeó la cama con frustración, ahogando un grito contra su almohada. Le echaría la culpa de todo a su celo. Si, definitivamente había sido eso.


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